lunes, 14 de febrero de 2022

PARTE 18. CAPITULO 14: ¿CÓMO JESÚS SOSTUVO SU MINISTERIO TERRENAL?: JESÚS, EL SUSTENTADOR Y TEMPLO DE LA IGLESIA DEL NUEVO PACTO.

 

JESUCRISTO: EL HIJO UNIGÉNITO Y PRIMOGÉNITO DEL PADRE: LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”.

18.

Por Alexander Gell: estudiante de la biblia 2021-2022.



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CAPITULO 14: ¿CÓMO JESÚS SOSTUVO SU MINISTERIO TERRENAL?: ¿ERA JESUCRISTO POBRE O RICO? JESÚS, EL SUSTENTADOR Y TEMPLO DE LA IGLESIA DEL NUEVO PACTO.

Algunos quieren dan a entender que Jesús en su ministerio terrenal, era una especie de mendigo, un miserable harapiento o semi desnudo que se sostenía exclusivamente de las dadivas dadas por las demás personas. Otros dicen que el señor Jesucristo sostenía su ministerio exigiéndole diezmos de dinero a sus seguidores, y que, por tal razón, el ministerio de cristo era rico.

También, algunos extremistas aseguran que los cristianos deben ser pobres, como si la pobreza voluntaria fuera parte de la santidad. Otros se van al extremo opuesto y aseguran que el cristiano ha nacido para siempre ser multimillonario, ya que Dios (supuestamente) aborrece a los pobres.

También se enseña que la iglesia cristiana debe sostenerse con diezmos de dinero, según dicen los de línea protestante y evangélicos, mientras que los católicos mantienen algunas parroquias entregando dinero a cambio de misas por muertos o por compra venta de indulgencias.

Todos estos temas vamos a aclararlos en el presente capitulo.

Vamos a inicial el tema con las siguientes preguntas; ¿Diezmó Jesucristo entregándole a los sacerdotes del templo el diez por ciento de su sueldo? ¿Pidió el señor Jesucristo diezmo a sus seguidores? ¿dijo alguna vez nuestro señor Jesucristo que el cristiano que no diezma es un maldito ladrón que le está robando a Dios? ¿en alguna parte del evangelio se muestra a nuestro señor Jesucristo tomando pasajes de la ley de moisés o de otra parte del antiguo testamento para obligar a los cristianos a diezmar dinero de su sueldo?

Si examinamos a fondo los cuatro evangelios, en ninguna parte encontramos a nuestro señor Jesucristo pagando diezmos para el sostenimiento del sacerdocio levítico en el templo, MUCHO MENOS: JAMÁS VAMOS A ENCONTRAR A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO COBRÁNDOLES DIEZMOS A SUS SEGUIDORES PARA SOSTENER SU MINISTERIO.

Nuestro señor Jesucristo no pudo haber diezmado porque no era agricultor o ganadero, los cuales, según la ley, eran los únicos que estaban obligados a diezmar, según se lee en levítico 27:30 al 32. Bíblicamente Jesús era carpintero. Tampoco nuestro señor Jesucristo podía recibir diezmo de sus seguidores porque él no era levita; nuestro señor Jesucristo  era judío y sus apóstoles no diezmaban ni recibían diezmos porque eran pescadores, ya que (repito) los únicos que podían diezmar según la ley de moisés en el pueblo de Israel, eran los agricultores y los criadores de animales: en ninguna parte de la ley vamos a encontrar a los israelitas diezmando dinero, ya que el verdadero diezmo que se enseña en la biblia es productos del campo, como semillas y frutos, y animales, como vacas, ovejas, cabras etc: todo esto se usaba para sostener el sacerdocio levítico, y también para socorrer a los pobres del pueblo, como las viudas, los huérfanos y los extranjeros.

Sin duda alguna el señor Jesús nunca quebrantaría el orden de Dios, como hacen lo “pastores” actuales, tomando el lugar de los levitas, y recibiendo un falso diezmo sacado del sueldo de los miembros de sus iglesias conciliares; mucho menos nuestro señor jamás lo vamos a ver tomando los pasajes de Malaquías 3: 10 para amenazar y decirle  malditos y ladrones a aquellos que no le entregaban diezmos; ya que dicho pasaje no es aplicable a la iglesia del nuevo pacto, sino que estaban dirigidos a corregir a los lideres israelitas que estaban sujetos a la ley de moisés.

En el tiempo en que se escribió el nuevo testamento, los levitas y sacerdotes oficiaban en el templo de Jerusalén, y el diezmo seguía siendo lo que siempre ha sido; producto del campo y animales; nunca fue dinero, según se lee en levítico 27:30 al 32. Por lo tanto, solo los terratenientes y los criadores de ganados eran los únicos que podían llevar diezmos al templo, según estaba estipulado en la ley.

Los maestros iglesieros actuales; aquellos que gobiernan el sistema evangélico, siempre toman las palabras del señor Jesucristo registrada en Lucas 11:42 y  en Mateo 23:23, ambos  pasajes dicen lo mismo, para decir que Cristo apoyaba el diezmo, o para asegurar que cristo le ordena a la iglesia a cumplir con la ley del diezmo en dinero; vamos a leer el pasaje y usted mismo  se ha de dar cuenta que esas palabras estaban dirigidas exclusivamente a los fariseos; los que estaban sujetos a la ley de moisés, no a los seguidores de cristo.

 Lucas 11:42 dice: "mas, ¡hay de vosotros, fariseos!; Que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello."

Con esto los pastores iglesieros modernos pretenden demostrar que nuestro señor Jesucristo enseñó el diezmo, y lo aplican a la iglesia, como si el señor lo hubiera ordenado a sus seguidores. Los que así piensan deben notar que el señor Jesús está reprochando la mala conducta de los rabinos judíos que estaban sujetos a la ley. El señor Jesús les estaba hablando a aquellos que obedecían y enseñaban la ley de moisés; y una parte de la ley consistía en el diezmo agrícola; en ningún momento le estaba refiriendo esas palabras a la iglesia del nuevo pacto.

Lo primero que les mencionó Jesús a los fariseos es la verdad del diezmo del antiguo pacto; ´´ diezmáis la menta, la ruda y toda hortaliza ´´. Por tanto, en el tiempo de Cristo, el diezmo continuaba siendo agrícola. El señor Jesús no mencionó dinero por ningún lado, por tanto, no se puede comparar lo que dijo Jesús aquí, con el diezmo iglesiero que se predica hoy en las iglesias y concilios evangélicos donde los pastores cobran un falso diezmo del sueldo monetarios de los feligreses, algo que no tiene nada que ver con el diezmo agrícola enseñado en las sagradas escrituras.

Nuestra respuesta descansa en el hecho de que Jesucristo nació, vivió y murió bajo el Antiguo Testamento, según Gálatas 4:4, no entrando en vigor su Nuevo Testamento hasta diez días después de ascender él al cielo, tal y como se lee en este pasaje:

 "Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive." (hebreos 9:14-17). 

Por lo tanto, no es de extrañarse que Jesucristo enseñara la ley del diezmo, ya que él mismo vivió bajo la antigua ley de Moisés. Vino a cumplir lo que aquella ley decía de él, es decir: su sacrificio en el madero de tormento tipificado en los sacrificios de ovejas estipulado por la ley, (Mateo 5:17-20). Una vez cumplida, todas esas leyes ceremoniales fueron quitadas de en medio, efectuando Dios mismo el cambio de ley correspondiente, y entrando en vigor el Nuevo Testamento establecido sobre mejores promesas, (hebreos 8:8-13). En este Nuevo Pacto, y no en el Antiguo Testamento, la iglesia establecida por Cristo encuentra las nuevas leyes que han de gobernar su práctica, incluso la de proveer recursos materiales para efectuar las obras que le corresponden en la tierra a través de las ofrendas voluntarias que se usan para socorrer a los santos cuando están en necesidad, según enseña el apóstol pablo en primera y segunda a los corintios y como da el ejemplo los cristianos descritos en el libro de los hechos.

 En cambio, la iglesia o congregación que encuentra sus leyes en el Antiguo Testamento, los dictámenes de algún concilio religioso o la agenda personal de su líder máximo, ¿cómo la juzga el Señor Jesucristo?, pues de la siguiente manera:

‘’Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.  Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.  Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” Juan 15:6-9.

Quizás se debe dejar claro este punto, que Jesús no usó ningún dinero de la Tesorería del templo de Israel, de la que seguramente los diezmos de la tierra y el ganado eran parte. Como mencionamos antes, Jesús, siendo de la tribu de Judá y no de la tribu de Leví, no podía recibir legalmente diezmos. Jesús se financió, en parte, por medio de ofrendas voluntarias de diversas personas, tal y como leemos en este pasaje:

 "Juana, la mujer de Cuza, administrador de Herodes; Susana, y muchas otras. Ellas les servían con sus bienes."  (Lucas 8:3). (Aunque la biblia no registra por ninguna parte que Jesús exigiera personalmente esas ofrendas como algo obligatorio para aquellos que en ese momento les seguían).

Los fariseos no diezmaban la pesca, las gemas, los tejidos, o el dinero. Pero si diezmaban hasta la más pequeña de las semillas, ya que eso era lo que ordenaba la ley. Con todo y ser los fariseos buenos diezmadores, las palabras de Jesús a ellos fue de: ¡ay de vosotros; hipócritas!!. Él no los felicitó por ser buenos diezmadores. Pero si les reprochó que tuvieran una fachada hipócrita de religiosidad, cumpliendo la ley como el diezmo, pero descuidaban lo más importante de esa misma ley, que era hacer justicia y amar al prójimo.

También nuestro señor Jesucristo relata la siguiente historia o parábola, para demostrarle a los sacerdotes religiosos lo incapaz que es querer obtener el favor de Dios a través de obras religiosas tales como el diezmo, veamos:

"Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aún alzar los ojos al cielo, sinó que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, se propició a mí, que soy pecador. Os digo que este descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado, y el que se humilla será enaltecido." Lucas 18:10-14

Vemos que entre el fariseo que ayunaba dos veces a la semana, y diezmaba de todo lo que poseía, y el publicano pecador, fué precisamente el publicano pecador quien regresó a su casa en paz y justificado ante Dios, y no el diezmador religioso, que se jactaba de cumplir la ley. El espíritu legalista produce en las personas una actitud de falsa santidad, que tiende más a la arrogancia, al orgullo y al desprecio a aquellos que no hacen lo que ellos hacen. Esto bíblicamente se llama soberbia, algo que Dios aborrece; y es algo que abunda en las modernas iglesias del sistema evangélico.

 

Vemos entonces, que cuando Jesucristo habló del diezmo, no fue para decirle a los cristianos que debían dar el 10% de su salario a los pastores y ministros del moderno sistema iglesiero evangélico, tal y como lo enseñan los dirigentes apostatas y avarientos de dicho sistema apostata; todo lo contrario; nuestro señor lo que hace es  confrontar a los líderes religiosos de su tiempo, y condenar sus acciones, pues cargaban al pueblo con cargas que ellos mismos no querían llevar, tal y como sucede en el sistema iglesiero moderno, donde los falsos pastores obligan por ley y amenaza a sus feligreses a someterse a la supuesta ley del diezmo.  Jesús nunca felicitó a los fariseos por guardar la ley y ser diezmadores, pero si los llamó hipócritas, necios, sepulcros blanqueados, serpientes, generación de víboras e hijos del diablo; por abuzar y despreciar al pueblo, pues estos mismos religiosos decían que el pueblo que no conocía la ley era maldito, como leemos en Juan 7:49 donde los fariseos dicen lo siguiente; “más esta gente que no sabe la ley, maldita es.”

¡Esto es lo mismo que hacen muchos pastores fariseos legalistas en la actualidad¡; tomando textos como el de Malaquías 3:9-10, (texto que por cierto no se aplica a la iglesia: sino que están dirigidos a los israelitas sujetos a la ley), y acusan a los cristianos que no diezman de malditos y ladrones, mostrando con esto, que el mismo espíritu religioso e hipócrita que los guía, es el mismo espíritu que confrontó Jesucristo en los fariseos y maestros de la ley de su tiempo.

Sin embargo, con todo y esto, eso ministros falsarios, se agarran de las palabras de Jesús, cuando, reprochando a los fariseos, dijo; "esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello", para afirmar que nuestro señor Jesucristo apoyó el diezmo. ¡Porque es la única frase que ellos tienen, en todo el nuevo testamento, que aún difusamente, propone el diezmo!. ¡Y, sin embargo, estas palabras están dirigidas a los fariseos, y Jesús especificó: que era asunto de la ley!.

El apóstol Pablo escribió lo siguiente:

"no estamos bajo la ley, sinó bajo la gracia". Romanos 6:14.

Por tanto, lo que nuestro señor Jesucristo dijo a los fariseos y a los legalistas, no tiene nada que ver con la iglesia. Pero si está la advertencia para aquellos que, igual que los fariseos, ponen sobre el pueblo pesadas cargas de ley, y no tienen misericordia del necesitado, a estos, igual que a los fariseos, Jesús les llama hipócritas, necios, sepulcros blanqueados, serpientes, generación de víboras e hijos de su padre el diablo. Al igual que los sacerdotes y fariseos de antaño, los cuales habían convertido la gracia de Dios en casa de mercado, los modernos ministros del sistema iglesiero apostata, (S.I.A.), han hecho lo mismo; tomando el evangelio como negocio de mercadería, donde las supuestas bendiciones de Dios son vendidas por precio monetario. Recordemos el enojo de nuestro señor al ver la mercadería en el templo, y como, con toda indignación, entró en el lugar, y azote en mano, expulsó a todos esos mercaderes y volcó las mesas de los cambistas tirando todo el dinero por el suelo; y les decía a gran voz:

‘’no conviertan la casa de mi padre en cueva de ladrones’’. mateo 21: 13.



