JESUCRISTO: EL HIJO
UNIGÉNITO Y PRIMOGÉNITO DEL PADRE: LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”.
20.
Por Alexander Gell: estudiante
de la biblia 2021-2022.
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CAPÍTULO 16.
JESUCRISTO, EN SU
VIDA HUMANA, PROVIENE DIRECTAMENTE DEL LINAJE DE DAVID A TRAVÉS DEL ESPERMA DE
JOSÉ.
La
iglesia católica romana, esa gran ramera, ha pretendido darle a María, madre
del señor Jesucristo según la carne, una preponderancia que en realidad la
biblia no le da, en el sentido de que se han inventado la fábula de que María
es únicamente la madre de Jesús, y que José (marido de María) no tuvo nada que
ver en la concepción.
Nosotros los verdaderos cristianos bíblicos
respetamos a María, madre terrenal de Jesucristo, y le damos el lugar que se
merece según la biblia; pero nosotros no apoyamos las fabulas que la iglesia
católica romana se ha inventado sobre María.
En primer lugar, la biblia enseña literalmente
que Jesús es hijo tanto de José, como también de María, vamos a leer algunos
pasajes bíblicos.
Aquí vemos que los adversarios de Jesús
reconocían que éste era hijo de dos personas, de José y de María.
Juan 1: 45: “Felipe encontró a Natanael y le
dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los
profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José.”
Aquí vemos que los discípulos de Juan el
bautista y de Jesús, reconocían que Jesucristo era hijo de José.
Lucas 4:22: “Y todos hablaban bien de Él y se
maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían:
¿No es éste el hijo de José?”.
Se nota que José, padre biológico del señor Jesucristo, era bien
conocido en todos esos contornos, y cuando vieron a Jesús haciendo esos grandes
milagros, uno al otro se preguntó ¿no es este el hijo del carpintero José?
Mateo 13: 55: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su
madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?”. (como
podemos ver en este pasaje Jesús tenía hermanos sanguíneos, ya que José y María
tuvieron más hijos: y esto es algo que los necios católicos romanos no quieren
aceptar, ya que los necios católicos romanos, antibíblicos, se creen la fábula
de que María por siempre quedó “virgen”).
EL MESÍAS TENIA QUE
SER DEL LINAJE SANGUÍNEO DEL REY DAVID.
Las profecías mesiánicas aseguraban que el mesías tenía que venir del
linaje del rey David, vamos a leerlo:
2 Samuel 7:12-16: “Cuando tus días se cumplan y reposes con tus
padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá
de tus entrañas, y estableceré su reino”.
Si vamos al interlinear de idiomas hebreo al español de strog, esa
palabra “descendiente” originalmente, es la siguiente:
H2233: זֶרַע zéra; de 2232; semilla; posteridad, carnal,
descendencia, descendiente, especie, estirpe, genealogía, generación, hijo,
linaje, posteridad, postrero, prole, semen, sementera, semilla, simiente.
Todos los términos reflejan el flujo seminal masculino, tales como
“SEMEN, SIMIENTE, PROLE, ESTIRPE, SEMILLA, ETC. Todos esos términos solo los
puede producir los varones, echando en la mujer la simiente, es decir: EL SEMEN
O SEMILLA. Es exactamente la misma palabra hebrea que aparece en el salmo 89:
35-37, donde dice lo siguiente:
“Una vez he jurado por mi santidad; no mentiré a David. Su descendencia
será para siempre, y su trono como el sol delante de mí. Será establecido para
siempre como la luna, fiel testigo en el cielo.
Nuevamente a través del profeta Dios le hace saber a David que de su
descendencia había de levantarse uno cuyo reino permanecería para siempre,
vamos a leerlo:
2 Samuel 7:15-17: “pero mi misericordia no se apartará de él, como la
aparté de Saúl a quien quité de delante de ti. Tu casa y tu reino permanecerán
para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre. Conforme a
todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.
En Romanos 1:3 el apóstol Pablo, ya en el nuevo testamento, confirma
que ese linaje, descendencia o simiente se cumple en Jesucristo, vamos a
leerlo:
“acerca de su Hijo, que nació de la descendencia de David según la carne”.
(La Biblia de las Américas).
