ESPÍRITU SANTO: EL PODER DEL ALTÍSIMO.

 






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Gracia y paz para todos los cristianos bíblicos. En este análisis vamos a estudiar de forma exhaustiva y profunda un tema muy importante: ¿QUE ES EL ESPÍRITU DE DIOS?, también conocido como “ESPÍRITU SANTO” (Rúaj haKodesh: en hebreo-arameo).

Ciertamente existen varias doctrinas extremadamente antibíblicas en cuanto a este tema, ya que el concepto bíblico de “ESPÍRITU SANTO” ha sido manipulado y pervertido en la cristiandad apóstata iglesiera, con el catolicismo romano a la cabeza, donde al espíritu de Dios le han dado una personalidad que en realidad la biblia no le da, hasta convertirlo en la supuesta “TERCERA PERSONA DE UN DIOS TRINO” (Trinitarismo). Otros dicen que el espíritu santo es la parte “FEMENINA” de Dios (gnósticos nueva era). Otros dicen que el espíritu santo es literalmente el mismo Dios padre y Jesucristo al mismo tiempo (unicitarios).

Nada más lejos de la realidad: en este estudio vamos a demostrar de forma totalmente bíblica e histórica que el espíritu santo es simplemente “EL PODER DE DIOS” (1corintios 2: 4-5): una energía poderosa que el Dios padre comparte con su hijo Jesucristo, y a su vez, el señor Jesucristo comparte de ese mismo “PODER” con los verdaderos creyentes (Romanos 8:9), los cuales son “SELLADOS” con ese poder, formándose así una “UNIDAD ESPIRITUAL” (Efesios 1:13), ya que a través de ese “ESPÍRITU” o “PODER” todos los creyentes se hacen “UNO” con el padre celestial y con su hijo Jesucristo (Juan 17: 21-22). Es a través de ese “PODER” o “ESPÍRITU” que tanto el padre celestial como también el señor Jesucristo vienen a “HABITAR” en los creyentes (juan 14: 18-24).

Los temas principales que vamos a analizar en este estudio son los siguientes:

1: el espíritu santo es “EL PODER DEL ALTÍSIMO”.

2: “dos dioses habitan en los creyentes”, “templo del espíritu santo”, “unidad en el espíritu”.

3: la biblia “PERSONIFICA EL ESPÍRITU DE DIOS” usándose el lenguaje prosopopeya.

4: procedencia satánica de “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.

5: toda la verdad sobre “LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO”.

6: toda la verdad sobre “EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU O EL SELLO DE DIOS”.

7: el espíritu santo es “LA SIMIENTE DE DIOS” de donde nacen los hijos de Dios.

8: Consejo y resumen final.


Para la realización de este formidable estudio he usado varias herramientas, como interlineales griegos y hebreos al español, varias versiones bíblicas, diccionarios y enciclopedias, datos de la historia de la iglesia de los primeros 4 siglos, y (sobre todo) la colaboración de los hermanos administradores del GRUPO DE ESTUDIOS Y DEBATES BÍBLICOS EN TELEGRAM. Este es un grupo o congregación cibernética a través de la aplicación Telegram, donde se analiza y se debaten temas de doctrina bíblica. Aquí paso a dejarles a ustedes el enlace de invitación para que puedan acceder al grupo:

https://t.me/GrupoEstudiosDebatesBiblicos














En este primer capítulo vamos a demostrar, de forma muy sencilla y práctica, que el espíritu santo es simplemente “EL PODER DE DIOS”, una energía que emana del Dios padre, y que el Dios padre comparte con el señor Jesucristo, el cual, a su vez, comparte de ese mismo poder con los creyentes. Los pasajes bíblicos que voy a usar en este primer capítulo son totalmente literales, por lo cual no hay necesidad de estar redundando en interpretaciones, ya que son pasajes muy textuales. También haremos comparaciones de versículos, es decir: pondré algún versículo en el cual el texto mencione al “ESPÍRITU SANTO” o “ESPÍRITU DE DIOS”, y lo compararemos con otros pasajes paralelos que hablan del mismo tema, pero en vez de decir “ESPÍRITU DE DIOS” dicen literalmente “PODER DE DIOS”. Esta es una forma bien practica de analizar las sagradas escrituras. 

Para entrar al tema vamos a leer un interesante pasaje en el cual el señor Jesucristo les recuerda a sus discípulos una promesa solemne que el Dios padre les había dado, les dijo lo siguiente:

“Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto.” Lucas 24:49.

Noten que la promesa del padre celestial hecha a través del señor Jesucristo a sus discípulos es literalmente: “USTEDES RECIBIRÁN PODER DE LO ALTO”; la pregunta es ¿Cuándo se cumplió esa promesa?: esa promesa se cumplió el día de pentecostés, cuando el espíritu santo fue “DERRAMADO” en aquel lugar donde los discípulos estaban reunidos, vamos a leerlo:

Hechos 2:1-4: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”

Lo que queremos puntualizar comparando estos dos pasajes bíblicos, es que el señor Jesucristo, en Lucas 24: 49, reconoce que el espíritu santo es literalmente “EL PODER DE LO ALTO”, que es lo mismo que decir: “EL PODER DE DIOS”.

El día de pentecostés unos 120 discípulos fueron investidos de ese “PODER DE LO ALTO”, y ya vemos que en hechos 2:1-4 ese “PODER” también se le conoce como “ESPÍRITU SANTO”.

Algo sumamente interesante es que los mismos traductores católicos romanos, en su versión bíblica Biblia Católica (Latinoamericana)” (y que pueden leer en este enlace: https://www.bibliatodo.com/la-biblia/Latinoamericana-1995/lucas-24) traducen ese pasaje de Lucas 24: 49 de la siguiente manera:

“Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba.”

En esta versión netamente católica señala al espíritu santo llamándole “FUERZAQUE VIENE DE ARRIBA”, que es exactamente lo mismo que decir:PODER DE LO ALTO”.

De este modo comenzamos a comprender una realidad bíblica irrefutable: EL ESPÍRITU SANTO ES LITERALMENTE EL PODER DEL ALTÍSIMO. Es por esto que, en el siguiente pasaje, Jesús dice que los discípulos “RECIBEN PODER” es cuando viene sobre ellos “EL ESPÍRITU SANTO”, vamos a leerlo:

Hechos 1:8: “pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”

Fíjense bien en ese pasaje de hechos 1: 8, allí Jesús especifica que ese “PODER” actúa en los cristianos justamente cuando viene sobre ellos “EL ESPÍRITU SANTO”, de este modo es que el padre celestial y el señor Jesucristo capacitan a los creyentes para llevar el mensaje del evangelio a todas las naciones. El señor Jesús llamó a ese espíritu o energía “PODER DE LO ALTO”; nunca vamos a encontrar en los evangelios que Jesús se refiriera a ese “PODER” llamándole “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”, como falsamente enseñan los apoyadores del Trinitarismo. Aunque en algunos pasajes el poder del altísimo o espíritu santo es “PERSONIFICADO”, es usándose el lenguaje literario conocido como “PROSOPOPEYA”, en el cual (de forma poética) se les da personalidad a cosas que en realidad no son personas. En el capítulo 3 del presente libro vamos a tratar el tema de las personificaciones de forma muy profunda y bíblica, y ya verán ustedes que el espíritu santo no es ninguna “tercera persona de un dios trino”, sino que es literalmente “EL PODER DEL ALTÍSIMO”.

Ahora vamos a leer ese mismo pasaje de hechos 1: 8 desde la versión católicaNueva Biblia Española”, de 1975:

“Pero recibirán una fuerza, el Espíritu Santo que descenderá sobre ustedes, para ser testigos míos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo”. (https://www.bibliatodo.com/la-biblia/Schokel-y-mateos/hechos-1)

Aquí literalmente esta versión católica enseña que el espíritu santo es sinónimo de “fuerza”, que es lo mismo que “poder” .Cuando Dios actúa usando su espíritu santo para realizar algún prodigio, mayormente el relato bíblico fusiona al espíritu santo con una manifestación de “PODER”, como vemos en este otro pasaje:

Lucas 1: 35: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.”

En este pasaje de Lucas 1: 35 se narra exactamente el mismo hecho dos veces, en primer lugar, el ángel profetiza que “EL ESPÍRITU SANTO” vendría sobre María; y para reafirmar lo antedicho, el ángel lo repite nuevamente, pero en esta ocasión en vez de decir “EL ESPÍRITU SANTO VENDRÁ SOBRE TI”, lo que dices es “EL PODER DEL ALTÍSIMO TE CUBRIRÁ CON SU SOMBRA”: de esta manera este ángel dice exactamente lo mismo dos veces, intercambiando “ESPÍRITU SANTO” por “PODER DEL ALTÍSIMO”. Fíjense que la frase “PODER DEL ALTÍSIMO” lleva en medio el articulo “DEL”, lo que da a entender que ese poder pertenece a Dios, es decir: el Dios padre es el dueño de ese poder o espíritu santo, lo cual es una energía que fluye eternamente del mismísimo ser del Dios supremo, como iremos demostrando a todo el largo de este libro. Lo mismo que ocurre en este pasaje de Lucas 1: 35 también sucede en otros pasajes de la biblia, en el cual en un solo verso por dos veces se dice que el espíritu santo es “EL PODER DE DIOS”, vamos a leerlo:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

En ese pasaje de Lucas 24: 49 y también en Lucas 1: 35 que citamos anteriormente, la palabra griega usada para referirse a “PODER” es la siguiente:

G1411

 δύναμις dúnamis; de G1410; fuerza (lit. o fig.); espec. poder milagroso (por lo general por impl. un milagro en sí mismo):-eficacia, fuerza, impetuoso, maravilla, milagro, capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad.

Como podemos ver, en el interlineal griego al español de strong la palabra griega usada en ese pasaje es “DÙNAMIS”, de donde proviene la palabra inglés “dynamite”, que al español significa “dinamita”, en pocas palabras: un poder de fuerza dinámica o explosiva. Estos significados dan a demostrar que se trata de una potencia, energía, fuerza y poder dinámico que Dios usa para hacer sus milagros y prodigios, y también el Dios padre da a los creyentes de ese poder para que estos sean capacitados y puedan llevar el evangelio de la gracia a todo el mundo ejerciendo dones milagrosos, eficacia de palabras, y potestad espiritual. Eso fue precisamente lo que sucedió el día de pentecostés cuando esos discípulos fueron investidos de ese poder de lo alto llamado espíritu santo: ellos recibieron “VALENTÍA” para predicar, además de unos dones milagrosos extraordinarios, como (por ejemplo) hablar diferentes idiomas extranjeros para predicarle el evangelio a personas de otras naciones que habían peregrinado a Jerusalén para participar de la fiesta nacional llamada pentecostés. De hecho, esos 120 discípulos pudieron hablar unos 17 idiomas extranjeros de forma repentina, sin ni siquiera haberlos estudiado, ya que los galileos en su mayoría eran iletrados (hechos 2: 5-12).

En ese día de pentecostés, cuando esos 120 discípulos fueron investidos de “PODER DE LO ALTO”, es el cumplimiento de una antigua profecía registrada en varios pasajes del antiguo testamento, en los cuales Dios había jurado que “DERRAMARÍA DE SU ESPÍRITU” en los creyentes, vamos a leerlo:

Joel 2:28: “Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones.”

Fíjense atentamente en ese pasaje de Joel 2: 28, Dios se refiere al espíritu santo como algo que le es propio o le pertenece (MI ESPÍRITU): ese artículo “MI” da a entender claramente que Dios es el dueño de su propio espíritu, ya que ese poder procede directamente de todo el ser o persona del Dios supremo. Además, observen como ese pasaje asegura que el espíritu santo es algo que se puede “DERRAMAR”, es decir: es como si Dios tomara una jarra llena de agua, y derrama esa agua en diferentes vasos. El simbolismo es claro: Dios mismo es como esa jarra llena de agua, y los creyentes son los respectivos vasos que deben ser llenados, entonces Dios (de sí mismo) derrama de su espíritu en los creyentes, y los llena de ese poder, capacitando a esos creyentes, produciendo en ellos inteligencia, valentía y variados dones espirituales. Es como si Dios el padre tomara parte de su propia gloria y la depositara en los creyentes. Veamos como el apóstol Pablo explica esto:

2 corintios 4:7: “Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como vasos de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros.” (versión “Dios habla hoy”).

Fíjense que en ese pasaje Pablo ve a los creyentes como a simple vasos de barro, pero resulta que Dios ha decidido llenar esos vasos de barro con “LA GRANDEZA DE SU PODER”, de este modo los creyentes, aun siendo simples seres humanos débiles de carne y sangre, ahora poseen en sí mismo parte del poder de Dios, y Dios mismo obra a través de simples mortales produciendo a través de ellos milagros y prodigios.

Jesús  había profetizado que ese “PODER”, que la biblia tipifica como “EL RIO DE AGUA VIVA”, todos los discípulos  lo recibirían, luego que Jesús haya sido glorificado, es decir: luego de Jesús ser resucitado por el poder del padre celestial y suba al cielo, vamos a leerlo:

Juan 7: 37-39: “Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: ``De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva. Pero Él decía esto del espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.”

Según este pasaje vemos que ese “poder” llamado “espíritu santo” es representado como “un rio de agua viva” que produce en los creyentes una fuente inagotable de energía dinámica. Ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO” es la herramienta que Dios usa para que los creyentes sean capacitados de muchos dones y fortaleza espiritual, vamos a leerlo:

Colosenses 1: 10-12: “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo, dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.”

Cuando ese pasaje dice “fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria”, se está refiriendo al espíritu santo que Dios pone en los creyentes para que estos puedan predicar el evangelio con gran eficacia espiritual, dice literalmente que el espíritu santo es “LA POTENCIA DE LA GLORIA DE DIOS”. Vamos a confirmar en el siguiente pasaje como el apóstol Pablo explica que esos milagros y prodigios los hacia “EN EL PODER DEL ESPÍRITU DE DIOS”, es decir: el espíritu santo lo que produce en los creyentes literalmente es “PODER”:

Romanos 15:19: “con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.”

Tenemos entonces que el espíritu santo es un dynamite”, es decir: un poder dinámico a través del cual Dios el padre y el señor Jesucristo se conectan con los creyentes, y les imparten dones, inteligencia y poderes milagrosos. Veamos en el siguiente pasaje como el apóstol Pablo certifica, una vez más, que los verdaderos cristianos predican el evangelio porque los capacita esa fuerza sobrenatural que produce en ellos ese poder llamado espíritu santo. Cuando el apóstol Pablo salía a predicar el evangelio, no lo hacía solo de palabras, sino también demostrando que Dios el padre y el señor Jesucristo le apoyaban, ya que Pablo ejercía ese poder de hacer milagros y prodigios porque había sido investido de esa energía dinámica sobrenatural que produce en el creyente el espíritu de Dios. El apóstol Pablo dice lo siguiente:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

Vamos a leer el mismo pasaje desde la versión “Nueva Biblia Española (1975)”:

“mis discursos y mi mensaje no usaban argumentos hábiles y persuasivos, la demostración consistía en la fuerza del Espíritu, para que la fe de ustedes no se basara en saber humano, sino en la fuerza de Dios.”(1corintios 2: 4-5).

Este pasaje es sumamente claro e importante: aquí el apóstol pablo (al igual que el señor Jesucristo en Lucas 24: 49), reconoce que el espíritu santo es literalmente sinónimo de “FUERZA O PODER DE DIOS”. Fíjense que en este pasaje ocurre exactamente lo mismo que leímos en Lucas 1: 35, en el cual se narra lo mismo dos veces en un solo pasaje. Aquí el apóstol dice que hablaba con demostración de “PODER DEL ESPÍRITU”, y luego dice que la sabiduría con la cual hablaba el apóstol Pablo procede de “EL PODER DE DIOS”: y usando de esa “FUERZA O PODER” es que el apóstol Pablo (y todos los verdaderos creyentes) pueden predicar el evangelio con eficacia. Veamos en el siguiente pasaje como el apóstol Pablo, ya de forma directa, en vez de decir que el “espíritu santo” le capacita, dice literalmente que es el “PODER DE DIOS” quien le capacita:

Efesios 3:7: “Y yo he sido puesto al servicio de este mensaje por la bondad y la misericordia que Dios ha tenido conmigo, quien ha mostrado así su gran poder.” (versión “Dios habla hoy”).

Cuando los apóstoles y discípulos de Jesús hacían gala de grandes milagros y prodigios sobrenaturales, hasta los mismos lideres israelitas, fariseos y maestros de la ley, reconocieron que aquello que estaba fluyendo a través de los apóstoles era un “PODER SOBRENATURAL”, una energía divina a través de la cual se producían esos milagros. Esos fariseos y maestros de la ley reconocían que los apóstoles estaban conectados a una especie de “DIOS” que les proporcionaba a ellos tal “PODER”, y querían conocer el nombre de esa deidad, vamos a leerlo:

Hechos 4: 7-8: “Y habiéndolos puesto en medio de ellos, les interrogaban: ¿Con qué poder, o en qué nombre, habéis hecho esto? Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes y ancianos del pueblo…”

Como podemos ver los lideres del sanedrín israelitas reconocían que a través de los apóstoles de Jesús surgía un “PODER” para hacer milagros; y es que los discípulos de Jesús “ESTABAN LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO”, es decir: estaban llenos de esa energía dinámica que es el espíritu de Dios. No solamente para hacer milagros, sino también para poder hablar con gran autoridad y valentía, vamos a leerlo:

Hechos 6:10: “Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.”

Hechos 4:8: “Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo…”

Hechos 13; 9-10: “Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos, dijo:…”

Incluso los mismos profetas del antiguo testamento fueron capacitados por Dios a través de ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO”, vamos a leerlo:

Miqueas 3:8: Yo, en cambio, estoy lleno de poder del Espíritu de Yahveh, y de juicio y de valor, para dar a conocer a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

Veamos en el interlineal de idiomas hebreo al español de strong, a ver que palabra hebrea usó Miqueas en se pasaje para referirse a ese “PODER”:

H3581: כֹּחַ  kóakj; ser firme; vigor, lit. (fuerza, en sentido bueno o malo) o fig. (capacidad, medios, producir); esforzar, esfuerzo, fortalecer, fortaleza, fuerte, fuertemente, fuerza, idóneo, poder, poderoso, potencia, vigor, violencia.

Lo que está diciendo el profeta Miqueas es que, al recibir ese “ESPÍRITU DE YAHVEH”, esto produjo en el profeta una energía sobrenatural que lo impulsaba a predicar con: “poder, capacidad, fuerza, vigor, etc, etc”.

Lo mismo sucedía con el juez Sansón: cuando ese espíritu de Dios venia sobre Sansón, este recibía un “PODER” que le daba una fuerza y una valentía sobrehumana, vamos a leerlo:

Jueces 14:6: “Pero el espíritu del Señor vino con poder sobre Sansón, quien a mano limpia despedazó al león como quien despedaza a un cabrito…” (Nueva Versión Internacional).

Y así podemos continuar dando un gran sin número de pasajes bíblicos en los cuales se afirma lo mismo una y otra vez, que el “ESPÍRITU SANTO” es en realidad “EL PODER” que Dios usa para capacitar a los creyentes y darles dones espirituales, valentía, inteligencia y fortaleza. Vamos a leer otro más:

1 Pedro 4:11 “Si alguno habla, hable conforme a la palabra de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da; para que en todo Dios sea glorificado…”

Cuando ese pasaje dice que debemos “ministrar conforme al poder que Dios da”, se está refiriendo al poder que produce en los creyentes el espíritu santo de Dios, vamos a leerlo:

Romanos 15:13 “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”

2 Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

Vamos a confirmar todo lo antedicho hasta ahora, resumiendo todo en unos pasajes de 1 corintios 12: 6-11, desde la Versión bíblica “Dios habla hoy”, y verán ustedes cuan repetidas veces se enseña ahí que es Dios el padre quien, a través de ese poder llamado espíritu santo, capacita a los cristianos, impartiendo dones y fuerza espiritual como ÉL quiere, vamos a leerlo:

“Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. Pero todas estas cosas las hace con su poder el único y mismo Espíritu, dando Dios a cada persona lo que a él mejor le parece.”

No existe absolutamente nada en la biblia que diga que es una supuesta “tercera persona de un dios trino”, quien produzca en los cristianos todos estos dones y fuerza espiritual; en realidad lo que enseña la biblia literalmente que es el mismo DIOS PADRE el que hace todo esto A TRAVÉS DE SU PODER O ESPÍRITU SANTO.

Como podemos ver, los discípulos fueron investido de “PODER DE LO ALTO”, y ese poder de lo alto resulta que se refiere al mismo “ESPÍRITU SANTO”. Ya hemos visto que ese “PODER DE LO ALTO” es una energía dinámica con la cual el padre celestial y su hijo Jesucristo se conectan con los creyentes, y los capacitan para que lleven por todo el mundo el mensaje del evangelio, desarrollando en ellos valentía, inteligencia y variados dones espirituales.

Como podemos ver, los discípulos fueron investido de “PODER DE LO ALTO”, y ese poder de lo alto resulta que se refiere al mismo “ESPÍRITU SANTO”. Ya hemos visto que ese “PODER DE LO ALTO” es una energía dinámica con la cual el padre celestial y su hijo Jesucristo se conectan con los creyentes, y los capacitan para que lleven por todo el mundo el mensaje del evangelio, desarrollando en ellos valentía, inteligencia y variados dones espirituales.

Hemos visto que no existe tal cosa como “la tercera persona del dios trino”; eso es una fábula, una mentira creada por los falsos “teólogos” de la gran ramera católica romana. En los capítulos 3 y 4 del presente libro es donde vamos a demostrar la procedencia satánica de “la tercera persona del dios trino”; tanto con datos bíblicos, como también con datos históricos de los 4 primeros siglos de la iglesia. También, en el capitulo 3 del presente libro es donde vamos a aclarar aquellos pasajes bíblicos en los cuales el espíritu de Dios es “PERSONIFICADO”, usándose el lenguaje literario conocido como “PROSOPOPEYA”, ya que con este lenguaje (el cual abunda en las sagradas escrituras) se le da “PERSONALIDAD” a cosas que en realidad no son personas. Es precisamente esos pasajes en los cuales al espíritu de Dios se le “PERSONIFICA”, que usan los trinitarios para luego pretender asegurar que el espíritu santo no es simplemente “EL PODER DE DIOS”, sino que supuestamente es “UNA PERSONA DIVINA” junto con el padre y el hijo. Sin embargo, en esta primera parte de este capitulo 1 del presente libro hemos aprendido de forma clara y sencilla como en muchísimos pasajes bíblicos se dice literalmente que el espíritu santo es “EL PODER DE DIOS”.

Pero ¿Qué resulta? Que también el mismísimo señor Jesucristo recibió ese “PODER DE LO ALTO” cuando andaba en su ministerio terrenal, como lo vamos a demostrar inmediatamente.

El mismo señor Jesucristo fue investido con el poder del espíritu santo cuando fue bautizado en el rio jordán (Lucas 3: 22), de ese modo Dios el padre, estando en el cielo, quedó conectado al señor Jesucristo, el cual estaba en la tierra, y a través de ese poder o espíritu santo ahora Dios el padre estaba “EN CRISTO” apoyándolo en su ministerio, vamos a leerlo:

Hechos 10:38: “Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El.”

Como podemos ver en ese pasaje de hechos 10: 38, se dice bien claro que Dios el padre celestial (el cual estaba en el cielo) “UNGIÓ” al señor Jesucristo con el “espíritu santo”, invistiéndolo de ese “PODER”; es por esta razón que el señor Jesucristo realizaba grandes milagros. Dios el padre no tenía necesidad de abandonar su trono en el reino celestial y descender personalmente a la tierra para meterse literalmente en Jesucristo (como enseña de forma mentirosa la falsa doctrina unicitaria); lo único que hiso Dios el padre fue enviar ese “PODER” o “ESPÍRITU SANTO” que fluye de su ser, y “UNGIR” a Jesucristo, invistiéndolo de ese “PODER” a través del cual ahora el padre y el hijo quedaban “CONECTADOS EN UN MISMO ESPÍRITU”.

Al ver esos actos sobrenaturales, la gente tenía temor y estaban maravilladas, y reconocían que Dios era quien había dado tal poder a Jesús, vamos a leerlo:

Mateo 9:8: “Pero cuando las multitudes vieron esto, sintieron temor, y glorificaron a Dios, que había dado tal poder a los hombres.”

Veamos que palabra griega se usa aquí en Mateo 9: 8 para la palabra “PODER”:

G1849: ἐξουσία exousía; (en el sentido de capacidad); privilegio, i.e. (subj.) fuerza, competencia, libertad, u (obj.) maestría (concr. magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada:-autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad.

 

La palabra griega es “EXOUSÌA”, es similar a la palabra griega “DÙNAMIS”, pero en esta palabra “EXOUSÌA” se añaden otros significados aún más claros. El espíritu santo en Jesucristo produjo “autoridad y capacidad” además de “potentado sobrehumano”, llegó a ser un “símbolo de control” ya que Jesús podía dominar la materia, como cuando multiplicó los panes y los peces. Fíjense que uno de los significados es “influencia delegada”, eso demuestra que ese poder fue el Dios padre quien se lo cedió al señor Jesucristo para que este ejerciera “AUTORIDAD Y DERECHO” en el ámbito espiritual, por eso no había enfermedad o demonio que pudiera resistirse ante Jesús. Otros significados de esa palabra “EXOUSÌA” ya expresan directa y literalmente la connotación de “PODER”: “potentado, potencia, potestad, fuerza, etc”.

Luego de Jesús ser bautizado, fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo, y luego de 40 día, cuando superó toda tentación de forma victoriosa, dice la escritura que Jesús regresó lleno de “poder del espíritu” para inicial su ministerio, vamos a leerlo:

Lucas 4: 14-15: “Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de Él se divulgaron por toda aquella comarca. Y enseñaba en sus sinagogas, siendo alabado por todos.”

Nuevamente la palabra griega que aparece en este pasaje de Lucas 4: 14 es la G1411 del diccionario strong, y es: δύναμις dúnamis: lo que significa un poder dinámico y explosivo, energía poderosa: potencia milagrosa.

Como podemos ver, cada vez que se menciona al espíritu de Dios siempre viene asociado con el término “PODER DINÁMICO”, ya que precisamente el espíritu santo es literalmente “EL PODER DE DIOS”.

En mismo señor Jesucristo testificaba que realizaba milagros, sanaba todo tipo de enfermedades y hasta echaba fuera demonios, por el espíritu (poder) de Dios, vamos a leerlo:

Mateo 12:28: “Y si por el espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios.”

En el pasaje anterior se dice que aquello que Jesús usaba para expulsar demonios y hacer milagros es “EL ESPÍRITU DE DIOS”, pero veamos ahora en el siguiente pasaje como las escrituras testifican que en realidad lo que Jesús usaba para realizar milagros y prodigios es literalmente “PODER”:

Lucas 6:19: “Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de Èl salía un poder que a todos sanaba.”

Fíjense bien en ese pasaje de Lucas 6: 19, ahí dice bien claro que de la persona de Jesús “SALÍA UN PODER”, y con ese “PODER” Jesús podía sanar todo tipo de enfermedades y realizar todo tipo de milagros. Ya vimos que Jesús recibió ese “PODER” cuando fue bautizado en el rio Jordán, cuando Dios envió desde el cielo ese “poder”, ungiendo a Jesús con el espíritu santo.

Una mujer que estaba enferma de flujo de sangre probó de ese poder, y con fe tocó el manto de Jesús mientras éste estaba de espalda, la mujer quedó inmediatamente curada, mientras que Jesús se diò cuenta que “PODER HABÍA SALIDO DE ÉL”, vamos a leerlo:

Marcos 5: 30: “Y enseguida Jesús, dándose cuenta de que había salido poder de Él, volviéndose entre la gente, dijo: ¿Quién ha tocado mi ropa?”.

El espíritu de Dios fluía de manera tan potente a través de la persona del señor Jesucristo, que hasta las ropas de Jesús, al estar pegadas a su cuerpo, despedían poder de sanidad.

Vamos a leer en mismo escenario desde la perspectiva de Lucas 8: 46, donde Jesús dice lo siguiente:

“Pero Jesús dijo: Alguien me tocó, porque me di cuenta que de mí había salido poder.”

Ya estamos más que claros que ese “PODER” que fluía a través del señor Jesucristo es literalmente lo que se conoce como “ESPÍRITU SANTO” con el cual el Dios padre ungió a Jesucristo, cuando este fue bautizado en el jordán. Lo que entró en el ser del señor Jesucristo no fue “LA TERCERA PERSONA DE UN DIOS TRINO”, como falsamente enseñan los trinitarios católicos romanos y los protestantes; en realidad lo que entró en el señor Jesucristo fue la energía poderosa que emana del Dios padre: un poder a través del cual Dios el padre capacitó al señor Jesucristo para que realizara milagros y prodigios extraordinarios: ese “PODER” (repito) también se conoce como “ESPÍRITU SANTO”.

Estaba profetizado desde el antiguo testamento que sobre el señor Jesucristo reposaría el poder de Dios llamado espíritu santo, vamos a leerlo:

Mateo 12: 17-18: “para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: MIRAD, MI SIERVO, A QUIEN HE ESCOGIDO; MI AMADO EN QUIEN SE AGRADA MI ALMA; SOBRE EL PONDRÉ MI ESPÍRITU, Y A LAS NACIONES PROCLAMARA JUSTICIA.”

Fíjense que fue el mismo Dios padre quien profetizo que iba a poner su espíritu en el señor Jesucristo, cuando dijo la frase: “SOBRE EL PONDRÉ MI ESPÍRITU”; aquí encontramos el articulo “MI”, dando a demostrar nuevamente que Dios es literalmente el dueño de ese espíritu, y que voluntariamente Dios el padre comparte de su espíritu con su hijo Jesucristo. Esta es la razón por la cual en Jesús se manifestaba tales milagros, como lo explica el mismo señor Jesucristo en el siguiente pasaje:

Lucas 4: 16-21: “Jesús entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”.

Recordemos que en filipenses 2: 5-11 se explica que Jesús, antes de venir a este mundo a través del vientre de María, ya Jesús existía previamente en los cielos como una persona espiritual al lado del Dios padre: en ese tiempo de su preexistencia Jesús era un ser divino, un espíritu lleno de gloria (Juan 17: 5). Pero dice esos pasajes de Filipenses 2: 5-11 que Jesús en los cielos se despojó de toda esa gloria y divinidad espiritual, y a través del vientre de María se hiso un ser humano de carne, huesos y sangre. Toda su gloria celestial quedó atrás, y en esta tierra se convirtió completamente en un hombre al 100 por ciento. Por tal motivo el Dios padre puso en Jesús ese espíritu o poder a través del cual ahora el Dios padre ayudaba a Jesús en su ministerio en la tierra, ya que Jesús, en su condición humana, no tenía ningún poder sobrenatural, a menos que el padre celestial se lo concediera a través del espíritu santo. Justo en el momento que Dios puso el espíritu santo en Jesús cuando fue bautizado en el rio Jordán, ahora Dios mismo hacia las obras a través de Jesucristo, y Jesús aprendió a depender y someterse por completo al Dios padre. De este modo Dios el padre (estando en su reino celestial) ahora estaba conectado a Jesucristo a través de ese poder llamado espíritu santo, “Dios estaba en cristo reconciliando consigo al mundo”, tal y como se lee en 2 Corintios 5:19.

Vamos a leer otro pasaje, y verán ustedes que ese “PODER” que usaba Jesús para hacer milagros, era el mismo padre celestial quien se lo suministraba:

Lucas 5:17: “Y un día que Él estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder de Dios estaba con Jesús para sanar.” (versión “palabra de Dios para todos”).

En este pasaje de Lucas 5: 17 nuevamente se hace referencia al espíritu santo, llamándole literalmentePODER DE DIOS”. Luego de Jesús resucitar y subir al cielo, ya Jesús sabía (pues lo había comprobado y experimentado por sí mismo) que nosotros los seres humanos por si solos somos muy débiles y frágiles, y por lo tanto necesitamos del espíritu de Dios para poder predicar el evangelio. Es por eso que en Lucas 24:49 Jesús les promete a sus discípulos que esperaran en Jerusalén esa promesa del padre, de que ellos serian investidos de ese “PODER DE LO ALTO”. Una vez cumplida esa promesa, y los cristianos recibieron ese poder de lo alto, ahora también los discípulos podían predicar el evangelio siendo apoyados desde el cielo, por el padre celestial y también por el señor Jesucristo, los cuales se habían conectado a los creyentes a través de ese poder llamado espíritu santo; de ahí conocemos que en el nuevo testamento “ESPÍRITU SANTO” viene a ser “LA MANIFESTACIÓN ESPIRITUAL DE LOS DOS DIOSES (el padre y el hijo) EN LA IGLESIA”,

 Es por eso que discípulos como Esteban se llenaron de una valentía y un poder tan grande, que las maravillas que hacían eran impresionantes, vamos a leerlo:

Hechos 6:8: “Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.”

Esto sucedía porque estos cristianos aprendieron a sujetarse a Dios, de tal forma tan apegados, que se convirtieron en “UNO” con el padre celestial y su hijo Jesucristo (Juan 17: 20-23), de este modo el poder o espíritu de Dios fluía a través de esos discípulos de manera maravillosa, vamos a leerlo:

Efesios 3:20: “Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros.”

Efesios 3:16: “que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior.”

Efesios 6:10: “Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.”