Es lo mismo que en este tiempo de gran apostasía, donde los falsos apóstoles se han inventado un sistema engañoso para explotar a los incautos que entran en sus iglesias, y a través de maratones radiales y televisivos hacen mercadería con la fe, enseñándoles a los cristianos a comprar las supuestas bendiciones con dinero a través de pactos, diezmos, ofrendas, primicias, maratones y donativos. Estos súper ungidos auto titulados les dicen a los cristianos que mientras más dinero les entreguen a ellos y sus ministerios, más fe están mostrando, y, por tanto; Dios se va a ver obligados a bendecirlos. Esos mentirosos lobos rapaces que tiene su guarida en las iglesias conciliares evangélicas venden todo tipo de milagros a través del supuesto pacto de dinero, desde sanar enfermedades, hasta hacer millonarios a las personas. Es así como manipulan las mentes, incitando a la codicia y a la búsqueda de lo material. de este modo los supuestos cristianos pueden comprar con dinero la gracia de Dios, del mismo modo que en la edad media los católicos compraban el perdón de los pecados comprando las indulgencias firmadas por el papa.

Los fariseos, sacerdotes y maestros de la ley eran individuos avariciosos, tal y como los señalaba el señor Jesucristo, a tal punto de retorcer la ley para poder exprimirle el dinero al pueblo ignorante (exactamente la misma estrategia de los falsos pastores del sistema evangélico de la actualidad), de ese modo enseñaban al pueblo a entregar todos sus bienes al templo, pero en realidad: esos bienes eran repartidos entre esos mismos sacerdotes que gobernaban el templo. Es por eso que en aquel tiempo ya muchos se negaban a ayudar a su padre y su madre cuando estos ya eran viejos, diciendo que la ayuda económica que podían darle era corban, es decir: ofrenda para el templo; ya que esa doctrina se las había enseñado los fariseos y maestros de la ley, lo cual, evidentemente; no existía en la ley de moisés. Es por eso que el señor Jesús les reprocha de la siguiente manera:

Marcos 7: 10-13: “Porque Moisés dijo: ``HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE; y: ``EL QUE HABLE MAL DE su PADRE O DE su MADRE, QUE MUERA; pero vosotros decís: ``Si un hombre dice al padre o a la madre: `Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda a Dios)'; ya no le dejáis hacer nada en favor de su padre o de su madre; invalidando así la palabra de Dios por vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.”

También vemos que engañaban inclusos a las viudas, las cuales echaban en las ofrendas del templo todo el sustento que tenían, como aquella viuda a la cual el mismo señor Jesucristo criticó, cuando ella echó entre las ofrendas del templo, todo el sustento que la pobre tenía, según se lee en Lucas 21:4. En realidad, la ley de Moisés enseña que era precisamente las viudas pobres las que tenían que ser sustentadas por las ofrendas del pueblo, pero los fariseos, saduceos y maestros de la ley eran tan avaros y ladrones que estaban despojando de sus pocos bienes hasta a las viudas.

Esto deja claro las malas enseñanzas manipuladoras de los maestros de la ley y los fariseos, que al igual que los pastores y apóstoles del sistema iglesiero evangélico de nuestro tiempo enseñan que la pobreza es una maldición, y que para lograr salir de esa maldición la única forma es que los cristianos pobres muestren su fe entregándoles a ellos y sus ministerios ofrendas, donativos, diezmos, primicias y bienes, de ese modo, (supuestamente), Dios se va a ver comprometido u obligado a bendecirlos y prosperarlos.

Es por esto que el señor Jesucristo advierte de la siguiente manera;

  ‘’Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7:15-16.

Hoy más que nunca, se cumplen al pie de la letra las palabras de Cristo. Estando en el monte de los Olivos, Jesús habló a sus discípulos y les dijo:

“Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.” Mateo 24:11.

Lo triste de esto no es el hecho de que se levanten los falsos profetas, sinó el que muchos son engañados por ellos.  La razón por la que muchos son engañados es porque para poder detectar el falso profeta o maestro y sus falsas enseñanzas o doctrinas, hay que estar firmemente parado sobre las verdaderas doctrinas que predicaron cristo y sus apóstoles. Se debe tener visión espiritual y el entendimiento iluminado por el poder del espíritu de Dios. Los falsos maestros han sido y siguen siendo engañados por otros falsos maestros y el mismo Satanás, y de esta misma manera van en un ciclo de mal en peor, engañando a otros a su paso, leámoslo:

“más los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” 2 Timoteo 3:13.

Es por esto que siempre aparecen algunos cristianos borregos defendiendo a los lobos rapaces cuando ven que algún verdadero cristiano los desenmascara, y dicen: no se levanten en contra del ungido de Jehová, no juzguen, no hablen así de mi amado pastor, no critiquen a ese santo varón de Dios.

Es a estos engendros de satanás disfrazados de apóstoles de cristo, a los que el señor se refería cuando dijo las siguientes palabras:

 ‘’No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad, al fuego eterno con el diablo y sus ángeles.’ mateo 7: 22.

Preguntamos: ¿quiénes son actualmente los que andan expulsando demonios a diestra y siniestra?.¿quiénes son los que están pavoneándose de andar haciendo grandes milagros?. La descripción que da cristo identifica inmediatamente al sistema evangélico moderno, que es donde andan en esas actividades; el mismo sistema apostata que ahora anda uniéndose en ecumenismo con la gran ramera católica romana. Es solamente en ese medio supuestamente carismático o pentecostal donde aparecen los grandes súper ungidos milagreros. Ellos se auto titulan ungidos sin darse cuenta que al usar ese título están confirmando que son falsos cristos; ya que la palabra ungido significa cristo, y el mismo señor Jesucristo profetizó lo siguiente:

‘’Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo (ungido); y a muchos engañarán.’’ Mateo 24: 4-5.

lo único que hacen los falsos profetas modernos como Benny Hinn, Cass Luna, Guillermo Maldonado, Aquiles Azar o Santiago Ponciano es manipular las emociones e imponer las manos para que la gente caiga al piso a revocarse como locos, envueltos en un espectáculo de total ridiculez, ruidos, gritos, vómitos y caídas; cosas que son desconocidas en las páginas de la biblia si las comparamos con la forma en que ministraban Cristo y sus apóstoles. Nuestro señor hacia grandes milagros; sanaba todo tipo de enfermedades, le regresaba la vida a los muertos, multiplicaba los alimentos; a lo cual pregunto: ¿cuánto dinero les cobraba cristo a esas personas que se beneficiaban con tales y poderosos milagros?; ¿acaso las personas pasaban primero delante del tesorero Judas Iscariote para aportar su ofrenda o semilla de pacto en dinero para luego ir delante de cristo para que les haga el milagro?.¿Cuánto le cobró cristo a Jairo por devolverle la vida a su hija?; nunca vamos a encontrar en las escrituras a nuestro señor Jesucristo cobrándole dinero a las personas para hacerle milagros, como hacen los brujos y los falsos apóstoles del sistema iglesiero apostata; todo lo contrario; cristo aconsejaba a sus apóstoles diciendo:

“Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, expulsad demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia’’ (mateo 10: 8).

Estos falsos maestros pentecostaloides han convertido el mover del espíritu de Dios en algo totalmente irracional, demoniaco y nauseabundo.

Pero más nauseabundo es escuchar en los maratones de LOS PROGRAMAS ENLACE T.B.N. y RADIO VISIÓN CRISTIANA como los lobos rapaces retuercen las escrituras para poder sacarles el dinero a los cristianos ingenuos que se creen sus mentiras.

He visto toda esta apostasía con horror creciente. Y lo peor de todo esto es que esos blasfemos hijos de Satanás le adjudican todos esos milagros sobre todo a la supuesta ‘’tercera persona de la trinidad’’: con sobre nombre de espíritu santo: algo que no tiene absolutamente nada que ver con el verdadero espíritu santo o poder del altísimo: ya que el dogma católico de la santísima trinidad, junto a su tercera persona, es otro de los engaños doctrinales de la gran ramera y su sistema católico-babilónico., el cual ha sido adoptado también por las hijas de la gran ramera, es decir; las iglesias que salieron de ella, tales como el sistema evangélico.

El mismo señor nos ha ordenado que no nos dejemos engañar, que nos cuidemos de los falsos profetas que vienen a nosotros disfrazados de ovejas, que tenemos todo el derecho de juzgar con justo juicio y de imitarlo poniendo al descubierto públicamente a los falsos profetas engañadores que encubiertamente han introducido en el cristianismo herejías destructivas.

Si estos falsos profetas, falsos ministros, falsos apóstoles y falsos pastores no quieren escuchar cuando se les denuncia y no se arrepienten, el consejo de Cristo es el siguiente:

‘’Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.’’ (Mateo 15:14).

Esta palabra es un imperativo: aoristo activo, lo cual equivale a que los que siguen a los fariseos y escribas ahí presentes deben dejarlos inmediatamente. No hay tiempo para pensar si está bien dejarlos o no, el mandamiento del Señor es claro y urgente. Este pasaje dice claramente que ambos son responsables, uno por guiar mal, y el otro POR SEGUIRLO, así es, ni más ni menos. El hoyo en esta metáfora, no puede ser otra cosa, más que un amargo final.  Ahora usted sabe de esto, ya está usted enterado de las consecuencias, si usted tiene un guía ciego, no espere, es urgente que lo deje, y si usted está guiando a otras personas a seguir a este líder ciego, yo le pregunto;  ¿qué recompensa puede tener su acción?. Usted podrá imaginarse la respuesta; será un ciego, recomendando a otro ciego a seguir un ciego. Es por esto que cristo culmina diciendo:

“Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad, al fuego eterno con el diablo y sus ángeles.” mateo 7: 22.

El lago de fuego; Ese es el amargo final para todos los apostatas que retuercen las escrituras y toman el evangelio como mercadería para extraerles el dinero a las personas usando las herramientas del engaño, la sugestión, la imposición y el fraude, y, sin duda alguna, las personas que apoyen a dichos apostatas van a correr la misma suerte, ya que son cómplices pasivos de esos hijos del diablo.

Y, para concluir con este tema, decir que;

¡El enfoque del diezmo era agrícola y ganadero, por todas las partes del Antiguo Testamento, era comida!.  Comida para el Levita, comida para el forastero, comida para la viuda, comida para el huérfano; y el enfoque no cambia en tiempo de cristo y sus apóstoles.  El tema es todavía; alimento en Mi casa, tal y como Dios les ordena a los israelitas en Malaquías capítulo 3. Por lo tanto; el diezmo de dinero del sueldo de los creyentes que se cobra en el medio evangélico moderno, es simplemente una perversión si base bíblica, ya que el verdadero diezmo bíblico nunca fué de dinero. Los pastores quienes tanto se interesan en que el 10% sea del total, en realidad están construyendo sus propios reinos que comúnmente requieren mucho dinero.  Jesús está construyendo Su iglesia de una manera completamente diferente, y Él no necesita sillas alfombradas, vidrios de colores ni campanario para conseguir que el trabajo sea hecho.  El apóstol pedro no tenía ni plata ni oro, sin embargo, fueron muchos miles de personas que escucharon su predicación, y todavía, muchos siglos después, sus enseñanzas siguen vigente en las epístolas de pedro que se encuentran en el nuevo testamento. El apóstol pablo vivía en persecución, en azotes y cárceles; sin embargo, había logrado que en toda Europa conocieran las buenas nuevas del evangelio. Los primeros cristianos jamás obligaron a nadie a diezmar de su sueldo, ya que esa ley no se conocía entre ellos. En realidad; el nuevo testamento, sobre todo en primera y segunda a los corintios y los ejemplos que encontramos en hechos de los apóstoles, solo se enseña a los verdaderos cristianos a ofrendar con entera libertad, de acuerdo a como haya prosperado, no por imposición de ningún concilio o pastor, ya que Dios ama al dador alegre; y esas ofrendas voluntarias no eran para mantener un templo de piedras ni para sostener a un grupo eclesiástico, todo lo contrario; se usaba solo para suplir las necesidades de los santos, los cristianos, que estén pasando por momentos de necesidad, como demostraremos más adelante.

Al escudriñar todo el Nuevo Testamento, queda muy evidente que los apóstoles, profetas, pastores y evangelistas del primer siglo no se concebían oficiales espirituales con derechos implícitos a diezmos. ¿Quién de ellos pide o impone diezmos?, pues; ¡Ninguno!. Cristo, nuestro gran sumo sacerdote era judío, no levita, por lo tanto; no es ningún cobrador de diezmos. Tampoco las escrituras registran que los apóstoles de cristo fueran descendientes de los levitas, por tanto; no podían cobrar diezmos según la ley; Ya que la ley anterior al sacrificio de cristo ha quedado abrogada para el verdadero cristiano, leámoslo:

 "queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. Pues nada perfeccionó la ley, y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios" hebreos 7:18-19.

Esto quiere decir que la ordenanza de la ley, la cual incluye el diezmo, ya no tiene potestad sobre los cristianos del nuevo pacto, e incluso; las personas que intenten ligar el pacto de la ley con el pacto de la gracia caen en maldición, tal y como lo dice el apóstol pablo en este impresionante pasaje;

“Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito sea el que no permanezca en todas las cosas escritas en el libro de la Ley, para cumplirlas. Y que por la Ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque el justo por la fe vivirá. Pero la Ley no procede de la fe, sino que dice: El que haga estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: «Maldito todo el que es colgado en un madero” (gálatas 3: 10-13).

