lunes, 14 de febrero de 2022

PARTE 28. TEMA 4. CAPITULO 18. EL REGRESO VISIBLE Y POSTRIBULACIONAL DE JESUCRISTO, EL GOBIERNO DE LA BESTIA, LA PERSECUCIÓN A LOS SANTOS.

 

JESUCRISTO: EL HIJO UNIGÉNITO Y PRIMOGÉNITO DEL PADRE: LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”.

PARTE 28.

Por Alexander Gell: estudiante de la biblia 2021-2022.



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LOS DOS TESTIGOS PROFETAS, LOS 7 SELLOS, LAS 7 TROMPETAS Y LAS 7 COPAS DE LA IRA: LA LEGITIMA DEFENSA ARMADA DE LOS CRISTIANOS; LA BATALLA DE ARMAGEDÓN. EL DIA EXACTO DEL REGRESO DE JESUCRISTO.

En apocalipsis 11 leemos una de las profecías más impresionante de toda la biblia: las actividades proféticas de los dos testigos.

En los versos 1 y 2 de apocalipsis 11 se habla de cómo los ejércitos gentiles comandados por la bestia y el falso profeta invaden Jerusalén, hollando o pisoteando la ciudad santa por 42 meses, y estableciendo ese gobierno bestial desde el patio del templo. Ese falso mesías (la bestia) se hará pasar como si fuera el salvador del mundo. Así como el señor Jesucristo permaneció predicando el evangelio por un espacio de tiempo de tres años y medio, así mismo en el futuro, el falso mesías (la bestia) va a permanecer por tres años y medio gobernando desde Jerusalén, llevando a cabo la religión satánica de adoración al dragón (el diablo), y también ese mismo emperador bestial exigirá adoración y culto para sí mismo (apocalipsis 13: 4). Ese último emperador romano va a perseguir a muerte a los verdaderos cristianos, a muchos se les cortará la cabeza, ya que estos santos no van a rendir honor a esa bestia, y tampoco se van a dejar poner la marca de la bestia en la frente o mano derecha, lo pueden leer en apocalipsis 20: 4-6. Esa persecución en contra de los santos de la iglesia se extenderá a muchas partes del mundo, en todo lugar donde la bestia tenga influencia. Ciertamente ya conocemos que algunas naciones de la tierra no se unirán a la bestia, sinó que servirán a Dios y ayudarán socorriendo a los cristianos perseguidos, para que así se cumpla la profecía dictada por el señor Jesucristo en Mateo 25: 31-46, donde se dice que cuando Jesús regrese pondrá naciones a su derecha para bendecirlas porque esas naciones ayudarán a los hermanos pequeños de Jesús, es decir: la iglesia, dándoles pan, abrigo y visitándolos en la cárcel, cuando la iglesia sea perseguida y atribulada.

Evidentemente los verdaderos cristianos se han de defender de esos ataques mortales de la bestia y su ejército, ya que el pasaje de apocalipsis 13: 7 dice que “LA BESTIA LE HARÁ LA GUERRA A LOS SANTOS Y LOS VENCERÁ”; es una guerra porque ambos bandos están en conflicto mortal. En apocalipsis 21 verso 8 se define un listado de pecados por los cuales muchos condenados en el juicio final serán culpados, y el primero de esos pecados es LA COBARDÍA.

Los cristianos tienen todo el derecho a defenderse, y también defender a sus familiares y hermanos en la fe, ese es un derecho bíblico y humano. Aunque la bestia nos derrote, no por eso debemos actual como cobardes, sinó que debemos de repeler los ataques de la bestia y su ejército: eso es una guerra, tal y como dice el texto. Si los cristianos no se defendieran, entonces la bestia simplemente haría una vil masacre, no una guerra.