Vamos a la concordancia de palabras griegas al español de strong a ver
el significado de la palabra “descendencia” que trae este pasaje:
G4690 σπέρμα spérma; de G4687; algo sembrado, derramado
(incl. la «esperma» masculina); por impl. descendencia; espec. Remanente,
linaje, descendencia, descendiente, semilla, simiente.
Como podemos ver: literalmente la palabra griega es “SPERMA”,
exactamente la misma palabra que llega a nuestro idioma español como “ESPERMA”
O “ESPERMATOZOIDE”; y esto es algo que solo lo produce los varones, que, al
verterlo en una hembra, produce entonces una persona con los genes que da esa
simiente o línea de sangre familiar. Es por eso que en otras versiones bíblicas
en vez de “descendencia”, en ese pasaje de romanos 1: 3 se lee la palabra
“simiente”, de donde también procede el significado “SEMEN”, vamos a leerlo:
Reina Valera Gómez: “tocante a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que
fue nació de la simiente de David según la carne”
Reina Valera 1909: “Acerca de su Hijo, (que fué hecho de la simiente
de David según la carne.”
Biblia Jubileo 2000: “de su Hijo, (el cual le nació de la simiente de
David según la carne.”
Sagradas Escrituras 1569: “de su Hijo, (el cual le nació de la
simiente de David según la carne.”
Debemos de estar claros que esa “simiente”, “semen” o “esperma” que
habla ese pasaje es imposible que provenga de María, ya que las mujeres no
producen “semen”. La mujer lo que produce es un ovulo, que es una especie de
receptáculo, en donde es depositado la simiente (línea sanguínea que define a
un individuo) y allí comienza la gestación, es decir: en el “esperma” masculino
es donde literalmente esta la nueva persona que viene al mundo, y es el hombre
quien lo deposita incubándolo o introduciéndolo en el ovulo de la mujer. Esto
es biología básica: algo muy simple de entender. Entonces ese pasaje del
apóstol Pablo, al igual que esos pasajes proféticos del antiguo testamento,
todos afirman que Jesús provenía de la simiente, sangre o semen del rey David,
y ese semen evidentemente no lo produjo María. Ese semen o esperma únicamente
lo podía producir José, marido de María, como es natural, ya que José era el
real descendiente de la línea sanguínea del rey David, vamos a leerlo:
Lucas 2: 4: “Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret,
a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la
familia de David,”
Es por esto que ese mismo escritor (Lucas) inicia la genealogía del
señor Jesucristo, reconociéndolo (al igual que lo creían todas las personas de
aquel tiempo), a Jesús como “hijo de José”, vamos a leerlo:
Lucas 3: 23: “Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta
años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí…” Esta es una genealogía
va retrocediendo hasta llegar al rey David, luego continúa retrocediendo hasta
llegar a Adán, el primer humano que existió en la tierra, y luego retrocede un
poco más y reconoce que Jesús es literalmente “hijo de Dios”.
La otra genealogía, la que se encuentra en Mateo 1: 1-17 es
interesante, ya que también esta otra genealogía pone es a José, marido de
María, como la línea de parientes de la tribu de Juda que llega hasta
Jesucristo en el verso 16. Entonces tenemos que el nuevo testamento muestra de
manera irrefutable, que la línea sanguínea real de donde debía provenir el
mesías llega únicamente a través de José. El señor Jesucristo, para poder
identificarse como EL MESÍAS DE ISRAEL, tenía que tener esa sangre o simiente
del rey David, y (repito) la biblia muestra que esa sangre o simiente solamente
la poseía José, Marido de María.
Lucas, un médico e investigador, escribió el evangelio que lleva su
nombre. Sobre su evangelio, Lucas dice lo siguiente:
“Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las
cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los
que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la
palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con
diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh
excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las
cuales has sido instruido.” Lucas 1: 1-4.
Como podemos ver el investigador Lucas investigó todo desde su origen
de forma minuciosa, y las escribió en orden, y resulta que Lucas dejó plasmado
en sus escritos investigativos que José, marido de María, es literalmente del
linaje de David, y es donde culmina la genealogía mesiánica para dar paso a la
vida de Jesucristo en la tierra. Pero no solo eso; el investigador Lucas fue
mucho más allá, e investigó la parentela de María, y resulta que la parentela
de María es de la tribu de Levi, específicamente de la casa de Aaron. Vamos
ahora a mostrar esto en orden.