(estos 3 pasajes anteriormente citados, los traeremos a colación más adelante)

Cuando Jesús resucitó y subió al cielo, entonces Jesús le pidió al padre celestial que enviara ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO”, de este modo ambos dioses (el padre y el hijo) ahora pueden habitar en los creyentes a través de ese “poder” o “espíritu santo” produciendo lo que se conoce como “UNIDAD ESPIRITUAL”, para que se cumpliera esa preciosa oración profética que Jesús había hecho por todos sus discípulos en Juan 17: 20-23, vamos a leerlo:

 “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

Ahí lo tenemos bien claro: el señor Jesús ora a Dios por una unidad espiritual perfecta, en la cual el Dios padre, el señor Jesucristo y los verdaderos creyentes se hacen “UNO”, del mismo modo que el padre y el hijo son “UNO”. En esa unidad no existe ningún ser supuestamente “divino” con sobre nombre de “la tercera persona del dios trino”.

Mas adelante continuaremos mostrando muchísimos más pasajes bíblicos en los cuales se demuestran de forma literal que el espíritu santo es lo mismo que “EL PODER DE DIOS”.


El espíritu santo ((Rúaj hakodesh: en hebreo-arameo) es un poder dinámico y eterno que siempre ha estado con el Dios padre, ya que esa energía procede del mismo ser del Dios supremo: es como (por así decirlo) el aura eterna que fluye de Dios incesantemente: es su “RESPLANDOR” también llamada en hebreo “Shekinah” (GLORIA). Debemos de entender el concepto de “ESPÍRITU SANTO” justamente como lo ven quienes tienen una mentalidad hebrea, ya que el conocimiento sobre que es el espíritu de Dios lo dieron a conocer el primer lugar los profetas del antiguo testamento, y esos antiguos profetas, como Moisés o el rey David entendían perfectamente que ese “ESPÍRITU SANTO” es como un “PODER” parecido al viento, aliento, energía o potencia a través de la cual el Dios supremo (el padre celestial) se conectaba con los creyentes. Ninguno de esos antiguos profetas del antiguo testamento (y mucho menos los apóstoles que escribieron el nuevo testamento) jamás conocieron el concepto antibíblico de que el espíritu santo pueda ser una supuesta “tercera persona” que compone a un supuesto “dios trino”.

Veamos como en el siguiente pasaje se dice que ese poder llamado espíritu santo es tan eterno como el mismo Dios padre:

“El Dios eterno es tu refugio, su eterno poder es tu apoyo.” Deuteronomio 33:27. (versión: Dios habla hoy).

Ahí lo tienen bien claro: ese espíritu o poder ha estado eternamente fluyendo del mismísimo padre celestial: es su energía infinita e inagotable. Esa energía dinámica es la que hace que el padre celestial sea el Dios omnipotente o todopoderoso, ya que ningún ser espiritual, sean ángeles o querubines, nunca van a tener en sí mismo un poder semejante, a menos que el Dios padre lo comparta con ellos, así como lo comparte con el señor Jesucristo y con todos los verdaderos creyentes.

Ese “PODER” o “ESPÍRITU SANTO”, como ya hemos dicho repetidas veces, procede o fluye de todo el ser del Dios supremo, produciéndose alrededor de ese Dios supremo lo que se conoce como “LA GLORIA DE YAHVEH”, “LA LUZ INACCESIBLE”; una especie de aura o radiación lumínica que rodea al Dios padre, y que se conoce en hebreo con la palabra “kabód”. Vamos a leer un pasaje en el cual Dios demostró su “GLORIA” (kabòd) ante los ojos del pueblo de Israel:

Éxodo 40: 35: “Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria (kabòd) de Dios lo llenaba todo.”

Había descendido tal resplandor y gloria divina sobre el tabernáculo, que ni siquiera Moisés podría acercarse al lugar. Los hebreos también usan una palabra para señalar esa gloria o resplandor de Dios, y es la palabra “Shekinah”; esa palabra hace alusión precisamente al poderoso resplandor que de forma gloriosa emana del ser del Dios supremo, el padre celestial. La palabra hebrea Shekinah no aparece en los originales de la biblia, pero su uso es bien popular y conocido.

 Es por esta razón que la biblia dice “DIOS ES LUZ” (1 Juan 1: 5), es decir: la gloria resplandece alrededor de Dios mismo, y Dios mismo se viste con esa luz como si esa luz fuera un ropaje, vamos a leerlo:

Salmo 104: 1-2: “Bendice, alma mía, a Yahveh. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor y de majestad, cubriéndote de luz como con un manto, extendiendo los cielos como una cortina.”

Por tanto, todos esos términos, como “GLORIA DE DIOS”, “PODER DEL ALTÍSIMO”, “ESPÍRITU DE DIOS”, “ESPÍRITU SANTO”, “LUZ INACCESIBLE”; es parte de lo mismo: es la energía o fuerza poderosa que emana del Dios padre, envolviéndolo en un poder tan extraordinario que es prácticamente imposible explicarlo con palabras, ya que es una gloria o esplendor tan grande que ningún ser humano puede entra a parpar o inspeccionar directamente tal majestad; es una luz inaccesible, como leemos en el siguiente pasaje:

1 Timoteo 6:16: “el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible…”

En Genesis 1: 1-2 dice que Dios tenía su espíritu activado cuando estaba creando los cielos y la tierra, vamos a leerlo:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

¿Por qué ese pasaje dice que el espíritu de Dios se movía? ¿acaso era la supuesta “tercera persona del dios trino" la que se estaba moviendo sobre las aguas?; para nada, ya que no existe ninguna “tercera persona del dios trino: la respuesta es muy sencilla: la biblia revela en pasajes paralelos que aquello que Dios usó para crear todas las cosas fue “SU PODER”, que es lo mismo que “SU ESPÍRITU”, vamos a leerlo:

Jeremías 32:17: ¡Oh Señor DIOS! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, y no hay nada que sea difícil para ti.

Como podemos ver, en Genesis 1 dice que el espíritu de Dios estaba activo cuando Dios creaba los cielos y la tierra, y en este otro pasaje de Jeremías 32: 17 se dice bien claro que Dios usó su “GRAN PODER” para crear los cielos y la tierra: nuevamente la biblia identifica al espíritu de Dios con el poder de Dios.

La palabra hebreo-arameo que se usa para “ESPÍRITU” en ese pasaje de Genesis 1: 2, es la siguiente:

Interlineal strong: H7307: רוּחַ rúakj; viento; por semejanza aliento, i.e. una exhalación sensible (o incluso violenta); fig. vida, ira; aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, viento.

Ese Ruakj (espíritu) que procede del Dios supremo se define como un viento, soplo tempestuoso, un aire violento: en pocas palabras es una energía activa que fluye de Dios como un fuerte y continuo soplo lleno de ímpetu. Ahora entendemos que en Genesis 1: 1-2 lo que en realidad da a entender, cuando dice que “el espíritu de Dios se movía”, es que ese poder de Dios estaba fluyendo como un viento o energía dinámica que Dios usa para crear. En ese pasaje de génesis 1: 1-2 no se esta refiriendo a ninguna “tercera persona del dios trino” que se movía sobre las aguas, como falsamente quieren dar entender los mentirosos trinitarios, ya que el espíritu santo no es ninguna “persona divina”, sino que es “EL PODER DEL ALTÍSIMO”. Este es el concepto hebreo sobre lo que es el espíritu santo, tanto para los profetas del antiguo testamento, como también para los apóstoles que escribieron el nuevo testamento: todos ellos entendían que el espíritu de Dios es como una energía dinámica, como un viento o aliento, a través del cual Dios hace todo lo que quiere. Ninguno de esos profetas jamás se imaginó al espíritu de Dios como si fuera una supuesta “tercera persona de un dios trino”.

Es por esta razón que la versión bíblica católica “Nueva Biblia Española (1975)” traduce Genesis 1: 2 de la siguiente manera:

“La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.”

Esta definición de la palabra hebreo-arameo “Ruakj” no tiene absolutamente nada que ver con definiciones extrabíblicas y retorcidas con las cuales pretenden poner al espíritu de Dios como si fuera una “persona” fundida en un “dios trino”. En realidad, esas definiciones del hebreo-arameo dejan claro que ese espíritu de Dios es como un aliento o viento poderoso que perpetuamente está fluyendo del Dios padre, una energía dinámica. La biblia especifica que ese espíritu es como el aliento que sale de la misma boca de Dios como un viento poderoso que Dios usa para crear y dar vida, vamos a leerlo:

Salmos 33:6: “Por la palabra de Yahveh fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca.”

Dios el padre es “EL DUEÑO” de ese poder, como lo dice el siguiente pasaje:

Salmos 62:11: “Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder…”

 Es por causa de ese poder que eternamente fluye del Dios padre, que podemos decir que Dios mismo se exalta sobre todos los dioses, ya que no existe un dios que pueda tener un poder eterno inagotable como lo tiene el Dios padre, vamos a leerlo:

Job 36:22: He aquí, Dios es exaltado en su poder, ¿quién es maestro como El?.

Dios demostró su “ETERNO PODER”, usando ese espíritu cuando creaba todas las cosas. Esa demostración de gloria es tan esplendida que la sola vista de “TODO LO CREADO” y el orden matemático que existe en las leyes de física y diferentes energías que mantiene el orden de lo creado, que basta para mostrar a todos los seres vivos que Dios es real, de modo que nadie tiene excusa, nadie puede negar que existe un Dios creador, tal y como se lee en el siguiente pasaje:

Romanos 1: 18-21: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.

Esa energía, poder o espíritu que emana de la persona del Dios supremo, es precisamente lo que hace que este Dios supremo sea omnipresente. Este Dios eterno, el padre, tiene su trono en los cielos (Apocalipsis 4), ya que Dios el padre tiene un reino en el ámbito celestial, y allí está la persona del Dios padre en su trono:  pero su presencia llena toda la creación a través del espíritu o poder que emana de ÉL: leámoslo:

“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?  Si subiere a los cielos, allí estás Tú; y si en el sepulcro hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, Aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.’’ Salmo 139:7-12.

Por lo tanto; todo está al descubierto ante Él, porque su espíritu llena toda la creación, sin Dios tener necesidad de abandonar su trono en el cielo. Ese espíritu o poder es como esa energía etérea que está en todos lados.

Esa cualidad de conocer y estar presente (a través de su poder o espíritu) en todos los lugares de la creación es únicamente el padre celestial quien la posee, vamos a leerlo:

Jeremías 23:24: “¿Soy yo un Dios de cerca--declara Yahveh-- y no un Dios de lejos? ¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo no lo vea?, declara Yahveh. ¿No lleno yo los cielos y la tierra?, declara Yahveh.”

Es por eso que nada escapa al conocimiento del Dios supremo, vamos a leerlo:

Hebreos: 4:13: “Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”

Con todo esto entendemos que Dios el padre, a través de esa energía poderosa que eternamente emana de Él, mantiene toda la creación en sujeción y control, vamos a leerlo:

Isaías 40:26: “Alzad a lo alto vuestros ojos y ved quién ha creado estos astros: el que hace salir en orden a su ejército, y a todos llama por su nombre. Por la grandeza de su fuerza y la fortaleza de su poder no falta ni uno.”

Teniendo ahora en cuenta tal poder con el Cual Dios llena toda su creación, lo que debemos de hacer es siempre llevar una vida justa y santa, que agrade al señor, ya que a Él no se le esconde absolutamente nada de lo que ocurre en toda la creación, y Dios siempre está presto para bendecir al que hace lo bueno, como también para castigar al que hace lo malo, vamos a leerlo:

Proverbios 15: 3: “En todo lugar están los ojos de Yahveh, observando a los malos y a los buenos.”

Como dijimos anteriormente, ese “PODER ETERNO” llamado “ESPÍRITU SANTO”, el cual eternamente ha estado fluyendo del Dios supremo, es precisamente lo que hace que el Dios padre lleve los títulos de “TODOPODEROSO”, que es lo mismo que “OMNIPOTENTE”, vamos a leerlo:

Job 27:11: “Os instruiré en el poder de Dios; no ocultaré lo que concierne al Todopoderoso.”

Sal 91:1-4: "El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.

En apocalipsis 21: 22 se hace una clara diferencia entre el padre celestial, “el Dios todopoderoso”, y el cordero, es decir: el señor Jesucristo, dando así la biblia a demostrar que solo existe un solo ser divino con el título “DIOS TODOPODEROSO”, vamos a leerlo:

“Y no vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero”.

El ser omnipotente o todopoderoso no solamente implica que Dios tiene todo poder, sino también que es capaz de hacer cualquier cosa que desea en cualquier circunstancia; solo Él puede hacer que lo imposible se haga posible, vamos a leerlo:


Jeremías 3: 27: «Yo soy Yahveh, el Dios de todo ser viviente. Nada hay imposible para mí.”

Lucas 1:37: “Pues nada hay imposible para Dios.”      

También implica que ese Dios todopoderoso está por encima de cualquier autoridad o poder, vamos a leerlo:

1 crónicas 21: 11: “Tuyo, Yahveh, es el reino, y tú eres excelso (PODEROSO) sobre todos.”

Es por eso que el mismo señor Jesucristo reconoce que el padre celestial es “MAYOR”, es decir: más poderoso que el mismo Jesucristo (Juan 14:28, apocalipsis 3: 12).

Es por esta razón, también, que ese Dios omnipotente es merecedor de la máxima adoración, vamos a leerlo:

Salmo 145:3: “Grande es Yahveh y digno de suprema alabanza; su grandeza (PODER) es insondable.

Eso que dicen los ateos de que todo lo que existe surgió por una supuesta “EXPLOSIÓN DE LA NADA”, y que luego la vida “EVOLUCIONÓ” en el transcurso de millones de años es una mentira del mismo diablo, ya que la biblia enseña que Dios muestra su eterno poder y deidad a través de las cosas que El mismo ha creado con su poder: y ahí está el pasaje de Éxodo 20: 11 donde se dice literalmente que ese Dios todopoderoso ha creado los cielos, la tierra y el mar en tan solo 6 días literales, tal y como se lee también en Genesis capítulo 1, donde se especifica que cada uno de los días creativo contaba con “UNA TARDE Y UNA MAÑANA”, es decir: un día de 24 horas, de los cuales hubieron 6 días, y al séptimo día Dios descansó (cesó). Y si Dios hiso los cielos y la tierra en tan solo 6 días ¿vamos nosotros a pensar que exista algo difícil para El?

Es por eso que nosotros los verdaderos cristianos reconocemos que “LA SALVACIÓN, LA GLORIA Y EL PODER” pertenecen al Dios supremo, el padre celestial: creador de todas las cosas, y podemos unirnos con júbilo al cantico bíblico, que dice de la siguiente manera:

Apocalipsis 19:1: “Después de esto oí como una gran voz de una gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios…”

Además de todo esto la biblia enseña que ese espíritu o poder de Dios es “SANTO”, es decir: es un poder que procede justamente del mismísimo ser del padre celestial, y como Dios es “santo”, también ese poder que emana de él es también “santo”; es decir: una energía pura, limpia, sin ningún tipo de contaminación. Veamos en el siguiente pasaje como el salmista identifica al espíritu de Dios como algo que es “santo”:

Salmos 51:11: “No me eches de delante de ti; Y no quites de mí tu santo espíritu.”

La palabra hebrea que se traduce por “santo” en ese pasaje es la siguiente:

H6944:  קֹדֶשׁ kódesh; lugar o cosa sagrados; santidad:-(cosa) dedicada, (lugar) sagrado, santidad, santificar, (lugar) santísimo, (cosa, día, lugar) santo, santuario. De ahí el termino “Rúaj haKodesh” (espíritu santo).

Según esta definición, da a entender que ese espíritu o poder es “santo” porque esta “dedicado o apartado” para el uso personal del Dios supremo, el padre celestial, ya que a través de ese “poder” el Dios supremo hace presente su presencia y su gloria.

Es por esto la advertencia de respetar la manifestación de Dios a través de ese poder llamado espíritu santo, ya que si alguien dice que ese poder procede de satanás, se hace culpable del “PECADO IMPERDONABLE”, como sucedió con aquellos fariseos y maestros de la ley, quienes acusaron a Jesús de que èste era una especie de brujo que echaba fuera los demonios “POR EL PODER DE BELCEBÚ (EL DIABLO)”, según Mateo 12: 22-37, por lo cual el señor Jesucristo confrontó duramente a esos falsos acusadores, diciéndoles que ese tipo de blasfemia contra el espíritu santo jamás será perdonado; ya que ese poder que actúa a través de Jesucristo no pertenecía a satanás o Belcebú, sino que pertenece al Dios padre, por lo cual esos fariseos y maestros de la ley estaban llamando “BELCEBÚ o DIABLO” al Dios padre.

Algunos trinitarios aseguran que “negar la tercera persona del dios trino” es “blasfemar en contra del espíritu santo”: esa afirmación es una burda mentira de demonios, ya que no existe ningún texto en la biblia que afirme tal cosa: la blasfemia contra el espíritu santo, según Mateo 12: 22-37 es acusar a Jesús de usar “el poder de belcebú o diablo”, cuando en realidad ese “PODER” que usa Jesucristo pertenece al Dios padre; en eso si consiste la blasfemia contra el espíritu santo, ya que se está llamando Belcebú o diablo al mismísimo Dios padre, 

(mas adelante, en el capítulo 5 del presente libro, hablaremos mas ampliamente sobre lo que es “LA BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO”).

 

 


Ahora continuemos con otro paralelismo bíblico, el cual (de forma contundente e irrefutable) demuestra que el “ESPÍRITU SANTO” es literalmente “EL PODER DE DIOS”.

Vamos a leer un pasaje bíblico en el cual se demuestra que aquello que Dios usó para resucitar al señor Jesucristo de entre los muertos fue “SU ESPÍRITU”, y luego vamos a leer otros pasajes paralelos que dicen que aquello que Dios usó para levantar a cristo de entre los muertos es “EL PODER DE DIOS”.

Vamos con el primer pasaje bíblico:

Romanos 8:11: “Y si el espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del espíritu de Dios que vive en ustedes.”

En este texto se explica bien claro que aquello que Dios usó para resucitar al señor Jesús fue “EL ESPÍRITU”, y también dice que Dios ha de usar en el futuro ese mismo espíritu para resucitar a los cristianos.

Vamos al interlinear griego al español de strong para conocer el significado de la palabra “espíritu” usada en ese pasaje de romanos 8: 11.

G4151: πνεῦμα pneúma; de G4154; corriente de aire, i.e. respiración (soplo) o brisa; aliento: principio vital, disposición, etc., aliento, espíritu, espiritual, viento.

Al igual que la palabra hebreo-aramea “Ruakj”, aquí la palabra griega “Pneuma” también significa viento, aire, aliento vital, respiración o brisa. Simplemente significa que ese Pneuma o espíritu es una energía vital, un poder que fluye del padre celestial como si fuera viento o aliento. Nuevamente absolutamente nada que ver con una supuesta “tercera persona de un dios trino”, ya que el Trinitarismo es literalmente doctrina de demonios, tal y como lo demostraremos en el capítulo 4 del presente libro.

Ya vimos que en romanos 8: 11 lo que Dios usó para levantar a Jesús de la tumba fue “EL ESPÍRITU”, ahora veamos en los textos paralelos que en realidad lo que Dios usó para resucitar al señor Jesucristo fue “EL PODER DE DIOS”, y que también en el futuro Dios ha de usar esa misma “FUERZA PODEROSA” para resucitar a los cristianos, vamos a leerlo:

"Y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, la cual Dios desplegó en Jesucristo, resucitándolo de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales." (Efesios 1:19-20).

Este pasaje es totalmente claro: lo que Dios ha usado para resucitar a su hijo Jesucristo es literalmente “LA GRANDEZA DE SU PODER”, es decir: “SU FUERZA PODEROSA”; entonces, comparando este texto, con aquel de romanos 8: 11, vemos que de forma sinónima e intercambiable se usa la palabra “ESPÍRITU” y la palabra “PODER O FUERZA DE DIOS” para relatar un mismo hecho: que Dios ha usado su espíritu o poder para resucitar al señor Jesucristo. Pero eso no es todo, vamos a leer en los siguientes pasajes que ese mismo “PODER” con el cual Dios levantó de la tumba a Jesús, es el que Dios ha de usar en el futuro para resucitar a los creyentes, leámoslo:

2 corintios 13:4: “Porque ciertamente Él fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros.”

1 corintios 6:14: “y Dios que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.”

Colosenses 2:12 “Al ser bautizados, ustedes fueron sepultados con Cristo, y fueron también resucitados con él, porque creyeron en el poder de Dios, que lo resucitó.”

Filipenses 3:21: “el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aún para sujetar todas las cosas a sí mismo.”

¿ven ustedes?: ¡! MAS CLARO IMPOSIBLE ¡! Dios ha de usar su “PODER” para levantar a los creyentes de la tumba, del mismo modo que usó su “PODER” para levantar a Jesús de entre los muertos, pero resulta que ese “PODER” es el mismísimo “ESPÍRITU DE DIOS”, vamos a leerlo:

Ezequiel 37: 13-14: “Y sabréis que yo soy Yahveh, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, Yahveh, he hablado y lo he hecho'--declara Yahveh.

Como podemos ver en este pasaje de Ezequiel 37:13-14 nuevamente Dios se refiere a su mismo espíritu como algo que le es propio, es decir: Dios es el dueño de su espíritu, por eso usa la expresión “MI ESPÍRITU”, el articulo “MI” demuestra que ese espíritu le pertenece al Dios supremo.

El mismo señor Jesucristo personalmente reconoce que la herramienta que Dios usa para resucitar a los muertos es “EL PODER DE DIOS”, vamos a leerlo:

Mateo 22: 28-30 “Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron. Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios. Porque en la resurrección, ni se casan ni son dados en matrimonio, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo.”

Aquí el señor Jesucristo les explica a los fariseos y maestros de la ley, que ellos estaban equivocados, al suponer que los creyentes que han de resucita podían casarse y reproducirse teniendo sexo. Jesús les dice que ellos desconocen ese “PODER DE DIOS” con el cual Dios resucita a los muertos. Todos aquellos que nacen del espíritu de Dios por medio de la resurrección, se convierten en seres espirituales, como los ángeles del cielo, y ya no tienen necesidad de darse en casamiento, porque los seres celestiales o espirituales no se reproducen con el acto sexual, sino que todos ellos proceden o nacen del mismísimo “PODER DE DIOS” (sobre este tema tenemos un capítulo completo aparte). Fíjense como en ese pasaje de Mateo 22: 28-30 el mismo señor Jesucristo da a conocer que Dios levanta a los muertos y los resucita es usando “EL PODER DE DIOS”, y ya sabemos según Romanos 8:11 Y Ezequiel 37: 13-14 aquello que Dios usa para resucitar a los muertos es “EL ESPÍRITU DE DIOS”.

Pero todavía tenemos más, ya que hemos conocido que aquellos que Dios usó para resucitar a Jesús fue su “PODER O ESPÍRITU”, ya el apóstol Pablo quería por sí mismo experimentar ese poder que Dios usa para resucitar a sus hijos; es por eso que Pablo le había perdido el miedo a la muerte, que es una actitud que todo cristiano valiente debe aprender a ejercer, vamos a leerlo:

Filipenses 3:10: “Lo he perdido todo a fin de conocer a Cristo, experimentar “el poder” que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte.

¿ven ustedes?, nuevamente el apóstol Pablo asegura que aquello que se manifestó en la resurrección del señor Jesucristo fue literalmente “EL PODER”, y ahora el apóstol sabe que cuando Dios nos resucite (en el futuro, en la segunda venida del señor Jesucristo), también todos los creyentes serán levantados de la muerte experimentando ese mismo “PODER” que Dios usa para dar vida a sus hijos.

También el apóstol Pedro reconoce que Dios exaltó a su hijo Jesucristo, levantándolo de la muerte, usando ese “PODER”, y luego que Jesús fue recibido en el cielo, entonces el Dios padre invistió a todos los discípulos con ese mismo espíritu santo, vamos a leerlo:

Hechos 2:32-33: “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen.”

Fíjense que en este pasaje de hechos 2: 32-33 literalmente Pedro llama al espíritu santo, con el cual Dios resucitó a Jesús, “EL PODER DIOS”, y asegura que ese mismo “PODER DE DIOS” es lo que recibieron los discípulos cuando vino sobre ellos “EL ESPÍRITU SANTO PROMETIDO”.

Nuevamente tenemos que notar el hecho de que en todos estos pasajes bíblicos que estamos usando, todo indica que el espíritu santo es justamente el mismo poder del altísimo: jamás las sagradas escrituras nunca insinúan que ese poder o espíritu sea la supuesta “tercera persona de un dios trino”. En el capítulo 4 del presente libro vamos a demostrar de forma histórica, como fue el mismo diablo a través de la gran ramera católica romana, quien introdujo en la cristiandad apostata la doctrina satánica de que el espíritu santo es una supuesta “PERSONA DIVINA”, perteneciente a un supuesto “dios trino”.

Por lo tanto, bíblicamente hablando, podemos llegar resueltamente a la conclusión lógica escritural que: “PODER DE DIOS” es sinónimo de “ESPÍRITU DE DIOS, O ESPÍRITU SANTO”. Además, entendemos de forma biblia que solamente dos personas divinas son las que se manifiestan en los creyentes a través de ese poder llamado espíritu santo, ya que son únicamente el padre celestial y su hijo Jesucristo quienes se conectan a los creyentes a través de ese poder llamado espíritu santo, tal y como lo vamos a demostrar a todo el largo del capítulo 2 del presente libro.

 

 

 


En este capítulo vamos a demostrar una verdad bíblica muy importante y trascendental: una verdad tan grande que justamente de ella depende la salvacion y la vida eterna de todos los creyentes; una verdad que satanás y la apostasía iglesiera han pretendido ocultar mediante el uso de doctrinas de demonios, sobre todo las doctrinas satánicas del Trinitarismo y el unicitarismo. ¿Cuál es esa gran verdad?: la gran verdad es la siguiente:

EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO (DOS PERSONAS DIVINAS LITERALES) VIENEN A HABITAR EN LOS CREYENTES A TRAVÉS DE UN “PODER” LLAMADO “ESPÍRITU SANTO”.

Lo que vamos a explicar de forma bíblica es lo siguiente: El padre celestial (que es el Dios supremo) y también su hijo Jesucristo (que también es una persona divina literal, aunque menor que el padre) son “DOS DIOSES”, es decir: DOS PERSONAS DIVINAS, y esas dos personas divinas están en este preciso momento en el reino celestial del tercer cielo; pero esos dos dioses (aun estando literalmente en el cielo) ambos vienen a habitar en los creyentes; ¿Cómo lo hacen?: A través de ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO”. Por lo tanto; los dos dioses (el padre y el hijo) no tienen necesidad de abandonar el tercer cielo y descender a la tierra para meterse dentro de los creyentes; en realidad ellos dos vienen a habitar en los creyentes a través de esa energía dinámica conocida como “ESPÍRITU SANTO”.

En primer lugar, vamos a analizar la oración hecha por el señor Jesucristo en juan 17, y conoceremos que “EL PADRE CELESTIAL” su “HIJO JESUCRISTO” y “TODOS LOS VERDADEROS CREYENTES” se convierten en “UNO”. Leámoslo:

Juan 17: 20-23 “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

Ahí lo tenemos bien claro: el señor Jesús ora a Dios por una unidad espiritual perfecta, en la cual el Dios padre, el señor Jesucristo y los verdaderos creyentes se hacen “UNO”, del mismo modo que el padre y el hijo son “UNO”. En esta unidad no cabe la idea trinitaria, ya que el Trinitarismo enseña que “EL ESPÍRITU SANTO” es “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”; lo cual es una falsedad satánica, ya que hemos demostrado en el capítulo 1 del presente libro que el espíritu santo simplemente es “EL PODER DEL ALTÍSIMO”: no es ninguna persona. Es por esta razón que, cuando Jesús ora por la unidad espiritual perfecta, solo menciona a un grupo de personas específicas, que son: EL PADRE CELESTIAL, EL SEÑOR JESUCRISTO, Y TODOS LOS VERDADEROS CREYENTES: cualquier otro ser queda excluido de esta unidad, por lo cual en esa unidad no cabe ningún ser con supuesto sobrenombre de “la tercera persona del dios trino”.

Fíjense que en esa oración el señor Jesucristo repite varias veces la frase para que sean uno, así como nosotros somos uno.”. la pregunta lógica es ¿Cómo es que el padre y el hijo son “UNO”? ¿será acaso porque ambos están fundidos o fusionados en un supuesto dios trino, pegados como si fueran siameses?; de ninguna manera, esa unión no se refiere a ninguna unidad “hipostática” de personas como si estuvieran pegados. En realidad, Jesús habla de una unidad de pensamientos y acción, todos teniendo un mismo propósito, y ese propósito es OBEDECER AL DIOS PADRE, del mismo modo que Jesús OBEDECE AL DIOS PADRE; si nosotros los cristianos obedecemos al Dios padre, entonces nosotros también nos convertimos en “UNO” con el Dios padre, del mismo modo que Jesús es “UNO” con el Dios padre porque le obedece en todo. Vamos a leer estas palabras de Jesús:

‟yo y el padre uno somos” Juan: 10: 30.

Cuando Jesús dijo que él y el Padre son uno, el texto no dice que ambos sean “un solo Dios”, la palabra "uno” es neutra e indica una unidad de propósito y de pensamiento, es exactamente la misma palabra que utilizó Jesús en Juan capítulo 17 cuando oró al Padre pidiendo que todos sus discípulos sean uno, de la misma manera que él y el Padre son uno. Evidentemente Jesús no pidió que todos sus discípulos seamos un sólo Dios con el Padre y el Hijo, sencillamente Jesús se estaba refiriendo a una unidad de propósito y de pensamiento, para que todos los cristianos lleguemos a estar unidos pensando todos una misma cosa y teniendo un mismo propósito, de la misma manera que el Padre y el Hijo están unidos en una sola mente, un mismo espíritu y un solo propósito.

Vamos a repetir este pasaje para hacer una pregunta lógica a los trinitarios:

‟yo y el padre uno somos” Juan: 10: 30.

En estas palabras Jesús dice que él y su padre son uno, y cuando los trinitarios ven este pasaje inmediatamente le llega a la mente su doctrina trinitaria y piensan que Jesús se refiere a que el padre y el hijo están “fundido” en un “dios trino”, y pregunto: ¿Dónde está la tercera persona de la trinidad en estas palabras de Cristo? Si Jesús hubiese sido trinitario nunca hubiese dicho tales palabras, sino que hubiera dicho: “yo, el padre y el espíritu santo somos tres FUNDIDOS en uno.”  Jesús nunca predicó la existencia de una tercera persona fundida con él y con su padre formando un solo dios trino; nunca. Lo que quiso decir el señor al decir que él y su padre son “uno”, es porque Jesús se sometía a la perfecta voluntad del padre celestial y esto lo hacía “uno” con su padre en un mismo pensamiento y propósito. Del mismo modo, tal y como se lee en Juan 17: 20-23, todos los verdaderos creyentes que obedecen se hacen “UNO” con el padre celestial y su hijo Jesucristo.

Observen lo que dice el señor Jesucristo en esa preciosa oración narrada en Juan 17:

como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno…”

¿Cómo es que Dios el padre está dentro del señor Jesucristo?: el mismo contexto del pasaje lo dice, leámoslo otra vez:

La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno…”

Esa “GLORIA” a la cual hace alusión el señor Jesucristo se refiere al espíritu de Dios, es decir: EL ESPÍRITU SANTO. Es precisamente a través de ese “ESPÍRITU” que Dios el padre habita en Jesucristo, y de ese mismo modo a través de esa “GLORIA” o espíritu, también Dios ha de habitar en los creyentes que le obedecen. Vamos a confirmar en el siguiente pasaje que en algunos casos la palabra “GLORIA” se aplica al “PODER DE DIOS O ESPÍRITU SANTO”:

Colosenses 1: 10-12: “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo, dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.”

Cuando ese pasaje dice “fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria”, se está refiriendo al espíritu santo que Dios pone en los creyentes para que estos puedan predicar el evangelio con gran eficacia espiritual, vamos a leerlo:

Romanos 15:19: “con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.”

Comprendemos, entonces, que el Dios padre comparte de su “GLORIA” (poder o espíritu santo) con el señor Jesucristo, y el señor Jesucristo, a su vez, comparte esa gloria o poder con todos los verdaderos creyentes obedientes; esta es la forma como se produce “LA UNIDAD PERFECTA EN EL ESPÍRITU”.

Veamos en el siguiente pasaje como Dios el padre entró a habitar en Jesucristo. No fue que el mismísimo Dios padre descendió del cielo y se metió en Jesucristo, para nada: simplemente Dios el padre (estando en el cielo) envió su poder (espíritu santo) con el cual ungió al señor Jesucristo cuando este fue bautizado en el rio jordán, de este modo a través de ese poder ahora Dios habitaba en cristo, leámoslo:

Hechos 10:38: “Vosotros sabéis cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder, el cual anduvo haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con El.”

Vamos a leer ese mismo pasaje de hechos 10: 38 desde la versión católica “Nueva Biblia Española (1975)”:

“Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”

 Como podemos ver, no es que el padre celestial abandonara el trono del cielo para meterse literalmente en su hijo; simplemente Dios, estando en el cielo, hacia morada en Jesús, el cual estaba en la tierra, a través del espíritu, que es “LA FUERZA O PODER” de Dios. Es por esto que Jesús podía decir palabras como estas:

Juan 14:10 dice: "¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras."