Aunque la bestia reciba todo ese poder y autoridad dados por el diablo, según apocalipsis 13: 2, y aunque logre vencer a los santos, no por eso Dios va a permitir que ese gobierno quede impune al largo de esos 42 meses. Dios envía terribles juicios en contra del gobierno de la bestia y sobre todos aquellos que se pongan en sus cuerpos la inmunda marca de la bestia. En primer lugar, Dios los castigas con el toque de seis trompetas (apocalipsis capítulos 8 y 9). Cada uno de esos toques de trompetas anuncia una terrible plaga sobre los países y personas gobernados por la bestia. En esa temporada solo suenan 6 trompetas de juicio, ya que la séptima trompeta está reservada hasta el final, hasta justamente el día exacto del regreso de Jesús. Luego del toque de 5 de esas 7 trompetas, Dios les envía otras plagas aún peores, con el derramamiento de las 7 copas de la ira (apocalipsis 16).

Pero existe otro azote que pone en total zozobra y desespero a la bestia y todo su criminar gobierno; son dos personas, dos cristianos dotados con grandes poderes sobrenaturales, los dos testigos descritos en apocalipsis capítulo 11: dos hombres que le hacen la guerra a la bestia en la misma sede del gobierno de la bestia, en Jerusalén.

CONOCER A FONDO EL MINISTERIO DE ESOS DOS PROFETAS NOS DARÁ A NOSOTROS LOS DATOS SUFICIENTES PARA QUE RECONOZCAMOS EL DÍA EXACTO DE LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR JESUCRISTO, ANTES DE QUE OCURRA.

Las sectas falsas que se hacen pasar por cristianas al largo de la historia, han tratado de traer confusión sobre lo que en realidad la biblia explica sobre esos dos testigos profetas de apocalipsis 11. Algunos dicen que ellos son antiguos profetas que resucitan antes de tiempo. Algunos dicen que son Moisés y Elías. Otros dicen que son Enoc y Elías, o Moisés y Enoc: otros (más absurdos todavía, como los adventistas del séptimo día) aseguran que esos dos testigos no son personas literales, sinó que son el antiguo y el nuevo testamento.

En realidad, los dos testigos simplemente serán dos seres humanos: dos cristianos, que estarán dotados por Dios con grandes poderes sobrenaturales, y esos poderes ellos los usarán para hacerle la guerra a la bestia y su gobierno.

Los dos testigos inician su ministerio justamente al mismo tiempo que se inicia el gobierno de la bestia en Jerusalén, y ese ministerio de los dos testigos ha de durar también justamente el mismo tiempo que dura el gobierno de la bestia.

Vamos a ir analizando apocalipsis 11:

“Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.” Verso 3.

Como podemos ver, el ministerio de los dos testigos profetas será de mil doscientos sesenta días, justamente tres años y medio, exactamente el mismo periodo de tiempo que la bestia estará reinando en Jerusalén. Estarán vestidos de cilicio, es decir: tela negra, simbolizando el luto, ya que en ese momento la iglesia de cristo está siendo perseguida y los cristianos asesinados. Esto es una señal que los cristianos que estemos vivos para ese tiempo futuro debemos tomar en cuenta, para conocer el día exacto del regreso del señor Jesucristo tres años y medio antes de que suceda. La bestia va a reinar por 42 meses (tres años y medio), los dos testigos ejercerán su ministerio por mil doscientos sesenta días (tres años y medio), por lo tanto, solo basta contar tres años y medio luego que se inicie el ministerio de los dos testigos, para conocer cuando será literalmente el año, el mes y el día exacto de la segunda venida del señor Jesucristo, tres años y medio antes de que acontezca.

Fíjense también que el texto dice “ESTARÁN PROFETIZANDO”. Esto es muy importante, ya que el apóstol Pablo enseña que el don de profecía se usa para traer consuelo y edificación a la iglesia de cristo, vamos a leerlo:

1 corintios 14: 3: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.”

Esto quiere decir que gran parte del ministerio de estos dos testigos es traer consuelo a la iglesia, la cual estará pasando por el periodo de gran tribulación; también exhortarán y edificarán la iglesia. También entendemos que esos dos testigos profetizaran destrucción y juicio en contra del gobierno de la bestia, así como hiso Moisés en contra de faraón.

Ahora en el verso 5 fíjense como estos dos profetas usan la legitima defensa en contra de aquellos que intenten atacarlos:

“Si alguien intenta hacerles daño, ellos echan fuego por la boca, que quema por completo a sus enemigos; así morirá cualquiera que quiera hacerles daño.”