Elizabet, madre de Juan el bautista, era parienta de María, madre de
Jesús. Seguramente Elizabet era su tía, ya que Lucas registra que esa señora
era ya de edad muy avanzada, mientras que María era una jovencita aun virgen.
Vamos a leer lo que el ángel le dijo a María:
“Y he aquí tu parienta Elizabet, ella también ha concebido hijo
en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.” Lucas
1: 36.
Resulta que el investigador Lucas registra que Elizabet y su marido
Zacarias pertenecían a la tribu de Levi, del linaje sacerdotal de Aaron, vamos
a leerlo:
“Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado
Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se
llamaba Elizabet”. Lucas 1: 5.
Continuando en el mismo capítulo 1, en los versos 39 al 55 se dice que
María fue a visitar a Elizabet, y entró en su casa. Vemos que entre ambas
mujeres existe confianza familiar, no solamente por el hecho de que ambas
estaban embarazadas de forma milagrosa, sino también que las unía un vínculo de
linaje, es por eso que en el verso 56 termina diciendo lo siguiente:
“Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su
casa.”
Todo este capítulo 1 del evangelio escrito por el investigador Lucas
da por sentado que María era del linaje de Levi, parienta de Elisabet, de la
línea de Aaron. Si María hubiese sido del linaje de la tribu de Juda, sin
ninguna duda que Lucas (el cual investigó todo muy minuciosamente) lo hubiera
confirmado, pero resulta que lo único que investigó Lucas es que María y
Elisabet pertenecen a la misma parentela.
Pero, ¿Qué resulta?; que precisamente en ese capítulo 1 de Lucas, al
único personaje que este investigador Lucas señala como descendiente del rey
David es solamente a ¡!JOSÉ!!, vamos a leerlo en los versos 26 y 27:
“Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba
José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.” ¡! Mas
claro imposible!!: si María hubiera pertenecido a la tribu de Juda ¡!Lucas lo
hubiera confirmado en ese pasaje!!: hubiera dicho que ambos. José y María, eran
de la tribu de Juda, pero resulta que Lucas únicamente señaló a José como
perteneciente al linaje real de David de la tribu de Juda. Recuerden que para
el señor Jesucristo poder identificarse con el título “MESÍAS” debía de
provenir de la simiente, semen, esperma o linaje sanguíneo del rey David, y
solamente los varones son los únicos que pueden producir semen, por lo tanto,
es imposible que el linaje de David para Jesucristo sea a través de María, ya
que María no era varón, y ni siquiera era de la tribu de Juda a la que
pertenecía el rey David.
Además de todo esto Lucas
identifica que José y María son, ambos, progenitores de Jesús, vamos a leerlo
en Lucas 2 verso 41:
“Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta
de la pascua”.
Pero aún hay más, y es el momento exacto en el cual la misma María
reconoce que José es literalmente el padre del señor Jesucristo, vamos a
leerlo:
Entonces, con todos estos datos bíblicos que hemos expuesto, no debe
caber ni la menor duda de que José, esposo de María, es literalmente padre biológico
del señor Jesucristo, ya que solo José tenía el semen, el esperma, la simiente,
la sangre real que provenía del rey David.
“INSEMINACIÓN
ARTIFICIAL” A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO.
La gran mayoría de instituciones que se hacen pasar por cristianas,
comenzando por la iglesia católica romana, no aceptan de ninguna manera que
José sea literalmente padre biológico del señor Jesucristo, ya que ellos no
pueden imaginarse a María teniendo relaciones sexuales con su propio esposo.
Entonces debemos hacerles la pregunta a esas religiones supuestamente
cristianas ¿de dónde apareció el esperma o semen para que María quedara
embarazada? Ya sabemos que María no es varón para producir semen, y además
María no era de la tribu de Juda, no tenía la sangre del mesías. ¿Acaso pensarán
que Dios trajo ese semen o esperma desde el cielo?, eso no es posible, ya que
el rey David no vivía en el cielo, y, además, el rey David fue un hombre aquí
en la tierra, de cuyo linaje se fue multiplicando personas hasta llegar a la
era en que vivieron José y María. Por lo tanto, es imposible que ese semen o
simiente de David proviniera del cielo, ya que en el cielo no habitan seres
humanos de carne y sangre, sino seres espirituales como los ángeles y los
querubines. Otros dirán que María quedó embarazada simplemente porque Dios la
preñó usando su espíritu santo. Ahí estamos en el mismo dilema, ya que Dios no
porta en sí mismo semen o esperma como los seres humanos, Dios no es del linaje
de David, Dios no tiene sangre como los humanos.