Fíjense bien en ese pasaje de Juan 14: 10; Jesús hace la siguiente pregunta: "¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?”: en esta pregunta Jesús no esta insinuando que el padre y el hijo están fundidos en “UN SOLO SER” como si fueran  “UN DIOS SIAMÉS” (varias personas metidas en un solo cuerpo, como creen los trinitarios), en realidad Jesús explica que el padre y el hijo están unidos entre sí, porque Jesús se somete a su padre y le obedece en todo, y de ese modo es que Dios el padre, a través del señor Jesucristo, “HACE LAS OBRAS”. Del mismo modo el mismo señor Jesucristo habita en los creyentes que le obedecen y hace a través de esos creyentes la obra. Eso queda aclarado cuando leemos la oración de Jesús en Juan 17:

“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad”

Cuando Jesús dice; “YO EN ELLOS”, no quiere decir que todos los creyentes se “TRANSFORMAN” literalmente en el mismísimo señor Jesucristo; en realidad cuando Jesús dice “YO EN ELLOS” esta dando a entender que Jesús comparte una unidad espiritual con aquellos que obedecen a Dios, del mismo modo que Dios el padre “ESTA EN JESUCRISTO”, ya que el señor Jesucristo le obedece en todo.

Dios el padre habitaba en Jesucristo a través del espíritu santo, y ¿Qué resulta?: que exactamente eso mismo hace Dios con todos los verdaderos creyentes que le obedecen, Dios habita en cada uno de los creyentes A TRAVÉS DE ESE MISMO ESPÍRITU, vamos a leerlo:

Efesios 2: 21-22: “en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor, en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

En la versión bíblica “Dios habla hoy” ese pasaje de Efesios 2: 21-22, se lee de una forma mucho más clara, veamos:

“En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo. En él también ustedes se unen todos entre sí para llegar a ser un templo en el cual Dios vive por medio de su Espíritu.

Fíjense bien lo que dice ese extraordinario pasaje de Efesios 2: 22: los verdaderos creyentes son como un edificio (templo) que es edificado “PARA MORADA DONDE DIOS VIVE POR MEDIO DE SU ESPÍRITU”. Literalmente ese pasaje está diciendo que Dios habita en los creyentes QUE OBEDECEN, pero lo hace a través de ese poder llamado espíritu santo.

Vamos a confirmar esto leyendo otro pasaje:

1 Juan 3:24: “El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros?: por el Espíritu que nos ha dado.” (versión internacional).

Vamos a leer exactamente el mismo pasaje, pero en la versión “Dios habla hoy”:

1 Juan 3:24: “Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que Dios vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Este pasaje deja más que claro que Dios el padre “HABITA” en todos los cristianos obedientes a través del “ESPÍRITU O PODER QUE NOS HA DADO”, de este modo todo verdadero creyente que obedece a Dios, su cuerpo viene a ser “TEMPLO O MORADA DE DIOS POR MEDIO DEL ESPÍRITU SANTO”. (recuerden que el “espíritu santo” no es ninguna “tercera persona de un dios trino”, simplemente es, literalmente, “EL PODER DE DIOS”: tal y como lo leemos en el siguiente pasaje:

No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios”: 1corintios 2: 4-5).

Somos literalmente “TEMPLOS DE DIOS” por medio del “ESPÍRITU SANTO”, leámoslo:

1 corintios 6: 19-20: “¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Pero aún hay más: del mismo modo que el padre celestial habita en los creyentes a través de ese poder llamado “espíritu santo”, igualmente también lo hace el señor Jesucristo, vamos a leerlo:

“porque todos los que habéis sido bautizados en el Cristo, del Cristo estáis revestidos.” Gálatas 3: 27.

Efesios 3:17 “de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones…”

Al igual que el Dios padre, tenemos que También el señor Jesucristo vive en los creyentes, es por esta razón que el apóstol Pablo asegura lo siguiente:

Gálatas 2:20 "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí."

Por lo tanto; del mismo modo que el verdadero cristiano pertenece a cristo: de ese mismo modo cristo pertenece a Dios, leámoslo:

 “Y vosotros del Cristo, y Cristo de Dios” (1corintios 3: 23).

Por lo tanto; el señor Jesucristo mora en nosotros a través del espíritu santo y hace a través de nosotros su obra, pero esto no quiere decir que nosotros somos el mismo cristo, o que cristo se “transforma” en nosotros; del mismo modo: el padre celestial mora en cristo a través de su espíritu, pero eso no quiere decir que el padre celestial se “transforma en el hijo”, o que el hijo sea el mismo Dios padre, como creen aquellos que apoyan la doctrina satánica del “UNICITARISMO”; los cuales afirman que Jesucristo viene a ser el mismo padre celestial que descendió del cielo “DISFRAZADO DE HIJO”.

La unidad espiritual, como dijimos anteriormente, solo aplica a personas específicas, los cuales son: EL PADRE CELESTIAL, EL SEÑOR JESUCRISTO, Y TODOS LOS VERDADEROS CREYENTES QUE OBEDECEN. El padre celestial es el Dios supremo, la cabeza o jefe del señor Jesucristo. Mientras que el señor Jesucristo es la cabeza o jefe de la iglesia. Y los miembros de la iglesia (entre sí) también deben estar unidos unos a otros obedeciendo los mandatos del Dios padre y sometiéndose a la verdadera doctrina cristiana, ya que cada miembro de la iglesia en su conjunto viene a ser “EL CUERPO DE CRISTO”. En esta unidad espiritual (seguiré repitiendo esto una y otra vez) no existe ninguna “PERSONA DIVINA” con sobre nombre de “ESPÍRITU SANTO”, ya que el “ESPÍRITU SANTO” no es ninguna persona divina, sino que es “EL PODER DE DIOS” a través del cual el padre celestial y su hijo Jesucristo vienen a habitar en los creyentes produciéndose de ese modo la unidad espiritual. Veamos lo que dice el apóstol Pablo:

1 corintios 11: 3: “Pero quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.”

En el siguiente pasaje se dice bien claro que también los creyentes están unidos uno al otro, a través de ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO:

efesios 4: 3 “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.”

Pero ¿que resulta?; que en esa unidad espiritual los creyentes solo están sometidos en obediencia a DOS PERSONAS DIVINAS, vamos a leerlo:

1 Juan 1:3: “lo que hemos visto y oído, os proclamamos también a vosotros, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y en verdad nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”

1 Juan 2:24: “... Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre.”

Esta unidad de los creyentes con el padre celestial y el señor Jesucristo, Jesús lo profetizó antes de entregar su vida por sus ovejas. En Juan 14 Jesús usa el lenguaje “prosopopeya o personificación” para referirse al espíritu santo (sobre el tema de como la biblia “PERSONIFICA” al espíritu de Dios, lo analizaremos en el capitulo 3 del presente libro). En ese pasaje de Juan 14 Jesús especifica que, a través del espíritu santo, “EL PADRE Y EL HIJO” vendría a habitar en los creyentes. Veamos que dice el pasaje:

Juan 14: 15-17: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.  Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”

Fíjense que en este pasaje Jesús ha personificado al espíritu de Dios usándose ese lenguaje literario llamado “prosopopeya”, con el cual la biblia da personalidad a cosas que en realidad no son personas (este tipo de lengua abunda en las sagradas escrituras, de lo cual hablaremos en todo el capítulo 3 de este libro.) Jesús llama al espíritu santo “EL OTRO CONSOLADOR”, pero vamos a leer en todo el contexto que en realidad lo que Jesús está enseñando es que el padre celestial (el primer consolador según 2 Corintios 1:3-4.) y también el mismo señor Jesucristo (el segundo consolador o PARAKLÈTOS en griego) son ellos dos quienes vienen a habitar y consolar a los creyentes, a través de ese poder llamado espíritu santo. Vamos a leer el contexto de esas palabras de Jesús en Juan 14, las palabras claves las he puesto en rojo para que se entienda que son literalmente DOS PERSONAS DIVINAS quienes vienen a habitar en los creyentes, leámoslo:

‘’No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.  En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. (juan 14: 18-24).

Noten que el señor Jesucristo les hace una promesa a sus discípulos: ‘’NO OS DEJARÉ HUÉRFANOS, SINO QUE VENDRÉ NUEVAMENTE A VOSOTROS’’, y luego dice que el día que eso suceda, entonces es que vamos a comprender la forma en que Dios el padre está en su hijo y como el hijo está en los creyentes. También dice que solamente aquellos que guardan sus mandamientos son los que demuestran que aman a Jesús, y quien ama a Jesús, será amado por el padre celestial, y es entonces que Jesucristo mismo se ha de manifestar a esa persona. Un poco confuso ante estas palabras de Jesús, Judas Tadeo le pregunta: ¿Cómo es que te manifestaras a nosotros y no al mundo?: es entonces que Jesucristo les revela unos de los misterios más grandes de todas las escrituras; Jesús les dice:

‘’El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.’’

Noten que el pasaje dice de manera textual que son únicamente dos personas divinas las que vienen a habitar dentro del creyente, a saber: el padre y el hijo ,(NO SON TRES PERSONAS, COMO DICEN LOS TRINITARIOS, NI ES UNA SOLA PERSONA, COMO CREEN LOS UNICITARIOS), y evidentemente estas dos personas divinas, para morar dentro de los creyentes, lo hacen a través del poder de Dios: el espíritu santo; por lo tanto: el espíritu santo no es ninguna tercera persona de un dios trino, sino que es simplemente el poder que emana de Dios a través del cual el padre y el hijo hacen morada en los creyentes. 

El padre celestial es “EL PRIMER CONSOLADOR”, tal y como lo dice en 2 corintios 1: 3-4, vamos a leerlo:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros mismos somos consolados por Dios.”

Por lo tanto, el señor Jesucristo mismo en persona es “EL OTRO CONSOLADOR”, el cual (junto con el padre celestial) se manifiesta a los creyentes y hace morada en los creyentes.

Ahora bien, en los pasajes que leímos anteriormente, el mismo Jesucristo había prometido que no nos dejaría huérfanos, Él dijo que iba a regresar. Y efectivamente después de subir al cielo, Cristo regresó nuevamente, pero no de manera personal y visible; sino a través de su espíritu que ahora mora dentro de cada creyente, leámoslo:

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre, Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo" (Gálatas 4:6).

Noten bien claro que ese pasaje dice que es Dios mismo quien envía el espíritu o presencia de su hijo, pero esto solo sucede porque el señor Jesucristo mismo se lo ha pedido al padre, tal y como lo leemos en el siguiente pasaje:

‘’yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.’’ Juan 14: 16-17.

Noten también que en ese mismo pasaje de Juan 14, en el verso 16, el señor Jesús dice que ese consolador ha de estar con los creyentes “para siempre”. Vamos a confirmar ahora que en realidad quien estará con los creyentes para siempre es el mismo señor Jesucristo en persona. Leemos en Mateo 28: 20:

“Enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

y efectivamente, en cada reunión cristiana, en forma de presencia espiritual, allí está el señor Jesús presente, vamos a leerlo:

Mateo 18:20 “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

Como hemos visto hasta aquí, solo existen DOS PERSONAS DIVINAS QUE TRAEN CONSUELO, a saber: EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO, ambos vienen a habitar en los creyentes a través del espíritu santo, y ya sabemos que ese espíritu es la energía a través de la cual el padre, el hijo y los creyentes se unen. El padre celestial es “EL DIOS DE TODA CONSOLACIÓN” (primer consolador), y nuestro señor Jesucristo es EL PARACLETOS, es decir: “EL OTRO CONSOLADOR”.

A Jesús se le define como “otro”, por el hecho de que luego de resucitar y subir al cielo, Jesús se convierte en un ser espiritual, ya no era el mismo hombre de carne y sangre que anduvo en la tierra con sus apóstoles, ahora en el cielo había recobrado su gloria celestial; era, por así decirlo: otra persona en cuerpo y espíritu, pero igual en razonamiento, vamos a leerlo:

2 corintios 5:16: “De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne; aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemos así.”

Para reconfirmar de manera absoluta esta verdad bíblica, solo basta leer este impresionante pasaje, en el cual se puntualiza que es el Dios padre el que fortalece a los cristianos con su poderoso espíritu para capacitarlos en el hombre interior, de modo que por fe sabemos que también cristo, a través de ese mismo espíritu, mora en cada uno de nosotros; ¡ASÍ ES QUE TRABAJAN LOS DOS DIOSES CONSOLADORES!:

Efesios 3: 16-18 “que Dios os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior; de manera que Cristo more por la fe en vuestros corazones…”

De este modo es que el señor Jesucristo mismo, el hijo unigénito del padre, viene a ser nuestro segundo consolador, paracletos en griego, también conocido como; el otro consolador. Es por esto que cristo había dicho lo siguiente:

“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.’’ Juan 14: 20.

Noten que cristo está diciendo que de la misma manera que el padre habita en su hijo, de ese mismo modo el hijo ahora habita en los creyentes, lo que quiere decir también que no existe tal cosa como un dios trino, ya que evidentemente este pasaje está afirmando que cristo habita en nosotros de la misma manera que su padre habita en El, y tenemos que estar claros que nosotros los cristianos no somos directamente el mismo Jesucristo porque este habite en nosotros, del mismo modo que Jesucristo no es el mismo Dios padre porque este habite en Jesucristo. Ahora podemos entender las siguientes palabras del apóstol pablo:

1 corintios 3: 23: “y vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios.”

De la misma forma como el padre habita en su hijo a través del espíritu, asimismo ahora el padre y su hijo habitan en los creyentes a través del espíritu: pero ojo, no es que el padre y el hijo abandonen el trono del cielo para venir a habitar en los cristianos, sino que ellos lo hacen a través del espíritu santo, el poder del altísimo, poder que surge en primer lugar del padre celestial, tal y como lo demostramos anteriormente, y luego Dios el padre lo comparte con su hijo Jesucristo; y luego ellos comparten ese mismos  espíritu con los creyentes; vamos a confirmarlo nuevamente con el siguiente pasaje:

‘’Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes. Pero si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.’’ (romanos 8: 9).

Del mismo modo que Jesús siempre necesito del padre celestial para realizar su ministerio terrenal, según Juan 5:30, del mismo modo ahora Jesús nos da del “espíritu del hijo”, para de este modo los creyentes puedan llevar el evangelio con eficacia, ya que separados de Jesús no podemos hacer nada, vamos a leerlo:

Juan 15: 4-5: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.”

Por lo tanto, ha quedado demostrado que ese espíritu que cristo había prometido a sus discípulos es EL ESPÍRITU DEL HIJO, tal y como lo leemos en Gálatas 4: 6.

Ese “espíritu de hijo” significa que viene con un código, una información encriptada. Cuando Dios pone en los creyentes “el espíritu del hijo” es cuando somos “ADOPTADOS”, y entramos a ser partes de la familia de Dios: nos convertimos en embriones espirituales: hijos de Dios en estado de gestación. Ese estado se completará el día de la resurrección, o cuando Jesús regrese y seamos transformados “en un abrir y cerrar de ojos” en seres con cuerpos incorruptibles e inmortales: HIJOS DE DIOS NACIDOS DEL ESPÍRITU.

Lo que quiere decir que el mismo señor Jesucristo, de manera espiritual, es nuestro consolador; palabra que viene del griego parakletos; la cual se traduce como consolador, ayudante, intercesor y abogado: es por eso que encontramos este pasaje que afirma que cristo es nuestro abogado o parakletos, leámoslo:

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado (parakletos) tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo,’’ (1 juan 2: 1).

También cristo es nuestro intercesor o parakletos, leámoslo:

“Porque hay un Dios y un intercesor (parakletos) entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,’’ (1 Timoteo 2: 5).

Jesucristo es nuestro “PARAKLETOS” por el hecho de que Jesús es nuestro sumo sacerdote: el que intercede ante Dios por todos los creyentes, usando como pago ante el juez justo los mismos méritos y el sacrificio hecho en el madero de tormento, en el cual Jesús dió su vida para hacer remisión de pecados y librar a aquellos que creerían en El. Jesús es clemente y misericordioso porque conoce nuestra condición humana. Vamos a leerlo:

Hechos 4:14-15: “Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado”.

Entonces, sabiendo ya que “EL OTRO CONSOLADOR” (parakletos) es el mismo señor Jesucristo (el espíritu de cristo), podemos resueltamente hacer este evidente resumen:

En Juan 14:20-21 encontramos que: Cuando recibimos el sello del espíritu santo, llega a nosotros el conocimiento de la verdad: ¿Cual verdad?, pues como dijimos anteriormente, recibimos la siguiente verdad: que tanto el Dios padre, como también Jesucristo, como también los verdaderos creyentes: todos están unidos en un mismo espíritu:

*El padre está en Jesucristo.

*Jesucristo está en su Padre.

*Nosotros estamos en Jesucristo.

*Jesucristo está en nosotros.

*Al tener los mandamientos de Jesucristo y guardarlos (obedecerlos, practicarlos), demostramos que amamos a Jesucristo.

*Al amar a Jesucristo, somos amados por el Dios Padre.

*Al ser amados por el Dios Padre; somos amados por Jesucristo.

*Al ser amados por el Dios Padre y por Jesucristo; es Jesucristo quien se manifiesta en nosotros.

*Jesucristo se manifiesta en nosotros en forma espiritual, y eso es conocido como paracletos, es decir: EL OTRO CONSOLADOR O ESPÍRITU DE CRISTO.

*Al manifestarse Jesucristo en nosotros, automáticamente también se manifiesta el Dios Padre. En otras palabras, el espíritu santo es la manifestación espiritual de los dos Dioses: EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO.

El señor Jesucristo se hace tan vivo dentro a la vida de los verdaderos creyentes, que se produce una unidad perfecta, a tal punto que ese creyente refleja la vida espiritual de su señor, vamos a leerlo:

1 corintios 6:17: “Pero el que se une al Señor, es un espíritu con Él.”

Entonces ese espíritu santo (poder del altísimo) viene a ser un sello, algo que Dios el padre y el señor Jesucristo ponen en los creyentes para identificarlos como propiedad de Dios, vamos a leerlo:

2 corintios 1:22: “quien también nos selló y nos dio el Espíritu en nuestro corazón como garantía.”

Es por esta razón que en los saludos y despedidas de las epístolas escritas por los apóstoles siempre se afirman que son el padre celestial y el señor Jesucristo (dos personas divinas literales) los únicos que guardan a los creyentes derramando en ellos “GRACIA Y PAZ”, la combinación de consolación que el creyente necesita, ya que, evidentemente, LA GRACIA DE LA SALVACIÓN proviene del Dios padre (Tito 2: 11), y quien nos guarda en COMPLETA PAZ es el señor Jesucristo (Juan 14: 27), vamos a leerlo:

Romanos 1: 7 “a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

1 corintios 1: 3 “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

Gálatas 1: 2-3: y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo.”

Efesios 6: 23 “Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo.”

¿Qué mayor consuelo que llegar a ese conocimiento por el cual sabemos que el Dios supremo y su hijo Jesucristo están en nosotros?

Mateo 10:40: “El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al padre que me envió.”

 (sobre el tema de “EL OTRO CONSOLADOR O PARAKLETOS”, aquí les dejo un enlace que los llevara a un excelente estudio sobre este tema:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2022/02/parte-12-capitulo-8-jesucristo-en.html)

para ir concluyendo esta parte, tenemos que responder la siguiente pregunta: ¿Por qué es tan importante el conocer y entender que solamente dos personas divinas (el padre y el hijo) son quienes vienen a habitar en los creyentes a través de ese “poder” llamado “espíritu santo”?

la respuesta bíblica es de una importancia vital y transcendental, ya que de ello depende la vida eterna, vamos a leerlo:

El señor Jesús dice: ‟y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti: el único Dios verdadero, y a Yahshua, el cristo; al cual tú has enviado” (Juan 17: 3).

Ahí lo tienen bien claro: la vida eterna consiste en creer en dos personas divinas literales los cuales son “EL PADRE Y EL HIJO”: el padre celestial es el Dios supremo, y Jesucristo es el medio que ese Dios supremo usa para llevar la salvación a sus escogidos. No existe absolutamente nada en la biblia que diga que la salvación depende en conocer “AL DIOS TRINO”, como falsamente enseña la gran ramera católica romana, como tampoco nada en la biblia dice que debemos de creer en un dios solitario que se hace pasar por su propio hijo, como creen los unicitarios. La verdad bíblica enseña a los verdaderos cristianos que nuestra salvación depende exclusivamente en conocer la doctrina principal de la fe cristiana, que es la doctrina de “EL PADRE Y EL HIJO”, tal y como lo dice el apóstol Juan en el siguiente pasaje:

‟Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al PADRE Y EL HIJO. Si alguno viene a vosotros, Y NO TRAE ESTA DOCTRINA, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! porque el que le dice bienvenido participa en sus malas obras” (2 Juan 9-10).

Como podemos ver en este pasaje, el apóstol Juan dice de forma textual que la verdadera doctrina de Cristo es LA CREENCIA EN EL PADRE Y EL HIJO, y nos advierte diciendo que SI ALGUIEN VIENE A NOSOTROS CON UNA DOCTRINA DIFERENTE A LA CREENCIA EN EL PADRE Y EL HIJO NO LO RECIBAMOS NI LE DIGAMOS BIENVENIDOS. ¿Cómo podemos darle la bienvenida al dios trino compuesto por una ficticia tercera persona inexistente?

Con esa doctrina aberrante del dios trino, los lacayos de la gran ramera católica romana han creado a un ser monstruoso, una abominación, ya que ellos definen a su dios trino asegurando que “TRES PERSONAS DIVINAS” componen “UN SOLO DIOS TRINO”; es decir: “TRES PERSONAS EMBUTIDOS EN UN SOLO SER”, dando esto como resultado una especie de dios siamés, como vemos en la siguiente imagen:


El credo católico trinitario de Atanasio define exactamente a tres dioses o personas divinas fusionados en un solo Dios, como vemos en esa imagen. El credo trinitario de Atanasio lo vamos a refutar más adelante, en el capítulo 4 del presente libro. Tal abominación no existe en las sagradas escrituras, ya que (como hemos analizado) la orden bíblica es simplemente reconocer a dos personas di
vinas (el padre y el hijo), los cuales son personas literales y separadas en personalidad, y no un dios fusionado. Simplemente el padre y el hijo están unidos en un mismo espíritu, en un mismo propósito; pero no unidos de manera corporal. Tal abominación no existe en las sagradas escrituras, ya que (como hemos analizado) la orden bíblica es simplemente reconocer a dos personas divinas (el padre y el hijo), los cuales son personas literales y separadas en personalidad, y no un dios fusionado. Simplemente el padre y el hijo están unidos en un mismo espíritu, en un mismo propósito; pero no unidos de manera corporal formandouna sola deidad”.

Esto también lo confirma el apóstol Pablo en el siguiente pasaje:

1 corintios 8:6 “para nosotros, sin embargo, hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”

Mas claro imposible: lo que enseña la biblia es que debemos de creer EN EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO, con solo creer eso, ya tenemos asegurada la salvación, vamos a leer lo que dice el mismo señor Jesucristo:

“no se turbe vuestro corazón
creéis en Dios (el padre); creed también en mi (el hijo) (Juan 14: 1).

Si el señor Jesucristo hubiera sido trinitario, en ese pasaje de Juan 14: 1 hubiera dicho:
“no se turbe vuestro corazón: crean en el dios trino, crean que soy la segunda persona del dios trino, y crean que el espíritu santo es la tercera persona del dios trino”.

Por eso el diablo, a través de doctrinas de demonios implantadas en la cristiandad apostata, ha pretendido manipular todo el tema del espíritu santo, tratando de “CONVERTIR” al espíritu de Dios en una supuesta “TERCERA PERSONA DE UN DIOS TRINO”; doctrina aberrante inventada por los lacayos de la gran ramera católica romana. En el capitulo 4 del presente libro vamos a desenmascarar todas las perversiones satánicas en torno al tema de “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”, con datos bíblicos y también con datos históricos.

Ya sabemos bien claro que la salvación depende de creer en dos personas divinas (el padre y el hijo), y esas dos personas divinas habitan en los verdaderos creyentes a través de ese “PODER” llamado “espíritu santo”.

 Capítulo 7: EL PADRE CELESTIAL ES EL DIOS “ÚNICO”; Y TAMBIÉN ES “EL DIOS DE DIOSES”: DOCTRINA HENOTEÍSTA. por Alexander Gell:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2021/04/capitulo-7-el-padre-celestial-es-el.html

PARTE 9. CAPITULO 6: EL SEÑOR JESUCRISTO ES “UN DIOS”:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2022/02/parte-9-capitulo-6-el-senor-jesucristo.html

 

 


EL “ALMA DE DIOS” Y “EL ESPÍRITU SANTO” SON PERSONIFICADOS; PERO EN REALIDAD NO SON PERSONAS.

 

Las sagradas escrituras fueron inspiradas por Dios, según 2 Timoteo 3:16-17 y 2 Pedro 1:20-21, y cuenta con un riquísimo lenguaje literario donde se usa la poesía, historias dictadas en forma de parábolas, lenguaje retórico, simbolismos, y (claro está) la “PROSOPOPEYA” (personificación). Vamos directamente al diccionario y veamos el significado de ese lenguaje literario conocido como prosopopeya:

Wikipedia dice: “La personificación o prosopopeya (del griego πρόσωπον 'rostro' y ποιέω 'hacer') es un tipo de metáfora ontológica y una figura de estilo que consiste en atribuir propiedades humanas a un animal o a un objeto (sea concreto o abstracto), al cual se hace hablar, actuar o reaccionar como una persona.”

Tenemos entonces que el lenguaje de personificación o prosopopeya es dar “PERSONALIDAD” a cosas que en realidad NO SON PERSONAS. La Wikipedia pone unos ejemplos de prosopopeyas, como les muestro aquí:

1. "La gente disfrutaba y el Sol sonreía" (aquí el lenguaje prosopopeya hace del sol como si fuera una persona que sonríe).

2. "Las estrellas nos miraban mientras la ciudad sonreía" (aquí las estrellas, como si fueran personas, tienen ojos para ver, y la ciudad es como una persona que tiene boca y sonríe).

3. "El tren tose asmáticamente por la ladera". (aquí se personifica al tren, y el ruido producido por éste como si fuera el sonido de una persona enferma cuando tose asmáticamente).

Como podemos ver, el lenguaje literario de personificación o prosopopeya, hace que cosas que no son personas, queden vistas como si fueran personas, como que el sol sonríe, las estrellas miran, y el tren tose, etc. Es un lenguaje poético ilustrativo muy usado en todo tipo de literatura. Las sagradas escrituras no es la excepción; todo lo contrario: las sagradas escrituras es un conjunto de libros muy ricos en lenguaje simbólico, parábolas y personificaciones (prosopopeya).

Veamos unos ejemplos:

1: Las piedras “pueden hablar”: “Él, respondiendo, les dijo: Os digo que, si estos callaran, las piedras clamarían.” Lucas 19:40.

2: Los montes tienen ojos y se asustan, y el abismo habla y levanta las manos: “Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz, a lo alto alzó sus manos.” Habacuc 3:10.

3: La sangre es como una persona que clama: “Y Él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Genesis 4: 10.

4: Los montes y colinas pueden dar gritos de júbilo, y los árboles pueden aplaudir: “Porque con alegría saldréis, y con paz seréis conducidos; los montes y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo delante de vosotros, y todos los árboles del campo batirán palmas.” Isaías 55:12.

Repito: las sagradas escrituras están llena de este tipo de lenguajes de personificación o prosopopeya, y usándose ese tipo de estilo literario se le da personalidad a cosas que no son personas. Este tipo de lenguajes también se les aplica a dos cosas que NO SON PERSONAS, pero se le hace ver (en ciertos pasajes bíblicos) como si tuvieran personalidad: me refiero a “EL ALMA DE DIOS” y “EL ESPÍRITU SANTO”.

En varios pasajes bíblicos se hace ver a “EL ALMA DE DIOS” como si fuera una persona que puede actuar o sentir aparte del Dios padre. Varios textos donde se usa el lenguaje prosopopeya el “ALMA” de Dios se dice que tiene emociones y acciones, como amar, odiar, recordar, puede alejarse, puede abandonar a alguien, etc. Bien sabemos que el alma de Dios no es una persona aparte del Dios padre, sino que el alma de Dios viene a ser “la vida” completa del Dios padre, ya que el Dios padre es un ser vivo o alma viviente. Lo mismo sucede con el espíritu de Dios, en ciertos pasajes bíblicos se personifica el espíritu santo, y se le dan atributos y acciones como si fuera una persona, como si se contristara, como si hablara, como si se entristeciera, como si ordenara, etc. Pero bien sabemos que el espíritu santo no es una persona, sino que es “EL PODER” de Dios, una energía que eternamente emana del Dios padre, y con esa energía Dios se conecta con toda la creación, por lo cual el espíritu santo no es una supuesta persona divina aparte del Dios padre, como bien ya hemos demostrado en los dos anteriores capítulos del presente libro.

Los apoyadores de la doctrina trinitaria aseguran que “EL ESPÍRITU SANTO” es “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”, y precisamente para intentar sostener esa doctrina de demonios, usan aquellos pasajes bíblicos en los cuales se aplica el lenguaje de personificación o prosopopeya al espíritu santo, obviando que también el alma de Dios es personificada en la biblia. Si los trinitarios aseguran que Dios es “trino”, es decir: “tres personas embutidas en uno”, porque en algunos pasajes al espíritu santo se le aplica algún tipo de personalidad, pues ahora deberían afirmar que Dios debe ser “cuatruple”, es decir: “4 personas embutidas en una”, ya que también al alma de Dios se le da personalidad en algunos pasajes de la biblia. Los trinitarios dicen que la trinidad está compuesta por tres personas, a saber: el padre, el hijo, y el espíritu santo; tres personas embutidas en una, porque ellos aseguran que el espíritu santo es “TAN PERSONA LITERAL”, como lo son el padre celestial y su hijo Jesucristo, ya que (repito) en ciertos pasajes bíblicos se personifica al espíritu de Dios. Si tomamos ese razonamiento, entonces vamos ahora obligatoriamente a creer que en realidad Dios es “CUATRUPLE”, es decir: cuatro personas embutidas en uno, a saber: el padre, el hijo, el espíritu santo y el alma de Dios, ya que el alma de Dios también es personificada en algunos pasajes de la biblia.

Vamos a ir al paralelismo, vamos a poner un pasaje bíblico donde al “ALMA DE DIOS” se le personifique, y luego lo compararemos con un pasaje similar donde se personifique al “espíritu santo”. Vamos a ver como “EL ALMA DE DIOS SE HASTÍA”, como también el espíritu santo “SE CONTRISTA”.

El Alma de Dios se hastía: Ezequiel 23:18: “Así practicó abiertamente su prostitución y descubrió su desnudez, por lo cual mi alma se hastió de ella, como mi alma se había hastiado de su hermana.”

Fíjense bien como el pasaje hace una personificación del alma de Dios, como si fuera una persona que se hastía por los pecados cometidos por el pueblo de Israel, y lo repite dos veces. Hastiarse por el pecado es exactamente lo mismo que contristarse por el pecado. Ahora vamos a leer dos pasajes en los cuales el espíritu santo es como si fuera una persona que se contrista y se venga:

Isaías 63: 10: “Mas ellos se rebelaron y contristaron su santo Espíritu; por lo cual Él se convirtió en su enemigo y peleó contra ellos.”

Efesios 4:30: “Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”

Como podemos ver, la biblia personifica al espíritu santo, y lo hace ver como si fuera una persona que se contrista, del mismo modo también la biblia personifica a “EL ALMA” de Dios y lo hace ver como si fuera una persona que se hastía. En ese pasaje de Isaías 63: 10 que citamos anteriormente leíamos que los israelitas contristaron el espíritu de Dios con sus rebeliones, y por eso el pasaje da a entender como que el mismo espíritu santo se convirtió en “ENEMIGO” y “PELEÓ” contra ellos. Del mismo modo también encontramos pasajes bíblicos en los cuales el alma de Dios es personificada y actúa como una persona que “SE VENGA” y hasta “SE ALEJA”, vamos a leerlo:

Jeremías 5:9: “¿No habré de castigar por esto?, dice Yahveh. ¿No tomará venganza mi alma de una nación como ésta?”

Jeremías 6:8: “Corrígete, oh Jerusalén, no sea que mi alma se aparte de ti…”

Fíjense en esos dos pasajes que hemos citados, como el alma de Dios es personificada de tal forma, que parece una persona que “TOMA DECISIONES”, pues puede “VENGARSE” y hasta puede decidir “ALEJARSE”. Y así podemos continuar dando un gran número de pasajes bíblicos en los cuales el alma de Dios es personificada, del mismo modo que también el espíritu santo es personificado. Pero sabemos bien claro que el alma de Dios no es una persona aparte del Dios padre, sino que es “LA VIDA” interna del mismo Dios padre, ya que el Dios padre de forma completa es “UN ALMA O SER VIVIENTE”. Del mismo modo sabemos que el espíritu santo no es una persona, sino que es literalmente “EL PODER DE DIOS”.

La personificación, o lenguaje de prosopopeya, hace del alma de Dios como si fuera una persona que recuerda. Bien sabemos que solamente las personas inteligentes, que tienen razonamiento, pueden recordar cosas, vamos a leerlo:

Lamentaciones 3:20: “Lo recordará ciertamente mi alma, y será abatida dentro de mí.”

El alma de Dios es personificada como si fuera una persona que expresa sentimientos, como el amor o el odio, vamos a leerlo:

Salmo 11:5: “Yahveh mismo examina al justo, así como al inicuo, y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia.

Jeremías: 12:7: “He abandonado mi casa, he desamparado mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en mano de sus enemigos.”