Vemos que esos dos testigos ejercen el derecho a la legitima defensa al punto de matar a todos aquellos que vengan en contra de ellos. Sin duda alguna en aquel tiempo esos dos profetas han de ser el ejemplo de todos los cristianos.

Si la legitima defensa fuera un acto pecaminoso o condenable, entonces esos dos testigos de Dios fueran unos viles pecadores. Pero vemos que eso no es así, sino que ellos ejercen la legitima defensa apoyado con grandes poderes sobre naturales dados por Dios mismo. Seguro que nosotros los cristianos que vamos a pasar por aquella tribulación no vamos a tener esos poderes sobrenaturales, pero si vamos a poder defendernos cuando la bestia y sus secuaces nos persigan, ya que la profecía dice que: “LA BESTIA LE HARÁ LA GUERRA A LOS SANTOS Y LOS VENCERÁ”.

El pasaje es bastante revelador: se habla de una guerra, y todos sabemos que para que se pueda producir una guerra tiene que haber por lo menos dos bandos en pugnas, es decir: uno que agrede y otro que se defiende o viceversa. Si tomamos la mentalidad de que los cristianos nunca se defienden, entonces ese pasaje no hablaría de una guerra, sino que hablaría de que la bestia hace una masacre. Pero evidentemente habla de una guerra por el hecho de que los cristianos se van a defender, aunque al final la bestia logra vencerlos.

En esta profecía del Apocalipsis leemos que la bestia (el futuro falso mesías) hará la GUERRA a los santos de Dios y los vencerá, es decir, ese falso mesías bestial agredirá a los verdaderos cristianos, los santos, y los vencerá, los matará o encarcelará. Por consiguiente, en este pasaje se menciona a un agresor malvado (la bestia), y a unos seres humanos inocentes y agredidos (los santos). Ahora bien, ¿utilizarán esos santos de Dios ARMAS para DEFENDERSE de la agresión de la bestia?, ¡por supuesto que sí!, ya que el pasaje bíblico dice que la bestia les hará la GUERRA, y en toda guerra terrenal hay bandos que utilizan ARMAS, por lo tanto, ¡esos verdaderos cristianos poseerán armas para defenderse a sí mismos y a sus familiares de la terrible agresión de la bestia y de sus lacayos servidores (policía, ejército, etc.).

Recordemos que aquellas personas que se pongan la marca de la bestia pasan a ser esclavos del diablo 100 por ciento, de modo que no existe para esas personas la redención, y Dios mismo envía sobre ellos las terribles plagas con los primeros 6 toques de trompetas. Cuando suena la primera trompeta Dios desata una granizada terrible, que destruye los árboles y la hierba, dejando desértico esos lugares en los cuales la bestia reina. En los segundo y tercero dos toques de trompetas es donde Dios les contamina el agua de los mares y el agua de los ríos, por lo cual muchos de ellos mueren (apoc 8: 8-11); en la cuarta trompeta Dios envía tinieblas sobre ellos, reduciendo una tercera parte de la luz del sol, la luna y las estrellas (apoc 8: 12), en la quinta trompeta Dios le da permiso al ángel Apolión (Abadón) para que torture a aquellos impíos, enviando contra ellos un ejércitos de escorpiones abismales, que les inocularan una especie de veneno que los hará retorcerse de dolor, pero no podrán morir (apoc 9: 1-11); fíjense lo que dice ese pasaje con respecto a esos seres abismales comandado por el ángel Apolión:

“Se les mandó que no hicieran daño a la hierba de la tierra ni a ninguna cosa verde ni a ningún árbol, sino solamente a quienes no llevaran el sello de Dios en la frente.  Pero no se les permitió matar a la gente, sino tan sólo causarle dolor durante cinco meses; y el dolor que causaban era como el de una picadura de alacrán. En aquellos días la gente buscará la muerte, y no la encontrará; desearán morirse, y la muerte se alejará de ellos.” Apocalipsis 9: 4-6.

Como podemos ver esos seres abismales tienen visión espiritual: ellos reconocen a las personas que tienen el sello de Dios en sus frentes, y no los atacan. Sin embargo, atacan a todos aquellos que no tienen el sello de Dios en sus frentes. Todo esto demuestra que las plagas enviadas por Dios no afectan a los santos, sinó que están perjudican únicamente a los impíos.