La lucha que los verdaderos cristianos en estos tiempos finales estamos sosteniendo en contra de la gran apostasía iglesiera, sobre todo en contra de aquellos legalistas que quieren someter a los cristianos a imposiciones de leyes tales como el diezmo iglesiero y los pactos de dinero para comprar las bendiciones de Dios; no es muy diferente a la batalla que tenían los apóstoles de la iglesia del primer siglo. Ya en ese tiempo se habían levantado los judaizantes; aquellos  supuestos cristianos legalistas que Vivian mitad en la ley de moisés y mitad en el pacto de la gracia; en aquel tiempo la lucha de los apóstoles era en contra de la circuncisión y sujetarse a fiestas judías, en este tiempo final es en contra del diezmo iglesiero y a todo un sistema mafioso que han levantado un imperio de avarientos vestidos de santurrones disfrazados de supuestos ungidos, pastores y apóstoles auto titulados, supuestos cristianos que solo velan para despojar, a base de engaños, a los ingenuos feligreses  que no escudriñan las escrituras, imponiendo sobre los tales leyes y mandamientos que cristo y los apóstoles jamás le impusieron a los cristianos del siglo 1.

En resumen, como el diezmo enseñado por las iglesias modernas no es la forma de dar en el Nuevo Testamento, no producirá el fruto del Nuevo Pacto, ni para la gente que da el diezmo ni para el "programa" en que se invierte el dinero, ya que dicho programa es simplemente una invención humana, la creación del reino de un hombre auto titulados apóstol, pastor, ungido, profeta, reverendo, obispo, ministro, querubín, o cualquier otro título que usen para impresionar.



Bíblicamente; el apóstol pablo enseña que solamente los evangelistas, aquellos que andan de lugar en lugar predicando el evangelio, y los ancianos mayores de edad que ya no pueden trabajar y que estaban dedicados de por vida al ministerio y la enseñanza de las escrituras, eran los únicos que tenían el derecho de recibir sustento de las ofrendas voluntarias de los creyentes cristianos, todos los demás tenían que trabajar no importando el título que tuviera dentro de la iglesia, ya que el apóstol pablo enseñaba diciendo:

2 tesalonicenses 3: 10-12: “Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque oímos que algunos entre vosotros andan desordenadamente, sin trabajar, pero andan metiéndose en todo. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo, que, trabajando tranquilamente, coman su propio pan.”

El mismo apóstol pablo tenía el papel de evangelista, ya que viajaba de lugar en lujar predicando el evangelio de la gracia, y en varias ocasiones recibió las ofrendas voluntarias que con amor los hermanos le entregaban, pero también pablo trabajaba fabricando tiendas para ganarse el sustento, esto quiere decir que cuando un evangelista permanece demasiado tiempo en un lugar no puede convertirse en carga para la iglesia, sino que debe ponerse a trabajar hasta el día que se marche.

Tampoco el apóstol pablo, (ni ninguno de los apóstoles de cristo), jamás exigieron que los creyentes tengan que mantener los gastos de un templo de piedra o lugar de reunión, ya que los primeros cristianos no se reunían en templos al estilo católico romano, mucho menos en templos como las megas-iglesias evangélicas modernas, ya que el apóstol pablo dijo lo siguiente:

“El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre, ni es servido de manos humanas, como si necesitase algo’’ (hechos 17:22-29).

Varias veces el apóstol Pablo rechazó que lo mantuvieran, pues decía: ‘’por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo’’. Y prefería trabajar con sus propias manos. Pero también vemos que en otras ocasiones recibía las ofrendas que le enviaban los creyentes para su sostenimiento, y las recibía con acción de gracias.

Dice en filipenses 4:18; pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.                

A principios del trabajo misionero de Pablo, él proveyó para sí mismo con su habilidad para fabricar carpas. Él decía,

“Vosotros sabéis que estas manos proveyeron para mis necesidades y para aquellos que estaban conmigo.  En todo os he demostrado que trabajando así es necesario apoyar a los débiles, y tener presente las palabras del Señor Jesús, que dijo; Más bienaventurado es dar que recibir."  (Hechos 20:34-35)

De nuevo, por favor, note que, en todas las referencias de Pablo al Antiguo Testamento, él nunca citó ningún pasaje del diezmo. No lo hizo porque sabía que él era ministro de un pacto diferente.  Fue sacerdote de un nuevo sacerdocio, y él estaba ministrando desde un nuevo lugar, no desde la letra de la ley que mata, sino desde el Espíritu que da la vida.  Pablo nunca usaría algunas de las maneras engañosas que usan muchos pastores para sacar dinero a la gente.  Nunca vamos a encontrar a pablo diciéndoles MALDITOS Y LADRONES a los cristianos que no diezman, como acostumbran a hacer los dirigentes apostatas y avarientos del sistema iglesiero moderno.  Mucho menos vamos a encontrar al apóstol pablo en las escrituras exigiéndole a los cristianos que le dieran dinero por los milagros que Dios hiso a través de él, como acostumbran en el sistema iglesiero evangélico; donde enseñan a los cristianos a hacer; pactos de dinero, para poder obtener algún milagro, sea milagro de salud o milagro financiero.  Esto lo vemos, por ejemplo, en concilios maratónicos como ENLACE T.B.N. y radio visión cristiana, más la gran mayoría de concilios evangélicos; donde todo el mensaje cristiano se reduce a obtener la bendición de Dios entregándoles dinero a esos supuestos ungidos, apóstoles y pastores que dirigen dichos lugares.

Esa doctrina del supuesto pacto o siembra de dinero es espiritualmente una carcoma cancerígena que ha infectado a todos los concilios y denominaciones del medio evangélico apostata. El apóstol pablo había profetizado sobre esa corrupción existente en el medio cristiano. Cuando Pablo se despidió de la Iglesia de Éfeso llamó a los ancianos de la iglesia, los reunió y les habló en su discurso de despedida respecto al cuidado que debían tener por la obra de Dios. Pablo advirtió a estos líderes que después de su partida vendrían lobos a engañar y esparcir las ovejas.

 “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.  Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” Hechos 20:29-30.

Los falsos apóstoles y falsos pastores del medio iglesiero evangélico sugestionan e infunden temor en sus seguidores para que estos no puedan hablar en contra de ellos y les dicen que los cristianos no pueden juzgar ni confrontar las acciones y doctrinas de quienes gobiernan los concilios y denominaciones evangélicas; porque, dicen ellos, quien hable en contra de esos ministros supuestamente se está; “LEVANTANDO EN CONTRA DE LOS UNGIDOS DE JEHOVÁ”, es decir; se están levantando en contra de Dios mismo. Ese es el gran engaño usado por esos lideres evangélicos para que los miembros de sus iglesias jamás intenten investigar, cuestionar o hablar en contra de las enseñanzas de esos supuestos ungidos auto titulados.

Sin embargo; el apóstol pablo enseña algo totalmente contrario a las afirmaciones de los lideres iglesieros apostatas; ya que el apóstol pablo enseña a los cristianos a juzgar y a confrontar, comparemos estos dos pasajes donde el apóstol pablo dice lo siguiente:

‘’Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.’’ 1 corintios 14: 29.

"porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, a los cuales es preciso tapar la boca" (tito 1:10-11)

El mismo apóstol pablo nos da el ejemplo, cuando de forma pública confrontó al apóstol pedro, el gran líder de la iglesia, porque este estaba cayendo en el error de menospreciar a los cristianos gentiles por sentir temor o apego a los pseudos cristianos judíos que todavía se mantenían practicando los rituales del antiguo pacto, ligando de este modo el pacto de la ley con el pacto de la gracia, según se lee en el libro de gálatas.

También; el apóstol Pablo tenía una lista negra de falsos ministros que se habían vueltos apostatas; Himeneo y Alejandro... Figelo y Hermógenes ... Himeneo y Fileto Estas son tres parejas (APOSTATAS) de nombres mencionados en las epístolas de Pablo a Timoteo, y asociados con conductas turbias, con blasfemias y apostasías. Dos de esos nombres, Himeneo y Alejandro en algún momento ellos fueron leales compañeros de milicia del apóstol, pero ahora, él debe mencionarlos con dolor, para advertir a los hermanos acerca de su descarrío, para que no se dejen seducir por sus engañosas palabras. Estos pasajes bíblicos dan a demostrar que los verdaderos apóstoles de cristo no escondían los nombres de los apóstatas, sino que advertían a las iglesias contra tales individuos y los ponían al descubierto. Estoy convencido que si el apóstol pablo hubiera vivido en este tiempo hubiera usado la red de Internet con todas sus páginas sociales, (Facebook, YouTube, Telegram, etc), para desenmascarar a los falsos profetas; seguro que no se le hubiese escapado ninguno.

Pablo nunca les dijo a los cristianos que tenían que ‘’pactar con Dios’’ entregándole dinero para recibir su bendición. Todo lo contrario, cuando el apóstol pablo les pedía ayuda financiera a los creyentes era para suplir las necesidades de otros cristianos, humildemente les decía lo siguiente;

“No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor vuestro’’ 2 corintios 8: 8.

También decía el apóstol Pablo;

“Por tanto, tuve por necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia nuestra’’ (2 corintios 9: 5).

El apóstol pablo nunca amenazaba a los cristianos para que ofrenden, ni le imponía cantidades. En el medio evangélico actual es diferente, donde escuchamos a los predicadores decir: “DA 100 DE OFRENDA Y DIOS TE VA A DEVOLVER MIL, OFRENDA HASTA QUE TE DUELA, DALE A DIOS EL BILLETE MAS GRANDE, DEL TAMAÑO DE TU DEUDA TIENE QUE SER TU OFRENDA; TAMBIÉN DICEN:  AQUEL QUE NO DIEZMA NI OFRENDA ES UN MALDITO LADRÓN QUE LE ESTA ROBANDO A DIOS.”

Contrario a esto, el apóstol pablo simplemente les decía;

“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7).

Pablo evitó hablar de diezmo y enseñó que las ofrendas deben ser voluntarias, de corazón alegre, sin sacrificios y por amor, (2 Corintios 9:7). La ley implicaba sacrificio, la gracia implica amor, generosidad, desprendimiento. La Ley es por obras obligatorias, la gracia es por fe y amor que genera buenas obras.

la mayoría de los historiadores de la iglesia escriben que el diezmo no llegó a ser una doctrina aceptada en la iglesia por más de 700 años después de cristo. De acuerdo a los mejores historiadores y enciclopedias, no fue sino hasta después de 500 años que el concilio local de la iglesia de Macón en Francia, en el año 585, intentó sin éxito de imponer diezmo sobre sus miembros. No fue sino hasta el año 777 que el rey Carlos el Magno permitió que la iglesia por aval de ley pudiera recoger los diezmos. Tal cual, amigo mío, es la historia del diezmo según la Enciclopedia Británica, la Enciclopedia Americana, y la Enciclopedia Católica Romana para que todos la lean. Estos hechos históricos debieran servir como prueba para alguien.

Ahora veamos el papel importante que jugó el catolicismo romano, desde la edad media, para enseñar a sus dirigentes, obispos y sacerdotes, a exprimirle el dinero a sus feligreses a base de mentiras y manipulaciones, estrategias que han heredado los modernos dirigentes del evangelio de la prosperidad que gobiernan las megas iglesias.

Es importante entender que la población en general es supersticiosa y afectada por la pobreza. Así que la riqueza y prestigio de la iglesia católica romana, en la edad media, de por sí ya era intimidatoria y el clero con toda su pompa necesitaba de muchos recursos y dinero para poder mantenerse.  Debido a que los sacerdotes tenían, como si fuesen, las llaves del cielo, el pueblo buscaba estar de su lado. Ya entrada la edad media, los papas católicos comenzaron a exprimir al pueblo a través de mentiras y supersticiones. Se vendían indulgencias, es decir, una carta firmada por el papa de turno donde se certificaba el perdón de todos sus pecados a quienes compraban estas cartas. Se cobraban misas por los difuntos que supuestamente se encontraban en el purgatorio. Tiempo después, y con la ayuda del rey Carlomagno, la iglesia católica comenzó a cobrar diezmos para la iglesia y para el estado. Al principio eran diezmos agrícolas, imitando el sacerdocio levítico, pero después también cobraban diezmos de dinero.  Es esa la verdadera procedencia del diezmo iglesiero que conocemos hoy en las congregaciones cristianas y que nada tiene que ver con el diezmo bíblico.

La mezcla de influencias de incrédulos y paganos, unida a la elasticidad de la filosofía judaica, llevó a la restitución de muchas prácticas del Viejo Testamento. Entre éstas, el diezmar fue de gran importancia debido a la cantidad de dinero que generaba para la nueva clase de clérigos. Y fue Convenientemente impuesta debido a su lugar en la Ley. Recuerde, la mayoría de estos supuestos ministros nunca realmente se volvieron creyentes en Cristo, y ellos veían al cristianismo como un medio para ganar dinero. El espíritu de los antiguos avariciosos fariseos y maestros de la ley estaba vivo entre los dirigentes de la cristiandad apostata del catolicismo romano; y los modernos dirigentes evangélicos, carismáticos, pentecostales y ecuménicos han seguido con la misma estrategia maldita para explotar a sus feligreses.