Proverbios 6:16 “Hay seis cosas que Yahveh de veras odia; sí, siete son cosas detestables a su alma.”

Incluso el alma de Dios es como una persona que siente complacencia, vamos a leerlo:

Isaías 42:1: "He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi alma.”

Además, el alma de Dios es como una “PERSONA” por la cual Dios puede jurar:

Amos 6:8: “El Señor Yahveh ha jurado por su alma.”

Vamos un poco más lejos. También el alma humana es personificada en la biblia. En el siguiente pasaje encontramos al salmista dándole una orden a su alma, como si el alma fuera una persona a la cual se le puede dar órdenes, vamos a leerlo:

Salmos 62:5: “Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de El viene mi esperanza.”

Debemos entender que “alma humana” viene a ser “el ser vivo completo”, y no una persona aparte; por lo cual el salmista (de forma retórica) se está hablando a sí mismo.

En el siguiente pasaje el salmista le hace preguntas al alma, como si el alma fuera una persona a la cual se le puede hacer preguntas; esto nuevamente es conocido comoLENGUAJES RETÓRICO”, vamos a leerlo:

Salmos 42:5,11: “¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?”

En este caso “el alma” a la cual se refiere el salmista es a su propia “VIDA”, ya que el “alma” es literalmente el ser vivo completo, por lo cual el salmista le esta preguntando (de forma poética y retórica) a su propia vida.

Incluso el mismísimo señor Jesucristo personificó su propia alma, diciendo que su alma sentía angustia o aflicción, vamos a leerlo:

Marcos 14:34: “Y les dijo: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad.”

Aquí el señor Jesucristo no se esta refiriendo a que su “alma” es una especie de “persona aparte”, la cual esta afligida, sino que en realidad se refiere a sí mismo, que todo su ser esta afligido porque sabe que va a morir.

Del mismo modo, también el espíritu del ser humano es personificado en la biblia, y dice que ese espíritu puede regocijarse, vamos a leerlo:

Lucas 1:47: “y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.”

En este caso el “espíritu” no se refiere a una persona aparte, sino que se refiere al intelecto, ya que la sabiduría está en el espíritu (Job 32:8) , que es la energía vital, o soplo de Dios; una energía interna que tiene todo ser humano, y es el asiento de la inteligencia, por lo cual María esta clamando que “su intelecto, inteligencia y fuerza vital” se regocija en Dios. 

Entonces tenemos que el lenguaje de prosopopeya o personificación hace que el alma de Dios se vea como si fuera una persona literal que puede “TOMAR DECISIONES”, puede “TENER SENTIMIENTOS”, y puede tener “RAZONAMIENTO”, e incluso puede “RECORDAR”; pero bien sabemos que el alma de Dios no es una “PERSONA” aparte del Dios padre, sino que es Dios mismo quien siente estas cosas en “SU ALMA”, es decir: en “SU SER O VIDA”. Lo mismo sucede con el espíritu santo, en varios pasajes de la biblia se le personifica, y se le hace ver como si fuera una persona que “PIENSA”, que “TIENE SENTIMIENTO”, que “TOMA DECISIONES”, pero en realidad el espíritu santo no es una persona, sino que es Dios mismo quien hace estas cosas “A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU O PODER”. Por lo tanto, aquí queda desenmascarada la postura satánica de los trinitarios, ya que es imposible que Dios sea un ser trino, ya que el espíritu santo no es ninguna “tercera persona de la trinidad”, aunque en la biblia se personifique al espíritu de Dios; del mismo modo que “EL ALMA” de Dios no es una persona aparte, aunque en la biblia en varios pasajes se personifique el alma de Dios.

Ahora vamos a pasar directamente a desenmascarar los pasajes biblicos que los trinitarios pervierten para intentar apoyar su doctrina antibíblica de que el espíritu santo es “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.


VERSÍCULOS QUE LOS TRINITARIOS PERVIERTEN PARA ASEGURAR QUE EL ESPÍRITU SANTO ES “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”

En esta parte lo que vamos a hacer es entrar a una página oficial del catolicismo romano, en el cual los “teólogos” católicos definen (a su manera trinitaria) lo que es el espíritu santo, identificando al espíritu santo como si fuera “la tercera persona del dios trino”. De esa página vamos a ir extrayendo algunos párrafos e insertándolos aquí, para inmediatamente refutarlos, y demostrar que el espíritu santo no es ninguna “tercera persona del dios trino”. Mayormente los pasajes usados por esos “teólogos” trinitarios católicos (y también los teólogos protestantes o evangélicos retuercen la biblia de esa forma) lo que hacen es tomar aquellos pasajes bíblicos en los cuales, usándose el lenguaje literario de “prosopopeya o personificación”, la biblia personifica al espíritu de Dios; pero ya sabemos que el lenguajes de personificación o prosopopeya no es válido para afirmar que el espíritu santo sea literalmente una persona divina, ya que las sagradas escrituras definen al espíritu de Dios de forma concreta y literal como un poder o energía que procede, en primer lugar, del padre celestial, y también del señor Jesucristo, como bien lo hemos analizados en los capítulos 1 y 2 del presente libro.

Aquí paso a insertar la wiki católica, que es la página global y oficial del catolicismo romano, es su biblioteca y diccionario mundial:

https://ec.aciprensa.com/wiki/Esp%C3%ADritu_Santo

En esta parte de la wiki católica es donde se habla sobre el espíritu santo, y (como dije anteriormente), vamos a ir tomando algunos párrafos de esa página para refutarlo, y de ese modo vamos a demostrar que el espíritu santo no es ninguna “tercera persona del dios trino”.

Veamos que dice la wiki católica, hablando sobre el espíritu santo, precisamente en su primer párrafo, y comencemos a ver como inmediatamente lo primero que hacen esos “teólogos” de la gran ramera católica romana es asocial al espíritu santo con la supuesta “tercera persona del dios trino”:

La doctrina de la Iglesia Católica relativa al Espíritu Santo forma parte integral de su enseñanza sobre el misterio de la Santísima Trinidad, de la cual San Agustín (De Trin., I, III, 5) hablando con timidez dice: "En ningún otro tema, es tan grande el peligro de errar, o tan difícil el progreso, o tan apreciable el fruto de un estudio cuidadoso". Los puntos esenciales del dogma se pueden resumir en las siguientes proposiciones:

El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.

Como Persona, aunque realmente distinta del Padre y del Hijo, es también consustancial con ellos; siendo Dios como ellos, posee con ellos una y misma naturaleza o Esencia Divina.

Procede, no por generación, sino por espiración del Padre y del Hijo juntos, como de un único principio.

Esa es la creencia que la fe católica requiere.

 

Noten por ustedes mismos como empieza la enseñanza de estos católicos romanos con el tema del espíritu santo, ellos dicen: “La doctrina de la Iglesia Católica relativa al Espíritu Santo forma parte integral de su enseñanza sobre el misterio de la Santísima Trinidad”; y yo pregunto: ¿en qué parte de la biblia se explica que la creencia en el espíritu santo está ligado de forma integral a una supuesta doctrina conocida como “EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD”?; jamás he encontrado tal cosa en ninguna de los miles de páginas de las sagradas escrituras, todo lo contrario, el mismo señor Jesucristo, en juan 17: 3, dice bien claro que la salvación de los creyentes depende exclusivamente en creer en “DOS PERSONAS DIVINAS (EL PADRE Y EL HIJO), y además en 2 Juan 9-11, se dice bien claro que la única doctrina cristiana que es fundamental es solamente la doctrina de “EL PADRE Y EL HIJO”: cualquier otra doctrina queda descartada, vamos a leer el pasaje:

‟Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al PADRE Y EL HIJO. Si alguno viene a vosotros, Y NO TRAE ESTA DOCTRINA, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! porque el que le dice bienvenido participa en sus malas obras” (2 Juan 9-10).

nuestro señor Jesucristo certifica que creer solamente en el padre y el hijo es la doctrina que nos da la vida eterna, leámoslo:

‟y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti: el único Dios verdadero, y a Yahshua, el cristo; al cual tú has enviado‟‟ (Juan 17: 3).

 “no se turbe vuestro corazón: creéis en Dios; creed también en mi” (Juan 14: 1).

Por lo tanto; no existe absolutamente nada en las sagradas escrituras que siquiera pueda insinuar que la creencia en el espíritu santo esté asociado a una doctrina conocida como Trinitarismo, ya que no existe nada en la biblia que diga que el espíritu santo sea la supuesta “tercera persona del dios trino”.

Luego en ese párrafo católico se menciona a un tal “San Agustín”, el cual defiende la doctrina trinitaria, de “tres personas divinas embutidas en una sola esencia divina”, y luego ese párrafo católico dice resueltamente que una parte importante en del dogma trinitario es que “El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad”; y yo continúo preguntando ¿en qué parte de la biblia se dice textualmente que “El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.”? Y una pregunta muy importante: ¿por qué estos teólogos del catolicismo romanos prefieren mencionar a un tal “san Agustín” en vez de citar a quienes pusieron el cimiento doctrinal de la iglesia: los apóstoles de Jesucristo del nuevo testamento?. Teólogos de la iglesia católica como este “san Agustín” son los que afirman que “El Espíritu Santo es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad”; pero los apóstoles del nuevo testamento nunca dijeron eso, todo lo contrario: los apóstoles del nuevo testamento dicen literalmente que el espíritu santo es “EL PODER DE DIOS”, vamos a leerlo:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

"Y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, la cual Dios la desplegó en Jesucristo, resucitándolo de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales." (Efe.1:19-20).

Luego ese párrafo editado por los trinitarios católicos romanos, refiriéndose al espíritu santo, dice: “Como Persona, aunque realmente distinta del Padre y del Hijo, es también consustancial con ellos; siendo Dios como ellos, posee con ellos una y misma naturaleza o Esencia Divina.” Vamos a continuar preguntando: ¿dónde dice la biblia que el espíritu santo es “una persona” y a la vez “distinta del padre y el hijo”?, además; ¿Dónde dice la biblia que el espíritu santo es “Dios” juntamente con “el padre y el hijo”?; ¿Por qué esos “teólogos” trinitarios de la gran ramera católica romana no citan pasajes bíblicos que expliquen esas afirmaciones de forma textual y literal?

Ahora fíjense en la parte concluyente del párrafo, ahí dice lo siguiente: “Esa es la creencia que la fe católica requiere.”.

Esa creencia de que el espíritu santo es la supuesta “tercera persona del dios trino” es algo que lo requiere la religión católica romana, pero ¿en qué parte de la biblia Jesús o sus apóstoles dijeron que esa es una creencia requerida en el cristianismo?. Lo que en realidad enseñan textualmente los apóstoles es lo siguiente:

“Para nosotros, sin embargo, hay un Dios: el padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un señor: Yahshua el cristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.” 1Corintios 8: 5-6.).

El apóstol Pablo enseña que “PARA NOSOTROS” los cristianos existe “UN DIOS” identificado como “EL PADRE CELESTIAL”, de quien procede todas las cosas, es decir: TODO EXISTE POR LA VOLUNTAD DE ESE DIOS. Luego dice el texto: “Y UN SEÑOR JESUCRISTO”, por “MEDIO” del cual somos nosotros los cristianos. Siempre los apóstoles enseñan que a los cristianos solo les basta entender que existen esas dos personas divinas: EL PADRE Y EL HIJO. Ningún apóstol bíblico enseñó jamás sobre la existencia de “UN MISTERIOSO DIOS TRINO”, y mucho menos sobre la supuesta “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.

Sin embargo los teólogos de la gran ramera católica romana llegan al colmo de plasmar en su dogma trinitario de Atanasio, que es fundamental creer en el supuesto dios trino para poder lograr la salvación; declaración aberrante que no cuenta con ninguna base bíblica, ya que sabemos cómo el mismísimo señor Jesucristo enseña en Juan 17: 3 que la salvación solo depende en “CONOCER” a dos personas divinas: “EL PADRE Y EL HIJO”, mientras que también el mismísimo señor Jesucristo enseña que el espíritu santo es literalmente “EL PODER DE LO ALTO”, lo pueden leer en Lucas 24:49.

Muchas partes de esa página católica romana en la cual se enseña que el espíritu santo es la supuesta “tercera persona del dios trino”, no solo retuerce de forma fraudulenta los pasajes bíblicos, sino que también manipula la historia de los tres primeros siglos de la iglesia para asegurar que los primeros cristianos de esos tiempos eran “trinitarios”, esa parte histórica la vamos a desenmascarar en el capítulo 4 del presente libro, el cual lleva el siguiente título:

4: procedencia satánica de “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.

En esta parte lo que vamos a hacer, como dije anteriormente, es traer algunos párrafos de esa página de teólogos católicos romanos donde ellos pervierten pasajes bíblicos dándoles una interpretación retorcida para poder sostener la idea antibíblica de que el espíritu santo es una supuesta “tercera persona de un dios trino”.

En esta parte me saltaré el tema de “EL OTRO CONSOLADOR (PARAKLETOS en griego)”, ya que ese tema lo tratamos extensamente en el capítulo anterior del presente libro, en el cual demostramos que “el otro consolador o paracletos” es el mismo señor Jesucristo quien, después de resucitar y subir al cielo, regresó nuevamente a habitar en los creyentes a través del “espíritu del hijo” (Gálatas 4: 6): ahí desenmascaramos esa falsa doctrina de los trinitarios, donde ellos afirman que “el otro consolador” es la supuesta “tercera persona del dios trino”. Lo que sucede en esos pasajes de Juan 14 y Juan 16 es que el escritor del evangelio personifica al espíritu santo usándose el lenguaje literario llamado prosopopeya; pero sabemos que el espíritu santo no es una persona divina, sino que es literalmente “el poder de Dios”.

De todos modos, aquí les dejaré un enlace a un estudio donde queda totalmente demostrado que “el otro consolador” no es ninguna “tercera persona de un dios trino”, sino que ese otro consolador o paracletos es el mismo señor Jesucristo:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2022/02/parte-12-capitulo-8-jesucristo-en.html

Dicho esto, pasemos ahora a refutar el primer párrafo de esa página católica romano, donde retuercen pasajes bíblicos para enseñar la doctrina satánica de que el espíritu santo es “la tercera persona del dios trino”.

Muchos otros textos declaran bastante claramente que el Espíritu Santo es una persona, una persona distinta del Padre y del Hijo, y sin embargo, un solo Dios con ellos. En varios lugares, San Pablo habla de Él como si estuviera hablando de Dios. En los Hch. 28,25 les dice a los judíos: "Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías"; ahora bien, la profecía que aparece en los próximos dos versículos está tomada de Is. 6,9-10 donde es puesta en boca del "Rey el Señor de los Ejércitos”.

Lo primero que dice este párrafo es la siguiente declaración mentirosa y antibíblica: “Muchos otros textos declaran bastante claramente que el Espíritu Santo es una persona, una persona distinta del Padre y del Hijo, y sin embargo, un solo Dios con ellos.”

Les aseguro que no existe en la biblia ni un solo pasaje bíblico que certifique tal mentira aberrante: no hay pasaje que diga de forma textual que el espíritu santo es una supuesta “persona”, y mucho menos que diga que es una supuesta persona “distinta” al padre y el hijo: estas son simples declaraciones fanfarronas de estos mentirosos teólogos de la gran ramera católica romana, los cuales no cuentan con ningún texto bíblico que explique esas afirmaciones de forma literal. Tampoco jamás vamos a encontrar en la biblia algún pasaje que diga textualmente que el espíritu santo es “un dios junto al padre y el hijo”. Como podemos ver estos “maestros” trinitarios solo saben lanza al aire fórmulas e ideas que no existen en ninguna parte de los miles de páginas de las sagradas escrituras; sin embargo, de forma fanfarrona y jactanciosa, ellos aseguran que “Muchos otros textos declaran bastante claramente que el Espíritu Santo es una persona, una persona distinta del Padre y del Hijo, y sin embargo, un solo Dios con ellos”.

En este párrafo los “teólogos” católicos romanos citan ese pasaje de hechos 28: 25, donde el apóstol Pablo dice: "Con razón habló el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías"; de esta manera esos trinitarios quieren dar a entender que quien está hablando es “la tercera persona del dios trino”. Y es que estos católicos romanos trinitarios, al igual que los teólogos trinitarios protestantes evangélicos, no entiende que es el mismo Dios padre el que, a través de su espíritu santo, habla a los profetas; es decir: Dios pone en los profetas ese poder llamado espíritu santo, de este modo el profeta queda conectado a Dios, entonces a través de ese poder llamado espíritu santo Dios hace que el profeta “profetice”, de este modo: Dios les da la revelación a los profetas a través de ese poder llamado espíritu santo. Vamos a confirmar esto en el siguiente pasaje:

2 Pedro 1:21: “pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por medio del Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.

Ahí está bien claro, quien en realidad habla a través de ese poder llamado espíritu santo es realmente el Dios padre; lo que sucede en ese pasaje de hechos 28: 25 el escritor (Lucas) hiso una personificación al espíritu de Dios, eso se conoce como el lenguaje literario prosopopeya, y pone como si fuera el espíritu santo quien hablara. Ahora ¿Cómo podemos conocer de forma literal y textual que en realidad fue el Dios padre quien pronunció esas palabras?, muy sencillo: esas palabras que pronunció el apóstol Pablo en hechos 28: 25 se encuentran en realidad en Isaías capítulo 6, vamos a leer ese pasaje desde el antiguo testamento y nos daremos cuenta que quien en realidad pronunció esas palabras fue Yahveh, es decir: el Dios padre, leámoslo:

Isaías 6: 8-10: “Entonces oí la voz de Yahveh, que decía: «¿A quién voy a enviar? ¿Quién será nuestro mensajero?», Yo respondí: «Aquí estoy yo, envíame a mí.» Y él me dijo: «Anda y dile a este pueblo lo siguiente: “Por más que escuchen, no entenderán; por más que miren, no comprenderán.” Entorpece la mente de este pueblo; tápales los oídos y cúbreles los ojos para que no puedan ver ni oír, ni puedan entender, para que no se vuelvan a mí y yo no los sane.»

Como podemos ver esa sentencia fue pronunciada directamente por Yahveh, es decir: el Dios supremo, el padre celestial, y no por una supuesta “tercera persona del dios trino”. Esa sentencia se refiere a la terquedad que siempre mostraron los lideres del pueblo de Israel, y también muchos del pueblo, que eran renuentes para obedecer las órdenes de Dios; y para aquellos del pueblo que endurecían el corazón, entonces Dios los castigaba dándoles un espíritu de estupor, tal y como dicen los siguientes pasajes:

Romanos 11:8: “tal como está escrito: Dios les dio un espíritu de estupor, ojos con que no ven y oídos con que no oyen, hasta el día de hoy.

Deuteronomio 29:4: “Pero hasta el día de hoy Yahveh no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír.

Como podemos ver en estos pasajes paralelos esa sentencia las pronunció el Dios padre, Yahveh de los ejércitos. Como el apóstol Pablo sabia claramente que Dios mismo es quien “HABLA A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU A LOS PROFETAS”, lo que hiso el apóstol en ese pasaje de hechos 28: 25 fue aplicar el lenguaje de personificación o prosopopeya al espíritu santo.

vamos a leer otro pasaje, el cual también usan los trinitarios, sobre todo los evangélicos pentecostales, para enseñar que es la supuesta “tercera persona del dios trino” quien habla, leámoslo:

Hebreos 3: 7-8: “Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, como en el día de la prueba en el desierto”.

¿acaso el espíritu santo es literalmente “una persona” porque estos textos (más otros) dicen que el espíritu santo “HABLA”?. Estas son personificaciones, donde (usándose el lenguaje literario prosopopeya) se dice que el espíritu santo es como una persona que habla; pero en realidad no es el espíritu santo quien habla, sino que es literalmente el Dios padre quien habla A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU.

En todo el antiguo testamento, quien les habló a los profetas fue directamente el Dios padre, vamos a leerlo:

Hebreos 1: 1: “Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas…”

Unas de las formas del Dios padre hablar a sus profetas es a través del espíritu santo, que es el poder a través del cual Dios se conecta con los creyentes, vamos a leerlo:

Nehemías 9:30: “Sin embargo, tú los soportaste por muchos años, y los amonestaste con tu Espíritu por medio de tus profetas, pero no prestaron oído.”

Este pasaje de Nehemías es muy importante comprenderlo, ya que ahí queda bien claro que Dios el padre “amonesta” (habla) al pueblo, a través del espíritu santo que Dios ha puesto en los profetas, por lo tanto, ahora se comprende que, al estar los profetas investidos con ese poder llamado espíritu santo, Dios el padre mismo es quien habla a través de los profetas, ya que esos profetas están conectados al Dios padre por medio de ese poder llamado espíritu santo.

Sabiendo esto, ahora analicemos ese pasaje que citamos anteriormente de hebreos 3: 7-8, donde explica lo siguiente: “como dice el Espíritu Santo: SI OÍS HOY SU VOZ, NO ENDUREZCÁIS VUESTROS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACIÓN, COMO EN EL DIA DE LA PRUEBA EN EL DESIERTO.”

Este pasaje proviene de un salmo del antiguo testamento, y allí veremos que realmente quien está hablando es el mismísimo Dios padre, vamos a leerlo:

Salmo 95: 6-9: “Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Yahveh nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto, cuando vuestros padres me tentaron, me probaron, aunque habían visto mi obra…”

Ahí está: ese pasaje se refiere directamente a Dios el padre: Yahveh, y no a una supuesta “tercera persona de un dios trino”. Veamos que realmente fue lo que sucedió en Meriba y Masah:

Éxodo 17:7: “Y puso a aquel lugar el nombre de Masah y Meriba, por la contienda de los hijos de Israel, y porque tentaron a Yahveh, diciendo: ¿Está el SEÑOR entre nosotros o no?”

Números 20:13: “Aquellas fueron las aguas de Meriba porque los hijos de Israel contendieron contra Yahveh, y El manifestó su santidad entre ellos.”

Fíjense bien en estos ejemplos; el pasaje de hebreos 3: 7-8 dice que fue el espíritu santo quien “habló”, pero el salmo 95, en éxodo 17: 7 y números 20: 13 se dice que quien habló fue el Dios padre: Yahveh.

Los hijos de Israel tentaron Dios, dudando de Él, aún Dios había hecho tantos milagros y maravillas antes los ojos del pueblo, y además tentaron a Dios en Meriba y Masah, por lo cual Dios el padre luego inspiró al salmista a escribir: ““Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Yahveh nuestro Hacedor. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto, cuando vuestros padres me tentaron, me probaron, aunque habían visto mi obra…”, luego ese mismo texto, ya en el nuevo testamento, específicamente en hebreos 3: 7-8, se dice que quien habló fue el espíritu santo. Todo esto es muy sencillo: simplemente Dios usa su poder o espíritu santo para inspirar a los profetas, de este modo es literalmente Dios el padre quien habla a través del espíritu, vamos a leerlo nuevamente:

2 Pedro 1:21: “pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por medio del Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.

Como pueden ustedes ver, es Dios el padre mismo quien habla a través de sus profetas, ya que esos profetas estaban investidos por el poder de Dios, que es el espíritu santo, y es por medio de ese espíritu que Dios pone en la mente y corazón de los profetas lo que ellos tenían que decir o escribir. También a través de ese mismo espíritu Dios el padre les hablaba a los profetas por visiones y sueños, como se confirma en estos dos pasajes:

Números 12:6: “Él dijo: Oíd ahora mis palabras: Si entre vosotros hay profeta, yo, Yahveh, me manifestaré a él en visión. Hablaré con él en sueños.”

Joel 2: 28: “Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones.”

Fíjense bien en esos dos pasajes anteriores que hemos citados, allí se dice explícitamente que el Dios padre, a través de ese poder llamado espíritu santo, es quien habla a los creyentes por medios de sueños y visiones. El espíritu santo es la energía y conducto a través del cual Dios se conecta con los profetas, para que estos profeticen y hablen de parte de Dios. En ninguna parte de la biblia vamos a encontrar que quien habla a través de los profetas sea un supuesto ser llamado “la tercera persona del dios trino”. Cuando en esos pasajes se dice que el espíritu santo “HABLA” es simplemente una personificación, se ha usado el lenguaje de prosopopeya, ya que sabemos que en realidad el espíritu santo no es una persona literal, sino que es el poder o energía que procede o emana del Dios padre, de esta forma es el mismísimo Dios padre quien habla a los profetas POR MEDIO de ese poder llamado espíritu santo.

En el siguiente pasaje se explica bien claro, que es el Dios padre, A TRAVÉS DE SU PODER O ESPÍRITU SANTO, quien pone sus palabras en los creyentes, para que de este modo los creyentes hagan la voluntad del padre celestial:

Proverbios 1:23: “Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.”

Fíjense bien en este pasaje de proverbios 1: 23, allí se explica que el espíritu santo es algo que el Dios padre puede “DERRAMAR” en los creyentes; es imposible que Dios el padre “DERRAME” en los creyentes a un supuesto dios llamado “la tercera persona de un dios trino”, ya que alguien que sea persona no se puede “DERRAMAR” y subdividir entre todos los creyentes del mundo: sin embargo la biblia enseña que Dios el padre y si puede “DERRAMAR” de su espíritu, por la sencilla razón de que ese espíritu no es una persona, sino que es un “PODER”, de este modo, siendo el espíritu santo “UNA FUERZA O ENERGÍA” si puede ser derramado y subdividido entre todos los creyentes del mundo. Es por esa razón que la biblia enseña que Dios “PONE DENTRO” de los creyentes de ese espíritu, y a través de ese espíritu Dios les revela a los creyentes sus estatutos y ordenanzas, vamos a leerlo:

Ezequiel 36:27: “Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.”

Ahora analicemos el paralelismo comparando dos pasajes bíblicos, y verán ustedes como la biblia revela sin ninguna duda que es Dios el padre quien habla “A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU”:

El primer pasaje es el siguiente:

MATEO 10;19-20: “Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.  Porque no sois vosotros los que habláis, sino EL ESPÍRITU DE VUESTRO PADRE que habla en vosotros.”

El otro pasaje es Marcos 13;11, el cual dice:

‟Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino EL ESPÍRITU SANTO”.

Mateo dice EL ESPÍRITU DE VUESTRO PADRE y Marcos dice EL ESPÍRITU SANTO. Entonces tenemos que: “El ESPÍRITU SANTO ES EL ESPÍRITU DE NUESTRO PADRE”; y al Espíritu de nuestro Padre se le da el nombre de Espíritu Santo, nunca es ‟OTRA PERSONA”.

Mas aún: si leemos el pasaje de Marcos 13; 11 en la versión bíblica “Dios habla hoy”, dice de la siguiente manera:

“Y no se preocupen ustedes por lo que hayan de decir cuando los entreguen a las autoridades. En esos momentos digan lo que DIOS LES DE A DECIR, porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo”.

Todo esto demuestra simplemente que el espíritu santo es “el espíritu de nuestro padre”, es decir: Dios es el dueño de su espíritu, y es a través de su espíritu o poder que Dios nos da a nosotros los creyentes la revelación de lo que tenemos que decir; esto es lo que dice el apóstol Pablo en 1 corintios 2: 9-10, leámoslo:

“Más bien, como Está escrito: Cosas que ojo no vio ni Oído Oyó, que ni han surgido en el Corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos la reveló a nosotros por medio de SU ESPÍRITU”.

Repito: Ha quedado bien claro que, cuando la biblia dice que el espíritu santo “habla”, es en realidad una personificación o prosopopeya que se está haciendo del espíritu de Dios, ya que el espíritu de Dios en realidad no es ninguna persona que habla, ya que el espíritu santo es simplemente el poder de Dios, a través del cual el Dios padre da a conocer a los creyentes su palabra y voluntad; literalmente quien habla a través de ese espíritu o poder es el Dios padre, sobre todo en el antiguo testamento, ya que en el nuevo testamento quien habla a través de ese poder llamado espíritu santo, mayormente, es el señor Jesucristo, como lo vamos a demostrar más adelante.

 

 

 

VAYAMOS NUEVAMENTE A LA PÁGINA DE INTERNET CATÓLICA ROMANA Y ANALICEMOS OTRO PÁRRAFO:

En otros lugares usa las palabras Dios y Espíritu Santo como simplemente sinónimos. De este modo, escribe 1 Cor. 3,16: "¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?"; y en 6,19: "¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y que habéis recibido de Dios?"

Observen como se manera satánica y mentirosa estos hijos de la gran ramera católica romana aseguran que en pasajes como 1 corintios 3: 16 y 1 corintios 6:19 se usa “DIOS” y también “ESPÍRITU SANTO” como si fueran “SINÓNIMOS”. Y es que en la biblia jamás vamos a encontrar que se use el término “Dios” y el término “espíritu santo” como si fuera algo sinónimo, como si fueran “PERSONAS IGUALES”. Esos dos pasajes bíblicos (1 corintios 3: 16 y 1 corintios 6: 19) en ninguna parte dice que la frase “espíritu santo” y la palabra “Dios” sean sinónimas, en realidad lo que está diciendo esos pasajes es que Dios ha puesto en los creyentes “SU ESPÍRITU”; por lo cual los cuerpos de los creyentes se convierten en “templo de Dios”, ya que Dios viene a habitar en los creyentes “POR MEDIO” de ese espíritu o poder, como lo podemos leer en los siguientes pasajes:

Efesios 2:22: “en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.

1 Juan 4:13,16: “En esto sabemos que permanecemos en Dios, y Dios en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu”.

Ahora, en los siguientes pasajes, ustedes se darán cuenta sin ninguna duda, que aquello que Dios pone en los creyentes es literalmente “SU PODER”, vamos a leerlo:

2 corintios 4:7: “Pero esta riqueza la tenemos en nuestro cuerpo, que es como vasos de barro, para mostrar que ese poder tan grande viene de Dios y no de nosotros.” (versión “Dios habla hoy”).

Fíjense que en se pasaje Pablo ve a los creyentes como a simple vasos de barro, pero resulta que Dios ha decidido llenar esos vasos de barro con “LA GRANDEZA DE SU PODER”. Ese “PODER” llamado “ESPÍRITU SANTO” es la herramienta que Dios usa para que los creyentes sean capacitados de muchos dones y fortaleza espiritual, vamos a leerlo:

Colosenses 1: 10-12: “para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo, dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz.”

Cuando ese pasaje dice “fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria”, se está refiriendo al espíritu santo que Dios pone en los creyentes para que estos puedan predicar el evangelio con gran eficacia espiritual, dice literalmente que el espíritu santo es “LA POTENCIA DE LA GLORIA DE DIOS”. Vamos a confirmar en el siguiente pasaje como el apóstol Pablo explica que esos milagros y prodigios los hacia “EN EL PODER DEL ESPÍRITU DE DIOS”, es decir: el espíritu santo lo que produce en los creyentes literalmente es “PODER”:

Romanos 15:19: “con el poder de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo.”

Por lo tanto; Dios mismo viene a habitar en los creyentes “A TRAVÉS DE ESE PODER LLAMADO ESPÍRITU SANTO”, de ese modo los creyentes se convierten en “TEMPLOS DE DIOS”: evidentemente no es la supuesta “tercera persona del dios trino” quien viene a habitar en los creyentes, como pretenden afirmar estos “maestros” trinitarios.

Aclarado esto, vamos a traer otro párrafo de esa página de internet del catolicismo romano, en el cual esos teólogos de pacotillas pretenden enseñar que el espíritu santo es una supuesta persona porque “SE LE PUEDE MENTIR”:

San Pedro afirma la misma identidad cuando se queja con Ananías (Hch. 5,3-4): "¿Cómo es que Satanás llenó tu corazón para mentir al Espíritu Santo?...No has mentido a los hombres, sino a Dios."

Vamos a leer el pasaje en todo su contexto, y verán ustedes que Ananías no le estaba mintiendo a ninguna “tercera persona de un dios trino”, sino que directamente le estaba mintiendo al representante de Dios (el apóstol Pedro), y como Pedro estaba conectado con Dios a través de ese poder llamado espíritu santo, entonces Ananías en realidad le estaba mintiendo a Dios mismo, leámoslo:

Hechos 5: 3-5: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.”

Fíjense que Ananías le estaba mintiendo a un hombre (el apóstol Pedro), pero resulta que el apóstol Pedro estaba investido con ese poder llamado espíritu santo, que es el poder que usa Dios el padre para conectarse con los apóstoles, por lo cual quien le miente al espíritu santo que estaba en Pedro, en realidad le está mintiendo directamente al Dios padre.

Vamos a confirmar en el siguiente pasaje como el apóstol Pablo confirma que aquellos que rechazan las directrices de los apóstoles, en realidad están rechazando a Dios mismo, ya que los apóstoles están conectados con Dios a través de ese poder llamado espíritu santo:

1 Tesalonicenses 4:8: “Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo.”

Ahí lo tienen bien claro, quien rechaza o mienta a un apóstol de Jesucristo es como si estuviera directamente rechazando y mintiendo a Dios el padre mismo, ya que los apóstoles están conectados a Dios por medio del espíritu santo.

No existe nada en la biblia que diga de forma textual que se puede “rechazar” o “mentir” a “la tercera persona del dios trino”; todo lo contrario: quien rechaza a un discípulo es como si rechazara a cristo mismo, y quien rechaza a cristo es como si rechazara directamente al Dios padre, como lo explica el mismo señor Jesucristo en el siguiente pasaje:

Lucas 10:16: “El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.”

 

Aclarado esto, vamos nuevamente a traer otro párrafo de esa página apostata del catolicismo romano:

Los escritores sagrados le atribuyen al Espíritu Santo todas las obras características del poder Divino. Es en su nombre, como en el nombre del Padre y del Hijo, que se da el bautismo (Mt. 28,19).