La sexta trompeta está reservada para ser tocada más adelante, cuando los ejércitos de la bestia se comiencen a reunir en el valle de Meguido, cerca del rio Éufrates (Armagedón). La sexta trompeta anuncia una plaga que destruirá y matará a la tercera parte de todos los ejércitos de la bestia que se reúna en la zona de medio oriente, cerca del rio Éufrates. Esa sexta plaga es muy parecida a lo sucedido en la quinta trompeta, ya que en esta sexta trompeta aparecen unos seres terribles comandados por 4 ángeles, unos 200 millones, que tienen apariencia de un gran ejercito espiritual, y solamente atacan a aquellos ejércitos de la bestia que se reúne cerca del valle de Meguido, cerca del rio Éufrates. Esta plaga vendrá sobre el ejército de la bestia ya casi al final de su reinado de 42 meses, como veremos más adelante.

Apocalipsis 9 versos 20-21 dice que, aunque Dios los castiga de esa forma tan destructiva, esos impíos son incapaces de arrepentirse de sus pecados, todo lo contrario; aborrecen aún más a Dios, lo blasfeman, y van en contra de los cristianos para asesinarlos, ya que esos criminales ven que esas plagas NO AFECTAN A LOS CRISTIANOS. Es por eso que también Dios les envía las 7 copas de la ira.

La primera copa de la ira consiste en enfermar a todos aquellos que se han puesto en sus cuerpos “LA MARCA DE LA BESTIA”; viene sobre ellos una ulcera maligna y pestilente, algo parecido a la lepra crónica, que les pudre la carne en vida, vamos a leerlo:

Apocalipsis 16: 2: “Fue el primero, y derramó su copa sobre la tierra, y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.”

Imagínense a esos seres marcados por la bestia, con la carne podrida en vida, ardiendo de dolor. Pero hay más, observen lo que continúa diciendo apocalipsis 16:8-11:

“El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas, y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.”


Dios les produce ulceras malignas, esas ulceras luego reciben las quemaduras del sol, Dios los envuelve en tinieblas, y de tanto dolor se muerden la lengua. Es como una película de terror. Aquí se está describiendo gente que parecen de esos zombis putrefactos, desquiciados y asesinos. Y lo peor del caso es que esos esclavos de la bestia no tendrán descanso ni de día ni de noche (apoc 14: 11), es decir: vivirán en una agonía y dolor perpetuo hasta que llegue la batalla de Armagedón y el señor Jesucristo en persona los aniquile a todos. Precisamente la última copa de la ira (apocalipsis 16: 17-21), junto al toque de la séptima trompeta, está reservada justamente para el final, cuando Jesús regrese. Esa última copa provoca que se forme un enorme terremoto tan grande como no ha existido otro en la faz de la tierra, toda isla desaparece, y un enorme granizo cae sobre todos los impíos. Al parecer el derrame de esa séptima copa es simultanea al toque de la séptima trompeta, la cual anuncia el descenso de Jesús a la tierra; esto también es revelado en el sexto sello.






Con todo y esos castigos que Dios les envía, esas personas que se pongan la marca de la bestia no se arrepentirán de sus maldades, todo lo contrario: cuando ellos vean que los cristianos son inmunes a esas plagas, entonces culparán a los cristianos y se levantarán para asesinarlos.

En contra de esos engendros asesinos y desquiciados es que la iglesia se va a enfrentar; esos que se pongan la marca de la bestia se convierten en demonios, personas sin juicio, dispuesto a desafiar a Dios y a matar a todos aquellos que se llamen cristianos. Es en contra de esos seres irredentos que debemos de defendernos, defender a nuestros familiares y defender valientemente a nuestros hermanos en la fe. Los marcados por la bestia son fáciles de identificar, no solo porque sus carnes estarán podridas en vida, sinó también porque la marca de la bestia será visible, impresa sobre la frente y la mano derecha, ya que el apóstol Juan, quien escribió la revelación del apocalipsis, la vió y la pudo describir. Recuerden que en la antigüedad los amos marcaban a sus esclavos con hierro al rojo, para que el nombre del amo quedara impreso de forma visible sobre sus esclavos: así mismo también la marca de la bestia será totalmente visible en la frente y mano derecha de los esclavos de la bestia. Esa marca tiene el nombre y el numero de la bestia.