Con líderes de religiones y cultos paganos ahora profesando fe en Cristo, ocurrió una diabólica transformación dentro de la nueva cristiandad levantada por el catolicismo romano. La fe antes pura de los creyentes, habiendo sido probada en los fuegos de la Persecución, ahora estaba siendo infiltrada y corrompida por los ricos, poderosos, e idealistas líderes religiosos paganos. La distinción entre el pueblo, o laicos, y la clase sacerdotal, comúnmente conocidos como el clero, efectivamente llevó al pueblo cristianos de nuevo a extraño un sistema Ley que no existe en las páginas de la biblia. Efectivamente, para el siglo quinto el cristianismo, para todas las intenciones y propósitos, se había convertido en una religión paganizada. Era sin duda alguna la gran ramera del Apocalipsis; la iglesia católica romana.

Ahora veamos otra parte de la historia; el surgimiento del diezmo entre Los pentecostales y evangélicos.

En este tiempo moderno son muy pocas las iglesias católicas que cobran diezmos ¿Por qué?; pues porque ya tienen a las mayorías de las naciones bajo sus pies. Las riquezas que fluyen en el vaticano son enormes, por esto son muy pocas las demás parroquias católicas que cobran diezmos, pues los líderes católicos saben que en tiempos del rey Carlo magno, cuando el catolicismo cobraba diezmos, se hacían

grandes alborotos en el pueblo por causa de ese abuso. ¿Quiénes entonces han heredado las normas iglesieras de cobrar diezmos de dinero?; pues los evangélicos y pentecostales; una rama del protestantismo, el cual, (a su vez), salió del catolicismo romano.

Es por eso que reconocemos que el actual sistema iglesiero evangélico están bajo el anatema de Dios, ya que sus creencias tiene muchas ligaduras con la gran ramera católica romana; adoran a la santísima trinidad al igual que los católicos; creen en la doctrina babilónica-católica de la inmortalidad del alma y los tormentos eterno del infierno, además de engañar a sus feligreses imponiéndoles por ley un falso diezmo del mismo modo que los papas católicos le cobran indulgencia y misas por los muertos a sus laicos. Y para colmo; en este tiempo la gran mayoría de lideres evangélicos se están uniendo en ecumenismo con el catolicismo romano; la hija regresa al lado de su madre. Es por eso que esa gran ramera descrita en apocalipsis 17 tiene el sobrenombre de BABILONIA LA GRANDE; LA MADRE DE LAS RAMERAS. Sin lugar a dudas, el sistema protestante, evangélico, carismático, pentecostal, bautista, luteranos, presbiterianas, adventista; mas todos los concilios, denominaciones y grupos cristianos que tienen creencias y doctrinas como las antes mencionados; son hijas de la gran ramera católica romana. A esta lista debe incluirse otras sectas supuestamente cristianas que son iguales de falsas como los mormones y los testigos de jehová.

Esta es la orden de Dios para todos aquellos que están todavía cautivos dentro del sistema iglesiero de la cristiandad apostata:

“SALID DE EN MEDIO DE ELLOS, PUEBLO MÍO; PARA QUE NO SEÁIS PARTICIPES DE SUS PECADOS NI RECIBÁIS PARTE DE SUS PLAGAS’’ (apocalipsis 18: 4).

 

JESUCRISTO EN PERSONA ES EL VERDADERO TEMPLO DE DIOS. IGLESIA EN CASA.

 

Creemos que la verdadera iglesia (congregación) fundada por Cristo y sus apóstoles no depende de ‘’templos de piedras hecho por manos humanas’’ ya que el nuevo testamento testifica que ‘’Dios no habita en templos construidos por hombres’’; ya lo dijo el apóstol Pablo:

“El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre, ni es servido de manos humanas, como si necesitase algo” (hechos 17:22-29)

Y también lo dice el discípulo Esteban:

“el Dios altísimo no vive en templos hechos por la mano de los hombres’’ (Hechos 7:5: 48).

Esto se debe a que el mismo creyente (individualmente) es templo del espíritu de Dios (1ª Corintios 3: 16).

En el antiguo testamento Dios mostraba su presencia en el tabernáculo, luego en el templo de salomón y por último en el templo que gobernaban los fariseos y maestros de la ley; todo eso era un prototipo de lo que había de venir, es decir: eso era una simple sombra del verdadero templo que Dios iba a levantar a través de Cristo; es por esto que, a través de la boca del señor Jesucristo, el padre celestial decía lo siguiente:

 “Destruid este templo y en tres días lo levantare; Cristo decía esto del templo de su propio cuerpo’’ (Juan 2:19-22).

Como no entendían estas palabras de Cristo los fariseos lo acusaban diciendo: ‘’Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este TEMPLO hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano’’ (Marcos 14:58.)

El verdadero templo de Dios en el nuevo testamento es Yahshúa mismo, el Hijo de Dios (como él lo declara); y cualquiera que quiera acercarse a Dios, debe hacerlo en ese templo y no en uno construido por manos de hombre, en los cuales Dios no habita. Nadie puede adorar verdaderamente a Dios, si no está en el verdadero templo; y el verdadero templo es Jesucristo; de modo que en Cristo podemos verdaderamente adorar a Dios y estar ante su presencia. He ahí el verdadero templo del nuevo pacto; Yahshúa el cristo el Hijo de Dios.

“Pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa [la ecclesia], CUYA CASA SOMOS NOSOTROS [los creyentes en Cristo], si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza’’ (Hebreos 3:6.)

 ¡”La Casa de Dios” SOMOS NOSOTROS [los creyentes en Cristo], no el edificio con paredes! Y todos aquellos a quienes Dios ha llamado para sí, los que pertenecemos a Él, la iglesia del Dios Vivo, formamos también parte del templo de Dios. Pues a él le ha placido guardar en nosotros su tesoro, que es su Hijo Yahshua el cristo:

“Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros’’ [2 Corintios 4:7]. Por lo tanto, cada creyente en sí mismo también es un templo:

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?’’ (1Corintios 3:16).

y parte o ladrillo que conforma la iglesia o edificio espiritual:

“también ustedes, como piedras vivas, sean EDIFICADOS como CASA ESPIRITUAL para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Yahshua el cristo’’ (1 Pedro 2:5).

La Iglesia es un cuerpo, el Cuerpo de Cristo, esto es que tiene vida y está formada por muchos órganos y miembros que se necesitan unos a otros. La Iglesia no es una institución muerta y meramente administrativa sino un organismo con todas las características de un ser vivo: nace, crece, se alimenta, se educa, se desarrolla integralmente, se multiplica, sirve a la sociedad en que vive, etc. Cada iglesia local es cuerpo de Cristo y Él es la cabeza (1 Corintios 12:12-27).

Ya no es necesario construir templos de piedras (cemento y concreto). Después de Cristo regresar al cielo Dios permitió que el templo de Jerusalén sea destruido por los romanos, dando a demostrar de esta forma que ya el verdadero creyente (dentro de un nuevo pacto y sacerdocio) no necesitaba los templos de piedras llenos de liturgias, normas y religiosidad; donde los hombres imponen falsas leyes: ahora el verdadero templo era espiritual: es Cristo mismo; el otro consolador que había regresado a morar a través del poder de Dios en todos los creyentes; YA QUE CADA CREYENTE EN SI MISMO ES UN TEMPLO DONDE MORA EL ESPÍRITU DE DIOS.

Además, en cualquier lugar en donde se reunieran los cristianos, sean dos o tres, o sean millares, allí está el señor Jesucristo en persona a través del espíritu, sean que se reúnan en casa, en un parque, en la red de internet, en Telegram, o en las catacumbas bajo tierra; ya lo prometió el mismo señor Jesucristo en el siguiente pasaje:

Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”

 

 

LA IGLESIA COMENZÓ EN UNA CASA.

Siempre la obra empieza en un hogar:

 "Cuando lleguen ustedes a un pueblo o aldea, busquen alguna persona de confianza y quédense en su casa hasta que se vayan de allí" (San Mateo 10:11).

 Así comienza la Iglesia en una ciudad. Cuenta la Biblia que el Espíritu Santo llegó a la Iglesia por primera vez en una casa. Dice que el sonido "...como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban" (Hechos 2:2). Entre otras, la Iglesia de Filipos nació en las casas de Lidia y el carcelero de Filipos (Hechos 16:11-40, Filipenses 1:1, Filipenses 4:15-16). Cuenta el libro de los Hechos "Y todos los días se reunían en el templo y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón" (Hechos 2:46). Las asambleas se hacían en las casas, ya que en el templo se llevaba a cabo el culto judío. Los apóstoles y los primeros cristianos a veces se reunían afuera del templo judío, un lugar llamado ‘’la puerta la hermosa’’, ya que no podían entrar dentro del templo a predicar el evangelio de cristo: por lo tanto: las asambleas la hacían en las casas de los mismos hermanos.

Noten que Saulo de tarso asolaba la iglesia; ‘’Entrando de casa en casa, arrastraba tanto a hombres como a mujeres y los entregaba a la Cárcel’’ (hechos 8: 3); noten que el texto dice que ‘’entraba de casa en casa sacando a los cristianos’’; NO DICE: ‘’DE TEMPLO EN TEMPLO’’.

Filemón, discípulo de la ciudad de Colosas, recibió una carta del apóstol Pablo donde pablo envía saludos ‘’A LA IGLESIA QUE ESTÁ EN TU CASA" (Filemón 1,2). Esto significa que en casa de Filemón se reunía toda una iglesia. Se ratifica con el caso de Ninfas de Colosas donde existe la iglesia en casa (Colosenses 4:15); En su casa se reunía toda una congregación y Pablo la recuerda muy especialmente. Otro caso notable es el del matrimonio de Priscila y Aquila de la Iglesia de Roma, luego trasladados a Éfeso habla de "la congregación que se reúne en su casa", (Romanos 16:3-5; 1 Corintios 16:19; 2 Timoteo 4:19). Otros ejemplos de Iglesia en casa pueden ser la familia de Aristabulo (Romanos 16:10) o la familia de Narciso (Romanos 16:11).

El mismo apóstol Pablo en persona estableció una congregación en roma, en una casa alquilada donde Pablo habitaba, vamos a leerlo:

Hechos 28: 30-31: “Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.”

Ahí lo tienen bien claro, el apóstol Pablo hacia las reuniones cristianas en su propia casa alquilada: si Pablo hubiera necesitado un supuesto “templo” para poder pastorear, solo lo hubiera dicho, y seguro todos los cristianos hubieran colaborado para dárselo: pero el apóstol Pablo sabía que en el nuevo pacto una carga como esa era innecesaria para la iglesia.

Por lo tanto; los primeros cristianos nunca se afanaron por establecer las reuniones cristianas en templos suntuosos al estilo pagano como vemos hoy en el medio católico o en ‘’las megas iglesias evangélicas’’. Los templos católicos al estilo pagano y las suntuosas ‘’megas iglesias evangélicas’’ son el producto de la ligadura entre la iglesia y el estado (los gobiernos mundanos) que se inició cuando el emperador Constantino unió el estado pagano con la iglesia apostata romana (catolicismo: siglo cuarto); dando como resultado una ‘’iglesia ramera’’, es decir; ya la iglesia no era la ‘’novia de cristo’’, sino que ahora era ‘’la consorte de los gobiernos mundanos’’. Hoy existe la iglesia institucionalizada, aceptada y sometida a las leyes de las naciones, donde no es perseguida; ahora la Iglesia tiene que tener personalidad jurídica (la iglesia apostólica, que no tuvo un reconocimiento oficial del gobierno romano ni de las autoridades judías, no habría sido Iglesia en este tiempo; Hechos 4:5-7).

Ahora en la nueva cristiandad moderna (al igual que el catolicismo apostata de la edad media) existe la tendencia a buscar la superioridad numérica, todo lo que cobra apariencia, y hasta la propensión a jactarse de esas cosas. Es evidente que si son numerosos los creyentes en una asamblea, concilio o denominación ellos necesitan un local adecuado y espacioso; y hasta compiten entre sí por ‘’la iglesia más grande’; lo cual lo único que hace es traer vanagloria principalmente en el ‘’pastor’’, ‘’apóstol’’ o ‘’ungido’’ que gobierna en ese lugar. Esto conlleva a una terrible carga sobre los feligreses ya que se ven ‘’obligados por ley’’ a tener que sostener financieramente el edificio, como también al grupo eclesiástico que lo gobierna (sea a través de un falso diezmo iglesiero como en el caso de los evangélicos, o con indulgencias y misas por los muertos, como en el caso de los católicos: algo jamás visto en la iglesia del siglo 1.

Si Jesús hubiera querido iglesias hechas de piedra, sólo debió haberlo dicho, y una declaración como esta, la iglesia de seguro no la habría ocultado o falsificado. Dios no hizo a los hombres para que sean mercaderes espirituales y menos aún en las cosas de Dios. En todos los templos, siempre están vendiendo algo o creando actividades (show) con el objeto de reunir dinero, siempre el dinero parece tener más poder que Dios. Es por esto que la expresión de Filemón 2; "la iglesia que está en tu casa", debe llevarnos a discernir cuán diferente de esta enseñanza es lo que vemos hoy aplicado como regla general.