Los mormones y ciertos gnósticos se van a los extremos, y aseguran que
Dios mismo en persona sostuvo relaciones sexuales con María, y así quedó
embarazada, imitando esos dioses paganos como el dios griego Zeus, que le
gustaba el sexo: ESO ES UNA ABERRACIÓN Y UNA BLASFEMIA. Dios el padre jamás
tendría relaciones sexuales con sus criaturas. Además, el semen del cual
tendría que venir Jesucristo tenía que ser de la tribu de Juda, del linaje del
rey David, y Dios el padre no tiene linaje humano.
Entonces, como la biblia explica que María quedó embarazada sin haber
tenido relaciones sexuales, y además dice la biblia que ese fue un embarazo
milagroso a través del espíritu santo; ¿Cómo entonces la simiente de David
llegó hasta el vientre de María?
A todo esto, solo queda una sola respuesta lógica. Ya sabemos que la
simiente del rey David estaba el José, Marido de María, pero José no sostuvo
relaciones sexuales con María para engendrar a Jesús, ya que la biblia dice que
ese fue un milagro a través del espíritu santo; solo queda una sola respuesta:
“INSEMINACIÓN ARTIFICIAL”.
Si, esa es la única respuesta lógica a todo este dilema, respuesta que
pone a José y a María siendo ambos padres biológicos del señor Jesucristo, tal
y como lo registra el escritor e investigador Lucas, sin la necesidad de que
ellos tuvieran relaciones sexuales, ya que la única fuente que poseía el
esperma o simiente del rey David era únicamente José, marido de María.
Bien sabemos que, literalmente, en la biblia no vamos a encontrar la
frase “INSEMINACIÓN ARTIFICIAL”, pero eso se deduce usando la lógica
escritural, ya que estamos claro que, entre José y María, solo José portaba el
esperma, semen, semilla o simiente de la línea sanguínea del rey David de la
tribu de Judá. Simplemente Dios tomó ese esperma y a través del espíritu santo
lo introdujo en el vientre de María, de este modo la simiente de David quedó
limpia de toda contaminación proveniente de la genética mortal y corruptible
heredada desde Adán, y así Jesús recibió literalmente la sangre real del rey
David, y además una sangre libre de contaminación que le permitía vivir una
vida neutra, como la vida que tenía Adán cuando fué creado.
Vamos al
diccionario y veamos que significa “INSEMINACIÓN ARTIFICIAL”.
“La
Inseminación Artificial consiste en colocar en el interior del útero de la
mujer una muestra seleccionada de semen, previamente preparada y optimizada en
laboratorio, con el fin de incrementar el potencial de los espermatozoides y
las posibilidades de fecundación del óvulo. Para aumentar las posibilidades de
embarazo se estimulan hormonalmente los ovarios y se controla la ovulación para
saber cuál es el mejor momento para hacer la inseminación.” (en la
siguiente página podrán obtener toda la información sobre los procedimientos
médicos y científicos de la inseminación artificial: https://www.quironsalud.es/reproduccionasistida/es/tratamientos-tecnicas-servicios/inseminacion-artificial)
Como podemos ver para la ciencia médica moderna es muy fácil el
procedimiento de la “inseminación artificial”, simplemente selección un esperma
o semen masculino, y artificialmente (sin que esa mujer tenga sexo con el
hombre) introducen el esperma o semen hasta que este llegue a su destino dentro
del ovulo femenino. Imagínense si este procedimiento es tan fácil ¿acaso para
Dios no será aun muchísimo más fácil? Es más, la ciencia médica moderna hasta
hace “FECUNDACIÓN IN VITRO”, esto consiste en tomar el ovulo de la mujer y el
esperma del varón, y fuera del vientre los unen, y luego lo introducen dentro
de la mujer; ¿asombroso, no?. En la Fecundación in vitro el ser humano inicia
su existencia o concepción ¡!FUERA DEL VIENTRE DE LA MUJER!!.