Sobre el asunto del bautismo en tres títulos (padre-hijo-espíritu santo) tenemos un estudio histórico que demuestra que esas palabras registradas en Mateo 28: 19 es una interpolación, es decir: un pasaje añadido que no existe en el texto original, en pocas palabras: EL SEÑOR JESUCRISTO JAMÁS PRONUNCIO ESAS PALABRAS; en realidad la misma historia demuestra que la orden del señor Jesucristo fue “BAUTÍCENLOS EN MI NOMBRE”, tal y como lo registra el historiador del cristianos antiguo Eusebio de Cesárea, lo cual queda confirmado en todo el nuevo testamento; donde los apóstoles y todos los cristianos de los primeros siglos solo se bautizaban en el nombre de Jesús. En el estudio histórico que hemos citado, se pone al descubierto con datos irrefutables, que fueron los lacayos de la gran ramera católica romana quienes metieron la formula bautismal al estilo trinitario en Mateo 28: 19, donde añadieron la siguiente mentira: “bautícenlos en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo”.

Aquí paso a dejarles a ustedes el enlace de ese estudio histórico:

“CORRUPCIÓN HISTÓRICA DE LA REINA VALERA: EL BAUTISMO TRINITARIO Y LA COMA JUÁNICA. Por Alexander Gell:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2021/04/corrupcion-historica-de-la-reina-valera.html

Fíjense que ese párrafo de la página católica que acabamos de citar también dice la siguiente mentira: “Los escritores sagrados le atribuyen al Espíritu Santo todas las obras características del poder Divino”. En pocas palabras, lo que están insinuando esos mentirosos es que el espíritu santo es una supuesta persona divina tan poderosa como lo es el mismo Dios padre. Si vamos al credo trinitario de Atanasio, esos teólogos de la gran ramera católica lo dicen de la siguiente manera:

“El Padre es todopoderoso; el Hijo es todopoderoso; el Espíritu Santo es todopoderoso: Y, sin embargo, no hay tres seres todopoderosos sino uno que es todopoderoso.”

En realidad, la biblia enseña que solo existe un ser divino que puede llevar el título “TODOPODEROSO”; el padre celestial. En apocalipsis 21: 22 se hace una clara diferencia entre el padre celestial, “el Dios todopoderoso”, y el cordero, es decir: el señor Jesucristo, dando así la biblia a demostrar que solo existe un solo ser divino con el título “DIOS TODOPODEROSO”, vamos a leerlo:

“Y no vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero”.

Jesucristo no lleva el título “todopoderoso”, ya que ese es un título que le corresponde únicamente al padre celestial. Por lo tanto, decir que existe una supuesta “tercera persona del dios trino” que es tan “todopoderosa” como lo es el padre celestial, es una total aberración mentirosa inventada por satanás a través de estos falsos maestros trinitarios. Ya hemos visto repetidas veces como las sagradas escrituras explican que el espíritu santo no es una persona, sino que es el poder de Dios, vamos a leerlo:

Miqueas 3:8: Yo, en cambio, estoy lleno de poder del Espíritu de Yahveh, y de juicio y de valor, para dar a conocer a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado.

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).


 VAMOS NUEVAMENTE A LA PAGINA CATÓLICA Y ANALICEMOS OTRO PÁRRAFO.

San Pablo termina su Segunda Epístola a los Corintios (13,13) con su fórmula de bendición la cual, puede ser llamada una bendición de la Santísima Trinidad: "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, y la caridad de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes.”

Fíjense como esos fanfarrones aseguran que aquí se encuentra para los creyentes “LA BENDICIÓN DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD”.

Ya hemos visto en todos los ejemplos anteriores que los verdaderos cristianos están conectados solamente a DOS PERSONAS DIVINAS (el padre y el hijo, Juan 17: 20-23), y esa unión es producida A TRAVÉS de UN PODER; y ese poder o energía se conoce como “ESPÍRITU SANTO”: es por eso que ese pasaje de 2 corintios 13: 13 al referirse a la comunión “DEL” espíritu, lleva ese articulo “DEL”, lo cual también significa “A TRAVÉS”. Ese pasaje no dice por ninguna parte que el espíritu santo sea “la tercera persona del dios trino”, lo que en realidad está diciendo es que todos los creyentes reciben “LA GRACIA DEL SEÑOR JESUCRISTO”, también reciben “EL AMOR DE DIOS”, y todo esto sucede a través “DEL ESPÍRITU SANTO”, ya que ese espíritu santo es la conexión que nos une al padre celestial y a su hijo Jesucristo; de ese modo nuestra verdadera comunión es literalmente con DOS PERSONAS DIVINAS, las cuales son EL PADRE Y EL HIJO, vamos a leerlo en los siguientes pasajes:

1 Juan 1:3: “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.”

1 Juan 2:24: “En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre.

Ahí lo tienen bien clarito: nuestra verdadera comunión es solamente con el padre y el hijo, y no con una supuesta “tercera persona del dios trino”.


VAMOS A DESENMASCARAR OTROS PÁRRAFO DE ESA PAGINA TRINITARIA DEL CATOLICISMO ROMANO.

Esos falsos maestros trinitarios que editaron esa página católica romana aseguran que quien da “LOS DONES ESPIRITUALES” a los creyentes es “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”; esa afirmación es una total aberración, ya que la biblia dice bien claro que quien da los dones espirituales a los creyentes es el Dios padre, y ese Dios padre da esos dones A TRAVÉS DE UN PODER LLAMADO ESPÍRITU SANTO.

Vamos a leer lo que explica esa página católica romano:

Él es la fuente de gracias y dones (1 Cor. 12,3-11); Él, en particular, otorga el don de lenguas (Hch. 2,4; 10,44-47). Y mientras habita en nuestros cuerpos, los santifica (1 Cor.3,16; 6,19), y de esta manera algún día los levantará nuevamente de entre los muertos (Rom. 8,11).

Fíjense como esos mentirosos lacayos del catolicismo romanos aseguran que es la supuesta “tercera persona del dios trino” quien otorga a los creyentes los dones espirituales, incluyendo el don de lenguas, y hasta citan ese pasaje de 1 corintios 12: 3-11. Lo que vamos a hacer es ir a ese pasaje de 1 corintios 12: 6-11, desde la Versión bíblica “Dios habla hoy”, y verán ustedes cuan repetidas veces se enseña ahí que es Dios el padre quien, a través de ese poder llamado espíritu santo, capacita a los cristianos, impartiendo dones y fuerza espiritual como ÉL quiere, vamos a leerlo:

“Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento. Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. Pero todas estas cosas las hace con su poder el único y mismo Espíritu, dando Dios a cada persona lo que a él mejor le parece.”

No existe absolutamente nada en la biblia que diga que es una supuesta “tercera persona de un dios trino”, quien produzca en los cristianos todos estos dones y fuerza espiritual; en realidad lo que enseña la biblia literalmente que es el mismo DIOS PADRE el que hace todo esto A TRAVÉS DE SU PODER O ESPÍRITU SANTO.

Luego ese párrafo del catolicismo que acabamos de citar también dice otra aberración, dando a entender que quien va a resucitar a los muertos es la supuesta tercera persona del dios trino, léanlo por ustedes mismos: “y de esta manera algún día los levantará nuevamente de entre los muertos (Rom. 8,11)”

Vamos a ir a ese pasaje de romanos 8: 11, a ver si ese pasaje dice que es la supuesta “tercera persona del dios trino” quien va a resucitar a los muertos, leámoslo:

Romanos 8:11: “Y si el espíritu de aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del espíritu de Dios que vive en ustedes.”

En este texto se explica bien claro quien resucitó a Jesús de entre los muertos fue EL DIOS PADRE, (“el espíritu DE AQUEL”), y que aquello que el Dios padre usó para resucitar a Jesús fue “SU ESPÍRITU”: ahí en ese pasaje no dice que quien resucitó a Jesús fue “la tercera persona del dios trino”; además ese pasaje de romanos 8: 11 dice que en el futuro también Dios levantará a sus escogidos usando ese mismo espíritu con el cual resucitó a Jesús. Ahora vamos a leer pasajes paralelos en los cuales se explica de forma textual y literal que aquello que Dios el padre usó para resucitar a Jesús fue su “PODER”, y que en el futuro Dios ha de usar ese mismo “PODER” para resucitar a los cristianos, leámoslo:

"Y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, la cual Dios desplegó en Jesucristo, resucitándolo de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales." (Efesios 1:19-20).

Este pasaje es totalmente claro: lo que Dios ha usado para resucitar a su hijo Jesucristo es literalmente “LA GRANDEZA DE SU PODER”, es decir: “SU FUERZA PODEROSA”; entonces, comparando este texto, con aquel de romanos 8: 11, vemos que de forma sinónima e intercambiable se usa la palabra “ESPÍRITU” y la palabra “PODER O FUERZA DE DIOS” para relatar un mismo hecho: que Dios ha usado su espíritu o poder para resucitar al señor Jesucristo. Pero eso no es todo, vamos a leer en los siguientes pasajes que ese mismo “PODER” con el cual Dios levantó de la tumba a Jesús, es el que Dios ha de usar en el futuro para resucitar a los creyentes, leámoslo:

2 corintios 13:4: “Porque ciertamente Él fue crucificado por debilidad, pero vive por el poder de Dios. Así también nosotros somos débiles en El, sin embargo, viviremos con Él por el poder de Dios para con vosotros.”

1 corintios 6:14: “y Dios que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.”

¿ven ustedes?: ¡! MAS CLARO IMPOSIBLE ¡! Dios ha de usar su “PODER” para levantar a los creyentes de la tumba, del mismo modo que usó su “PODER” para levantar a Jesús de entre los muertos, pero resulta que ese “PODER” es el mismísimo “ESPÍRITU DE DIOS”, vamos a leerlo:

Ezequiel 37: 13-14: “Y sabréis que yo soy Yahveh, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra. Entonces sabréis que yo, Yahveh, he hablado y lo he hecho'--declara Yahveh.

Como podemos ver en este pasaje de Ezequiel 37:13-14 nuevamente Dios se refiere a su mismo espíritu como algo que le es propio, es decir: Dios es el dueño de su espíritu, por eso usa la expresión “MI ESPÍRITU”, el articulo “MI” demuestra que ese espíritu le pertenece al Dios supremo. Por lo tanto, quien resucitó a Jesús y también nos resucitará a nosotros es literalmente EL DIOS PADRE, y él hace esto “CON SU PODER”, es decir: su espíritu santo. Todo esto demuestra que los “teólogos” de pacotillas del Trinitarismo católico romano mienten de forma descarada cuando dicen que es “la tercera persona del dios trino” quien ha de resucitar a los muertos.

 

Otro pasaje que los trinitarios usan para insinuar que el espíritu santo es “la tercera persona del dios trino”, es el siguiente:

Lucas 12: 11-12: “Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir; porque el Espíritu Santo en esa misma hora os enseñará lo que debéis decir.”

En este pasaje de Lucas 12 11-12 el escritor está personificando al espíritu santo, como si fuera el espíritu de Dios quien pone las palabras que los discípulos tienen que hablar; pero en realidad quien pone esas palabras es literalmente el mismísimo señor Jesucristo, vamos a leerlo en un pasaje paralelo:

Lucas 21:14-15: “Por tanto, proponed en vuestros corazones no preparar de antemano vuestra defensa; porque yo os daré palabras y sabiduría que ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni refutar.”

Recordemos que el padre celestial “HABLA A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU”, como lo dice en los siguientes pasajes:

Proverbios 1:23: “Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre vosotros, os haré conocer mis palabras.”

2 Pedro 1:21: “pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por medio del Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.

Pero ¿Qué resulta?; que el señor Jesucristo, estando en el cielo a la derecha del padre, también habla a los creyentes a través de ese mismo espíritu santo. Es por esto que el apóstol Pablo dice lo siguiente:

2 corintios 13: 3: “ya que están exigiendo una prueba de que Cristo habla por medio de mí. Él no se muestra débil en su trato con ustedes, sino que ejerce su poder entre ustedes.”

Ahí está; el apóstol Pablo asegura que el señor Jesucristo habla a través de él, y ya sabemos que Jesús (al igual que el padre celestial) habla a través de los creyentes usando como medio ese poder llamado espíritu santo, ya que el Dios padre ha puesto en los verdaderos cristianos “EL ESPÍRITU DEL HIJO”, vamos a leerlo:

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: Abba, Padre, Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo". Gálatas 4: 6.

Y es que el padre celestial y su hijo Jesucristo comparten “UN MISMO ESPÍRITU”, y ese mismo espíritu o poder ellos dos lo comparten con todos los verdaderos creyentes, vamos a leerlo:

Romanos 8: 9:  "Mas vosotros no sois en la carne, sino en el Espíritu, por cuanto el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu del Cristo, el tal no es de él."

Por tanto, quienes “HABLAN” a través de ese poder llamado espíritu santo son realmente “EL PADRE Y EL HIJO”; pero ya sabemos que en ciertos pasajes bíblicos se usa el lenguaje de prosopopeya o personificación para decir que el espíritu de Dios habla, cuando en realidad el espíritu santo no es una persona divina, como tampoco el alma de Dios es una persona divina aparte del Dios padre, aunque la biblia personifica al alma de Dios. Por tanto, ese argumento que usan los trinitarios para asegurar que el espíritu santo es la supuesta “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”, alegando que el espíritu “HABLA” se cae por su propio peso, ya que la biblia enseña que la unidad espiritual que Dios ha diseñado se compone por personas específicas, las cuales son las siguientes: EL PADRE CELESTIAL, EL SEÑOR JESUCRISTO Y LOS CREYENTES. En esa unidad espiritual no existe una “tercera persona de un dios trino”, vamos a leerlo:

Juan 17: 21-23 “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

De la misma forma como el padre habita en su hijo a través del espíritu, asimismo ahora el padre y su hijo habitan en los creyentes a través del espíritu: pero ojo, no es que el padre y el hijo abandonen el trono del cielo para venir a habitar en los cristianos, sino que ellos lo hacen a través del espíritu santo, el poder del altísimo, poder que surge en primer lugar del padre celestial, tal y como lo demostramos anteriormente, y luego Dios el padre lo comparte con su hijo Jesucristo; y luego ellos comparten ese mismos  espíritu con los creyentes: y es literalmente a través de ese poder que tanto el padre celestial como también el señor Jesucristo les hablan a los creyentes, les dan sabiduría y diversos dones espirituales. Entonces, queda claro que, cada vez que en la biblia aparece el espíritu santo “HABLANDO”, eso es una personificación o prosopopeya: en realidad es el padre celestial o el señor Jesucristo quienes están hablando.

Fíjense en la escala de jerarquía que tiene la unidad espiritual: quienes escuchan a los creyentes hablar y predicar el evangelio, es como si escucharan directamente a cristo, y quienes escuchan a cristo es como si escucharan directamente al Dios padre; en esta escala no se menciona a ninguna “tercera persona del dios trino”, ya que ese ser NO EXISTE, sino que es un invento de la iglesia católica romana. Solo son EL DIOS PADRE Y SU HIJO JESUCRISTO QUIENES HABLAN Y SE MANIFIESTAN A LOS CREYENTES, vamos a leerlo:

Lucas 10:16: “El que a vosotros escucha, a mí me escucha, y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió (el padre).”

Mateo 10:40: “El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”

Ahí lo tienen bien claro, solamente son dos personas divinas quienes actúan y se manifiestan en los creyentes, el padre celestial y su hijo Jesucristo; solo en ellos dos se ha de creer, ya que no hay nada en la biblia que ordene “CREER” en una supuesta “tercera persona del dios trino”, vamos a leerlo:

Juan 12:44: “Jesús exclamó y dijo: El que cree en mí, no solo cree en mí, sino también en aquel que me ha enviado.”

 

OTROS PASAJES MANIPULADOS POR TRINITARIOS.

Existen varios pasajes bíblicos muy usados por los trinitarios para asegurar que el espíritu santo es una supuesta persona que habla y que da órdenes, y que (dicen ellos) por eso el espíritu santo es “la tercera persona del dios trino”. Vamos a leer un par de esos pasajes bíblicos, a ver si es cierto que allí aparece el espíritu santo hablando y dando órdenes.

Hechos 8: 29 “Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.”

Fíjense que en este pasaje incluso ponen la palabra “Espíritu” hasta con inicial mayúscula, para insinuar que quien está hablando y dando orden a Felipe es supuestamente “el espíritu santo”. Pero en los manuscritos más antiguos en ese pasaje no se lee “espíritu santo”, sino que se lee “espíritu” a secas. En realidad, no es Dios el padre, ni el señor Jesucristo a través de su espíritu quienes están hablando a Felipe, sino un ser espiritual (un ángel enviado por Dios) es quien en realidad está hablando con Felipe. Veamos el pasaje desde un contexto más completo:

Hechos 8: 26-29: “Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías.  Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.

Como podemos ver, en todo el contexto en realidad quien está hablando y dando órdenes a Felipe es un ser espiritual, un ángel del señor, y ese mismo espíritu es quien le dice a Felipe “Acércate y júntate a ese carro”. Se nota que los trinitarios, en su afán de afirmar que el espíritu santo es una persona literal, no saben distinguir entre un ser espiritual (un ángel) y el espíritu santo, ya que a los ángeles también se les llama “espíritus”, vamos a leerlo:

Hebreos 1:7: “Y de los ángeles dice: el que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros, llama de fuego.”

Además, ese espíritu o ángel hiso un milagro en Felipe, tomando a Felipe y transportándolo de forma milagrosa de un lugar a otro, vamos a leerlo:

Hechos 8: 39-40: “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesárea.”

Un hecho semejante sucedió en el antiguo testamento, cuando un espíritu o ángel tomó al profeta Ezequiel y lo transportó de un lugar a otro, vamos a leerlo:

Ezequiel 8:2-3: “Y miré, y he aquí una figura que parecía de hombre; desde sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos para arriba parecía resplandor, el aspecto de bronce refulgente. Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos.”

Como podemos ver, un ser celestial o ángel tomó al profeta Ezequiel y lo trasladó de un lugar a otro, lo mismo que sucedió en el nuevo testamento con Felipe, cuando ese espíritu o ser angelical lo trasladó de un lugar a otro. Por lo tanto, quien estaba hablando con Felipe no era “la tercera persona del dios trino”, sino que era un ángel del cielo.

Esto mismo sucede en el siguiente pasaje:

Hechos 10: 19-20: “Y mientras Pedro meditaba sobre la visión, el Espíritu le dijo: Mira, tres hombres te buscan. Levántate, pues, desciende y no dudes en acompañarlos, porque yo los he enviado…”

Aquí también los trinitarios alegan que quien le está hablando y dándole órdenes a Pedro es “EL ESPÍRITU SANTO”, pero en realidad aquí sucede exactamente lo mismo que con ese ángel o ser espiritual que habló con Felipe. En los manuscritos más antiguos no aparece la frase “espíritu santo” en ese pasaje, sino que aparece “ESPÍRITU” a secas. En algunas versiones moderna ponen “espíritu santo” en ese pasaje, pero esas son versiones manipuladas, ya que (repito) en los manuscritos más antiguos solo aparece la palabra “espíritu” a secas. Otra forma de manipular que tienen algunas versiones bíblicas es poner la palabra “Espíritu” con inicial mayúscula, insinuando de esa manera que se está refiriendo a una supuesta “persona”, pero bien sabemos que esas escrituras antiguas como el griego coinè, no existían mayúsculas y minúsculas, sino que todas las letras eran iguales.

En realidad, quien le diò esa orden a Pedro fue exactamente el mismo ángel que había hablado previamente con el centurión Cornelio, de ese modo Cornelio dió orden a sus sirvientes para que fueran a buscar a Pedro, vamos a leerlo:

Hechos 10: 1-5: “Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. Él, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.”

Por lo visto (repito) los trinitarios no saben distinguir entre lo que es un ser espiritual (un ángel) y lo que es el espíritu santo.

 

OTRO PASAJE QUE LOS TRINITARIOS MAL INTERPRETAN PARA DECIR QUE EL ESPÍRITU SANTO ES “UNA PERSONA”.

He aquí ahora les traigo unos de los pasajes más usados por los trinitarios, para insinuar que el espíritu santo es literalmente una persona divina que habla y da ordenes:

Hechos 13:1-2: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.”

Evidentemente en este pasaje se aplica el lenguaje de personificación o prosopopeya al espíritu santo, ya que es muy fácil demostrar que quien da esa orden dirigida al apóstol Pablo y Bernabé es directamente el señor Jesucristo, a través de ese poder llamado espíritu santo, ya que esos cristianos que estaban presente en la iglesia de Antioquia estaban investidos de ese poder, a través del cual el padre celestial y su hijo Jesucristo dictaban su voluntad a la iglesia. El primer lugar la biblia enseña que a los profetas del antiguo testamento era directamente Dios el padre quien les hablaba de diversas formas; pero a la iglesia del nuevo testamento el Dios padre le habla a través de su hijo Jesucristo, y no a través de una supuesta “tercera persona del dios trino”, vamos a leerlo:

Hebreos 1: 1-2: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.”

Y es que el padre celestial entregó a los miembros de la iglesia y se las dió al señor Jesucristo, vamos a leerlo:

Juan 17:6: He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra.”

Juan 6:39: “Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que Él me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.”

De este modo el señor Jesucristo como jefe o cabeza de la iglesia (Efesios 5:23), ÉL mismo ha prometido estar con nosotros siempre, hasta el fin del mundo, vamos a leerlo:

Mateo 28:20: “enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”

Así, donde se encuentren los cristianos, también (en forma de presencia espiritual) se encuentra también el señor Jesucristo, vamos a leerlo:

Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

¿Cómo Jesús, estando en el cielo, se hace presente junto con la iglesia que está en la tierra? ¿acaso Jesús abandona el cielo y viene a habitar literalmente entre los cristianos?; NO, Jesús no abandona el cielo para venir y estar literalmente aquí en la tierra con la iglesia, sino que él está presente A TRAVÉS DE ESE PODER LLAMADO ESPÍRITU SANTO; que también es “EL ESPÍRITU DEL HIJO”, vamos a leerlo:

Gálatas 4:6: “Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!...”

Sabiendo que Dios ahora habla a la iglesia a través de su hijo ¿Qué herramienta o conducto usa el señor Jesucristo, para desde el cielo, hacer conocer a los cristianos la voluntad del padre?: esa herramienta o conducto es el espíritu santo, esa energía o poder a través de la cual el padre y el hijo se conectan con los creyentes, vamos a leerlo:

Efesios 2:18: “porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre por medio de en un mismo Espíritu.”

Ahora fíjense lo que dice ese pasaje de Hechos 13 en el verso 1: “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros”.

Sin ninguna duda a través de uno (o varios) de esos profetas y maestros de la iglesia de Antioquia el señor Jesucristo dió esa orden de apartar a Pablo y Bernabé, ya que todos esos discípulos estaban unidos al señor a través de ese poder llamado espíritu santo, y de ese modo el señor Jesús habitaba en esos discípulos, como lo dice el siguiente pasaje:

1 Corintios 6:17: “Pero el que se une al Señor, es un espíritu con Él”

Juan 14: 20: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.’’ (en esta unidad espiritual no se menciona a ninguna “tercera persona de un dios trino”, sino que esta unidad solo está compuesta por el Dios padre, el señor Jesucristo y los creyentes).

Ahora fíjense en el verso 2 de hechos 13, dice lo siguiente: “Mientras ministraban al Señor y ayunaban”: ese “SEÑOR” que aparece en ese pasaje es el Dios padre; en pocas palabras, esos discípulos se encontraban orando a Dios por dirección, entonces Dios envía la respuesta, y como ya sabemos que ahora Dios habla a la iglesia a través del hijo Jesucristo (hebreos 1: 1-2), entonces Jesucristo a través de ese poder llamado espíritu santo da la orden de apartar a Pablo y Bernabé.

Y es que el señor Jesucristo en persona ya anteriormente había apartado a Pablo para la obra de llevar el evangelio a los gentiles, y además le había prometido a Pablo que se le seguiría apareciendo; esto sucedió cuando el señor Jesucristo se le apareció a Pablo en el camino a Damasco, ahí Jesús confrontó a Pablo, el cual tuvo miedo, vamos a leerlo:

Hechos 26: 15-17: “Yo entonces dije: ``¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: ``Yo soy Jesús a quien tú persigues. ``Pero levántate y ponte en pie; porque te he aparecido con el fin de designarte como ministro y testigo, no sólo de las cosas que has visto, sino también de aquellas en que me apareceré a ti; librándote del pueblo judío y de los gentiles, a los cuales yo te envío.

Ahí está más que claro, es Jesús en persona quien había apartado a Pablo para que este llevara el evangelio a los gentiles. Lo sucedido en hechos 13 es simplemente que Jesús, a través de ese poder llamado espíritu santo, con el cual están investidos esos profetas cristianos de Antioquia, da la orden para que Pablo y Bernabé inicien el ministerio de predicar a los gentiles. Entonces el escritor del libro de hechos, Lucas, personifica al espíritu santo, como si fuera el espíritu santo quien hablara, cuando sabemos que quien habla a través de ese espíritu a los cristianos es el señor Jesucristo. Es por eso que ya en pleno ministerio, el apóstol Pablo y Bernabé testifican que quién los envió fue directamente el señor Jesucristo, vamos a leerlo:

Hechos 13: 46-47: “Entonces Pablo y Bernabé hablaron con valor y dijeron: Era necesario que la palabra de Dios os fuera predicada primeramente a vosotros; más ya que la rechazáis y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos lo ha mandado el Señor: TE HE PUESTO COMO LUZ PARA LOS GENTILES, A FIN DE QUE LLEVES LA SALVACIÓN HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA.”

Ese “SEÑOR” que aparece en ese pasaje, diciendo que envía a Pablo a predicar a los gentiles, se refiere literalmente al señor Jesucristo, el cual, ya con mucha anterioridad, había pronunciado esas mismas palabras a través del profeta Ananías, para que Ananías se las comunique al apóstol Pablo, vamos a leerlo:

Hechos 9:15-16: “Pero el Señor le dijo: Ve, porque él me es un instrumento escogido, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto debe padecer por mi nombre…”

De ahí en adelante el escritor del libro de hechos de los apóstoles (Lucas) hace otras personificaciones al espíritu santo, pero ya sabemos que quien está dirigiendo a Pablo y Bernabé en su ministerio es realmente el señor Jesucristo, quién los dirige a través del espíritu, veamos un ejemplo:

Hechos 13: 4: “Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia y de allí se embarcaron para Chipre…”

Cuando estos pasajes dicen que el espíritu santo envía o les habla a Pablo o a cualquier otro cristiano, se refiere a que Jesucristo en persona da esas órdenes o mensajes a través de algún creyente en el cual mora el espíritu santo, y son esos creyentes dirigidos por Jesús a través del espíritu quienes hablan, ya que Jesús también usa ese espíritu o poder, al igual que el Dios padre también usa ese espíritu o poder; de este modo ambos dioses (el padre y el hijo) se conectan con los creyentes y dirigen a todos los miembros de la iglesia. Jesús daba también advertencia al apóstol Pablo de no ir a ciertos lugares ¿Cómo lo hacía? Poniendo la advertencia en algunos creyentes que hablaban con Pablo, y esos creyentes estaban investidos con ese poder llamado espíritu santo, y usando el medio de ese poder, era que Jesús daba advertencias al apóstol Pablo, ya que Jesús usa ese poder o espíritu para comunicarse con los creyentes, vamos a leerlo:

Hechos 16:7: “y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió.”

Fíjense que en ese pasaje que acabamos de leer se refiere al espíritu santo como “EL ESPÍRITU DE JESÚS”, demostrando de esa manera que quien en realidad se comunica a los creyentes desde el cielo es precisamente el señor Jesucristo, y esa comunicación la hace a través de ese poder llamado espíritu santo. De este modo comprendemos que, en realidad, tanto el Dios padre, como también el señor Jesucristo, guían y enseñan a los creyentes a través de la conexión que produce ese poder llamado espíritu santo; que es una energía que procede del Padre y del hijo, y se conecta a los creyentes, vamos a leerlo:

Romanos 8:14: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.”

Gálatas 4:6 “Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones…”

 

Ahora vamos a analizar otro texto que los trinitarios usan para afirmar que el espíritu de Dios es una supuesta “TERCERA PERSONA DE UN DIOS TRINO”.

Hechos 15:28: “Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias.”

Esta es otra personificación, ya que hemos demostrado que quien está en realidad presente en toda reunión cristiana es el señor Jesucristo, vamos a leerlo:

Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

Y ya sabemos que Jesús, estando en el cielo, envía su presencia a cada creyente es a través de ese poder llamado espíritu santo. También sabemos que el padre celestial también se hace presente a través de ese mismo espíritu, ya que el Dios padre habita en cada creyente A TRAVÉS de ese espíritu, vamos a leerlo:

Efesios 2:22: “en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.”

Por lo tanto: “ESPÍRITU SANTO” viene a ser la manifestación espiritual de los dos dioses (el padre y el hijo), ya que ambos dioses, estando en el cielo, se conectan con los creyentes que están en la tierra, a través de ese poder llamado espíritu santo, es por eso que el mismo señor Jesucristo dijo que son el padre y el hijo quienes vendrían a habitar en los creyentes, vamos a leerlo:

Juan 14: 23 "Respondió Jesús, y les dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con él morada."

También lo dice el apóstol Juan, vamos a leerlo:

1 Juan 2:24: "En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre."

Es por eso que en cada reunión cristiana el padre y el hijo están presentes, y toda decisión que se tome, luego de haber orado, es como si el padre y el hijo confirmaran esa decisión, ya que en cada uno de los creyentes está ese poder que los conecta con el padre y el hijo, y ese poder se llama espíritu santo. Por lo tanto, cuando ese pasaje de hechos 15: 28 dice ““Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros”: lo que significa es que el padre celestial y el señor Jesucristo estaban presentes en esa reunión con los apóstoles y la iglesia, y tanto el padre como también el hijo estaban de acuerdo con la decisión que allí habían tomado, ya que (al estar los apóstoles investidos de ese poder que los conecta con el cielo),toda decisión tomada está aprobada por el padre y el hijo, y quien no quisiera creer en esa decisión simplemente se estaba rebelando contra Dios y su hijo Jesucristo, vamos a leerlo:

1 Tesalonicenses 4:8: “Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.” (versión Dios Habla Hoy).

Cuando los apóstoles y la iglesia en conjunto, luego de haber orado, daban un veredicto sobre cualquier tema, era como si Dios mismo y también su hijo Jesucristo estuvieran presentes (a través del espíritu santo que había en cada creyente), es por eso que ese pasaje de 1 Tesalonicenses afirma que quienes se negaran a aceptar dicha decisión, no estaban en contra de los apóstoles y miembros de la iglesia, sino que se ponían en contra de Dios mismo.

Eso es lo que sucede en esa reunión de hechos 15: 28; Dios el padre y el señor Jesucristo estaban presentes en esa reunión, y estaban de acuerdo con la decisión tomada allí; pero el pasaje en vez de mencionar directamente al padre celestial y a su hijo Jesucristo, lo que hace es personificar al espíritu santo, afirmando que el espíritu santo estaba de acuerdo; esto sucede porque son el padre y el hijo quienes habitan en los creyentes, y esos dos dioses habitan en los creyentes a través de ese poder llamado espíritu santo.

Y es que en esa reunión, en hechos capítulo 15se estaba discutiendo si los cristianos gentiles debían de circuncidarse y someterse a la ley de Moisés, entonces el apóstol Pedro les da testimonio a los presentes, recordándoles como Dios había ungido con su espíritu santo a Cornelio y sus invitados, siendo ellos gentiles. A Dios no le importó en lo absoluto que Cornelio y sus invitados no estuvieran sujetos a la ley de Moisés ni se hubieran circuncidado, de todos modos, los ungió a todos con el espíritu santo. Es por eso que Pedro dice en esa reunión que “EL ESPÍRITU SANTO” también estaba de acuerdo, ya que (repito) Dios ungió con su espíritu a esos gentiles que se habían convertido a cristo, sin que estos necesitaran estar circuncidados o sujetos a la ley de Moisés.

Recuerden: en la unidad espiritual diseñada por el Dios padre, solo caben personas bien definidas, que son las siguientes: EL PADRE CELESTIAL, EL SEÑOR JESUCRISTO, Y LOS CREYENTES, vamos a leerlo nuevamente:

“para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.”

En esa unidad espiritual NO EXISTE NINGUNA PERSONA DIVINA CON EL NOMBRE “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”, ya que EL ESPÍRITU SANTO NO ES UNA PERSONA, sino que es EL PODER a través del cual el padre y el hijo se unen a los creyentes, vamos a leerlo:

Efesios 4: 3-4: “procuren mantener la unidad que proviene del Espíritu Santo, por medio de la paz que une a todos. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como Dios los ha llamado a una sola esperanza. (versión “Dios habla hoy”).

Fíjense que se pasaje habla de una “UNIDAD” que es producida a través de “EL ESPÍRITU SANTO”, que es el poder que une a todos los cristianos al “CUERPO DE CRISTO”, ya que el cuerpo de cristo es la iglesia (Colosenses 1:18, 1 Corintios 12:27), de este modo, a través de ese espíritu o poder, Jesucristo habita en los creyentes (la iglesia), del mismo modo que el padre celestial, a través de ese mismo espíritu, también está conectado a Jesucristo y a todos los creyentes, vamos a leer nuevamente lo que dice Jesucristo:

Juan 17: 22: “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,”

Mateo 10:40: “El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al padre que me envió.”