Dios no quiso que se construyeran templos de piedras en el pacto de la gracia. Los primeros cristianos se llamaban entre sí simplemente "hermanas" o "hermanos", y se reunían en salas sencillas, en los hogares, al aire libre o en cualquier lugar. Ellos no necesitaban ostentosos templos, ya que ellos mismos eran el templo de Dios, y el espíritu de Dios "vivía" en ellos (Lucas 17, 21 y 1ª Corintios 3, 16). Y tampoco necesitaban "representantes de Dios", pues Dios estaba representado en cada uno de ellos, y Él siempre estaba presente, y jamás había que esperar a un sacerdote. Los cristianos prístinos tampoco se vestían de forma diferente que el resto del pueblo, y donde ellos no había superiores ni subalternos; no había separaciones entre "clérigos" y "laicos", entre sacerdotes y el pueblo; los apóstoles instituyeron a ciertos cristianos como dirigentes y pastores simplemente para guiar, enseñar, disciplinar a los santos, no para que estos se convirtieran en una especie de gobernantes del pueblo cristiano. Yahshua tampoco enseñó un complicado sistema de dogmas y sacramentos, sinó que su mensaje fue simple: ‘’el reino de los cielos se ha acercado, por tanto, arrepentíos y convertíos’’...

y para finalizar, quiero que entiendan que no nos oponemos a que un grupo de hermanos en cristo se reúnan en algún local modesto: pero ese local debe de pertenecer a algún hermano en la fe que lo entregue gratuitamente para formar una congregación, ya que en el nuevo testamento nunca vamos a encontrar que los cristianos se sacrificaran para ''mantener algún local'' o sitio de reunión, ya que la verdadera ofrenda del cristiano se usaba exclusivamente para ayudar a los hermanos en la fe que tuvieran pasando por momentos difíciles. Si algún cristiano abre las puertas de algún local para formar allí una congregación cristiana, no está mal que todos los hermanos colaboren con la limpieza del lugar, o que colaboren económicamente si ese lugar es alquilado: pero siempre todo debe hacerse con ofrendas voluntarias, ya que nunca al cristiano del nuevo testamento se les impuso ninguna carga para sostener un lugar de reunión, por eso la mayoría de ellos se reunían en sus propias casas.

 

CREEMOS QUE LA CABEZA DE LA IGLESIA ES CRISTO:

 “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. (Efesios 5:23, 24).

 La cabeza de la iglesia es Cristo, no el Papa, ni un obispo, ni el presidente, ni el Consejo de Iglesia, ni un profeta, ni el apóstol del concilio tal, ni el pastor, ni el reverendo; cualesquiera sean los nombres o títulos que usen. Es muy interesante notar que en las ‘’congregaciones cristianas’’ de la actualidad existen ‘’dictadores espirituales’’(al igual que el antiguo Diotrefes descrito en tercera epístola de Juan) los cuales obligan a los miembros a someterse a normas, estatutos, dogmas y credos que nada tienen que ver con las enseñanzas de Cristo y sus apóstoles; de este modo los miembros de esos ‘’concilios eclesiásticos’’ quedan sujetos a las ordenanzas humanas de quienes dirigen esos concilios; de ese modo ese dirigente (sea que se titulen pastor, apóstol, líder o profeta) queda como la máxima autoridad (cabeza) de la congregación desplazando el lugar de cristo y revocando las doctrinas de los apóstoles plasmadas en el nuevo testamento. A eso las escrituras le llama ‘’apostasía’’ (desviarse y abandonar las verdaderas doctrinas y cambiarlas por mandamientos, credos, dogmas y tradiciones inventado por hombres que gobiernan instituciones eclesiásticas supuestamente cristianas).

Entonces, ya conocemos que la verdadera congregación cristiana del nuevo pacto no se mantiene económicamente con diezmos de dinero, ni con misas por los muertos, ni con compra y ventas de indulgencias papales, ni con las ventas de libritos escritos por algún supuesto “ungido”, ni por “pacto” de dinero, ni por “primicias”: simplemente la iglesia tiene orden de ayudar a sus semejantes con ofrendas voluntarias, hechas de corazón alegre, tal y como la persona que lo da propuso en su mente, sin que ningún supuesto guía espiritual manipule la cantidad.

 

 

 

 

 

 

JESUCRISTO NO ERA UN POBRE MISERABLE; Y TAMPOCO UN RICO AVARIENTO.

 

Voy a repetir aquí el párrafo de encabezado de este capítulo 14:

Algunos quieren dan a entender que Jesús en su ministerio terrenal, era una especie de mendigo, un miserable harapiento o semi desnudo que se sostenía exclusivamente de las dadivas dadas por las demás personas. Otros dicen que el señor Jesucristo sostenía su ministerio exigiéndole diezmos de dinero a sus seguidores, y que, por tal razón, el ministerio de cristo era rico.

También, algunos extremistas aseguran que los cristianos deben ser pobres, como si la pobreza voluntaria fuera parte de la santidad. Otros se van al extremo opuesto y aseguran que el cristiano ha nacido para siempre ser multimillonario, ya que Dios (supuestamente) aborrece a los pobres.

Lo que enseña la biblia, en realidad, sobre la persona del señor Jesucristo, cuando anduvo como ser humano en esta tierra, es que era un hombre prospero, es decir: no era pobre, como si fuera un mendigo miserable: pero tampoco era un multimillonario extravagante. En realidad, Dios el padre siempre suplió a tiempo todas las necesidades del señor Jesucristo en esta tierra, sin que le faltara nada.

He encontrado unos excelentes comentarios, en la siguiente página de internet:

https://rubielmontoya.files.wordpress.com/2014/04/era-jesc3bas-pobre.pdf

Aquí no se menciona el nombre del autor, pero dice varias cosas sobre la vida prospera del señor Jesucristo con las cuales estoy totalmente de acuerdo. Voy a pasar algunos párrafos, y los complementare con algunos comentarios personales. He corregido algunas faltas ortográficas, y eliminado algunas alusiones a doctrinas antibíblicas. Los párrafos de este autor los pondré en letras negritas, y mis comentarios los pondré en letras normales.

Uno de los argumentos usados por aquellos que se oponen a la idea de la prosperidad material para los cristianos es que Jesús fue pobre durante el tiempo que vivió en esta tierra. Dicen que vivió una vida empobrecida desde el momento en que nació en un establo y fue puesto en un pesebre; y durante su ministerio, cuando no tuvo una casa; hasta fue crucificado y enterrado en una tumba prestada.

La idea de la pobreza de Jesús ha sido repetida tan frecuentemente y transmitido por tanto tiempo que la mayoría de gente nunca se detiene a cuestionarla y a ver si es válida bíblicamente. Pero eso no la hace correcta. De hecho, creo que esta enseñanza comúnmente aceptada es totalmente contraria a la clara enseñanza de la Biblia. La verdad es que Jesús no vivió de manera alguna una vida “desprovista, inferior, indigente, necesitada, empobrecida, débil, de escasez, digna de lástima o insuficiente”. Estos términos son todos usados para definir el significado de la palabra “pobre”. Sí, la noche en que Jesús nació, José y María tuvieron que albergarse en un establo. Envolvieron a Jesús en pañales y lo recostaron en un pesebre. Pero en ningún lugar en los Evangelios dice que estaban en un establo porque no tenían suficiente dinero para rentar una habitación.

En ese tiempo, en particular, se había reunido tanta gente en el pequeño pueblo de Belén para el censo decretado por el emperador romano, Augusto Cesar, que no había habitación en el mesón. En otras palabras, cuando José y María llegaron, todos los hoteles tenían un aviso que decía “No hay habitaciones”. Así que el no haber encontrado una habitación en la congestionada Belén, ciertamente no fue una señal de pobreza.

Yo añado que José, el padre del señor Jesucristo, era de profesión carpintero, y en aquel tiempo esa era una profesión muy valiosa y apreciada. Las personas que tenían esa habilidad prosperaban rápidamente, ya que las construcciones romanas exigían mucha mano de obras, y la carpintería era muy bien pagada. A Jesús le llamaban también “el carpintero”, vamos a leerlo:

Marcos 6:3: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de Él”.

Lo cual indica que también aprendió la profesión de su padre José. Sabemos que el señor Jesucristo, que estaba marcado por Dios desde el vientre de su madre, hacia el trabajo lo más perfecto posible, entendemos que Jesús no tenía un espíritu de vago o perezoso, todo lo contrario, dice la biblia que desde niño se distinguía por su gran sabiduría y porque Dios estaba con él. Por lo cual trabajó duro toda su vida hasta que Dios lo llamó al ministerio. Como Jesús nunca fue casado, ni tuvo hijos que mantener, seguro muchos de esos recursos de toda una vida de trabajo fueron administrado y guardado para la obra del ministerio y para mantener a su familia, es decir: su madre y sus hermanos más pequeños, lo cual nos indica que Jesús no carecía de dinero producto de su trabajo como carpintero, y que parte de ese dinero muy seguro fue usado en el ministerio, para sostener a los apóstoles y al mismo Jesucristo. Es por eso que ese pasaje de 2 corintios 8: 9 dice que Jesús “ERA RICO”, pero por amor a las ovejas se hiso pobre.

Prosigamos para ver los dos principales pasajes usados para sustentar la idea de que Jesús era pobre. “Y le dijo Jesús: las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza” (Lucas 9:58) “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9)

El versículo, en Lucas, frecuentemente se interpreta para decir que Jesús vivió una vida tan empobrecida que Él nunca tuvo una casa o un lugar donde estar después que comenzó su ministerio en esta tierra. Más adelante en este capítulo, miraremos detalladamente el verdadero significado de este versículo.

 

¿CUÁNDO SE HIZO POBRE JESÚS?

El pasaje en 2 Corintios declara, sin lugar a dudas, que Jesús se hizo pobre y experimentó la pobreza. ¿Pero, cuándo? ¿Fue durante toda su vida terrenal? ¿Durante sus años de ministerio? ¿Exactamente cuándo se hizo pobre? Les digo que Jesús no fue un hombre pobre durante los treinta y tres años de vida terrenal, incluyendo los tres años de ministerio en la tierra. Él fue hecho pobre en el madero de tormento cuando entregó su vida, y pagó con su sangre para hacer remisión de pecados.

Isaías 53, el gran capítulo de la Biblia, del siervo sufriente. Donde se profetiza que en el madero Jesús lo entregó todo por amor a sus ovejas. y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. / Mas él herido fue por rebeliones y pecados de Israel, Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá el linaje, vivirá por largos días y la voluntad de Yahveh será en su mano prosperada.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús LA BENDICIÓN de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu Santo” (Gálatas 3:13-14).

Fue en el madero de tormentos donde Jesús se hiso pobre, entregándolo todo por obediencia a su padre y por amor a sus ovejas, de ese modo todos los que creen en él obtienen las riquezas del reino de los cielos: la vida eterna. Pero antes de ese suceso, el pasaje de 2 Corintios 8:9 dice que Jesús “era rico”. A lo mejor no era un multimillonario extravagante, pero conociendo que fue un carpintero perfeccionista toda su vida, debemos de comprender que seguramente había amasado una fortuna personal y familiar.

La razón por la cual estoy tan seguro de que esto es lo que dice la Escritura es porque, cuando los Evangelios son examinados apropiadamente y se estudian en forma correcta, no pintan a Jesús como un individuo golpeado por la pobreza. Todo lo contrario, Jesús es visto como un hombre cuyas necesidades fueron suplidas y que estaba involucrado regularmente en suplir las necesidades de otros.

LOS SABIOS DE ORIENTE ENTREGAN RIQUEZAS A LOS PADRES DE JESÚS.

Empecemos por el mismo principio de la vida de Jesús. Siendo un niño muy pequeño, recibió algunos regalos muy costosos y valiosos de los hombres sabios o gamos, que viajaron desde oriente para encontrar y reconocer al recién nacido, el “Rey de los Judíos”, cuya estrella habían visto en el oriente. El relato del Evangelio aclara que los regalos que le trajeron no eran cualquier baratija.

 “Y al entrar en la casa, hicieron reverencia, y ABRIENDO SUS TESOROS, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2:11).

Otras traducciones, del mismo versículo, confirman que los hombres sabios trajeron regalos caros y valiosos. La traducción Williams se refiere a sus “sacos del tesoro” y la Biblia Amplificada dice: “bolsas del tesoro”; la traducción del Lenguaje Moderno dice: “cofres del tesoro”; en Nuevo Testamento del Siglo Veinte, dice: “tesoros”; mientras que la traducción Knox se refiere al “depósito de tesoros”.

Herodes, el Rey, a quien las autoridades romanas le habían permitido ser el gobernador judío local, había entrevistado de antemano a esos sabios de oriente, y vió las riquezas que traían, por lo cual tenía muchos celos y sospechas acerca de este Rey infante que posiblemente lo destronaría un día. Así que ordenó la matanza de todos los niños varones menores de dos años en la región de Belén. Siendo avisado en sueños por un ángel, José tomó a María y al bebé Jesús y huyeron de noche, en una larga jornada a Egipto. Así que es posible, aun probable, que la “prosperidad” de los regalos de los hombres sabios ayudaran a la familia de Jesús en su traslado a Egipto y que quizás los hayan sostenido por muchos años, incluyendo en el tiempo que regresaron a Israel.

Todo esto demuestra que en su niñez y su adolescencia a Jesús nunca le faltó nada, ya que Dios lo había provisto de ante mano a través de esos sabios de oriente.

 

JESÚS TENIA PERSONAS QUE APOYABAN SU MINISTERIO.

Cuando Jesús dió inicio a su ministerio público, llamó a doce discípulos para que viajaran con Él. Por tres años, Él y su pequeño grupo viajaron por todo Israel, a través de la región de Galilea, bajando por el río Jordán hasta las montañas de Judea y a Jerusalén. Aun en esos días, cuando viajar significaba caminar ó montar un animal, algunas veces dormir bajo el cielo abierto o buscar abrigo en las casas de los amigos, mantener esa cantidad de gente en camino debió involucrar un gasto considerable. Comida y vestido para una docena o más de personas, día tras día, semana tras semana, requería que tuviera suficientes fondos para pagar su viaje. ¿De dónde vino el dinero? La Biblia nos cuenta que Jesús tenía personas que lo apoyaban económicamente en su ministerio, quienes le ayudaban para su sostenimiento, vamos a leerlo:

“Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él. / y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, / Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y OTRAS MUCHAS QUE LE SERVÍAN DE SUS BIENES” (Lucas 8:1-3).