Fíjense que en esa definición se aclara la información de que los
médicos toman ese esperma o semen y lo “optimizan”, es decir: lo purifican,
quitando del mismo residuos contaminantes: es exactamente lo que creemos que
Dios hiso con ese semen o esperma de José: antes de introducirlo en María ese
esperma fue purificado a través del poder de Dios (el espíritu santo), toda
contaminación pecaminosa corruptible o mortal heredada por la transgresión de
Adán fue eliminada, así ese esperma quedó totalmente santificado para formar un
cuerpo diseñado directamente por Dios mismo, tal y como se lee en Hebreos 10:
5-7, vamos a leerlo:
“Por lo cual, al entrar El en
el mundo, dice: sacrificio y ofrenda no has querido, pero un cuerpo has
preparado para mí.”
Bien, no tengo la menor duda de que Dios realizó una inseminación
artificial en el vientre de María, tomando la simiente del rey David que estaba
en José, e introduciéndolo en la matriz de María, usando su espíritu santo.
Pero ¿Por qué Dios realizo tal procedimiento? Quizás algún católico
respondería: “porque María es “inmaculada, eternamente virgen”. Ciertamente
algunas religiones que se hacen pasar por cristianas se imaginan que si María
tuviera sexo perdería su santidad. Ese razonamiento es totalmente falso, ya que
después de nacer el señor Jesucristo, María tuvo más hijos, evidentemente
teniendo relaciones sexuales con su Marido José, vamos a leerlo:
mateo 13: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María,
y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con
nosotros? ¿Dónde, pues, obtuvo éste todas estas cosas?”.
Vemos con este pasaje que aquello que motivó a Dios a efectuar la
inseminación artificial en María, no fue porque Dios pensara que María iba a
perder algún tipo de santidad si sostenía relaciones sexuales con su propio
marido José, porque evidentemente María tuvo más hijos teniendo ya relaciones
normales con su esposo, ya que el acto sexual en un matrimonio no es pecado,
todo lo contrario: el sexo responsable en un verdadero matrimonio Dios lo
bendice, y hasta aconseja que las parejas no se nieguen sexualmente uno al
otro, vamos a leerlo:
1 corintios 7: 3-5: “Que el marido cumpla su deber conyugar para con
su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. La mujer no tiene autoridad
sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene autoridad
sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno del otro, excepto
de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved
después a juntaros a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta
de dominio propio”.
A mi entender, y usando el razonamiento escritural, sostengo que Dios
realizó tal procedimiento con embarazar a María de esa manera, fue para
purificar y santificar la sangre del mesías, ya que todo linaje humano procede
de Adán, el primer humano en la tierra. Adán, cuando cometió pecado por primera
vez, perdió su vida neutral o probatoria, y fue castigado recibiendo una vida
mortal y corruptible. El problema con esto es que de ahí en adelante todos los
seres humanos que nacen de la sangre de Adán vienen con ese problema genético
de degradación, mortalidad y corrupción que hace que los seres humanos se
corrompan y mueran, pero también hace que los humanos tengan inclinaciones pecaminosas.
VIDA NEUTRAL DE
ADÁN.
Recordemos todo lo que estudiamos en el capítulo pasado, sobre la vida
neutral que poseyó Adán el día que fue creado, y la vida neutral que poseyó
Jesucristo cuando fue concebido en el vientre de María. Tener una vida
“neutral” significa que esa persona “NO ES MORTAL, PERO TAMPOCO ES INMORTAL,
SINO QUE ESA PERSONA ES BIOLÓGICAMENTE PERFECTA, SIN CORRUPCIÓN Y SIN NINGUNA
INCLINACIÓN PECAMINOSA.”
Adán fue creado con una vida neutral; no era mortal, ya que nunca
había todavía pecado, ni tampoco era inmortal porque jamás pudo pasar la prueba
y comer del árbol de la vida. Cuando Adán y Eva fueron creados evidentemente no
eran pecadores, ni andaban haciendo el mal. Incluso Dios le había dado a Adán
el trabajo de cuidar un precioso jardín y de ponerles nombre a todos los
animales. El Génesis no dice cuanto tiempo ellos permanecieron en ese estado de
inocencia probatoria, donde ellos no eran pecadores, y por lo tanto no eran
mortales, es decir: NO PODÍAN MORIR, ya que LA PAGA POR EL PECADO ES LA MUERTE,
y si ellos no habían pecado, entonces no podían morir, todavía no había entrado
la muerte al mundo.