Fíjense nuevamente en esa unidad, ¿cuántas personas existen?: EL PADRE CELESTIAL, EL SEÑOR JESUCRISTO Y TODOS LOS CREYENTES, por lo tanto, en esa unidad no existe ninguna supuesta “persona divina” con sobre nombre de “espíritu santo”, ya que el espíritu santo no es una persona, sino que es el poder del altísimo (Lucas 24:49). En realidad, en esa unidad solo existen DOS PERSONAS DIVINAS (el padre y el hijo), y ambos dioses se unen a los cristianos a través de UN PODER llamado ESPÍRITU SANTO; eso es lo que se conoce como “LA UNIDAD DEL ESPÍRITU” (Efesios 4: 3-4).

 

Analicemos otro texto que los trinitarios pervierten, para insinuar que “LA TERCERA PERSONA DE LA TRINIDAD” es un dios creador:

 Génesis 1:2: “Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.”

Los trinitarios toman este pasaje de Genesis 1: 1-2 para insinuar que “las tres personas del dios trino” estaban juntas al principio de la creación, y que entre los tres crearon todo. Ellos afirman que se pasaje de Genesis asegura que era la supuesta “tercera persona del dios trino” la que se “estaba moviendo sobre las aguas”.

Esa postura trinitaria es totalmente falsa, ya que las sagradas escrituras enseñan de forma textual que fue únicamente el padre celestial (Yahveh de los ejércitos) quien creó todas las cosas ÉL SOLO, sin ayuda de nadie, vamos a leerlo:

“Así dice Yahveh, tu Redentor, El que te formó desde el seno materno: "Yo, Yahveh, creador de todo, Que extiendo los cielos Yo solo Y afirmo la tierra sin ayuda.” Isaías 44: 24. Este pasaje es irrefutable: Dios el padre creó todo El solo, sin ayuda de nadie. No fue ningún “dios trino” quien creó todas las cosas.

Fue precisamente el Dios padre quien descansó el séptimo día, luego de seis días creativo, y santificó el día séptimo, porque en ese día Dios cesó de esa labor. No fue el señor Jesucristo quien hiso la creación y luego descansó el día séptimo, mucho menos una supuesta “tercera persona del dios trino”: sino solo el Dios padre, ya que el Dios padre es el absoluto creador de todas las cosas, tal y como lo dice en apocalipsis 4: 11. Vamos a confirmar con la biblia de que fue únicamente el Dios padre que creó todas las cosas y descansó el día séptimo:

 Éxodo 20:11: “Porque en seis días hizo Yahveh los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yahveh bendijo el día de reposo y lo santificó.”

Por tanto; ese Dios supremo es el absoluto creador de todo lo que existe, Dios creó todas las cosas usando a su primer hijo, el señor Jesucristo, como motivo o medio, ya que cristo, también conocido como la sabiduría de Dios, según: 1 corintios 1: 24, es el primer hijo engendrado por Dios antes de la creación de todas las cosas (leer proverbios 8: 22-36). Dios el padre ha creado todas las cosas por el motivo de entregar como herencia todo lo que existe a su hijo Jesucristo. Vamos a leerlo:

Hebreos 1: 2: “en estos postreros días Dios nos ha hablado a través del Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.

¿Por qué ese pasaje dice que el espíritu de Dios se movía? ¿acaso era la supuesta “tercera persona del dios trino” la que se estaba moviendo sobre las aguas?; para nada, ya que no existe ninguna “tercera persona del dios trino”: la respuesta es muy sencilla: la biblia revela en pasajes paralelos que aquello que Dios usó para crear todas las cosas fue “SU PODER”, que es lo mismo que “SU ESPÍRITU”, vamos a leerlo:

Jeremías 32:17: ¡Oh Señor DIOS! He aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, y no hay nada que sea difícil para ti.

Como podemos ver, en Genesis 1 dice que el espíritu de Dios estaba activo cuando Dios creaba los cielos y la tierra, y en este otro pasaje de Jeremías 32: 17 se dice bien claro que Dios usó su “GRAN PODER” para crear los cielos y la tierra: nuevamente la biblia identifica al espíritu de Dios con el poder de Dios.

La palabra hebreo-arameo que se usa para “ESPÍRITU” en ese pasaje de Genesis 1: 2, es la siguiente:

Interlineal strong: H7307: רוּחַ rúakj; viento; por semejanza aliento, i.e. una exhalación sensible (o incluso violenta); fig. vida, ira; aire, aliento, ánimo, enojo, espíritu, hálito, ímpetu, respiración, soplar, soplo, tempestuoso, viento.

Ese Ruakj (espíritu) que procede del Dios supremo se define como un viento, soplo tempestuoso, un aire violento: en pocas palabras es una energía activa que fluye de Dios como un fuerte y continuo soplo lleno de ímpetu. Ahora entendemos que en Genesis 1: 1-2 lo que en realidad da a entender, cuando dice que “el espíritu de Dios se movía”, es que ese poder de Dios estaba fluyendo como un viento o energía dinámica que Dios usa para crear. En ese pasaje de génesis 1: 1-2 no se está refiriendo a ninguna “tercera persona del dios trino” que se movía sobre las aguas, como falsamente quieren dar entender los mentirosos trinitarios, ya que el espíritu santo no es ninguna “persona divina”, sino que es “EL PODER DEL ALTÍSIMO”. Este es el concepto hebreo sobre lo que es el espíritu santo, tanto para los profetas del antiguo testamento, como también para los apóstoles que escribieron el nuevo testamento: todos ellos entendían que el espíritu de Dios es como una energía dinámica, como un viento o aliento, a través del cual Dios hace todo lo que quiere. Ninguno de esos profetas jamás se imaginó al espíritu de Dios como si fuera una supuesta “tercera persona de un dios trino”.

Es por esta razón que la versión bíblica católica “Nueva Biblia Española (1975)” traduce Genesis 1: 2 de la siguiente manera:

“La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.”

Esta definición de la palabra hebreo-arameo “Ruakj” no tiene absolutamente nada que ver con definiciones extrabíblicas y retorcidas con las cuales pretenden poner al espíritu de Dios como si fuera una “persona” fundida en un “dios trino”. En realidad, esas definiciones del hebreo-arameo dejan claro que ese espíritu de Dios es como un aliento o viento poderoso que perpetuamente está fluyendo del Dios padre, una energía dinámica. La biblia especifica que ese espíritu es como el aliento que sale de la misma boca de Dios como un viento poderoso que Dios usa para crear y dar vida, vamos a leerlo:

Salmos 33:6: “Por la palabra de Yahveh fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca.”

Dios el padre es “EL DUEÑO” de ese poder, como lo dice el siguiente pasaje:

Salmos 62:11: “Una vez ha hablado Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es el poder…”

Ya sabemos que, de forma textual y literal, las sagradas escrituras enseñan que todo lo creado existe porque así lo decidió el padre celestial, Yahveh de los ejércitos, y fue Él en persona quien creó todas las cosas por si solo; vamos a leer unos pasajes más:

‘’Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas’’. (Apocalipsis 4:11).

Fíjense bien en el próximo pasaje bíblico como se especifica que solo el Dios padre es el único Dios creador, y no existe ningún otro Dios creador:

Isaías 45:18: “Porque así dice Yahveh que creó los cielos (Él es el Dios que formó la tierra y la hizo, Él la estableció y no la hizo un lugar desolado, sino que la formó para ser habitada): Yo soy Yahveh y no hay ningún otro.”

Isaías 45:12: “Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todo su ejército”.

 


PARA CONCLUIR ESTE CAPÍTULO.

Existen otros pasajes bíblicos que los trinitarios retuercen, dándoles interpretaciones pervertidas para sostener esa mentira doctrinal de que el espíritu santo es “la tercera persona de un dios trino”; pero creo que con todos los ejemplos que hemos citados y aclarado en este capítulo, puede tomarse como base para entender el resto. Ya citaremos y aclararemos otros textos en los próximos capítulos del presente libro; así continuaremos demostrando que ciertamente el espíritu santo es “ALGO” y no “ALGUIEN”: es “EL PODER DE DIOS” y no la supuesta “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.

Resumiendo lo aprendido en el presente capitulo, lo haremos de la siguiente manera:

El espíritu santo es ‟EL PODER DEL ALTÍSIMO”: no es ninguna “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”; sino que es la energía que emana de Dios y llena toda la creación. El espíritu de Dios en algunos casos es personificado en las escrituras usándose el género literario llamado prosopopeya, donde se le da personalidad a cosas abstractas, pero sin ser una persona real: algo que abunda en las escrituras, observe estos ejemplos donde las escrituras les dan personalidad a cosas que en realidad no son personas:

1)    La piedra clama y las tablas le responden: Habacuc 2:11.

2)    Los montes tienen ojos y se asustan, y el abismo habla y levanta las manos: Habacuc 3:10.

3)    Las piedras hablan: Lucas 19:40.

4)    La muerte es una persona que reina: Romanos 5:14.

Incluso al alma de Dios se le da personalidad en las escrituras, sin embargo, el alma de Dios no es una persona:

El alma de Dios odia: salmo 11:5,

El alma de Dios se venga: jeremías 5:9.

El alma de Dios se aleja; jeremías 6:8.

El alma de Dios ama: jeremías 12:7.

El alma de Dios recuerda: lamentaciones 3:20.

Pero en realidad es Dios que siente esas emociones en su alma; es decir: en todo su ser. La Biblia también afirma que el espíritu santo siente emociones como si fuera una persona: se contrista, se entristece, etc; Como lo podemos leer en el siguiente pasaje:

Efesioa4:30: “Y no contristéis al espíritu santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”

En ese pasaje el espíritu de Dios es personificado, Pero en realidad es Dios quien siente estas cosas en su espíritu, ya que el contexto de ese pasaje deja claro que ese espíritu pertenece a Dios (“espíritu santo “DE” Dios”); al estar los creyentes “SELLADOS” con ese espíritu, quiere decir que esos creyentes están conectados a Dios a través de ese espíritu o poder, por lo cual, cuando algún creyente comete algún error o pecado, es Dios mismo quien se contrista “A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU”.

De igual forma la biblia personifica a “EL ALMA DE DIOS”, diciendo que “ama, odia, se venga, se aleja, recuerda, etc: NI EL ALMA NI EL ESPÍRITU son otras personas, sino que simplemente son EL ESPÍRITU Y ALMA DE DIOS. Ya que DIOS TIENE ESPÍRITU Y ALMA; y es a través de ese poder o espíritu santo que los verdaderos creyentes se conectan tanto con el padre como también con su hijo; no es una “tercera persona del dios trino”; sino simplemente es el espíritu que Dios usa para guiar a los creyentes a toda verdad y a toda justicia. veamos como en los siguientes pasajes el apóstol Pablo identifica al espíritu con el poder de Dios:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

La página de internet católica romana que citamos anteriormente, la citaremos nuevamente mas adelante, para demostrarles a ustedes como esos “teólogos” manipuladores y mentirosos de la gran ramera católica romana retuercen hasta la historia de la iglesia con tal de apoyar su creencia aberrante de que el espíritu santo es la supuesta “tercera persona del dios trino”.



Como bien hemos analizado de forma bíblica en los capítulos anteriores del presente libro, vemos como las sagradas escrituras muestran de manera irrefutable que el espíritu santo es literalmente “EL PODER DE DIOS”.

El mismo señor Jesucristo identifica al espíritu santo con “EL PODER DEL ALTÍSIMO” (Lucas 24:49); es “UN PODER O ENERGÍA” que Dios el padre comparte con todos los verdaderos creyentes (Colosenses 1: 10-12…Romanos 15: 19); es “EL PODER” a través del cual Dios ha de resucitar a los creyentes (1 corintios 6: 14…2 corintios 13:4); en fin, de forma textual y literal hemos demostrado que el espíritu santo es “EL PODER DE DIOS”.

Lo que jamás vamos a encontrar en ninguna parte de la biblia es que al espíritu santo se le identifique con una supuesta “tercera persona de un dios trino”.

Por lo tanto, en este capítulo 4 del presente libro vamos, de forma histórica, a responder la siguiente pregunta:

 

¿DE DÓNDE PROCEDE “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”?.

 

La “tercera persona del dios trino” no existe en ninguna de los miles de páginas que compone las sagradas escrituras, por lo cual debemos de buscar su procedencia en la historia de la iglesia de los cuatro primeros siglos.

Vamos a la página católica romana que hemos venido refutando desde el capítulo anterior del presente libro, allí veremos cómo los supuestos “historiadores” y “teólogos” de la gran ramera católica citan “palabras” y “concilios ecuménicos” en los cuales los supuestos “padres de la iglesia”, y los “dogmas de la misma iglesia”, es el lugar de procedencia de esa “tercera persona del dios trino”. Debemos de entender que la doctrina trinitaria no puede formarse, si no llegase a “existir” esa supuesta “tercera persona del dios trino”.

Los mismos “teólogos” de la iglesia católica romana reconocen que el término “DIOS TRINO” o “TRINIDAD”, y el término “TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”; son fórmulas que no existen en las sagradas escrituras, y tampoco se encuentra en la historia de la iglesia en la época cuando los apóstoles de Jesucristo que escribieron el nuevo testamento andaban predicando, por lo cual se debe rastrear esos títulos o formulas en la tradición dictada por los supuestos “padres de la iglesia”. Los llamados “padres de la iglesia” eran pensadores cristianos que vivieron (en su mayoría) en los siglos segundo y tercero después de cristo. De allí es que nace el término “patrística”, que es una especie de “ciencia teológica” que estudia los dichos y escritos de esos cristianos antiguos.

Estos supuestos “padres de la iglesia”, en su mayoría, simplemente eran pensadores que habían conocido el cristianismo, y en algunas ocasiones en sus escritos daban una que otra interpretación sobre el Dios padre, el señor Jesucristo y el espíritu santo. Entre ellos mismo había serias contradicciones, y en su mayoría no estaban de acuerdo uno del otro. De este modo, muy mañosamente, los historiadores católicos toman algún comentario dictado por uno de esos supuestos “padres de la iglesia” y pretenden aplicar esos comentarios a la idea trinitaria. Cabe resaltar que la iglesia católica llama “padres de la iglesia”, sobre todo, a aquellos pensadores de esos primeros siglos del cristianismo cuyos dichos y escritos en cierto modo pueda aplicarse a la idea trinitaria, obviando que entre los antiguos cristianos de esos primeros siglos también existían personas que pensaba de otra manera, como por ejemplo Sabèlio y Praxea, los cuales (en el siglo segundo) pusieron las bases a la falsa doctrina modalista o unicitaria. (la doctrina modalista o unicitaria es también doctrina de demonios).

El asunto es que, usando literalmente las sagradas escrituras, jamás vamos a encontrar que el espíritu santo sea la supuesta “tercera persona del dios trino”, y si no existe esa tercera persona, entonces sería imposible sostener la doctrina trinitaria. Por lo cual, el único recurso que les queda a los “teólogos” de la gran ramera católica romana, es tomar algunos dichos de esos supuestos “padres de la iglesia” (que en su mayoría estaban doctrinalmente errados) y aplicarlo al Trinitarismo.

Voy a entrar a una página católica romana en la cual se habla sobre la procedencia del Trinitarismo, y tomaremos de allí algunos párrafos, para luego refutarlo. La página es la siguiente:

https://ec.aciprensa.com/wiki/Sant%C3%ADsima_Trinidad

y los primeros párrafos son los siguientes:

    En la Escritura, aún no hay ningún término por el cual las Tres Personas Divinas sean designadas juntas. La palabra trias (de la cual su traducción latina es trinitas) fue primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía (c. 180 d.C.). El habla de "la Trinidad de Dios (el Padre), el Verbo y su Sabiduría ("Ad. Autol.", II, 15, P.G. VI, 78). El término, por supuesto, pudo haber sido usado antes de su tiempo. Más tarde aparece en su forma en latín de trinitas en Tertuliano ("De pud". C. XXI). En el siglo siguiente la palabra fue de uso general. Se encuentra en muchos pasajes de Orígenes ("In Ps. XVII", 15). El primer credo en el cual aparece es en el del discípulo de Orígenes, San Gregorio Taumaturgo. En su Ekthesis tes pisteos compuesta entre los años 260 and 270, escribe:

“Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad; ni tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiese existido, sino que ingresó luego. Por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu, y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre.” (P.G., X, 986).

 

En estos párrafos vemos que esos “historiadores” trinitarios de la gran ramera católica romana inician reconociendo que en las sagradas escrituras no existen los términos “TRIAS”, “TRINITAS” O “TRINIDAD”, y también reconocen que en las escrituras jamás vamos a encontrar que el padre celestial, su hijo Jesucristo y el espíritu santo sean designados “JUNTOS”, es decir: las tres supuestas personas divinas fusionados en un solo dios trino; como lo define el credo católico de Atanasio: tres supuestas personas divinas fundidas en un solo ser, formándose de esa manera un dios siamés, como vemos en las siguientes imágenes de artistas trinitarios de la iglesia católica romana:




Luego dicen esos historiadores trinitarios que el primero en usar la palabra “TRIAS” para referirse a “Dios” fue Teófilo de Antioquia del año 180 dc, y que luego esto lo confirmó un tal Tertuliano del siglo segundo llamando “TRINITAS” a Dios; y yo pregunto ¿acaso los apóstoles del señor Jesucristo que escribieron el nuevo testamento no tenían suficiente sabiduría para explicar el Trinitarismo en caso de que esa doctrina fuera cierta?.

Ciertamente los apóstoles del señor Jesucristo siempre enseñaron que la iglesia está gobernada POR DOS DIOSES (el padre y el hijo), tal y como lo enseña el apóstol Pablo en el siguiente pasaje:

1 Corintios 8:6: “para nosotros no hay más que un Dios, el Padre, en quien todo tiene su origen y para quien nosotros existimos. Y hay también un Señor, Jesucristo, por quien todas las cosas existen, incluso nosotros mismos.” (versión “Dios habla hoy”).

Si el apóstol Pablo hubiera sido trinitario, entonces el pasaje se leería de la siguiente manera:

“para nosotros no hay más que un Dios, el padre; la primera persona del dios trino, en quien todo tiene su origen y para quien existimos nosotros. Y un señor Jesucristo, la segunda persona del dios trino; por quien todas las cosas existen, incluso nosotros. Y otro dios y señor, el espíritu santo, la tercera persona del dios trino…”

Repito: si los apóstoles hubiesen sido trinitarios, ellos podían explicar esa doctrina con todo lujo de detalles, ya que los apóstoles que escribieron el nuevo testamento estaban inspirados directamente por Dios mismo, y a ellos se les había encomendado poner el fundamento doctrinal de la iglesia, desde el siglo 1 hasta el día que Jesucristo regresara en gloria por segunda vez (1 Corintios 3: 10-15). Sin embargo, la creencia apostólica solo enseña la existencia de dos dioses que gobiernan la iglesia: EL PADRE Y EL HIJO, lo pueden leer en 2 Juan versos 9-11.

Pero ¿Qué es lo curioso de todo esto?: Tertuliano no practicaba un trinitarismo radical en el sentido de creer que las tres supuestas personas del dios trino hayan sido coeternas y coiguales, como reza el credo de Atanasio. Todo lo contrario: Tertuliano creía que el señor Jesucristo en su preexistencia divina había tenido un inicio de existencia: en este sentido Tertuliano parecía tener una creencia muy parecida a los arrianos, aunque los arrianos ni siquiera existían en tiempos de Tertuliano, ya que este Tertuliano compara al señor Jesucristo con esa sabiduría que recibió la vida antes de la creación de todas las cosas, a lo cual Tertuliano dice que fue “LA PRIMERA CREACIÓN DE DIOS”. Vamos a leer un escrito de Tertuliano, con el cual confronta al modalista (unicitario) Praxeas:

Palabras de tertuliano contra praxeas y el nacimiento del logos o la palabra:

CAPÍTULO VII: En consecuencia, en ese momento también la Palabra en sí recibe su propia forma y su glorioso atuendo, su propio sonido y expresión vocal, cuando Dios dice:  –"Sea la luz"– [Gn.  1:3].  Esta es la natividad perfecta de la Palabra, cuando Ella procede de Dios, pero primero fue formada por Él bajo el nombre de la Sabiduría para idealizar y planear todas las cosas:  –"El Señor me creó como el principio de sus caminos"– [cf.  Pr.  8:22] y a continuación fue engendrada para realizar todas las obras:  –"Cuando Él formaba los cielos, Yo estaba con Él"– [cf.  Pr.  8:27].  A partir de entonces, Él es igual a Él, porque procede de Él mismo, y se convirtió en su Hijo primogénito porque fue engendrado antes de todas las cosas; también en su unigénito, porque fue el único engendrado por Dios de una manera peculiar a sí mismo, desde el útero de su propio corazón, como el Padre mismo da testimonio:  –"Mi corazón"–, dice Él, –"os ha emitido mi más excelente Palabra"– [cf.  Sal. 45:1].  El Padre se complacía cada vez más en Él, quien igualmente se regocijó con una alegría recíproca en la presencia del Padre:  –"Mi Hijo eres Tú, yo te engendré hoy"– [Sal. 2:1]; incluso antes de la estrella de la mañana te engendré.  El Hijo igualmente reconoce al Padre, hablando en su propia persona bajo el nombre de la Sabiduría:  –"El Señor me creó como el principio de sus caminos, como una visión para sus propias obras, antes de todas las cosas Él me engendró"

Como podemos ver, este Tertuliano tenía una creencia totalmente contraria a los trinitarios que luego surgieron en el siglo cuarto. Lo que en realidad creía Tertuliano (por lo menos en esa temporada cuando escribió en contra del unicitario Praxeas) es que Dios (antes de la creación de todas las cosas) tenía dentro de sí su propia palabra y razonamiento; que esa palabra y razonamiento interno fue lo que luego Dios engendró, dándole la vida a su primer hijo, que viene a ser el señor Jesucristo en su preexistencia. Tertuliano dice textualmente que ese ser fue “LA PRIMERA CREACIÓN DE DIOS”, algo que no es compatible con las sagradas escrituras, ya que sabemos que el señor Jesucristo jamás fue “CREADO”, sino que fue “ENGENDRADO”; al parecer Tertuliano no sabía hacer diferencia entre un ser creado por Dios, y un ser engendrado por Dios. Seres creados por Dios vienen a ser los animales de la tierra, y hasta el mismo Adán, que fue creado del polvo de la tierra. Mientras que los seres engendrados directamente de Dios mismo, de su sustancia o poder, vienen a ser seres espirituales, como los ángeles del cielo, los cuales son hijos literales del Dios padre porque posen la misma naturaleza divina que su progenitor.

El punto es que luego en otros escritos este Tertuliano usó la palabra “TRINITAS” para referirse a Dios, lo cual evidencia que muchos de esos supuestos “padre de la iglesia”, como Tertuliano, eran personas cambiantes; doctrinalmente ambivalentes. Tertuliano luego fue inducido por la creencia platónica de Dioses en triadas, en el sentido de “TRITEISMO”; es decir: tres dioses literales, y esto es muy diferente al trinitarismo que luego surgió en el siglo cuarto a través de “san” Atanasio. En el triteismo se adoran a tres dioses literales, ya que los triteísta no son monoteístas, por lo cual Tertuliano estaba creyendo que el espíritu santo era un “DIOS” literal junto al padre y el hijo, lo cual ya sabemos es totalmente falso, ya que el espíritu santo no es una persona, sino que es el poder del altísimo.

A diferencia de los tres dioses literales que enseña el triteismo, el trinitarismo lo que enseña es una sola deidad en la cual existen embutidas tres personas divinas, de este modo los trinitario justifican que son supuestamente monoteístas. Pero, muy mañosamente, los historiadores trinitarios de la iglesia católica romana evaden todos estos datos, y solo toman el hecho de que Tertuliano aplicó la palabra “TRINITAS” a Dios, insinuando de esa forma que Tertuliano era supuestamente trinitario, cuando en realidad Tertuliano se había convertido en un apóstata triteísta influenciado por el filósofo griego Platón: esa es la forma en como los “teólogos e historiadores” trinitarios de la gran ramera católica romana retuercen y tergiversan la historia.

Luego esos “historiadores” trinitarios del catolicismo romanos citan a un tal “Orígenes”, del siglo segundo, el cual continuó usando la palabra “trinitas” para referirse a Dios, hasta llegar a un discípulo de ese mismo Orígenes, un tal “San” Gregorio Taumaturgo, el cual (en los años 260 al 270 dc) elaboró “UN CREDO”, que reza lo siguiente:

“Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad; ni tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiese existido, sino que ingresó luego. Por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu, y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre.”

Fíjense como desde tiempos antiquísimos los trinitarios fundamentan su doctrina sobre credos mentirosos y antibíblicos. Dice ese credo elaborado por el tal “San” Gregorio Taumaturgo, que entre los miembros o personas divinas que componen al dios trino, ninguno se sujeta uno al otro, ya que para los trinitarios los tres miembros del dios trino son “COIGUALES”; es decir: ninguno es mayor o menor que el otro. Esa mentira también lo dice el credo trinitario de Atanasio, el cual citaremos más adelante. Sin embargo, las sagradas escrituras explican de forma clara y precisa que el señor Jesucristo está sometido al padre celestial, ya que el padre celestial es “MAYOR”; lo dice el mismo Jesucristo en Juan 14: 28, vamos a leerlo:

“Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.” Juan 14: 28.

En Juan 10:29 Jesús dice: “Mi Padre que me las dio, es MAYOR QUE TODOS”.

No cabe duda que el hijo del Eterno estaba hablando de algo elemental, y esto es que el Hijo del Eterno, es "inferior" (menor) al Dios Padre SIEMPRE, al igual que TODOS; ya que es del Dios padre “de quien proceden todas las cosas” y es el único que siempre ha tenido inmortalidad inherente en sí mismo, es decir: nadie le ha dado la vida al padre celestial.

Los trinitarios, (los cuales creen que las tres personas del dios trino son iguales, ninguna mayor o menor que la otra) cuando son confrontados con estos pasajes bíblicos, tratan de escudarse alegando la siguiente tontería: “CUANDO JESÚS DICE QUE EL PADRE ES “MAYOR” LO DICE PORQUE EN ESE MOMENTO JESÚS SE ENCONTRABA EN CONDICIÓN “HUMANA”, Y COMO HUMANO ES LÓGICO SER “MENOR” QUE SU PADRE”.

Esta respuesta se refuta de una manera bien sencilla. Recordemos que una vez que el señor Jesucristo resucita y sube al cielo recobra su naturaleza divina y espiritual, por lo tanto: en ese momento ya no es un ser humano. Sin embargo, vemos en la biblia que ese Jesús glorificado en el cielo continúa reconociendo que su padre es “mayor”, ya que reconoce que el padre es “SU DIOS”, vamos a leerlo en apocalipsis 3: 13:

“Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo.”

Cuando cristo pronunció estas palabras ya había resucitado y se encontraba en el cielo; revestido de toda su gloria y divinidad, es decir: en ese momento era un Dios (un “poderoso”): sin embargo vemos en este pasaje bíblico que por cuatro veces consecutivos el Jesús glorioso afirma que el padre celestial es su “Dios”: esto quiere decir que el padre celestial es el Dios supremo; el Dios de cristo; el Dios sin igual: el altísimo: esto demuestra que no son la “misma persona‘‘( ni el mismo Dios), sino que son dos personas totalmente literales: el padre y su hijo: siendo el padre el Dios “MAYOR”.

Pero ¿Qué es la más grande mentira de ese credo elaborado por Gregorio Taumaturgo en los años 260 al 270 dc?; la gran mentira consiste en poner al espíritu santo como si fuera “UNA PERSONA DIVINA” junto al padre y el hijo, algo que jamás lo enseña la biblia en ningún lugar. Además, este Gregorio Taumaturgo dice que el señor Jesucristo (el hijo de Dios) “SIEMPRE HA EXISTIDO JUNTO CON SU PADRE”, como si el padre y el hijo fueran coeternos. En cambio, Jesús asegura que el padre celestial le dió la vida, por lo tanto: ha tenido un inicio de existencia, y por ende no puede tener la misma eternidad o edad que su propio padre, vamos a leerlo:

‟Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo”. Juan 5. 26.

“Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre…” Juan 6: 57.

¿Cuándo recibió cristo la vida?; pues, como dijimos anteriormente: antes de la creación, ya que cristo decía palabras como estas:

“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Juan 17:5, Juan 1: 1-2).

Antes de la creación de todas las cosas, Dios, en su sabiduría, lo que hizo fue que engendró a su primer hijo desde sí mismo a través de su poderoso espíritu y lo trajo a la existencia; de este modo cristo es ‟el hijo unigénito-primogénito” del Dios supremo, y el  Dios supremo se convierte entonces por primera vez en ‟el padre celestial”; es por eso que en hebreos 1: 3 dice que cristo es: “el resplandor de su gloria y la Expresión exacta de su naturaleza”, es decir: este primer hijo de Dios procede del resplandor de la gloria de Dios y de su mismo ser, es consustanciar con su padre.  Cristo, el primer hijo de Dios engendrado por el padre antes de los siglos, reconoce que vive porque el padre le ha dado la vida.

Es por esto que los apóstoles reconocían que el señor Jesucristo tenía sobre si a UN DIOS Y PADRE, vamos a leerlo:

2 corintios 1:3: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación”.

Además, otros “padres de la iglesia” tenían creencias muy diferente a ese citado Gregorio Taumaturgo, e incluso más cercanos a la verdad, ya que ellos creían que el Dios padre era un ser superior al hijo ¿Por qué los “teólogos e historiadores” trinitarios del catolicismo no citan a esos otros “padres de la iglesia”?. Pongamos dos ejemplos:

Melitón: Nacido cerca del año 110 d.C, fue el obispo en Sardis, Asia menor, alrededor del 160-170 d.C y un amigo de Ignacio de Antioquía cuando era un muchacho joven. Él escribió entre los años 165-170 d.C y fue martirizado en el 177 d.C. Sólo existen pequeños fragmentos de sus escritos. Él escribió: “Existe Aquel que realmente existe y es llamado Dios… Este Ser no es hecho en ningún sentido, ni tampoco vino a la existencia, sino que ha existido por la eternidad.” (Apología 1: A Antonio César). “Jesucristo…es la Razón perfecta. La Palabra de Dios, él que fue engendrado antes que la luz, él quien está sobre la creación junto con el Padre. Apología 4: Sobre la Fe.

Este Melitón tenía la creencia de que solo el padre celestial tenía una eternidad absoluta, sin principio ni fin, mientras que el señor Jesucristo llegó a existir luego, en algún momento de la eternidad, antes de la creación de todas las cosas, el padre celestial lo engendró de sí mismo antes que la luz, por lo cual el señor Jesucristo tuvo un inicio de existencia. Esta creencia de Melitón se puede confirmar en la biblia, ya que en Juan 5: 26 Jesús dice que el padre celestial le dió la vida, y en proverbios 8: 22-36 encontramos a esa sabiduría personificada (Jesucristo en su preexistencia) proclamando que el padre celestial le dió la vida (lo engendró) antes de la creación de todas las cosas. Melitón jamás mencionó en sus escritos que el espíritu santo pudiera ser una supuesta persona divina.

Veamos segundo ejemplo:

Tatiano: Nació en Asiria cerca del 110 d.C, fue un estudiante de Justino Mártir. Él escribió el comentario a los cuatro evangelios más antiguo que existe. Antes había pertenecido a una secta Encratita gnóstica como líder. A pesar de esto, sus escritos dan una regular visión de las doctrinas cristianas. Él escribió entre el 161-170 d.C, y murió alrededor del 172 d.C. Dijo: “El Señor del Universo, Quien Él Mismo es el fundamento necesario de todo ser, puesto que como sea que no había aún ninguna criatura en existencia, estaba Solo…Y por Su sencilla voluntad el Logos brincó fuera; y el Logos, no habiendo salido fuera en vano se convierte en la primera obra engendrada del Padre y fue el comienzo del mundo.” (A Los Griegos, Cap. 5).

Al igual que Melitón, este Tatiano creía que en la eternidad absoluta el padre celestial estaba solo, ya que Dios el padre es el único ser AUTO EXISTENTE, es decir: nadie le ha dado la vida. Y además Tatiano explica que “EL LOGOS” (Jesucristo en su preexistencia) llegó a la existencia porque el padre celestial le dió la vida, lo engendró de sí mismo; convirtiéndose en el primer hijo del Dios altísimo. Estos cristianos antiguos como Melitón y Tatiano (más muchos otros) nunca insinuaron que pudiera existir un “MISTERIOSO DIOS TRINO”, todo lo contrario; ellos enseñaban que el Dios padre es mayor que el hijo, porque el Dios padre es anterior al hijo. Además, ellos jamás dijeron que el espíritu santo sea una supuesta “tercera persona de un dios trino”.

Como podemos ver: “padres de la iglesia” como Melitón y Tatiano (más otros) ya refutaban fácilmente los dichos trinitarios de otros supuestos “padres de la iglesia”, como los tales Teófilo de Antioquía, Tertuliano, Orígenes y el mentiroso San Gregorio Taumaturgo; por lo cual la doctrina trinitaria no se pudo imponer en esos tiempos del siglo segundo y tercero.

Ahora veamos como los “historiadores trinitarios” retuercen otra parte de la historia para intentar justificar al dios trino, y la supuesta “tercera persona de la trinidad”.

 

(2) Las doxologías:

El testimonio de las doxologías no es menos sorprendente. La forma ahora universal "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo" expresa tan claramente el dogma trinitario que los arrianos consideraron necesario negar que estuvo en uso antes de la época de Flaviano de Antioquía (Filostorgio, "Hist. eccl.", III, XIII).