Fíjense que en este pasaje se menciona a una Dama llamada Juana, la cual era esposa de Chuza, el cual era “intendente” o “administrador” del gobernador Herodes. Esto significa que esa señora estaba ligada a familias muy ricas, por lo cual debemos considerar que sus ofrendas eran bastante generosas para sostener el ministerio de cristo, igual que lo hacían otras muchas personas. Lo curioso es que no existe ningún pasaje bíblico en los evangelios donde encontremos a Jesús personalmente pidiendo o rogando que le den ofrendas, ya que estoy seguro que Jesús, en todos sus años como carpintero, ganó bastante dinero para ser rico, es decir: un hombre prospero, y que parte de esas riquezas fueron guardadas para el tiempo cuando Jesús dejara de trabajar y solamente se dedicara a la obra de Dios en los tres años de ministerio, y así sostener a su madre y familia, a sus apóstoles y otros seguidores. Por lo tanto, a Jesús nunca le faltó dinero en su ministerio.

Observe lo que dice el versículo 3, en otras traducciones: La versión Wuest dice: “y otras, muchas de ellas, quienes, eran de tal naturaleza que SE MANTENÍAN SUPLIÉNDOLE A ELLOS de lo que ellas poseían; con comida y las otras necesidades de la vida” La traducción Williams interpreta el versículo: “y muchas otras mujeres quienes CONTINUABAN CONTRIBUYENDO PARA SUS NECESIDADES de sus recursos personales” La traducción Phillips dice: “Y muchas otras quienes USUALMENTE BUSCABAN SU COMODIDAD (LA DE JESÚS), de sus propios recursos” ¿Suena esto como si Jesús y sus discípulos eran pobres y destituidos, o una banda viajera de mendigos que vivían afuera de la ciudad, a pan y agua? Por supuesto que no. Sus necesidades fueron suplidas a través de la generosidad de muchos que fiel y consistentemente apoyaron su ministerio financieramente.

 

¿ERA JESÚS UNA PERSONA SIN CASA?

Contrario a la manera tradicional de pensar, Jesús tenía un lugar de residencia. El pasaje más frecuentemente citado por las personas que intentan probar que Jesús nunca tuvo una casa o una residencia, se encuentra en Lucas 9. Leamos todos los versículos relacionados en contexto.

“Como se acercaba el tiempo de que fuera llevado al cielo, Jesús se hizo el firme propósito de ir a Jerusalén. / Envió por delante mensajeros, que entraron en un pueblo samaritano para prepararle alojamiento; / pero allí la gente no quiso recibirlo porque se dirigía a Jerusalén. / Cuando los discípulos Jacobo y Juan vieron esto, le preguntaron: - Señor ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que los destruya? / Pero Jesús se volvió a ellos y los reprendió. / Luego siguieron la jornada a otra aldea. / Iban por el camino cuando alguien le dijo: - Te seguiré a dondequiera que vayas – Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos – le respondió Jesús – , pero el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza” (Lucas 9:51-58 NVI).

Leyendo en contexto, aprendemos que en el versículo 58, Jesús estaba diciendo simplemente: en este momento de mi vida estoy en movimiento. Estoy yendo hacia adelante en mi camino para cumplir mi misión. No estoy estableciéndome en esta tierra, pero estoy en camino de ser llevado al cielo.

Note que hay otras escrituras que parecen indicar que Jesús tenía una casa o residencia terrenal. “Cuando Jesús oyó que habían encarcelado a Juan, regresó a Galilea. / Partió a Nazaret y se fue a vivir a Capernaum, que está junto al lago en la región de Zabulón y Neftalí” (Mateo 4:12-13 NVI). La traducción Williams, del versículo 13, dice: “Pero, Él dejo Nazaret e hizo su casa en Capernaum”. Wuest traduce el mismo versículo: “Y habiendo abandonado Nazaret… Él estableció su casa permanente en Capernaum” Ahora, mire Mateo 9:1. Dice: “Subió Jesús a una barca, cruzó al otro lado y llegó a su propio pueblo” NVI. Williams traduce estos versículos: “Y él se subió a un bote y cruzó al otro lado y se fue a su propio pueblo” La versión Wuest dice: “Y habiendo subido al bote, Él atravesó y llegó a su propia ciudad” ¿Cómo puede alguien tener su “propio pueblo” y su “propia ciudad” si no vive allí?¿Y cómo vive allí si no tiene un lugar para vivir? Marcos 2:1, también es muy interesante. Dice: “Unos días después, cuando Jesús entró de nuevo a Capernaum, corrió la voz de que estaba en casa” (NVI). En la versión Williams, este versículo dice: “Después de algunos días, Él regresó a Capernaum, y se reportó que estaba en casa” La traducción Wuest, dice: “Y habiendo entrado nuevamente en Capernaum, después de algunos días se oyó que Él estaba en casa” Jesús no podía “ir a casa” o ser reportado como que estaba “en casa”, si no tenía una. El argumento de que Jesús no tenía casa no puede ser usado como prueba de una supuesta pobreza, porque la Escritura indica que, sin lugar a dudas, sí tuvo casa.

Vamos a certificar esto con otro pasaje:

Juan 1: 35-39: “El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras?  Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.”

Este pasaje indica que Jesús tenía un lugar propio donde residía, e incluso se podían quedar con él sus discípulos.

 

PESCANDO ORO.

 Hay otras indicaciones bíblicas de que Jesús no vivió una vida golpeada por la pobreza. Por ejemplo, cuando fue necesario, el poder milagroso de Dios operó a través de Jesús para suplir sus necesidades y las necesidades materiales de otros

. “Cuando vinieron a Capernaum, los colectores del medio ciclo de impuesto del templo fueron a Pedro y dijeron, “¿Tu maestro no paga el impuesto?”. / Él dijo, “Sí”. Y cuando él vino a casa, Jesús le habló primero diciendo, “¿Qué crees Simón?¿De quién toman los reyes de la tierra el tributo o los impuestos?¿De sus hijos o de otros?”./ Y cuando él dijo, “de otros”, Jesús le dijo, / “Luego los hijos son libres. Sin embargo, para no ofenderlos, ve al mar y echa el anzuelo, y toma el primer pez que salga, y cuando abras su boca encontrarás un siclo, toma eso y dáselo a ellos por mí y por ti” (Mateo 17:24-27).

Otros dos pasajes, en Mateo ilustran también el poder milagroso de Dios para suplir las necesidades materiales de las personas. Mateo 14:15-21 cuenta la historia de la alimentación de los cinco mil hombres con cinco panes y dos peces. Mateo 15:23-39 relata la historia de la alimentación de otros cuatro mil hombres con siete panes y unos pocos peces. Durante su ministerio en la tierra, vez tras vez, Jesús demostró que los recursos necesarios para suplir cada necesidad estaban disponibles para Él.

Por lo cual, el señor Jesucristo no andaba como un miserable mendigo carente de comida, todo lo contrario: tenía más que suficiente para sí mismo y sus discípulos, y para otros miles de personas, tanto usando su propia bolsa de dinero, como también a través del poder de Dios eran suplidas sus necesidades.

 

AUXILIANDO AL POBRE.

 Otra razón por la que creo que Jesús fue próspero es que la Biblia indica que su ministerio ayudó financieramente a los pobres con regularidad. El relato del Apóstol Juan, sobre la última cena, es uno de los pasajes más poderosos y conmovedores del Nuevo Testamento, lleno de eventos importantes y significativos. Juan 13 cuenta acerca de Jesús lavando los pies de sus discípulos, prediciendo su traición, dando el nuevo mandamiento de amarse unos a otros y advirtiendo a Pedro de su inminente negación al Señor. Pero las personas, algunas veces, pasan por alto tres versículos muy importantes acerca de Judas, que enfatizan el hecho de que el ministerio de Jesús tenía suficientes recursos para ayudar a los pobres económicamente, aparentemente con regularidad.

Cuando Satanás entró en Judas y puso en su corazón traicionar a Jesús, él se retiró de la cena para ir afuera. Juan 13 registra la historia.

“Y después del bocado, Satanás entró en él (Judas). Entonces Jesús le dijo: lo que vas a hacer, hazlo pronto. / Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. / Porque algunos pensaban puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: COMPRA LO QUE NECESITAMOS PARA LA FIESTA; O QUE DIESE ALGO A LOS POBRES” (Juan 13:27-29).

 ¿Por qué pensarían los otros discípulos que Judas iba a comprar algo o a dar dinero a los pobres si eso no fuera algo a lo que había sido enviado antes o que quizás hacía como un hábito regular? Obviamente ninguna de estas posibles acciones parecía inusual o notoria a los once, indicando probablemente que habían visto ocurrir las dos cosas frecuentemente en el pasado. Comprar provisiones para la fiesta y dar a los pobres eran aparentemente eventos comunes para los discípulos. Y una persona no puede hacer ninguna de estas dos cosas sin dinero.

 

JUDAS EL TESORERO.

 Sabemos que Jesús tuvo por lo menos algo de dinero, porque tenía un tesorero que regularmente robaba dinero de los fondos que se le habían confiado.

 Juan 12:6, dice: “Como tenía a su cargo la bolsa del dinero (Judas), acostumbraba robarse lo que le echaban en ella” NVI La traducción Williams del mismo pasaje, dice: “Como el que llevaba la bolsa de los doce, él tenía el hábito de tomar lo que era puesto allí” Creo que es razonable asumir que la gente pobre, sin un centavo o destituida, no tiene un tesorero o una persona encargada de cargar su dinero consigo. Jesús y los discípulos tenían suficientes fondos; tanto que tuvieron que poner a alguien a cargo de manejarlos. Los evangelios también sugieren que en el tesoro había tantos fondos como para que Judas robara algo de vez en cuando sin ser notado inmediatamente. Un tesorero no podía robar dinero de la bolsa regularmente a menos que hubiera una entrada continua de dinero. Si había suficiente en la bolsa para que Judas robara regularmente y aún quedara para sostener al grupo, Jesús no pudo haber sido pobre.

 

JESÚS SE DIFERENCIO A SI MISMO DE LOS POBRES.

Durante su visita a Betania, a la casa de Lázaro, Marta y María, Jesús les dijo a los invitados a la cena: “A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán” (Juan 12:8 NVI).

 Observe que Jesús no se llamó pobre. Definitivamente hizo una distinción entre los pobres y Él. Algunas personas han pensado erradamente que esta afirmación implicó que Jesús estaba diciendo que ayudar a los pobres no es importante. Sin embargo, la referencia del Antiguo Testamento que Él estaba citando declara firmemente que esto no fue lo que quiso decir.

Deuteronomio 15:11, dice: “Gente pobre en esta tierra, siempre la habrá; por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra”.

 En efecto, Jesús estaba diciendo que siempre habrá gente pobre que necesita ayuda, y deben ayudarlos tanto como puedan. Pero sólo voy a estar aquí por un corto tiempo, y esta mujer (quien ungió sus pies con un perfume costoso) aprovechó esta limitada oportunidad. Siempre van a tener oportunidades de ayudar a los pobres, pero no estaré aquí por mucho tiempo. El punto es que no se identificó ni una vez como uno de los pobres. Él no dijo: “Siempre habrá personas pobres como Yo” En lugar de esto, hizo una distinción definitivamente entre los pobres y Él.

 

PERFUME MUY COSTOSO.

 Encontramos otra indicación bíblica que Jesús no fue pobre en el hecho que a Él no le molestó en lo más mínimo cuando un perfume, que valía un año de salario, se usó para ungir sus pies. Examinemos esta historia como está escrita en la Biblia.

“Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado. / Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. / María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. / Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó: /¿Por qué no se vendió este perfume, QUE VALE MUCHISIMO DINERO (un año de salario), para dárselo a los pobres? / Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa de dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella. / - Déjala en paz – respondió Jesús – . Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura. / A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán” (Juan 12:1-8 NVI).

 Un hombre pobre, que no está acostumbrado a tener nada, raramente tendría una actitud relajada frente a un “año de salario” derramado sobre sus pies. Pero Jesús no se intimidó, no se preocupó o se sintió incómodo en lo más mínimo por el valor del perfume que María usó para ungir sus pies ¿Cómo pudo ser esto?.

 

JESÚS NUNCA TUVO ESCASEZ.

 Al final de su ministerio terrenal, sus propios discípulos testificaron que nunca tuvieron escasez de ninguna cosa.

 “Luego Jesús dijo a todos: - Cuando los envié a ustedes sin monedero ni bolsa ni sandalias, ¿acaso les faltó algo? – Nada – respondieron” (Lucas 22:35 NVI).

 Si los discípulos testificaron que no habían experimentado escasez mientras cumplían con las tareas del ministerio, podemos asumir que tuvieron un suministro completo y abundante provisión. Por poco que hayan tenido, tuvieron suficiente: un suministro adecuado para sus necesidades. ¡Y eso no es pobreza!

 

JESÚS USÓ ROPAS FINAS.

 Cuando fue clavado en el madero de tormento, su ropa fue lo suficientemente fina para que los soldados se disputaran y apostaran por su túnica.

“Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. / Entonces dijeron entre sí: no la partamos, sino echemos suertes sobre ella a ver de quien será. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura, que dice: “Repartieron entre sí mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes” Y así lo hicieron los soldados” (Juan 19:23-24)

 ¿Echarían suertes los soldados romanos por los trapos harapientos y rotos de un mendigo o por los vestidos desgastados y andrajosos de un hombre pobre? No, por supuesto que no.

 

¿ERA JESÚS POBRE O PROSPERO?

 Volvamos a nuestra pregunta original. Creo que la Biblia habla del tema en detalle y ofrece una respuesta clara y precisa. Basados en los versículos que hemos examinado en este capítulo, ¿cree que Jesús cabe en la definición de la palabra “pobre”? En otras palabras; ¿cree que Jesús fue indigente, empobrecido, necesitado, en necesidad de cosas materiales, destituido, débil, acongojado, digno de compasión, inferior, digno de lástima, de segunda clase, de menor valor, en escasez o insuficiente? Por otra parte, considere la definición de la palabra “próspero”; marcado por el éxito o el bienestar económico, disfrutando de crecimiento vigoroso y saludable, floreciendo, exitoso, robusto, progresando, favorable. ¿Cuál definición describe mejor al Jesús bíblico? Revisemos la información que descubrimos acerca de Él en las sagradas escrituras:

 - Cuando era niño, recibió regalos de oro, incienso y mirra.

-en toda su vida, hasta antes de su ministerio, trabajó como carpintero, un oficio digno y muy bien pagado en aquel tiempo, y sabiendo que el señor era una persona con un espíritu elevado, entendemos que trabajaba de manera extraordinaria, administrando muy bien sus recursos. Como nunca fue casado, y tampoco tenía hijos, entendemos que hiso una buena fortuna, ya que el pasaje de 2 Corintios 8:9 dice que “era rico”. No un rico extravagante multimillonario, pero si un rico genuinamente prospero. Entendemos que partes de esos recursos y ahorros fueron distribuidos en los tres años de su ministerio para suplir las necesidades de su madre, sus hermanos y sus discípulos, y hasta a muchos pobres que le seguían.

 - Tuvo muchas personas que le apoyaron económicamente de manera fiel y consistente en su ministerio.

 - La Biblia indica que tuvo una casa o residencia.

 - Cuando fue necesario, el poder milagroso de Dios operó a través de Él para asegurarse de que sus necesidades y las necesidades de otros fueran suplidas.

 - La Biblia indica que en su ministerio ayudó a los pobres económicamente en forma periódica.

 - Tenía un tesorero que frecuentemente robaba dinero de los fondos que le eran confiados, y no por eso la bolsa de dinero se vió vacía jamás.

- Se diferenció a Sí mismo de entre los pobres.

 - No se molestó en lo más mínimo cuando un perfume que costaba un año de salario se usó para ungir sus pies.

 - El testimonio de sus propios discípulos, al final de su ministerio terrenal, fue que nunca tuvieron escasez de ninguna cosa.

 - Cuando fue clavado en un madero, sus ropas fueron lo suficientemente finas para que lo soldados echaran suertes por estas.

Creo que estos hechos bíblicos son una prueba precisa de que Jesús no era pobre, sino que era un hombre próspero. Ahora, no estoy sugiriendo que Él viviera un estilo de vida derrochador o extravagante, eso no hubiera sido práctico para Él. Pero tuvo sus necesidades suplidas durante su vida en la tierra, y pudo hacer lo que Dios le pidió que hiciera. La prosperidad de Él no debería sorprendernos.

 

LA BIBLIA ENSEÑA A LOS CRISTIANOS A TRABAJAR HONRADAMENTE.

En la edad media algunos sacerdotes hacían votos de pobreza, como si hacerse voluntariamente pobre era una situación que llevara al creyente a una mayor santidad. Esto se conoce en la iglesia católica como “VOTOS MONASTICOS”. Veamos la definición, que he encontrado en el siguiente enlace de Wikipedia:

https://es.wikipedia.org/wiki/Votos_mon%C3%A1sticos

“Los votos monásticos, votos religiosos o votos canónicos son los votos o promesas que distinguen a un religioso de un seglar dentro de la Iglesia católica.1​ Mediante ellos se pretende acceder a una vía espiritual a la salvación a través de la renuncia de placeres terrenales. Los votos son tres: pobreza, obediencia y castidad. Imitan, en el religioso, la vida de Jesucristo, según los consejos evangélicos. Obligarse a cumplir los votos es profesar (profesión religiosa), y el que lo hace deja de ser novicio para ser profeso.​ Existen varios grados en esa profesión de votos: hay una profesión simple o temporal ("votos simples") y una profesión solemne o perpetua ("votos solemnes").”

La definición que da Wikipedia es bastante extensa, así que pueden entrar al enlace que les he dejado aquí para que lo lean completo. El asunto es que esos monjes creían que el señor Jesucristo era un pobre mendigo que vivía exclusivamente de limosnas, y por tanto, estos monjes creen que la pobreza voluntaria lleva a un grado mayor de santidad y aprobación de Dios.

Como hemos visto en el subtema anterior, ya conocimos que en realidad el señor Jesucristo fue un hombre prospero, que trabajó toda su vida como carpintero, supo ahorrar lo suficiente hasta hacerse rico, tal y como lo dice 2 corintios 8: 9, y claro está, entendemos que parte de esos ahorros fueron usados en los 3 años y medio de ministerio. Sabemos que Jesús tenía casa propia: Juan 1: 35-39. Sabemos que gente adinerada, como Juana mujer de cuza, el cual era el intendente del gobernador herodes, estaba entre aquellas personas que siempre mantuvieron el ministerio de cristo con ofrendas voluntarias. Y también sabemos que Dios, de manera sobrenatural, siempre proveyó todo el alimento y recurso que Jesucristo y sus seguidores necesitaban. Todo esto nos lleva a una declaración lógica: JESÚS NUNCA HISO VOTO DE POBREZA VOLUNTARIA, ya que nunca fue pobre, sinó que fue un hombre prospero. Jesús, que era rico, simplemente se hiso pobre cuando fue clavado en un medero de tormentos y entregó todo, hasta su vida, por amor a sus ovejas.

Entonces, esa doctrina católico romana de hacer votos de pobreza es una falsa, ya que de todos modos esos monjes lo que hacen es convertirse en una carga para los demás, ya que la feligresía católica se veía obligada a mantener a todos esos vagos.

Bíblicamente; el apóstol pablo enseña que solamente los evangelistas, aquellos que andan de lugar en lugar predicando el evangelio, y los ancianos mayores de edad que ya no pueden trabajar y que estaban dedicados de por vida al ministerio y la enseñanza de las escrituras, eran los únicos que tenían el derecho de recibir sustento de las ofrendas voluntarias de los creyentes cristianos, todos los demás tenían que trabajar no importando el título que tuviera dentro de la iglesia, ya que el apóstol pablo enseñaba diciendo:

2 tesalonicenses 3: 10-12: “Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma. Porque oímos que algunos entre vosotros andan desordenadamente, sin trabajar, pero andan metiéndose en todo. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo, que, trabajando tranquilamente, coman su propio pan.”

El mismo apóstol pablo tenía el papel de evangelista, ya que viajaba de lugar en lujar predicando el evangelio de la gracia, y en varias ocasiones recibió las ofrendas voluntarias que con amor los hermanos le entregaban, pero también pablo trabajaba fabricando tiendas para ganarse el sustento, esto quiere decir que cuando un evangelista permanece demasiado tiempo en un lugar no puede convertirse en carga para la iglesia, sino que debe ponerse a trabajar hasta el día que se marche.

También tenemos el otro extremo, la doctrina aberrante de que Dios aborrece a la gente pobre, que la pobreza es una supuesta maldición, y, por lo tanto, todos los cristianos deben ser multimillonarios. Que si usted no es millonario es porque Dios no le ha bendecido. Mayormente este tipo de doctrina absurda se puede ver entre los protestantes que promueven el evangelio de la prosperidad.

En primer lugar, Dios no aborrece a los pobres: todo lo contrario, en la ley de Dios vemos como el señor tiene cuidado de los pobres, vamos a leerlo:

Levítico 23:22: “Cuando cosechen el trigo de sus campos, no sieguen hasta el último rincón ni recojan todas las espigas. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy Yahveh tu Dios.»

En el Antiguo Testamento, EL DIEZMO DE CADA TRES AÑOS, SE USABA ÍNTEGRAMENTE PARA OBRAS DE CARIDAD en favor de los huérfanos, en favor de las viudas, en favor de los extranjeros, y en favor de los levitas, que no tenían de qué sostenerse, sobre todo los que vivían en las ciudades del interior, según se ve en Deuteronomio 14:28-29. Así se administraban los diezmos, de acuerdo con la ley que lo estableció. Otro tanto nos dice Deuteronomio 26:12-13. Veamos:

Deuteronomio 14:22-29 “Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere el campo cada un año. Y comerás delante de Yahveh tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, EL DIEZMO DE TU GRANO, DE TU VINO, Y DE TU ACEITE, Y LOS PRIMERIZOS DE TUS MANADAS, y de tus ganados, para que aprendas a temer a Yahveh tu Dios todos los días... AL CABO DE CADA TRES AÑOS SACARÁS TODO EL DIEZMO DE TUS PRODUCTOS DE AQUEL AÑO, Y LO GUARDARÁS EN TUS CIUDADES. Y VENDRÁ EL LEVITA, que no tiene parte ni heredad contigo, Y EL EXTRANJERO, Y EL HUÉRFANO, Y LA VIUDA, que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que Yahveh tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.”

Como vemos el sistema religioso del Antiguo Testamento, era altamente solidario. Daba cerca del 33 % (un tercio) de los beneficios que se recibían de los creyentes, para obras de caridad; es decir, el 33% del presupuesto de la organización religiosa del Antiguo Testamento, se dedicaba a caridad, al amor al prójimo. Por lo tanto: Dios no aborrece a los pobres, como falsamente enseñan los promotores de la falsa doctrina del evangelio de la prosperidad.

En realidad, esos lideres iglesiero que promueven esa doctrina aberrante son otro tipo de vagos, una especie de parásitos que solo inventan fabulas para extraerles dinero a los incautos e ingenuos feligreses de sus congregaciones apóstatas. Ellos enseñan que la única forma de usted obtener prosperidad económica es enviando a ese ministerio exuberantes ofrendas y “pactos de dinero”; ellos dicen que “el dinero es una semilla, que, si usted lo siembra en esos ministerios, entonces se le multiplicará a cien por uno”

Oímos y vemos predicadores en los maratones televisivos y radiales, sobre todo en la cueva de ladrones ENLACE T.B.N. Y  la otra cueva de ladrones llamada RADIO VISIÓN CRISTIANA, que manipulan a las masas de creyentes con ese asunto del pacto. Dicen: pacta con Dios, enviando aquí tu ofrenda, y Dios te devolverá tu marido. O dicen, ponle nombre a tu ofrenda y envíala aquí, y Dios te sanará de ese cáncer. También dicen: envía aquí tu pacto y Dios sacará a tu hijo de la cárcel. O también dicen, siembra aquí tu semilla, y DIOS te sacará de esa deuda y te prosperará. En pocas palabras: ¡! ESTÁN ENSEÑANDO A LOS CRISTIANOS A COMPRAR CON DINERO LAS BENDICIONES DE DIOS!!. ¡!ESE ES EL ESPÍRITU MANIPULADOR Y ENGAÑOSO DE LOS LOBOS RAPACES!!. 

ESOS FARSANTES AVARICIOSOS LLEGAN AL COLMO DE DECIR, QUE EL CRISTIANO QUE NO LES ENVÍA A ELLOS Y SUS MINISTERIOS DIEZMOS, PACTOS, DONACIONES Y BIENES NO VAN A SER SALVOS, ya que Dios supuestamente no acepta cristianos endeudados en su reino, y para salir de la supuestas deudas es menester que los cristianos le envíen dinero, donaciones, diezmos, ofrendas, pactos, semillas y primicias a los supuestos ungidos y apóstoles que gobiernan esos ministerios, como si ellos fueran un puente entre Dios y los hombres, y la única manera de obtener el favor de Dios es dándole dineros y bienes a esos intermediarios; para que ellos, supuestamente, intercedan ante Dios.

¡ESTO ES UNA BLASFEMIA!.



En realidad, Dios no necesita nuestro dinero como pago para tener de nosotros misericordia. Aquellos falsos pastores de la avaricia que enseñan al pueblo a pactar con Dios a la manera de intercambio, lo único que quieren es que los creyentes desembolsen su dinero en sus ministerios, los cuales parecen más juegos de lotería que ministerios de Cristo, donde se intercambia una falsa oración de fe hecha por un apóstol avaricioso a cambio del dinero enviado por cristianos ignorante que se creen todas las mentiras que pronuncian estos maestros fraudulentos y ladrones, que despojan al pueblo de Dios para su propio beneficio personal.