Vamos a leer como el apóstol Pablo confirma que la muerte, o
mortalidad y corrupción, entró al mundo justamente DESPUÉS que Adán pecara:
Romanos 5:12 dice: "Por tanto, tal como el pecado entró en el
mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se
extendió a todos los hombres, porque todos pecaron."
Antes de que Adán pecara, no existía, por lo tanto, la muerte en el
mundo. La muerte comenzó a existir en el momento justo que Adán y Eva
desobedecieron el mandamiento que Dios les dió. Obviamente esto demuestra de
forma irrefutable que Dios no lo creó mortal a Adán, pues si aún él no había
pecado, ¿cómo iba a ser mortal?. Seguro adán hubiera podido vivir montones de
miles de años en ese cuerpo biológicamente perfecto, lo único que tenía que
hacer era no pecar.
Pero resulta que Adán y Eva nunca fueron inmortales, ya que ellos
jamás comieron del árbol de la vida, ya que Dios el padre, luego que ellos
pecaron y, por ende, entró de ese modo la muerte al mundo, los expulsó del
jardín de edén para que no pudieran comer del árbol de la vida y obtener la
inmortalidad, vamos a leerlo:
Génesis 3:22-24 dice: "Y dijo Yahveh Dios: He aquí el hombre es
como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su
mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Yahveh del huerto del Edén, para
que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al
oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía
por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida".
Este pasaje bíblico es sumamente claro, y es Dios mismo quien está
hablando, de modo que no hay forma de esquivar la verdad. Adán y Eva habían
desobedecido comiendo del fruto prohibido, y Dios los castiga cerrándoles el
paso para que no puedan comer, TAMBIÉN, del árbol de la vida para vivir para
siempre.
Entonces tenemos que luego que ellos pecaron y entró la muerte y
corrupción en el mundo, esa corrupción y mortalidad fueron pasados
genéticamente a todos aquellos que nacen de adán: todo el género humano nace
contaminado.
Evidentemente Jesús no podía nacer con toda esa corrupción, mortalidad
y decadencia, ya que Jesús debía ser probado en las mismas condiciones en que
estuvo adán antes de pecar, y por eso debía Jesús tener una vida neutral, es
decir: sin mortalidad y corrupción, una genética pura y una sangre limpia para
poder dar el pago justo pon los pecados del género humano que creyeran en él.
Dice la escritura que Jesús viene a ser “EL POSTRER ADÁN” (1 Corintios 15:45),
ya que Jesús debía ser probado con una vida y un cuerpo igual al de Adán.
CONCLUSIÓN.
En Filipenses 2:6-11 se describe que Jesús dejó su gloria celestial,
se despojó de su cuerpo espiritual, y se hiso un ser humano, y estando en esa “condición
de hombre” se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte.
Jesús se hiso semejante a los hombres, pero no a cualquier hombre, sino
semejante a Adán, el primer hombre de la tierra. Jesús vino a este mundo a
recuperar lo que Adán había perdido: LA VIDA (Genesis 3: 19), y por
causa del pecado de Adán, todo el género humano que nace en este mundo también
pierde la vida, y regresa al polvo de la tierra. Veamos lo que dice en apóstol
Pablo en este tema:
1 corintios 15: 21-22: “Porque ya que la muerte entró por un hombre,
también por un hombre vino la resurrección de los muertos. Porque, así como en
Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.”
Jesucristo entregó su propia vida santa, perfecta, sangre pura, vida
neutral, como pago en sacrificio para poder recuperar la vida que Adán perdió
para el género humano, y esa obra del señor Jesucristo se completará en su
segunda venida, cuando traiga el galardón a sus escogidos, a aquellos que creen
en él: LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS, para que los resucitados ahora tengan
vida eterna, inmortal.