Es verdad que hasta el período de la controversia arriana había sido más común la forma "Gloria al Padre, a través del Hijo, en el Espíritu Santo" (cf. 1 Clemente, 58, 59; Justino, "Apol I”, 67). Esta última forma es de hecho perfectamente consistente con la creencia trinitaria; sin embargo, no expresa la coigualdad de las Tres Personas, sino su operación en relación al hombre. Vivimos en el Espíritu, y a través de Él somos hechos partícipes en Cristo (Gál. 5,25; Rom. 8,9); y es a través de Cristo, como sus miembros, que somos dignos de ofrecer la alabanza a Dios (Heb. 13,15).

Sin embargo, hay muchos pasajes en los Padres anteriores a Nicea que muestran que también se usaba la forma "Gloria sea al Padre y al Hijo y a (con) el Espíritu Santo".

Ya aquí entramos al siglo cuarto, que es el siglo en el cual los sicarios trinitarios de la gran ramera católica romana trabajaron arduamente para imponer el Trinitarismo a como diera lugar, incluyendo la persecución, destierro o asesinatos de aquellos que no quisieran someterse a la doctrina trinitaria.

En aquel tiempo había una doxología que algunos trinitarios añadían a la parte inicial y al finalizar sus escritos que rezaba de la siguiente manera: "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo"; esta doxología también se recitaba en los cultos de la iglesia católica romana pretendiendo así adorar de igual forma al padre, el hijo y el espíritu santo, aferrados al concepto de “santísima trinidad”. Con esto los historiadores trinitarios quieren dar a entender que el dios trino (y la supuesta “tercera persona del dios trino”) era aceptada por la mayoría en ese tiempo; nada más lejos de la realidad. Ciertamente el Trinitarismo tenía mucha oposición en esa época, ya que los arrianos no aceptaban la idea absurda y ridícula de que el espíritu de Dios (espíritu santo) fuera una supuesta “tercera persona del dios trino”. Los arrianos de forma correcta creían que el espíritu santo era literalmente “EL PODER DE DIOS”, y esa creencia también la tenía el apóstol Pablo, vamos a leerlo:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

Por lo tanto, los arrianos estaban en lo correcto al creer que el espíritu santo era el mismo poder del altísimo, ya que esa doctrina la enseñan los apóstoles que escribieron el nuevo testamento. El error de los arrianos consistía en asegurar que el señor Jesucristo, en su preexistencia, había sido “CREADO DE LA NADA”, y que no tenía “LA NATURALEZA DIVINA”. Esa es una doctrina de demonios, ya que evidentemente Jesús nunca fue “creado de la nada”, sino que fue “ENGENDRADO” de Dios mismo, y, por lo tanto: compartía con su padre la misma naturaleza divina. No es lo mismo ser creado que ser engendrado: sobre este tema hablaremos más ampliamente en un capítulo más adelante. (si quieren conocer más sobre este tema del engendramiento de Jesús, los invito a analizar el siguiente estudio:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2022/02/parte-4-capitulo-1-el-espiritu-santo-es.html ).

El asunto es que los escribas trinitarios de aquellos tiempos iniciaban y finalizaban sus escritos con esa doxología, en la cual daban "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo", y además cantaban esa doxología como si fuera una especie de juramente en las misas católica:  y yo pregunto: ¿Qué los trinitarios católicos del siglo cuarto recitaran esa doxología es base suficiente para asegurar que la doctrina trinitaria es verdadera?; PARA NADA, es más: no existe absolutamente ni un solo pasaje en la biblia en el cual los apóstoles iniciaran y culminaran sus epístolas usando ese tipo de doxología, ya que los apóstoles del nuevo testamento jamás le dieron gloria, honor, honra o reconocimiento al espíritu santo, como si el espíritu santo fuese una persona divina.

En realidad, los verdaderos apóstoles del señor Jesucristo, los cuales escribieron el nuevo testamento, al inicio y final de sus cartas ¡!SOLO DABAN GLORIA Y RECONOCIMIENTO AL PADRE CELESTIAL Y AL SEÑOR JESUCRISTO!!, vamos a leerlo:

2 Corintios 1:2: Gracia y paz a vosotros de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Romanos 1:7: “a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

Efesios 6:23: “Paz sea a los hermanos, y amor con fe de Dios el Padre y del Señor Jesucristo.”

Filipenses 1:2: “Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”

Colosenses 1:2: “a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre.”

Ahora vamos a leer un pasaje que destruye esa creencia irracional trinitaria de que el espíritu santo, la supuesta “tercera persona del dios trino”, recibe algún tipo de reconocimiento, honra u honor por parte de los creyentes.

Veamos que enseña en mismísimo señor Jesucristo:

Juan 5:23: “para que todos honren al Hijo, así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.”

Aquí el señor Jesús enseña que solo debemos honrar a dos personas divinas, y esas dos personas divinas son “EL PADRE Y EL HIJO”: no existe ningún mandato bíblico en el cual se ordene honrar al espíritu santo junto al padre y el hijo, por lo cual; esa doxología recitada por los trinitarios católicos en la cual dan gloria u honor al espíritu santo (como si fuera una persona divina) es una total perversión antibíblica. Con esa doxología manipulada los trinitarios pretendían hacer del espíritu santo “UNA PERSONA” a la misma altura que “EL PADRE Y EL HIJO”, como si fueran “TRES DIOSES COIGUALES” fundidos en un solo ser: UNA TOTAL ABERRACIÓN.

los mismos historiadores trinitarios reconocen que anterior a esa doxología la frase que en realidad se usaba es la siguiente: "Gloria al Padre, a través del Hijo, en el espíritu Santo". Aquí el tema es más real, ya que el padre y el hijo están unidos en “EL MISMO ESPÍRITU”; por lo cual esa doxología en su forma más antigua y original ni siquiera está dando gloria al espíritu santo, sino que está reconociendo que Dios el padre es quien recibe la gloria, a través del señor Jesucristo, y ambos dioses (el padre y el hijo) están en comunión a través de ese poder llamado espíritu santo.

También es en el siglo cuarto cuanto los lacayos del romanismo católico traducen las sagradas escrituras al latín (Vulgata latina del papista Jerónimo, más otras traducciones latinas) y mañosamente introducen en esas nuevas traducciones añadidos apócrifos, es decir: versículos falsificados para poder apoyar el dogma trinitario;  como por ejemplo la fórmula bautismal que se encuentra en mateo 28: 19 donde se lee: “bautizando en el nombre de padre-hijo-espíritu santo‘‘, cuando en realidad en el original hebreo de mateo esa fórmula no existe. El evangelio de mateo es el único libro del nuevo testamento cuyo original fue escrito en hebreo, y, como dijimos antes: esa fórmula trinitaria no existía: es por esto que todo el nuevo testamento, sobre todo el libro de hechos, muestran que los apóstoles de cristo nunca bautizaron con la fórmula trinitaria ya que ellos no conocían dicha fórmula; en realidad ellos solo bautizaban en el nombre de Jesús: ya que en realidad esa fue la orden del señor Jesucristo: “id y bautícenlos en mi nombre”. Es por esa razón que escritores cristianos del siglo cuarto, como Eusebio de cesárea, los cuales tenían acceso a la biblioteca de cesárea, y podían leer ese pasaje bíblico desde el original hebreo, dicen en sus escritos que la orden del señor Jesucristo a sus discípulos fue (precisamente) que bautizaran en su nombre, es decir: en el nombre de Jesucristo.

También está el añadido apócrifo de 1juan 5: 7, conocido como “la coma juànica‘‘; donde  agregan las palabras “cielo”, “tierra”, y;  “el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo”, y luego dice;  ‟estos tres son  uno”; actualmente se puede leer ese apócrifo en la reina Valera 1960; cuando en realidad las escrituras más antiguas dicen algo muy diferente:  “Tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo.‘‘  (Para que ustedes se den cuenta del engaño solo tienen que comparar ese pasaje de 1juan 5: 7 de la reina Valera 1960 con otras versiones bíblicas: por ejemplo, la versión ‟Dios habla hoy”, la versión ‟internacional”, o la versión ‟lenguaje actual”, más otras versiones bíblicas donde ese pasaje apócrifo no aparece de la misma forma falsa que la reina Valera 1960: lo cual demuestra que la reina Valera, sobre todo la versión 1960 es una versión muy manipulada por los traductores trinitarios, ya que proviene de la vulgata latina, y esa es precisamente la biblia que más usan los evangélicos pentecostales trinitarios modernos).

Aquí les voy a dejar un enlace que los llevara a ustedes a un excelente libro histórico, en el cual se demuestra como los sicarios de la gran ramera católica romana contaminaron las sagradas escrituras metiéndole versículos falsificados, como ese de Mateo 28: 19 con la formula bautismal trinitaria, y 1 Juan 5: 7, en el cual se dice que el padre, el verbo y el espíritu santo “SON UNO”; el estudio lleva el siguiente título:

“CORRUPCIÓN HISTÓRICA DE LA REINA VALERA: EL BAUTISMO TRINITARIO Y LA COMA JUÁNICA. Por Alexander Gell”. Pinchar en el siguiente link:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2021/04/corrupcion-historica-de-la-reina-valera.html

Continuando con los sucesos históricos del siglo cuarto, sabemos que la guerra entre arrianos versus trinitarios arreciaba de tal forma, que se tornaba hasta violenta. Por lo cual el emperador romano Constantino convocó el conocido concilio de Nicea, en el año 325; para de este modo remediar la situación entre los cristianos del imperio. Fueron invitados una gran cantidad de obispos, aunque solo participaron unos 300, y también fueron invitados algunos lideres arrianos. También se encontraban en ese concilio niceno los violentos trinitarios conocidos como Atanasio y Alejandro: estos lideres trinitarios, sobre todo Atanasio, eran asesinos, que pretendía imponer el Trinitarismo usando todos los métodos satánicos de amenazas y manipulación.

Cabe también resaltar que en ese concilio había cristianos que no eran trinitarios y tampoco apoyaban a los arrianos.

Luego de varios meses de enconados debates teológicos, salió a relucir un credo, al cual bautizaron con el nombre de “CREDO NICENO”, pero ¿Qué resulta? Que ese credo niceno en su contexto real y bíblico, destroza la doctrina arriana, y también destroza la doctrina trinitaria. En el credo niceno no se apoya esa mentira de que el espíritu santo sea la supuesta “tercera persona del dios trino”, y tampoco se apoya la doctrina arriana de que Jesús fue “creado de la nada”. Realmente el credo niceno es totalmente bíblico, vamos a leerlo:

El credo Niceno dice de la siguiente manera:

‘’Creemos en un Dios Padre todopoderoso, Creador de los cielos y la tierra, de todo lo visible e invisible. Creemos en un Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros y por nuestra salvación bajó del cielo; por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la virgen, y se hizo hombre. Por nuestra causa fue clavado en un madero en tiempos de Poncio Pilatos: padeció y fue sepultado. Resucitó al tercer día, según las Escrituras, subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre. De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Amen’’.

¿Por qué este precioso credo destruye la doctrina arriana?: los arrianos enseñan que Jesús (en su preexistencia divina) fue “CREADO DE LA NADA”, por lo cual, al ser una “criatura creada”, no podía tener la naturaleza divina como la tiene el padre celestial. El credo niceno refuta de forma magistral y bíblica esa doctrina arriana, al afirmar que Jesús fue “ENGENDRADO NO CREADO” y es de “LA MISMA SUSTANCIA O NATURALEZA DIVINA QUE EL PADRE CELESTIAL”. Ciertamente no es lo mismo ser creado que ser engendrado. Jesús fue engendrado antes de la creación de todas las cosas. El ser engendrado quiere decir que surgió de la misma sustancia o poder del padre celestial, trayendo de ese modo la misma genética espiritual que su mismo padre, por eso Jesús lleva el título “HIJO DE DIOS”. Alguien creado vendría a ser Adán. Este primer hombre Adán no fue engendrado por el Dios padre, sino que fue creado con materia externa (el polvo de la tierra), es por esa razón que a Adán jamás se le llama “hijo de Dios”. Si Adán hubiese sido engendrado directamente de la misma sustancia o poder del padre celestial, entonces Adán hubiera sido un ser espiritual o celestial, un hijo literal del Dios padre, como los ángeles del cielo. Si ustedes leen proverbios 8: 22-36 (desde le versión internacional) se darán cuenta de que la sabiduría personificada (el señor Jesucristo en su preexistencia) dice textualmente que el Dios supremo, el padre, le dió la vida antes de la creación de todas las cosas, había nacido directamente de Dios, por lo cual Jesús en su preexistencia era un ser espiritual, con la misma naturaleza divina que su padre. Ciertamente Dios el padre no necesita preñar a una diosa para tener a sus hijos espirituales, sino que los genera o engendra de sí mismo a través de su poder, el espíritu santo, que también es conocida como “la simiente de Dios” (Juan 3: 6, 1 Juan 3:9). Es por eso que en filipenses 2: 5-7 se dice que, en los cielos, antes de encarnarse en María, Jesús tenía la misma naturaleza divina que el padre.

Por otro lado, el credo niceno destruye el Trinitarismo por la sencilla razón de que en ese credo se afirma que el señor Jesucristo ha tenido un inicio de existencia: justamente cuando fue engendrado por el padre celestial antes de la creación de todas las cosas. Recuerden que los trinitarios postulan la necia doctrina de que el hijo “SIEMPRE HA EXISTIDO JUNTO CON SU PADRE”, es decir: los trinitarios enseñan que el padre y el hijo son “COETERNOS”; y yo pregunto: ¿en qué parte de la biblia se dice que el padre y el hijo tienen eternamente la misma edad?: esa idea es ridícula y patética. El credo niceno dice que Jesús fue engendrado antes que la luz, es decir: antes de toda creación, algo que el mismo señor Jesucristo testifica en Juan 5: 26, donde Jesús dice que el padre celestial le dió la vida, y también lo dice en Juan 6: 57. Además de todo esto en ninguna parte del credo niceno se dice que el espíritu santo sea “la tercera persona del dios trino”.

De todos modos, luego de culminar el concilio niceno, trinitarios manipuladores como Atanasio, tomaron el credo niceno y le añadieron un párrafo final, en el cual lanzaban un anatema o maldición a aquellos que dijeran que Jesús “NO EXISTÍA” antes de ser engendrado. Dicho anatema es una total contradicción, ya que una persona cuando es engendrada es porque esa persona está recibiendo la vida por primera vez, tal y como lo reza el credo niceno y la misma sagradas escrituras. Pero vienen estos necios trinitarios, como Atanasio, a añadir al credo niceno esa estúpida maldición sobre aquellos que crean que Jesús no existía antes de ser engendrado. Y es que estos trinitarios pretendían imponer su creencia absurda de personas divinas “coeternas” a como diera lugar. De todos modos, ese anatema final fue quitado del credo niceno, y siempre ese credo se ha recitado sin esa maldición.

Atanasio para nada quedó conforme con la resolución dada en el concilio de Nicea, y como tenía una mentalidad criminal y asesina, buscó la forma de perseguir a muerte a aquellos que no aceptaran sus ideas trinitarias. Observen lo que dice la historia en contra de este Atanasio:

“En su lucha contra las herejías de su tiempo usó, según diversas fuentes, métodos discutibles: El obispo Arsenio, seguidor del melecianismo, murió quemado vivo por orden suya; y fue acusado de asesinato en el concilio de Tiro en 335. Llegó a falsificar una carta de Constantino a la muerte de este, supuestamente dirigida a este mismo concilio, donde se decía que había que condenar a muerte a quien tuviera en su poder escritos de Arrio. El historiador Amiano acusó a Atanasio de haberse entregado a persecuciones impropias de su carácter de sacerdote.”

Atanasio odiaba a muerte a cualquier persona que se opusiera a su creencia trinitaria, al punto de quemar vivo en la hoguera a sus oponentes y hasta falsificar una carta del emperador Constantino para asesinar a todos aquellos que no aceptaran el Trinitarismo. La iglesia católica romana jamás ha podido desmentir estas acusaciones que pesan sobre el trinitario Atanasio, sino que la misma página católica reconoce que Atanasio fue castigado con el exilio luego de comparecer en el juicio.

Con todo y eso, mucho tiempo después de la muerte del emperador Constantino, Atanasio regresó del exilio, y con ayuda de sus colegas obispos trinitarios, nuevamente recuperó su puesto como obispo en Alejandría (Egipto). Allí Atanasio continuaba con sus planes satánicos de imponer la diabólica creencia trinitaria a base de terror. Por ello logró convocar lo que se conoce como “CONCILIO DE ALEJANDRÍA”, en el año 362 d.c. Es en ese concilio en el cual se impuso de una vez por toda la creencia satánica y antibíblica de que el espíritu santo es “UNA PERSONA DIVINA”. Veamos que dice la historia sobre ese concilio:

Sínodo de Alejandría (362 d. C.), una reunión de obispos cristianos celebrada en Alejandría, Egipto, convocada por el obispo de Alejandría, Atanasio. Permitía que los clérigos readmitidos en la comunión, después de hacer causa común con los arrianos, volvieran a su anterior estado eclesiástico, siempre que no se hubieran suscrito al Arrianismo. El sínodo declaró explícitamente que El Espíritu Santo, no era un ser creado, sino que era una persona de la misma sustancia que el Padre y el Hijo, y definió claramente los términos cristológicos "persona" y "sustancia".

Ahí lo tienen bien claro: he aquí la procedencia exacta de esa doctrina de demonios que asegura que el espíritu santo es una supuesta “persona divina” junto al padre y el hijo. Fue el criminal trinitario Atanasio quien impuso esa doctrina del diablo, amenazando de muerte a quienes no se sometieran a esa creencia absurda. Es justo ahí donde es ya creado de manera formar lo que se conoce como “la tercera persona del dios trino”.

Las sectas protestantes, de donde proceden los evangélicos pentecostales, han arrastrado tras si esa doctrina de demonios; he visto en los cultos protestantes y evangélicos como allí se le rinden homenaje a la supuesta “tercera persona del dios trino”, le cantan y hasta oran directamente al espíritu santo; todo un culto antibíblico. Al parecer estos evangélicos y protestantes desconocen la procedencia y la historia criminal con la cual los jerarcas católicos, con Atanasio a la cabeza, crearon e impusieron a base de persecución y muerte esa creencia satánica de que el espíritu de Dios (espíritu santo) es “la tercera persona del dios trino”. Cuando en los cultos evangélicos invocan a esa “tercera persona del dios trino” evidentemente están invocando un espíritu de mentiras, un demonio; es por esa razón que vemos actos de total locuras en esos cultos, en los cuales los lideres y los feligreses parecen que pierden el juicio; comienzan a caer unos sobre otros, dan vueltas como si fueran trompos, hablan jerigonzas repetitivas (falsas lenguas); todo un show grotesco y satánico, ya que ellos están invadidos por un espíritu de error, y ese espíritu de engaño tiene un nombre: “LA TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO”.

Cabe resaltar que aun entre los protestantes antiguos, en los tiempos de la reforma, el dios trino fue impuesto a la fuerza, asesinando a quienes no creyeran en esa aberración, es así como vemos en la historia como el líder protestante trinitario Juan Calvino quemó vivo en la hoguera a Servet.

Muchos cristianos se oponían a la doctrina de la Trinidad y por eso, eran víctimas de tortura, violenta persecución y asesinato por parte de la Iglesia católica y hasta por la clerecía protestante. "Negar la Trinidad era un pecado capital aún a mediados del 1600”, dice la historia.

"Michael Servitus fue quemado en la hoguera el 27 de Octubre de 1553 en Génova en el tiempo de Calvino por negar la trinidad”.

 

 


Se pueden imaginar esto hermanos, que una persona fuera asesinada por no aceptar la Trinidad? ¿Ese es el Dios en el que ustedes creen? ¿Cómo piensan ustedes que Dios vió estos crímenes y atrocidades cometidas por los clérigos trinitarios?.

Aquí se cumple la Palabra de Dios:

"Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios". Juan 16:2.

No puede ser de otra manera ya que el dios trino del catolicismo es la misma manifestación demoníaca que gobernaba los dioses babilónicos a los cuales se les hacían sacrificios humanos; por tanto, el dios trino es un dios asesino, que le gusta el martirio y ver como torturan y matan a aquellos que no lo adoren. Muchos miles de personas han muerto en manos de los inquisidores católicos por negarse a servir al papa y a su dios trino y han pagado esto con sus vidas.

Cuando los jerarcas católicos no pueden destruir a los verdaderos cristianos, entonces lo que hacen es infiltrarlos, y desde dentro plantar las doctrinas y herejías babilónicas. El dios trino fue implantado en las iglesias protestante a través de agentes encubiertos infiltrados por los jerarcas católicos, Por eso es que en las iglesias como las pentecostales y evangélicas, que supuestamente son contrarias al catolicismo ( pero que han surgido del protestantismo) las vemos adorando al mismo dios trino de los católicos, celebrando la idolatría de la navidad como los católicos, cobrando el falso diezmo monetario que vienen a ser las antiguas indulgencias que cobraban los católicos en la edad media; creyendo en la sucia doctrina de “los tormentos eterno del infierno‘‘ y entregándose al movimiento ecuménico católico el cual está uniendo en una todas las religiones del mundo como en los días de Babel.

 Hermanos ¡!no se dejen engañar!! ¡! Esto es lo que la biblia llama la gran apostasía del tiempo del fin!!.

El criminal trinitario Atanasio murió el 373 dc, pero su influencia satánica contaminó todo el clero católico romano, sobre todo al obispo de roma, llamado Damaso, y el obispo de Alejandría, llamado Pedro, y hasta contaminó la mente de un emperador que se había hecho muy amigo de Atanasio, cuando éste aún vivía: El emperador Teodosio 1. De este modo sucedió lo que Atanasio tanto había anhelado cuando todavía estaba vivo: un edicto imperial en el cual se condenara a muerte o destierro a todos aquellos que no aceptaran la doctrina trinitaria.

En el año 380 dos emperadores romanos (Teodosio y Valentiniano) se pusieron de acuerdo con los dos obispos más importantes del catolicismo romanos de aquel entonces: Damaso (obispo de roma) y Pedro (obispo de Alejandría); estos cuatro hijos del diablo se confabularon para firmar un edicto en el cual se le daba el permiso imperial a los obispos del catolicismo romano, para que estos condenaran a muerte o al exilio a todos aquellos que no se sometieran a la iglesia católica romana y a la creencia del dios trino.

Vamos a leer ese edicto de asesinos:

“Edicto de los emperadores Graciano Valentiniano (II) y Teodosio Augusto, al pueblo de la ciudad de Constantinopla.”

«Queremos que todos los pueblos que son gobernados por la administración de nuestra clemencia profesen la religión que el divino apóstol Pedro dio a los romanos, que hasta hoy se ha predicado como la predicó él mismo, y que es evidente que profesan el pontífice Dámaso y el obispo de Alejandría, Pedro, hombre de santidad apostólica. Esto es, según la doctrina apostólica y la doctrina evangélica creemos en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad. Ordenamos que tengan el nombre de cristianos católicos quienes sigan esta norma, mientras que los demás los juzgamos dementes y locos sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestial.» (Dado el tercer día de las Kalendas de marzo en Tesalónica, en el quinto consulado de Graciano Augusto y primero de Teodosio Augusto)

Como podemos ver, los dos emperadores (Teodosio y Valentiniano) se pusieron de acuerdo con los dos obispos más importantes, Damaso (obispo de roma) y Pedro (obispo de Alejandría), y acordaron en ese edicto que de forma obligatoria todo el mundo cristiano tenía que someterse a la siguiente doctrina: “en la divinidad única del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bajo el concepto de igual majestad y de la piadosa Trinidad”. Y ese mismo edicto afirma que aquellos que no se sometan a tal doctrina serán tratados como “locos dementes y herejes”: “sobre los que pesará la infamia de la herejía. Sus lugares de reunión no recibirán el nombre de iglesias y serán objeto, primero de la venganza divina, y después serán castigados por nuestra propia iniciativa que adoptaremos siguiendo la voluntad celestial.» Como podemos ver, las iglesias y cristianos que no se sometieran a ese edicto, donde se ordena reconocer el trinitarismo, serian iglesias “sin nombre”, es decir: sin reconocimiento, y serian castigados, supuestamente por el dios trino, y luego serian castigados por esos líderes del gobierno y la clerecía romana católica.

Es allí, con el establecimiento absoluto del dios trino en el seno de la iglesia católica, cuando la gran ramera queda ya totalmente confirmada como la iglesia criminar, asesina e idolatra que a través de los siglos subsiguientes introduciría al mundo en la edad del oscurantismo: la nefasta era medieval, y aun en estos días modernos, continúa siendo la iglesia de satanás en la tierra.

Esos trinitarios hijos del mismo diablo continuaron en sus planes satánicos. En el año 381 (un año después del edicto de Tesalónica), los corrompidos obispos de roma organizaron el llamado “CONCILIO DE CONSTANTINOPLA 1”, y allí tomaron el credo niceno del año 325 y lo contaminaron, metiendo una cláusula en la cual se dice que el espíritu santo es “DIOS Y SEÑOR” y además “RECIBE ADORACIÓN Y GLORIA”. Así nace el pervertido credo “NICENO-CONSTANTINOPOLITANO”. Vamos a leerlo:

Credo niceno-constantinopolitano:

“Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible; y en un solo Señor, Jesucristo, el unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no creado, consustancial con el Padre, por quien todo fue hecho;  que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y se encarnó por obra del Espíritu Santo y de María la Virgen y se hizo hombre; por nuestra causa fue crucificado en tiempo de Poncio Pilato y padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras y subió al cielo; y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.-- Y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre; que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, que habló por los profetas.-- En una Iglesia santa, católica y apostólica. Confesamos un solo bautismo para la remisión de los pecados. Esperamos la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.”​

Como podemos ver, el credo niceno es replicado en este otro credo casi de forma completamente igual. Se continúa diciendo que Jesús en su preexistencia divina fue “engendrado”, es decir: salió de Dios mismo como su hijo; “Dios de Dios, luz de luz, engendrado no creado”. Esta parte del credo en especial continuaría siendo la piedra molestosa dentro del zapato para esos trinitarios, ya que, si ese credo continuaba afirmando que Jesús fue “engendrado de Dios mismo”, entonces no podía ser “coeterno” con su padre, y, por ende, no podía ser parte de un supuesto Dios trino. Ese problema para esos trinitarios lo resorberían unos 40 años después (cuando elaboraron el dogma trinitario de Atanasio), como voy a demostrar en breve. La urgencia en ese concilio era simplemente añadir esa cláusula donde se afirmará que el espíritu santo es “un señor que da vida”, y además es una supuesta persona divina que “junto al padre y el hijo recibe adoración y gloria”; esa era la meta satánica de ese concilio niceno-constantinopolitano.

Evidentemente, esos trinitarios que corrompieron el credo niceno, no utilizaron ningún pasaje bíblico para confirmar en cuales lugares de las escrituras se afirma que el espíritu santo es “un señor que da vida”. Claro, no pueden dar pasajes bíblicos ya que eso no existe en la biblia, ya que las sagradas escrituras enseñan que el único que da “vida a todos” es el padre celestial, vamos a leerlo:

1 Timoteo 6:13: “Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas…”

Además, se enseña que Dios el padre le dió a Jesucristo la autoridad de dar vida, vamos a leerlo:

JUAN 5: 21: “Porque, así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que Él quiere.”

Lo que nunca vamos a ver en la biblia es a un supuesto “señor” o “persona” llamado “espíritu santo” dando “vida”.

En ese concilio esos apostatas católicos dijeron que el espíritu santo: “junto al padre y el hijo recibe adoración y gloria”. Esa es una mentira elevada a la décima potencia, ya que en las escrituras jamás vamos a encontrar a una supuesta persona llamada “espíritu santo” junto al padre celestial y a su hijo Jesucristo recibiendo reconocimiento y alabanza: ¡!ESO JAMÁS LO DICE LA BIBLIA!

Ahora les voy a demostrar que, bíblicamente hablando; el espíritu santo nunca ha recibido gloria o reconocimiento, Y NUNCA LA RECIBIRÁ:

“y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.  Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por las eras de las eras.” Apocalipsis 5: 8-14.

Observen que todo lo creado en los cielos y la tierra se unieron a este regocijo universal, millones y millones de ángeles, y todas las criaturas que existen dan gloria, honra y alabanza exclusivamente al que está sentado en el trono, el padre, y al cordero, Jesucristo, en ninguna parte se adora al dios trino, sino que toda la creación alaba y exaltan solo a dos personas literales: al padre y al hijo; ¡!POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS!!.

De todos modos, podemos preguntar: ¿Y dónde está la gloria y la honra de la tercera persona de la trinidad? Si el espíritu santo no es el poder de Dios, sino que es una supuesta persona “coigual” con el padre y el hijo ¿Dónde están sus adoradores en este impresionante pasaje de apocalipsis? La biblia testifica que esta adoración y reconocimiento universal se extiende por los siglos de los siglos; ¿Qué quiere decir esto?; ¿Acaso nunca va a ver un reconocimiento para la tercera persona de la trinidad? ¿Acaso la tercera persona de la trinidad nunca va a contar ni siquiera con una sola persona que le reconozca y le rinda honra y honor en toda la creación y en todas las edades?  Es para meditar ¿verdad?.

Veamos otro pasaje del libro de apocalipsis que destroza a esa inexistente “tercera persona del dios trino”:

Apocalipsis 22: 1-5: “Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.”

En este pasaje bíblico de hace énfasis al trono de Dios y del cordero, los cuales han de reinal por toda la eternidad en toda la nueva creación, siendo la nueva Jerusalén la capital del universo. Una y otra vez se afirma que es el Dios padre y su hijo Jesucristo los únicos gobernantes; no se dice nada de un Dios trino (mucho menos del dios solitario de los unicitarios). Tampoco se hace mención de la supuesta tercera persona de la trinidad porque esta tampoco nunca ha existido, ya que la biblia enseña que el espíritu santo es simplemente “EL PODER DEL ALTÍSIMO”, nunca ha sido una persona.

Ese cuento de que el espíritu de Dios es una supuesta “tercera persona de un dios trino” es una falacia satánica que solo existe en los credos mentirosos de la gran ramera católica romana; y que fue impuesto por un loco asesino llamado Atanasio en el concilio de Alejandría del año 362, al punto de que corrompieron el credo niceno del año 325, le añadieron mentirosas clausulas con las cuales crearon a esa satánica “tercera persona del dios trino”, en el credo niceno-constantinopolitano.

Es este credo manipulado el que actualmente se reza y se reconoce en todas las modernas instituciones de la cristiandad apostata. Observen lo que dice la Wikipedia al respecto:

“El credo niceno-constantinopolitano, símbolo de la fe, es aceptado por la Iglesia católica, las Iglesias ortodoxas bizantinas, las Iglesias ortodoxas orientales, la Iglesia del Oriente (actualmente dividida en Iglesia asiria del Oriente y Antigua Iglesia del Oriente), la anglicana, y la mayoría de las Iglesias protestantes” … “Para la gran mayoría de las denominaciones cristianas, el credo niceno-constantinopolitano constituye una base central e incontrovertible de la fe. La profesión del mismo es parte de la celebración católica y ortodoxa de la misa, y forma parte de la prédica de la mayoría de las iglesias protestantes; el Acuerdo de Lausana de 1974 lo incluyó como base de la práctica evangélica.”

Como podemos ver toda la cristiandad apóstata iglesiera, desde el catolicismo romano, las iglesias ortodoxas y los protestantes, su base doctrinal está cimentado en la mentira del dios trino plasmado en ese credo niceno-constantinopolitano, y, por ende: en una horripilante mentira satánica: esa es “LA DOCTRINA FUNDAMENTAL EN LA CRISTIANDAD APOSTATA IGLESIERA”.

Como en tiempo del emperador Teodosio la iglesia de satanás en la tierra, el catolicismo romano, había ya recibido tanto poder político, que ya hasta podía excomulgar reyes, y hasta los emperadores temblaban ante los papas de roma, y además, podían perseguir y asesinar a todos aquellos que se opusieran a sus dogmas; no les bastó con haber corrompido el credo Niceno, sino que fueron aún más allá, tomando todas las ideas trinitarias que encontraron en los escritos del difunto Atanasio y elaboraron el muy conocido “DOGMA TRINITARIO DE ATANASIO”. La fecha de composición ha de encontrarse entre el 434-440, y se atribuye a varios personajes de la jerarquía católica, entre los cuales los más señalados son san Vicente de Lérins y san Ambrosio de Milán. Ese credo atanasiano (porque contiene las ideas y formulas trinitarias de Atanasio) es también una extensión del credo desarrollado en el Concilio de Calcedonia.

No voy en este libro a desenmascarar todo ese credo perverso trinitario de Atanasio, sino que les voy aquí a postear el enlace para que ustedes puedan acceder a un libro de nuestra autoría dedicado exclusivamente a desenmascarar ese credo de Atanasio PÁRRAFO POR PÁRRAFO, solo tienen que pinchar en el siguiente enlace:

https://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/2021/03/desenmascarando-el-pervertido-credo.html

Lo único que voy a puntualizar en este libro, sobre el credo trinitario de Atanasio, es lo siguiente: en ese credo atanasiano se afirma de manera categórica que “todo cristiano que desee salvarse debe creer que Dios es trino”, y luego de muchísimas formulas repetitivas antibíblica, en las cuales se repite una y otra vez que el padre, el hijo y el espíritu santo son tres “personas con el título Dios”, tres “todopoderosos”, luego concluye diciendo que “no son tres, sino “uno”. Vamos a leer unos párrafos de ese credo trinitario satánico:

Dice el credo trinitario de Atanasio: “EL PADRE ES ETERNO, EL HIJO ES ETERNO, EL ESPÍRITU SANTO ES ETERNO. SIN EMBARGO, NO SON TRES ETERNOS, SINO UN ETERNO. COMO TAMPOCO SON TRES INCREADOS, NI TRES INMENSOS, SINO UN INCREADO Y UN INMENSO; ASÍ QUE EL PADRE ES DIOS, EL HIJO ES DIOS, EL ESPÍRITU SANTO ES DIOS. SIN EMBARGO, NO SON TRES DIOSES, SINO UN SOLO DIOS”.