En las sagradas escrituras jamás se enseña a pactar con Dios usando a supuestos ministros humanos como puente, entregándoles dinero para que ellos intercedan ante Dios, o para que Dios se vea obligado a bendecirnos por la supuesta demostración de fe al entregarle a esos supuestos ungidos bienes, donativos, diezmos y ofrendas. Esas enseñanzas provienen de la madre de las rameras, catolicismo romano, ya que ese es el mismo método que usaron los papistas en la edad media cuando vendían indulgencias. Las indulgencias consistían en un documento firmado por el papa donde se perdonaban los pecados de las personas que compraban dichas cartas. Había diferentes tipos de indulgencias, unas más caras que otras. Por ejemplo; estaban las indulgencias donde se perdonaban pecados momentáneos: esas eran baratas y la compraban la plebe, es decir: los pobres campesinos. También estaban las indulgencias para los ricos, reyes y emperadores donde se les perdonaba los pecados y se les concedían salud y prosperidad a esos ricos que podían comprar esas indulgencias. Las indulgencias más completas fueron aquella que fueron entregadas en el Año 1179 por el papa Inocencio 3 al ejército cruzado, para que estos destruyeran a los cristianos valdenses, ya que los cristianos valdenses denunciaban las corrupciones del papado. En esas indulgencias se perdonaba todos los pecados pasados, presentes y futuros a esos soldados cruzados; cabe resaltar que los cruzados hicieron una verdadera carnicería con los cristianos valdenses que se habían refugiado en las montañas de Francia huyendo de la furia papal. Lutero y los reformadores también lucharon tenazmente en contra de esa herejía de las ventas de indulgencias, y por esto los papas católicos perseguían duramente a los protestantes, ya que Lutero enseñaba que la gracia de Dios era gratuita, nadie tenía que comprar al papa el perdón de los pecados, ni comprar las bendiciones de Dios con dinero.

ESE ES EL GRAN ENGAÑO QUE HA HEREDADO EL SISTEMA APOSTATA IGLESIERO MODERNO, DONDE DOS O TRES SÚPER UNGIDOS SE HACEN MULTIMILLONARIOS RECIBIENDO LOS BIENES DE LOS IGNORANTES QUE SE DEJAN ENGAÑAR POR ELLOS; Y TODO POR ESA FALSA DOCTRINA DE DEMONIOS DE QUERER COMPRAR LOS DONES DE DIOS CON DINERO A TRAVÉS DE SUPUESTOS PACTOS, DONDE SE LES ENSEÑA A LOS CRISTIANOS INGENUOS A BUSCAR RIQUEZAS, POSICIÓN Y PRESTIGIO ENTREGÁNDOLES DINERO A ESOS LOBOS RAPACES.

 

DIOS NO ABORRECE AL POBRE, NI TAMPOCO AL RICO.

En realidad, Dios no está en contra de los ricos, sino que aconseja simplemente a no poner toda su confianza en las riquezas. Si una persona, producto de su trabajo o de alguna herencia, se hace rico, Dios le recomienda tener un corazón compasivo y comparta con los necesitados, vamos a leerlo:

1 Timoteo 6: 17-19: “A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir. acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida”.

Entonces, la biblia enseña a la iglesia del señor Jesucristo, a que no es necesario hacer supuestos votos de pobreza, pero si desprecia a los vagos y perezosos; sinó que el verdadero cristiano debe de trabajar honradamente. Dios no aborrece a los pobres, pero tampoco aborrece a los ricos, siempre y cuando los ricos no sean soberbios y altaneros.

 

 

JESUCRISTO Y SUS APÓSTOLES ENSEÑAN A JUZGAR A LOS LOBOS RAPACES.

Los falsos pastores y apóstoles modernos han logrado lavarle el cerebro a aquellos cristianos tibios que solo van a las iglesias a pasar un rato de emocionalismo; los cuales quedan atados a las normas, leyes y tradiciones de sus concilios: y les han metido en la cabeza que ‘’no se puede juzgar el comportamiento y las enseñanzas de quienes dirigen esas iglesias’’, mucho menos a los ungidos de Jehová. Los supuestos ungidos son una referencia a quienes poseen en las iglesias evangélicas y pentecostales un puesto de liderazgo: sobre todo si tienen el grado de pastor o apóstol. De ese modo las ovejas, servidores, subalternos y demás miembros de esas iglesias y concilios entienden que no pueden contradecir las enseñanzas de esos líderes: mucho menos tolerar que los de afuera puedan señalar las faltas de ellos. Ese es el mismo espíritu intolerante que cristo enfrentó en los fariseos y maestros de la ley de su tiempo.

Jesús no toleraba que esos charlatanes, mercaderes del templo, pisotearan las ordenanzas del padre celestial interponiendo doctrinas y tradiciones inventadas por hombres: Jesús les decía:

 “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.  Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.  Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”  (Mateo 15:6-9).



El lenguaje de Jesús es claro, duro, sin hipocresía. No espera tomar medidas contra los burladores, los mercaderes en el templo, los mentirosos; sinó que ejecutaba su juicio sobre ellos inmediatamente. Podemos comprobar que no fue manso, humilde ni tolerante con los falsos maestros. Les decía hipócritas, guías ciegos, sepulcros blanqueados, serpientes, necios, generación de víboras; (Mateo 23:23-34). Cuando halló en el templo a los que vendían, haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos con todo lo que tenían para vender, y esparció las monedas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado (Juan 2:13-16). Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones (Marcos 11: 17).

Jesús, irritado al sumo grado con esos apostatas; les decía lo que yo considero el peor de todos los insultos que se le puede pronunciar a un ser humano; Vosotros sois hijos de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. (Juan 8:44). Todas esas duras palabras e insultos; Cristo se las aplicaba a los fariseos y maestros de la ley en público, delante de todo el pueblo: algo que ningún judío se atrevía a hacer. Por tanto tenemos que hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo es que algunos supuestos cristianos santurrones dicen que no podemos juzgar a los apostatas que están corrompiendo el evangelio en las iglesias modernas?. Si Cristo no dejaba impunes las mentiras e hipocresías de aquellos falsos ministros del templo, preguntamos; ¿Cómo es que algunos supuestos cristianos dicen que nosotros no podemos juzgar a los modernos apostatas que tienen el mismo espíritu y comportamiento de aquellos avariciosos y mentirosos fariseos y maestros de la ley?.

Jesucristo no prohíbe que los verdaderos cristianos puedan juzgar: lo que en realidad prohíbe es que juzguemos a la ligera; sin justicia: Cristo dice esto de la siguiente manera:

‘’no juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio’’. Juan 7: 24.

Estas palabras del señor Jesucristo se las dirige a los fariseos y a todo el pueblo que estaba escuchando: por lo tanto, es una enseñanza generar. Así, amplía y aclara Cristo su enseñanza sobre juzgar. Definitivamente, no es pecado juzgar, pues el mismo Señor nos manda a juzgar. Juzgad, instruye Cristo, pero no arbitraria, injusta, material o carnalmente, sino con justo juicio. 



Los falsos y mentirosos lideres iglesieros mordemos toman las siguientes palabras de Cristo para intimidar a aquellos que los enfrentan:

 »No juzguen, y no serán juzgados." Mateo  7:1.

Tomando este versículo los dirigentes evangélicos interpretan que los cristianos no pueden juzgar a nadie, mucho menos a sus líderes.

Es también totalmente cierto que Cristo explica que antes de juzgar tenemos que sacar la viga de nuestro ojo para luego poder sacar la paja del ojo ajeno; en otras palabras: no podemos señalar errores o pecados ajenos cuando nosotros mismos estamos participando de ese mismo pecado de una manera mayor. Es por esto que Cristo recomienda primero limpiar nuestro ojo, para luego poder limpiar el ojo de los demás, y definitivamente para poder limpiar o señalar los errores de los demás tenemos que juzgarlos (mateo 7:2-5).

Podemos darnos cuenta que los versículos del 1 al 5 de Mateo 7 se refiere a un juicio incorrecto e hipócrita. El hermano que tiene una viga (un pecado mayor) en su propio ojo, no debe juzgar a otro que tiene una paja (un pecado menor) en el suyo. No puede juzgar a otro de su pecado si él no está limpio para ver bien y luego podrá juzgar correctamente.

Dios quiere mostrarnos la necesidad de examinarnos, juzgarnos, y corregirnos a nosotros mismos. Y una vez que estemos bien delante de sus ojos, recién entonces, podremos juzgar, exhortar, enseñar, o corregir a los demás.
Queda en claro que, si una persona tiene buen testimonio y ha logrado la madurez espiritual, puede juzgar a otros. Pero, si no está bien delante de Dios y de los demás, es probable que su juicio no sea justo.

De manera que ciertamente no peca el cristiano que juzga sabiamente, con justo juicio, aquel que no tiene viga en el ojo y que puede ver bien la paja en el ojo ajeno; es decir: aquel que se ha corregido a sí mismo de sus errores y tiene el discernimiento espiritual activado para poder ver los errores de los demás y poder corregirlos y juzgarlos. Ahora; lo que si se condena en las escrituras es murmurar, criticar sin base, difamar y chismear de forma maliciosa, sin pruebas ni fundamentos: eso se llama calumnia

¿Qué significa “justo juicio”? Entre otras cosas, significa:

1.  Conforme a leyes y criterios establecidos por Dios, y no de acuerdo con leyes o criterios religiosos formulados por seres humanos falibles. Mucho menos, en base de pareceres subjetivos u opiniones personales fuera del contexto bíblico.

2.  Según hechos verificados, y no según apariencias, percepciones y prejuicios.

3.  Imparcialmente, no influyendo raza, género, rango social u otras circunstancias de tal índole. El juicio tiene que ser estrictamente de orden espiritual, pero totalmente amparados por las reglas que Dios nos ha dado a través de las sagradas escrituras.

Contextualmente, es una verdadera tontera, además de la peor cobardía, que algunos líderes religiosos utilicen versículos como ese para amordazar y callar al pueblo de Dios, queriendo obligar a la biblia a decir lo que en realidad no dice. Y sabemos que la meta, de los que practican tales cosas, es impedir que el pueblo de Dios obedezca las ordenanzas nueva-testamentaria, donde el Señor nos deja Sus instrucciones para que podamos protegernos de estos cobardes.

Tenemos que darnos cuenta que al enseñar que no se debe juzgar, los falsos maestros, falsos pastores, falsos profetas, falsos hermanos, entran en las congregaciones con sus doctrinas de demonios para inundar de levadura y maldad a los hermanos, y como se enseñó a no juzgar, nadie corrige, nadie se opone a los lobos con vestidos de ovejas que no tienen ningún reparo para saquear el rebaño, y así, en plena libertad, destruyen a muchos. Es por esto que Cristo, en público, juzgaba a los apostatas fariseos y les decía:

‘’ Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros.’’ Juan 8: 26.

La palabra griega krino, juzgar, se relaciona con la raíz de la palabra en latín cerno, que significa separar, partir, cernir. Juzgar, entonces siempre involucra separar lo bueno de lo malo cuidadosamente, lo correcto de lo incorrecto.

Es por esto que el señor Jesucristo advierte a sus seguidores de la siguiente manera:

"Guardaos de los falsos profetas que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces; por su fruto lo reconoceréis’’; (Mateo 7:15). Para obedecer este mandamiento es necesario juzgar a los tales. ¿Cómo podemos saber quién es un falso profeta disfrazado de oveja? Jesucristo da la respuesta de la siguiente manera:

‘’por sus frutos los conoceréis’’; (mateo 7: 16).

El estilo de vida y las enseñanzas doctrinales de aquellos que se hacen llamar profetas son los frutos que debemos comparar con lo que manda las sagradas escrituras. Para lograr esto es obligatorio juzgar al tal profeta, pastor, apóstol, concilio o iglesia comparando con los fundamentos bíblicos lo que ellos predican. ¿Cómo podemos guardarnos de un falso maestro si no examinamos lo que hace y enseña? Si es un hombre de Dios, se defiende con bases bíblicas y explicaciones de textos. Si es un falso profeta, entonces no quiere que nadie cuestione sus enseñanzas y doctrinas y evita un debate bíblico: ESOS SON LOS LOBOS RAPACES DISFRAZADOS DE OVEJAS:

La misma actitud del señor Jesucristo también la tenían los verdaderos apóstoles, es decir: enseñaban a los cristianos a confrontar y denunciar a los apostatas mentirosos, es por eso que el apóstol pablo decía:

"PORQUE HAY AÚN MUCHOS CONTUMACES, HABLADORES DE VANIDADES Y ENGAÑADORES; A LOS CUALES ES PRECISO TAPAR LA BOCA" (TITO 1:10-11).

A diferencia de los santurrones iglesieros de la actualidad, a los cuales se les prohíbe juzgar a los profetas, apóstoles, pastores y ungidos; los cristianos del primer siglo tenían una instrucción muy diferente. El apóstol pablo les enseñaba de la siguiente manera:

‘’Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.’’ 1corintios 14: 29.

Estas simples palabras de pablo derrumban el mito en que se amparan los apostatas iglesieros, aquellos que dicen que no se puede juzgar a los supuestos ungidos y profetas. Al igual que Cristo, el apóstol pablo ordena a los verdaderos creyentes a apartarse de todos aquellos que están en apostasía; Leámoslo:

‘’Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros’’. 2Tesalonicenses 3:6.

A todos esos falsos profetas modernos tenemos que reconocerlos de la misma forma que pablo cuando dijo lo siguiente:

“Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.  Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.” 2Corintios 11:13-15.

Es por eso que pablo advertía a las iglesias con tanta vehemencia y les decía:

“Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.  Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” Hechos 20:29-30.

Es por esto que el apóstol pablo aconseja a la iglesia de la siguiente manera:

"Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesús, el Cristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales." (1Timoteo 6:3-5).

Esa es la orden del apóstol pablo; que nos apartemos de todos esos hijos del diablo que toman la fe cristiana como fuente de ganancia, vendiendo las bendiciones de Dios, como si Dios fuera un mercader.

 

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AMÉN.

 

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También muy especialmente al hermano Rolando Cáceres, en Formosa Argentina, director de la estación de radio CBI (congregación bíblica internacional).

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 ALEXANDER GELL