Mientras la bestia y sus ejércitos de zombis persiguen y matan cristianos, Dios castiga con todas esas plagas a la bestia y a todos los países que se unan a la bestia. Pero peor aún para la bestia y su reino: los dos testigos también estarán en el área de medio oriente, sobre todo en Jerusalén, llevando destrucción sobre el gobierno de la bestia, vamos a leerlo:

Apocalipsis 11: 6: “Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.”

Todo esto demuestra que el gobierno de la bestia estará en continuo desasosiego, no habrá paz para esos criminales. Los juicios de Dios, las plagas, y el azote de esos dos testigos, serán los detonantes para que la bestia y sus secuaces persigan con más coraje y odio a los cristianos. Pero, aunque los cristianos sean vencidos, de todos modos, estos se defienden, es por eso que la bestia les hace “LA GUERRA”.

Ya a estas alturas de tiempo, seguramente faltando un mes para que concluya los 42 meses que ha de perdurar el gobierno malvado, la bestia reconoce que necesita más ayuda, ya que no puede contener a los dos testigos y porque las plagas de Dios están destruyendo a sus aliados, por lo tanto: la bestia necesita que todos los ejércitos de todas las naciones que obedezcan a la bestia sean transportados a medio oriente, sobre todo al área cerca del rio Éufrates, cerca de Jerusalén. Es entonces derramada la sexta copa de la ira. Dios el padre les pone una trampa a los ejércitos de la bestia para que todos ellos comiencen a reunirse en Megido, en medio oriente, cerca de Jerusalén. Vamos a leerlo:

Apocalipsis 16: 12-16: “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y sus aguas se secaron para que fuera preparado el camino para los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, a tres espíritus inmundos semejantes a ranas; pues son espíritus de demonios que hacen señales, los cuales van a los reyes de todo el mundo, a reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso. (He aquí, vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y guarda sus ropas, no sea que ande desnudo y vean su vergüenza.) Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.”

Esta es la estrategia de Dios, permitir que todos esos ejércitos de gente inmunda que tienen en sus cuerpos la estampa de la marca de la bestia, vengan de todas partes del mundo, y se comiencen a reunir en el valle de Megido (Armagedón), por eso les seca el rio para que todos ellos puedan pasar sin problema. Todos aquellos que tengan en sus cuerpos la nefasta marca de la bestia marchará hacia Meguido, dejando las fronteras de sus países al descubierto. Seguramente las naciones que son como ovejas aprovecharán la situación para invadir esas zonas y así libertar a los cristianos cautivos.

Entonces unos espíritus inmundos de engaños que proceden del diablo, de la bestia y del falso profeta salen a engañar a esos ejércitos, seguramente susurrando que por ser ellos tan numerosos podrán matar a los dos testigos y luego también podrán contener al mismísimo señor Jesucristo cuando èste descienda del cielo. Fíjense que el texto dice que esos espíritus de engaño “van a los reyes de todo el mundo, a reunirlos para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.” Dense cuenta que todos los reyes aliados de la bestia junto a sus ejércitos se van haciendo presente en ese lugar llamado Armagedón: ellos saben que tienen una guerra en contra del Dios todopoderoso, y que de un momento a otro el cielo se puede abrir y descender su enemigo: el señor Jesucristo. por lo tanto, absolutamente todos los aliados de la bestia con sus ejércitos se reúnen allí.

Es justamente en ese momento, cuando todos esos ejércitos estén reunidos en medio oriente, cerca del rio Éufrates, que suena la sexta trompeta, y Dios envía una plaga tan grande que la tercera parte de todos esos ejércitos de impíos queda destruida, vamos a leerlo:

Apocalipsis 9: 13-21: “El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”

Esta es una plaga de seres espirituales que Dios envía en contra de esos impíos, un ejército de 200 millones, comandados por 4 ángeles: algo parecido a esos seres comandados por el ángel Apolión registrado en el toque de la quinta trompeta en apocalipsis 9: 1-11. La tercera parte de ese enorme ejercito que se estará allí reuniendo para ayudar a la bestia han de perecer, pero (como dice el texto) ni aun con esta terrible plaga ellos jamás se arrepentirán, todo lo contrario; continuarán adorando al diablo y la bestia, seguirán asesinado a los santos, continuarán practicando hechicerías y fornicación.