Es por eso que Jesús, al dejar su gloria celestial para hacerse “semejante
a los hombres”, necesitaba un cuerpo incorruptible, es decir: una vida
neutral, una sangre sin contaminación por la consecuencia del pecado mortal que
todos los humanos heredan de Adán. Por eso Jesús no nació en este mundo igual a
como nacen todos los seres humanos, así como Adán tampoco nació en esta tierra
como nacen todos los demás seres humanos. Jesús fue concebido en el vientre de
María “A TRAVÉS DEL ESPÍRITU SANTO”, sin José y María haber tenido relaciones
sexuales. Simplemente Dios el padre, para “prepararle cuerpo” a Jesús
(hebreos 10: 5-7) lo que hiso fue tomar el semen o esperma de José, y
produciendo una “INSEMINACIÓN ARTIFICIAL”, ese semen o esperma fue trasladado a
través del espíritu santo al vientre de la virgen María, de este modo la
simiente o sangre de Jesús viene ahora toda purificada, sin ninguna tendencia
pecaminosa, para desarrollar de este modo un cuerpo de vida neutral: así se
cumple la profecía mesiánica, de que el verdadero mesías de Israel y el
salvador del mundo vendría del linaje sanguíneo del rey David, y eso se cumple
a través de José, esposo de María.
Ya analizados todos estos datos escriturales y científicos llegamos a
la conclusión lógica de poder entender el por qué a José
se le da el trato de “PADRE BIOLÓGICO” de Jesús, así como también María es
“MADRE BIOLÓGICA” de Jesús: AMBOS SON PROGENITORES DE JESÚS, eso es lo que
creían todas las personas de aquel entonces, porque esa era la verdad, vamos nuevamente
a leerlo:
Juan 6:42: “Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y
madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ``Yo he descendido del
cielo?”.
Mateo 13: 55: “¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su
madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas?”.
Nunca vamos a encontrar en ninguna parte de los cuatro evangelios que
se insinúe que Jesús era “hijo adoptivo” de José, todo lo
contrario, hasta María reconoce que José es directamente el padre biológico de
Jesús, vamos a leerlo:
“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por
qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con
angustia.” Lucas 2: 48.
Con este conocimiento de derrumba el mito mariológico de los católicos
romanos, los cuales se creen el cuento irracional de que Jesús recibió un
nacimiento “milagroso” porque (supuestamente) María debía quedarse “virgen”
por siempre, como si a Dios le preocupara la virginidad de una mujer legalmente
casada. La verdad es simple y clara: Dios realizó una inseminación artificial
porque quería que su hijo unigénito naciera con un cuerpo de sangre y genes
puros, sin ningún tipo de contaminación pecaminosa o corruptible, con una vida
neutral, cuya sangre santificada era el pago perfecto para que se pudiera
realizar lo que el mismo Jesús llama “EL NUEVO PACTO EN MI SANGRE”, vamos a
leerlo:
Mateo 26: 28: “porque esto es mi sangre del Nuevo Pacto, la cual es
derramada por muchos para remisión de los pecados.”
Por lo tanto, y en definitiva; tanto José como también María, ambos:
ERAN PADRES BIOLÓGICOS DEL SEÑOR JESUCRISTO.
Antes de concluir, he aquí unos datos sobre José, padre biológico de
Jesús:
“Según el Evangelio de Mateo, era de oficio
artesano (en el original griego, «τεχτων»; Mateo 13:55), lo que ya en los
primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero, profesión que
habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era
"artesano" (Marcos 6:3). Era de condición humilde, aunque las
genealogías de Mateo 1:1-17 y Lucas 3:23-383 lo presentan como perteneciente a
la estirpe del rey David. Se desconoce la fecha de su muerte, aunque se acepta
que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años, pero antes
del inicio de su predicación. En efecto, el Evangelio de Lucas menciona a «los
padres» de Jesús cuando este ya cuenta con 12 años (Lucas 2:41-504), pero no
se menciona a José de Nazaret en los evangelios sinópticos durante el
ministerio público de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que este
tuviera lugar. Las Escrituras señalan a José como «justo» (Mateo 1:19), que
implica su fidelidad a la Torá y su santidad. La figura de José fue contemplada
y admirada por diversos Padres y Doctores de la Iglesia y es hoy objeto de
estudio de una rama particular de la teología, la josefología.
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AMÉN.
Agradecimiento
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Los
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José
Yúnior, Jhon Wilian, José Javier, Rodolfo Bianchi, Luzma Suarez, Dayana Suarez,
Elena Villamizar, Antonio-Antonio, Juan Gabriel Londoño, Betsy Civil, Daniel
F.C, Gonzalez Carlos, Junior De León
También
muy especialmente al hermano Rolando Cáceres, en Formosa Argentina, director de
la estación de radio CBI (congregación bíblica internacional).
Y
saludos afectuosos a todos los hermanos en cristo que se congregan vía Telegram
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