Aquí se está definiendo a tres dioses, pero luego se contradice y dice que “NO SON TRES” sino “UNO”: sin duda ¡! ESTE ES EL COLMO DE LAS CONTRADICCIONES!!.

Es únicamente en las culturas paganas donde podemos encontrar algún dios en cuyo cuerpo habitan simultáneamente varias personas, una especie de dios siamés, tal y como se los muestro en la siguiente imagen de dioses hindúes y asiáticos.

Ahora veamos la forma en que los artistas trinitarios, apoyados por los obispos, representan al dios trino: 


Esta es la forma en que los católicos romanos se imaginan a su dios trino, como un ser aberrante de tres personas embutidos en “UN SOLO DIOS”, igual que las culturas paganas muestran a sus dioses con formas grotescas de varias personas metidos en un solo cuerpo, lo cual demuestra que la creencia trinitaria es paganismo disfrazado de cristianismo, LA ADORACIÓN IDOLÁTRICA A UN DIOS FALSO.

Es únicamente en los dogmas y credos de la gran ramera católica romana el único lugar en el cual encontramos que al espíritu santo se le llame “PERSONA”; y de forma aberrante este dogma de Atanasio explica que esas “TRES PERSONAS” del dios trino “FORMAN UN SOLO DIOS”, vamos a leerlo:

“QUE VENEREMOS A UN SOLO DIOS EN LA TRINIDAD, Y LA TRINIDAD EN LA UNIDAD; NO CONFUNDIENDO LAS PERSONAS, NI DIVIDIENDO LA SUBSTANCIA. UNA ES LA PERSONA DEL PADRE, OTRA LA DEL HIJO, OTRA LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO”.

Es tomando éstas ideas absurdas y satánica que luego los trinitarios comenzaron a enumerar a cada una de las supuestas “personas” que componen al dios trino. De este modo el padre celestial es “LA PRIMERA PERSONA”, el señor Jesucristo es “LA SEGUNDA PERSONA”; y el espíritu santo es “LA TERCERA PERSONA”, esto es ridículo ¿Cómo pueden enumerar de esta forma a las tres supuestas personas, como si la primera fuera mayor que la segunda, y la segunda va primero que la tercera? ¿acaso no dicen los trinitarios que las “tres personas” del dios trino son coiguales, ninguna mayor o menor que la otra? ¿en que momento de la eternidad esos tres dioses fundidos en un solo ser hicieron algún tipo de sorteo para enumerarse uno del otro? Fíjense que el credo trinitario de Atanasio explica que esas supuestas tres personas que componen un solo dios trino son coiguales, vamos a leerlo:

“Y EN ESTA TRINIDAD NINGUNO ES PRIMERO O POSTRERO; NINGUNO MAYOR O MENOR; SINO QUE TODAS LAS TRES PERSONAS SON COETERNAS JUNTAMENTE Y COIGUALES; ASÍ QUE, EN TODAS LAS COSAS, COMO QUEDA DICHO, DEBE SER VENERADA LA TRINIDAD EN LA UNIDAD, Y LA UNIDAD EN LA TRINIDAD.”

Vamos a leer otro párrafo del credo trinitario de Atanasio:

“PERO UNA SOLA ES LA DIVINIDAD DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO; IGUAL ES LA GLORIA, Y COETERNA LA MAJESTAD. CUAL EL PADRE, TAL EL HIJO, TAL EL ESPÍRITU SANTO.”

Aquí en esta parte se habla de medias verdades ya que, evidentemente, la biblia enseña que antes de venir a la tierra en forma de hombre, el señor Jesucristo existía en los cielos, junto a su padre, en forma de un ser divino, es decir: en su preexistencia Jesús era un ser espiritual parecido a su padre, tal y como se lee en Filipenses 2: 5-7, vamos a leerlo:

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”

Y, claro, en su preexistencia divina el señor Jesús tenía gloria celestial, tal y como lo dice el mismo señor Jesucristo en Juan 17: 5.

Pero: NO EXISTE NADA EN LA BIBLIA QUE DIGA QUE EL ESPÍRITU SANTO SEA UNA PERSONA DIVINA QUE TENGA ALGÚN TIPO DE GLORIA. En la historia de la iglesia católica, desde finales del siglo cuarto en adelante, es el único lugar en el cual al espíritu santo se le da personalidad y gloria y se dice literalmente que es un “SEÑOR” junto al padre y el hijo: esa idea está plasmado en EL CREDO CATÓLICO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO, que es el lugar en donde los papistas católicos metieron una cláusula que dice de la siguiente manera:

“CREEMOS EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA, QUE JUNTO AL PADRE Y EL HIJO RECIBE UNA MISMA ADORACIÓN Y GLORIA”. Por lo tanto: ese asunto de que el espíritu santo es un “DIOS” que recibe adoración y gloria SOLO EXISTE EN LOS DOGMAS Y CREDOS CATÓLICOS ROMANOS

Veamos otro párrafo del satánico credo trinitario de Atanasio:

“PORQUE, ASÍ COMO SOMOS COMPELIDOS POR LA VERDAD CRISTIANA A CONFESAR A CADA UNA DE LAS TRES PERSONAS, POR SÍ MISMA, DIOS Y SEÑOR: ASÍ NOS PROHÍBE LA RELIGIÓN CRISTIANA DECIR QUE SON TRES DIOSES Y TRES SEÑORES.”     

Esto es una horrenda aberración. En primer lugar, no existe en las directrices apostólicas del nuevo testamento absolutamente nada que nos diga que es “una verdad cristiana” confesar a cada una de las tres personas de la trinidad como “Dios y señor”, ya que hemos demostrado en este estudio que el espíritu santo NO ES UNA PERSONA DIVINA, NO ES UN DIOS Y TAMPOCO ES UN SEÑOR, el espíritu santo es simplemente “EL PODER EL ALTÍSIMO”, tal y como lo dice el apóstol Pablo en 1corintios 2: 4-5. Además, tampoco aparece absolutamente nada en la biblia que “PROHÍBA DECIR QUE EN EL DOGMA TRINITARIO SE ESTA DESCRIBIENDO A TRES DIOSES”, ya que evidentemente eso es exactamente lo que enseña ese credo retorcido, que existen tres seres divinos metidos en un solo dios.

Luego en ese credo leemos lo siguiente:

“EL PADRE NO FUE HECHO POR NADIE, NI CREADO, NI ENGENDRADO. EL ESPÍRITU SANTO ES DEL PADRE Y DEL HIJO, NI HECHO NI CREADO, NI ENGENDRADO, SINO PROCEDENTE.”.

Este párrafo completo dice la verdad, ya que el dogma de Atanasio toma un poquito muy leve de verdad y lo liga con una gran cantidad de mentiras. Evidentemente el padre celestial no fue hecho por nadie, ni creado ni engendrado, ya que el Dios padre es el único ser que siempre ha existido “DE ETERNIDAD A ETERNIDAD”, tal y como lo leemos en el siguiente pasaje:

Salmos 90:2: “Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios.”

Por lo tanto, el padre celestial, el Dios supremo, no tiene absolutamente a nadie superior a si mismo de quien dependiera su existencia o tuviera que rendir cuentas, ya que el Dios supremo es “AUTO EXISTENTE”. En cambio, el señor Jesucristo si ha tenido un inicio de existencia, ya que Jesús reconoce que la vida la ha recibido de su padre celestial, lo pueden leer en Juan 5: 26. También dice ese párrafo del credo de Atanasio que el espíritu santo “ES DEL PADRE Y TAMBIÉN DEL HIJO”, lo cual es correcto, ya que Dios el padre comparte de su espíritu con su hijo Jesucristo, vamos a leerlo:

Hechos 10: 38 “cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”.

Y también es muy cierto que el espíritu santo no fue creado, ni hecho, ni engendrado, ya que el espíritu santo NO ES UNA PERSONA, sino que es el poder que siempre PROCEDE del padre celestial, vamos a leerlo:

“Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido” (1 corintios 2: 12).

El credo atanasiano continúa diciendo:

“ASÍ QUE, EN TODAS LAS COSAS, COMO QUEDA DICHO, DEBE SER VENERADA LA TRINIDAD EN LA UNIDAD, Y LA UNIDAD EN LA TRINIDAD”.

Nuevamente ese credo trinitario miente de manera descarada, ya que no existe ninguna orden en la biblia de que los creyentes deben “venerar” a un supuesto dios trino. Aquellos que “veneran” a un supuesto dios trino, simplemente están practicando la idolatría; LITERALMENTE ESTÁN ADORANDO A UN DIOS FALSO. Y todos sabemos que la gran ramera católica romana es reconocida precisamente por sus comunes practicas idolátricas.

Noten también que en ese párrafo se habla de una supuesta “unidad”. Esa “unidad” a la que se refiere el credo es lo que los trinitarios llaman “UNIDAD HIPOSTÁTICA”, es decir: “unidad de personas literales en un mismo ser”, ya que ellos creen en la existencia de tres personas divinas (hipostasis) fundidas en un solo ser trino, dando como resultado una especie de dios siamés, como vemos en la siguiente imagen:



el credo apostata de Atanasio culmina diciendo lo siguiente:

“ESTA ES LA VERDADERA FE CATÓLICA; QUE, SI ALGUNO NO LA CREYERE FIRME Y FIELMENTE, NO PODRÁ SER SALVO.”

Como bien dijimos anteriormente: NO EXISTE NI UN SÓLO DATO BÍBLICO QUE DEMUESTRE QUE PARA LOGRAR LA SALVACIÓN DEBEMOS DE CREER EN UN DIOS TRINO, ya que la salvación no consiste en aceptar doctrinas absurdas, retorcidas, mentirosas y fantasiosas creadas por los apostatas católicos romanos.

En realidad, lo que enseña la biblia es que debemos de creer EN EL PADRE CELESTIAL Y SU HIJO JESUCRISTO, con solo creer eso, ya tenemos asegurada la salvación, vamos a leer lo que dice el mismo señor Jesucristo:

“no se turbe vuestro corazón: creéis en Dios; creed también en mi” (Juan 14: 1).

Si el señor Jesucristo hubiera sido trinitario, en ese pasaje de Juan 14: 1 hubiera dicho:

“no se turbe vuestro corazón: crean en el dios trino, crean que soy la segunda persona del dios trino, y crean que el espíritu santo es la tercera persona del dios trino”

También el señor Jesús dice: ‟y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti: el único Dios verdadero, y a Yahshua, el cristo; al cual tú has enviado” (Juan 17: 3).

Si el señor Jesús hubiera sido trinitario juan 17 verso 3 hubiera dicho:

“y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti el único dios trino, y en Jesucristo: la segunda persona del dios trino al cual tú has enviado, y en el espíritu santo la tercera persona del dios trino”.

Es más que evidente que el señor Jesucristo no era trinitario, en sus palabras y enseñanzas nunca fue mencionada la idea trinitaria.

 

CONCLUSIÓN DE ESTE CAPITULO.

Todos los datos dados anteriormente reflejan la forma vil, criminal y satánica en como los jerarcas católicos romanos crearon lo que ellos llaman “la tercera persona del dios trino”, e impusieron esa creencia a base de asesinatos. Tenemos muchos más datos sobre el tema, en los cuales continuamos desenmascarando a ese falso dios trino, que ustedes pueden obtener entrando a nuestra página web, pinchando en el siguiente enlace:

http://manualbiblicodoctrinaldealexandergell.blogspot.com/p/estudios-por-escrito.html

Es el anhelo de mi corazón que esta gran verdad que se expone en este estudio doctrinal e histórico se dé a conocer en toda la iglesia de Cristo en todo el mundo. Nosotros los cristianos estamos llamados por Dios a ser libres de toda influencia diabólica. El dios trino es una influencia diabólica que nosotros los verdaderos cristianos debemos desenmascarar públicamente. El consejo bíblico es claro: debemos apartarnos de todos aquellos que se empeñan en predicar falsas doctrinas; sobre todo si esa falsa doctrina pretende contradecir la verdadera doctrina bíblica de “EL PADRE Y EL HIJO”, así lo afirma el apóstol Juan:

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!  Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”. 2 Juan 1: 9, 11.

Ese es el consejo del apóstol Juan. El respeto a las doctrinas de Cristo debe ser primordial en el verdadero cristiano ¿Por qué? Porque las doctrinas de Cristo proceden directamente del padre celestial, esto es lo que dijo Jesús:

“Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió". (Juan.7:16).

En un futuro muy cercano las tres sanguinarias personas del dios trino se van a manifestar literalmente en la tierra, tal y como lo explica apocalipsis capítulo 13, donde vemos que el diablo desciende a la tierra y le da poder y trono real a un personaje conocido como “LA BESTIA”. Ese personaje conocido como “la bestia” esta unido a un asistente conocido como “el falso profeta” (la segunda bestia); ahí tenemos la trinidad satánica que han de exigir adoración y reconocimiento: SATANÁS, LA BESTIA Y EL FALSO PROFETA. (repito: esto lo pueden leer en apocalipsis 13).

Es por esta razón que debemos de rechazar y denunciar esa doctrina infame y diabólica del trinitarismo. Estamos viviendo en tiempos de gran apostasía donde los falsos profetas sobreabundan y donde hasta se utiliza la misma biblia con el propósito de manipular la verdad y entrampar a los ignorantes en el engaño del error. Los apóstoles de Cristo recibieron de manera profética la revelación de que al final de los tiempos se levantarían un sin número de engañadores que van a tener el propósito de manipular, destruir, trasquilar, y mantener a los cristianos atados a falsas leyes, tradiciones y doctrinas de demonios; Leámoslo:

 “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.  Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” Hechos 20:29-30”.

Tenemos que memorizar muy bien las enseñanzas de las escrituras porque tenemos la orden bíblica de defender la verdad de la misma manera que la defendieron los apóstoles: „

“debemos contender ardientemente por la fe que ha sido dada a los santos”. Judas 3.

por lo tanto: toda falsa doctrina tiene que ser eliminada de la vida del verdadero cristiano: el dios trino es una total aberración; la manera satánica en como los jerarcas católicos romanos crearon e impusieron la supuesta “tercera persona del dios trino” debe de considerarse como el peor y más grande crimen cometido en contra de la humanidad, y debemos de denunciar con todas nuestras fuerzas esa manipulación satánica, aun tengamos que poner nuestras vidas en juego, así como en la historia ha quedado demostrado que muchos cristianos valientes fueron perseguidos y hasta asesinados por no doblegarse ni adorar al satánico dios trino impuesto por la gran ramera católica romana.

Recuerden: la salvación y la vida eterna depende exclusivamente en creer en “DOS PERSONAS DIVINAS LITERALES” que son “EL PADRE Y EL HIJO”, tal y como lo enseña el mismísimo señor Jesucristo, vamos a leerlo:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”. Juan 17: 3.

El trinitarismo es paganismo disfrazado de cristianismo, como pueden observar en las siguientes imágenes:

 


 

Está más que demostrado que el espíritu santo es simplemente ‘’el poder del altísimo¨. En cierta ocasión el señor Jesucristo dijo a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén, hasta que fueran revestidos DEL PODER DE LO ALTO, (Lucas 24:49). ¿Cuál era ese PODER de lo alto?, pues era el ESPÍRITU SANTO, ellos recibieron el PODER el día de Pentecostés cuando fueron llenos del ESPÍRITU SANTO, (Hechos 1:8, hechos 2).  Por consiguiente, el propio Jesús enseñó que el espíritu santo no es una tercera persona divina, sino el PODER O ENERGÍA DE DIOS, tal y como lo hemos demostrado una y otra vez en los capítulos anteriores del presente libro.

Incluso el mismísimo señor Jesucristo tenía en sí mismo ese espíritu santo, por esa razón emanaba del señor Jesucristo “UN PODER” que podía sanar y libertar a todos, vamos a leerlo:

Lucas 6:19: “Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de Él salía un poder que a todos sanaba.”

Pero los trinitarios insisten en afirmar que el espíritu santo es “la tercera persona de la santísima trinidad”. Ellos afirman que el que niega que el espíritu santo es la tercera persona del dios trino “está blasfemando contra el espíritu santo”; también dicen que aquel que niegue “la tercera persona de la trinidad” incurre en “el pecado imperdonable”; o simplemente dicen que “quien no cree en la tercera persona divina no cree en el espíritu santo”. Ellos sacan estas conclusiones supuestamente basándose en los pasajes bíblicos registrados en Marcos 3:22-30 y en Mateo 12:22-32 donde el señor Jesucristo confronta a los fariseos y maestros de la ley y les dice en que consiste blasfemar contra el espíritu santo.

Por lo cual ahora nos proponemos a responder la siguiente pregunta:

¿ES BLASFEMIA CONTRA EL ESPÍRITU SANTO NEGAR LA SUPUESTA "TERCERA PERSONA DEL DIOS TRINO"?.

Vamos a demostrar que el “pecado imperdonable” no tiene nada que ver con negar “la tercera persona del dios trino”; mucho menos es una supuesta blasfemia contra el espíritu santo negar que este sea un dios como el padre y el hijo.

Por tanto, vamos a analizar sistemáticamente los dos pasajes paralelos, el de mateo y el Marcos para ver en que consiste en realidad “la blasfemia contra el espíritu santo” y “el pecado imperdonable” del que habló Jesús.

Según las narraciones de marcos y mateo, Jesús se encontraba en cierto lugar sanando a la multitud: no había enfermedad que pudiera resistirse al poder que actuaba a través del señor. Era tanto el trabajo que “se aglomeró tanta gente que ni siquiera podían comer él y sus discípulos”, (marcos 3: 20). En ese momento “le llevaron un endemoniado que estaba ciego y mudo, y Jesús lo sanó, de modo que pudo ver y hablar. Toda la gente se quedó asombrada y decía: «¿No será éste el Hijo de David?» (Mateo 12: 22-23).  Los maestros de la ley que habían llegado de Jerusalén decían: «¡Está poseído por Belcebú! Expulsa a los demonios por medio del príncipe de los demonios.» (Marcos 3: 22.) Eso que decían los maestros de la ley era una gran mentira y una calumnia producto del celo que les producía ver que la gente siguiera y creyera en el señor Jesucristo y que este era respaldado por Dios a través de milagros y prodigios. En el relato de mateo se especifica que fueron también los fariseos quienes acusaban a Cristo de estar poseído por demonios; Leámoslo: “Pero al oírlo los fariseos, dijeron: «Éste no expulsa a los demonios sino por medio de Belcebú, príncipe de los demonios.» (Mateo 12: 24).

Esta era la acusación de aquellos fariseos y maestros de la ley: ellos afirmaban que Jesús estaba “poseído por espíritus inmundos y que expulsaba a los demonios a través del poder de Belcebú”.

Nosotros sabemos que el poder que actuaba a través de Cristo era el poder del espíritu santo (poder del altísimo) que Jesús había recibido cuando Dios lo ungió en el bautismo, vamos a leerlo:

"Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el espíritu santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia." Lucas 3:21,22.

Evidentemente lo que vino sobre Jesús no fue ninguna “tercera persona del dios trino”, sino un “PODER” o “ENERGÍA” llamado “ESPÍRITU SANTO”. ¿y para qué lo ungió? Pues para que Jesús actuara en representación del padre celestial con gran poder espiritual. Esto es lo que asegura el apóstol Pedro, leámoslo;

“cómo Dios ungió con el espíritu santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.’’ Hechos 10: 38.

 Esto demuestra que Dios había ungido al señor Jesucristo con su espíritu para que Cristo hiciera el bien, sanara a todos los oprimidos por el diablo y para demostrar que estaba con él. Dios el padre, estando en el cielo, envió ese “PODER”, con el cual ungió al señor Jesucristo en el bautismo de èste, para de èste modo quedar conectado al señor Jesucristo, el cual estaba en la tierra. Dios el padre no tenía necesidad de abandonar el trono del reino celestial y descender personalmente a la tierra para meterse literalmente dentro del señor Jesucristo, como creen los apostatas unicitarios. Simplemente a través del espíritu santo, que es el poder del altísimo, tanto el Dios padre como también el señor Jesucristo quedaban unidos en “UN MISMO ESPÍRITU”; de este modo el padre celestial obraba a través del señor Jesucristo realizando por medio de su hijo grandes milagros y prodigios, curando todo tipo de enfermedades y expulsando a los demonios.

En varias ocasiones los fariseos y maestros de la ley habían sido testigos de esa explosión de “PODER” que emanaba del señor Jesucristo cuando sanaba a los enfermos, vamos a leerlo:

Lucas 5:17: “Y un día Jesús estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder de Dios estaba con Jesús para sanar.” (versión “palabra de Dios para todos”).

A esa obra de Dios a través de Cristo era lo que los fariseos y maestros de la ley llamaban falsamente “el poder de Belcebú, príncipe de los demonios”. Belcebú, el príncipe de los demonios es el mismo Satanás, en pocas palabras; ellos estaban diciendo de forma mentirosa que el poder que actuaba a través de Cristo provenía de Satanás; eso significa que le estaban llamando Satanás al Dios padre; ya que el poder que actuaba a través de Cristo provenía del Dios padre; ¡! EN ESO CONSISTE LA GRAN BLASFEMIA IMPERDONABLE!!.

Noten que los fariseos y maestros de la ley jamás mencionaron a “la tercera persona del dios trino¨, lo que en realidad estaban diciendo era que cristo era una especie de brujo que obtenía su poder a través del Diablo, cuando en realidad el poder que actuaba a través de cristo provenía del padre celestial.

Es por eso que nuestro señor Jesucristo enfrenta a esos fariseos y les dice;

“¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede mantenerse en pie”. Marcos 3: 23-24.

Jesús le estaba dando a entender que las acusaciones que ellos le lanzaban eran totalmente ridículas, ya que, si Jesús echaba fuera los demonios por el poder del mismo Satanás, era tan estúpido como decir que Satanás estaba en contra de su mismo reino y de sus propios demonios. Luego Jesús les explica que el poder que actuaba a través de él era “el espíritu de Dios”, esto quiere decir que el dueño de ese poder no era Cristo; en realidad era el padre celestial, al cual los fariseos llamaban Belcebú; Leámoslo:

“En cambio, si expulso a los demonios por medio del espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a ustedes”. Mateo 12: 28.

Estas palabras de Cristo son claras; el espíritu santo es propiedad de Dios; por lo tanto, no es ninguna tercera persona divina; sino que es el poder que Dios usa para mostrar su gracia y su apoyo en el ministerio del señor Jesucristo. Es por eso que el señor Jesús condena duramente esa gran mentira con que le acusaban los fariseos y maestros de la ley, es decir; que el poder que actuaba a través de Cristo pertenecía a Satanás, cuando en realidad pertenece al Dios padre. Es por eso que Cristo les dice;

“Por eso les digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el espíritu no se le perdonará a nadie. A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el espíritu santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.’’ (Mateo 12: 31-32).

Esta condena viene por causa de decir que Jesús estaba poseído y actuaba por el espíritu o poder de Satanás, cuando en realidad era el poder de Dios. Esto es lo que dice marcos en este pasaje;

“Es que ellos habían dicho: «Tiene un espíritu maligno.» (Marcos 3: 30).

La blasfemia tiene que ver con alguien acusando a Jesucristo de estar poseído por demonios y por el poder de Satanás, (Belcebú), en lugar de estar lleno del espíritu o poder de Dios. Por lo tanto, como dijimos anteriormente, la blasfemia consiste en llamar satanás al Dios padre, ya que el espíritu santo pertenece al Dios padre y no al diablo, y quien diga que ese poder o espíritu proviene de satanás, le está diciendo satanás al Dios padre. Entonces debemos de entender que la blasfemia en contra del espíritu santo es un atentado directo al Dios padre, es contra el Dios padre que se está blasfemando, ya que el espíritu santo es propiedad del Dios padre, es su mismo espíritu o poder, tal y como lo leemos en los siguientes pasajes:

“No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu, para que la fe de ustedes no dependiera de la sabiduría humana sino del poder de Dios” (1corintios 2: 4-5).

Entonces tenemos que quienes contristan al espíritu santo en realidad están contristando a Dios mismo, quien mienta al espíritu santo en realidad está mintiendo a Dios mismo, como sucedió en hechos en hechos 5 del 1 al 11; por lo tanto: tenemos que quien blasfeme en contra del espíritu santo en realidad está blasfemando en contra de Dios mismo; exactamente eso fue lo que sucedió en esos pasajes en donde los fariseos y maestros de la ley acusaron a Jesús de brujo, diciendo que el espíritu que actuaba a través de Jesucristo era el poder del diablo, cuando en realidad ese es el poder que Dios el padre comparte con su hijo, en pocas palabras: estaban llamando diablo o Belcebú al Dios altísimo  mismo.

Como podemos ver; en estos relatos bíblicos que acabamos de estudiar no se dice por ninguna parte que aquel que niegue que el espíritu santo sea “la tercera persona de la santísima trinidad” está blasfemando en contra del espíritu santo; eso es una gran mentira de los trinitarios. Tampoco se dice que aquel que no cree en “la tercera persona del dios trino” incurre en el pecado imperdonable; eso es otra patraña mentirosa de los apoyadores del dogma trinitario católico.

Hay otras maneras de blasfemar contra el Espíritu Santo, pero esta fue “la blasfemia imperdonable”. Como resultado, la blasfemia contra el Espíritu Santo, según las acusaciones de esos fariseos y maestros de la ley, no puede ser duplicada hoy en día. Jesucristo no está en la tierra ahora, sino sentado a la diestra de Dios en los cielos, por lo tanto; no puede haber en este tiempo fariseos y maestros de la ley que acusen a Jesús de ser un brujo que actuaba bajo el poder de Belcebú. Pero existe hoy en día otros modos de blasfemar en contra del espíritu de Dios, es decir; en contra de Dios mismo. Por ejemplo, encontramos una gran blasfemia cuando los modernos evangélicos pentecostales aseguran que el mover espiritual que ocurre en sus iglesias es producto del espíritu santo. Vemos que en esas iglesias ocurren desordenes tremendos. La gente comienza a caer al suelo, a revocarse, a dar vueltas como trompos pisoteándose unos a otros, también caen unos sobre otros, al mismo tiempo que empiezan a hablar jerigonzas repetitivas, lo que ellos confunden con el don de lenguas. Pero en realidad son lenguas falsas producto de la apostasía religiosa y la mala enseñanza de esos concilios, ya que el verdadero don de lenguas consiste en hablar diferentes idiomas extranjeros de forma milagrosa, tal y como se lee en el libro de hechos capítulo 2, donde los primeros cristianos del siglo 1 fueron revestidos del espíritu de Dios y empezaron a hablar diferentes idiomas, predicándoles el evangelio a personas extranjeras de diferentes países; ese día esos cristianos hablaron unos 17 dialectos distintos de manera milagrosa. Por lo tanto, decir que las jerigonzas estúpidas y repetitivas que hablan los modernos evangélicos en sus cultos es el don de lenguas producido por el espíritu de Dios es una blasfemia, una falsificación diabólica de los dones de Dios. también decir que todo ese desorden que se produce en esas iglesias con lo que ellos llaman risa santa y borrachera espiritual, donde todos parecen locos, también constituye una blasfemia en contra del espíritu de Dios.

También darle al espíritu de Dios una personalidad que no tiene constituye una blasfemia, ya que es un engaño decir que el espíritu santo sea la tercera persona del dios trino, cuando en las sagradas escrituras ni cristo, ni los apóstoles ni los profetas enseñaron tal cosa; todo esto quiere decir que los verdaderos blasfemos en contra del espíritu de Dios son precisamente esos trinitarios mentirosos, sean católicos, evangélicos o protestantes.

En realidad, la supuesta condena sobre aquellos que renieguen del dogma de “la santísima trinidad” no se encuentra en la biblia, sinó en el credo católico de Atanasio, redactado por los teólogos de la gran ramera en el siglo quinto. Es en ese credo satánico donde se afirma que quien no creyere en el Dios trino no puede ser salvo; esto es exactamente lo mismo que decir: “quien no creyere en la tercera persona del dios trino no puede ser salvo”.

Vamos a leer algunas partes de ese credo católico y usted mismo, estimado lector y oyente, se va a dar cuenta del gran fraude creado por el catolicismo romano para que los cristianos, que todavía ignoran la verdad, se sometan a su dogma trinitario, ya que las palabras y fórmulas de ese credo no se encuentran en las sagradas escrituras. Esos jerarcas católicos romanos que elaboraron ese credo trinitario de Atanasio son los que afirman que “QUIEN NO CREA EN LA TRINIDAD NO PUEDE SER SALVO”, vamos a leerlo:

“TODO EL QUE QUIERE SER SALVO, ANTES QUE TODO ES NECESARIO QUE TENGA LA VERDADERA FE CATÓLICA. Y SI ALGUNO NO LA GUARDARE ÍNTEGRA E INVIOLADA, ES INDUDABLE QUE PERECERÁ ETERNAMENTE. Y LA VERDADERA FE CATÓLICA ES ESTA, QUE VENEREMOS A UN SOLO DIOS EN LA TRINIDAD, Y LA TRINIDAD EN LA UNIDAD; NO CONFUNDIENDO LAS PERSONAS, NI DIVIDIENDO LA SUBSTANCIA. UNA ES LA PERSONA DEL PADRE, OTRA LA DEL HIJO, OTRA LA DEL ESPÍRITU SANTO. PERO UNA SOLA ES LA DIVINIDAD DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO; IGUAL ES LA GLORIA, Y COETERNA LA MAJESTAD. CUAL EL PADRE, TAL EL HIJO, TAL EL ESPÍRITU SANTO.” (credo trinitario de Atanasio).

Luego de fórmulas repetitivas ese credo termina diciendo lo siguiente;

‘’ESTA ES LA VERDADERA FE CATÓLICA; QUE SI ALGUNO NO LA CREYERE FIRME Y FIELMENTE NO PODRÁ SER SALVO’’.

Ahí lo tiene bien claro; aquellos que se inventaron la teoría de condenar a los que no creen en la trinidad son solamente los apoyadores del dogma católico de Atanasio editado por los ‘’teólogos¨ de la gran ramera católica. Noten también que esas fórmulas que contiene el credo de Atanasio no se encuentran por ninguna parte de las sagradas escrituras. La historia demuestra como en la edad media, cuando la iglesia católica y sus papas estaban en su máximo apogeo, se decretó la adoración obligatoria a la santísima trinidad, so pena de muerte para quieres no cumplieran dicha orden. Cabe decir que fueron muchas las personas que murieron quemadas vivas en la hoguera acusadas de herejes, simplemente por negarse a adorar a ese dios falso, ya que la santísima trinidad es un dios falso extraído de las creencias babilónicas y platónicas, e insertado en la cristiandad apostata a través de la gran ramera católica desde el siglo cuarto.

El verdadero cristiano no necesita creer en el dios trino para ser salvo; esto lo demuestra el propio Cristo en este impresionante pasaje:

“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.  Juan 17: 3.

Debemos preguntarnos ¿Dónde está la tercera persona de la trinidad en este pasaje? ¿Se dan cuenta que Jesús nunca dijo que para ser salvos necesitamos creer en el dios trino o en la tercera persona de la trinidad? ¿Será que los "teólogos" de la cristiandad apostata pretenden ser más sabios que Jesús? Jesús mismo está diciendo en ese pasaje que lo único que necesitamos saber para alcanzar la vida eterna es que Dios el padre es ‘’el único Dios verdadero y que Jesucristo es su enviado’’, nada más. El que quiera añadirle a esto diciendo que para ser salvos necesitamos creer en la trinidad simplemente está llamando mentiroso a Jesús. También; el trinitario que diga que Cristo enseñó la trinidad como la doctrina fundamental para la iglesia, pues está mintiendo, ya que este versículo demuestra de manera irrefutable que en la doctrina del señor Jesucristo no existe ni la remota idea de enseñar a un dios trino.

Luego, a través de los siglos, esa doctrina católica del TRINITARISMO fue heredada por la gran mayoría de iglesias que salieron de las filas de la madre iglesia católica, es decir: los protestantes; de donde luego surgen los llamados evangélicos, pentecostales, carismáticos, luteranos, presbiterianos, los modernos ecuménicos (que son una liga de todos los mencionados, pero al servicio del catolicismo), etc. Todos ellos tienen un denominador común: adoran al dios trino católico romano, convirtiéndose esas iglesias en hijas de la iglesia de roma, es decir: hijas de babilonia la grande: LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (apocalipsis capítulos 17 y 18); por lo tanto; son iglesias rameras al igual que su madre, la iglesia católica, de donde salieron, y a donde ahora están regresando nuevamente a través del ecumenismo apostata católico-evangélico.

Dios mismo ordena a todos los cristianos del mundo a escapar, salir huyendo, de las filas de esas iglesias apostatas, adoradoras del falso dios trino; este es el consejo divino, vamos a leerlo:

“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”. Apocalipsis 18: 4.

 

CONTINUARÁ...