Los que queden de ese ejercito marcharán hacia Meguido, cerca de Jerusalén, a darle apoyo a la bestia en su lucha en contra de los dos testigos y para intentar repeler al señor Jesucristo cuando èste descienda del cielo.

Por fin, tres días y medio antes de concluir los 42 meses de duración del reinado de ese emperador bestial y sus aliados, logran matar a los dos testigos. Estos datos son muy interesantes, pues nos revela de antemano el día exacto de la segunda venida del señor Jesucristo, antes de que suceda. vamos a leer los versos:

“Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. Y los de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.” Apocalipsis 11: 7-10.

La bestia les hace la guerra a los dos testigos, dice este texto. Evidentemente les hace la guerra por la razón de que los dos testigos se defienden y continuamente repelen el ataque de los ejércitos de la bestia. Es lo mismo que se lee en apocalipsis 13: 7, que la bestia les hace la guerra a los santos. Evidentemente les hace la guerra porque esos santos (la iglesia) se defienden continuamente, al igual que los dos testigos. Esas personas con la marca de la bestia van a ser gente totalmente endemoniadas, enfermas de grandes pestilencias impuestas por Dios mismo; gentes totalmente condenadas y sin esperanza a la redención ni el perdón de Dios, y es a ese tipo de engendros satánicos a los cuales la bestia va a enviar en contra de los cristianos: por lo cual preguntamos: ¿ es pecado matar a esa gente cuando venga a atacarnos?, pues de ninguna manera, no es pecado, ya que la legitima defensa no está prohibida ni en la ley de Dios ni en las leyes humanas, aunque en el gobierno de la bestia todos los cristianos van a ser unos proscrito.

Fíjense también en este pasaje de apocalipsis 11 que luego que la bestia logra asesinar a los dos profetas, no permite que los entierren, y los deja expuestos a vista de todos, en la plaza de la ciudad que de forma simbólica se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro señor Jesucristo fue clavado en un madero. Se refiere a Jerusalén, ya que es allí donde la bestia establece la capital de su reino. Tal parece que la bestia y sus secuaces van a convertir a Jerusalén en un lugar inmundo, de Adoración al diablo y al rey, así como los egipcios adoraban serpientes y al faraón. Del mismo modo la bestia y sus secuaces van a profanar toda Jerusalén practicando los actos sexuales inmundos, como los sodomitas. Es así que en todos los países donde la bestia tiene influencia se corre la noticia de que los dos testigos han sido derrotados. Para que en tan poco tiempo llegue esa noticia a todos esos reinos de la tierra solo es posible si todavía en ese tiempo exista el internet, o algún medio de comunicación parecido. Ahora observen lo que continúa diciendo el pasaje:

“Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros; porque estos dos profetas habían atormentado a los moradores de la tierra.”

Se nota que el poder que Dios les había dado a esos dos testigos también causó estragos y destrucción en otras partes del mundo dominados por la bestia. Este pasaje se debe de leer acompañado de 1 tesalonicenses 5: 1-5, ya que allí se dice que justamente en el tiempo del fin, cuando Jesús esté a punto de regresar, todos los impíos estarán de júbilo, exclamando ¡!PAZ Y SEGURIDAD!!, más vendrá sobre ellos destrucción repentina. Para la bestia y todos los impíos la muerte de los dos testigos simbolizará el triunfo sobre Dios, ya que esos dos profetas actuaban usando el poder de Dios. Es por eso que la bestia expone los cadáveres y no permite que sean enterrados, para celebrar la supuesta victoria. Esos impíos van a creer que, al derrotar a los dos testigos, también podrán derrotar al mismísimo señor Jesucristo cuando este aparezca en gloria. Todos los impíos del mundo se regocijan, están de fiestas, porque esos dos testigos serán un azote muy fuerte atormentando el reino de la bestia. Se envían regalos unos a otros, ahora pueden exclamar ¡!PAZ Y SEGURIDAD!! Con más ganas mayor número de esos ejércitos de impíos se dirigen al valle de Megido a unirse al enorme ejercito que allí se está formando.

Para los cristianos que estén vivos en ese momento, la noticia sobre la muerte de los dos testigos también será una ocasión para alegrarse, ya que ellos entenderán sin miedo a equivocarse que, contando justamente desde el mismo momento en que la bestia mata a los dos testigos, ¡!SOLO BASTA CONTAR TRES DÍAS Y MEDIO PARA QUE EL SEÑOR JESUCRISTO APAREZCA EN GLORIA JUNTO A SUS PODEROSOS ÁNGELES.!! Es por esa razón que la segunda venida del señor Jesucristo no toma por sorpresa a los cristianos que estén vivos en ese tiempo, sinó que cae como un lazo sobre todos los impíos, ya que los impíos estarán celebrando el supuesto triunfo sobre Dios, y gritando ¡!PAZ Y SEGURIDAD!!. Vamos a leer el pasaje:

“Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán. MAS VOSOTROS, HERMANOS, NO ESTÁIS EN TINIEBLAS, PARA QUE AQUEL DÍA OS SORPRENDA COMO LADRÓN. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.” 1 tesalonicenses 5: 1-5.

Y es que justamente cuando se cumplan tres días y medio también culminarán los 42 meses del reinado de la bestia, y ya sabemos que en Mateo 24: 29-31 Jesús promete que vendrá “INMEDIATAMENTE DESPUÉS DE LA TRIBULACIÓN DE AQUELLOS DÍAS”. Los cristianos estarán esperando “ANSIOSAMENTE” esa manifestación del señor Jesucristo, como dice hebreos 9: 28. Si, estaremos ansiosos observando el firmamento, expectantes, porque sabremos que tres días y medio después de la muerte de los dos testigos los cielos se han de abrir, los astros se apagarán, y Jesús descenderá acompañado de sus ángeles envueltos en llamas de fuego.

Veamos que continúa diciendo apocalipsis 11 versos 11-12:

“Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. Y oyeron una gran voz del cielo, que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron.”

Ahí lo tienen bien claro: esa es la voz del señor Jesucristo, que viene descendiendo del cielo con gran voz de trompeta, voz potente de arcángel, el cual envía el espíritu de Dios para que los muertos sean resucitados. Veamos como lo explica el apóstol Pablo en 1 tesalonicenses 4: 15-17:

“Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que murieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”

Los cristianos resucitan únicamente cuando Jesús descienda del cielo, es por esa razón que los dos testigos recobran la vida, se ponen sobre sus pies, a vista de sus enemigos, y suben al cielo en una nube a recibir al señor en el aire, junto a todo el resto de millones de cristianos que son también resucitados.

 

VAMOS A IR RESUMIENDO TODOS ESTOS ACONTECIMIENTOS.

Imagínense ustedes esta tremenda escena profética. Los cristianos que estén vivos para cuando se inicie el gobierno de la bestia sabrán que solo deben esperar tres años y medio para que el señor Jesús regrese en gloria. La bestia inicia la gran persecución mortal en contra de los cristianos, una guerra tremenda, donde los cristianos, aunque se defiendan, son derrotados, y muchos (aunque no todos) son asesinados. Los cristianos que están vivos continúan perseverando, ya que están segurísimo que Jesús va a aparecer inmediatamente culmine esos tres años y medio. Los dos testigos le hacen la guerra al gobierno de la bestia: esto les da más valentía a los cristianos que están siendo perseguidos. Seguramente luego que pase el primer año del reinado de la bestia: las trompetas de Dios para enviar juicio en contra del reino de la bestia comienzan a sonar, con intervalos de alguna de las copas de la ira. Yo personalmente creo que cada toque de trompeta será oído en todo el mundo, al igual que será oída en todo el mundo el toque de la séptima trompeta, la cual anuncia el descenso de cristo a la tierra. Los cristianos van contando cada toque de trompeta, ya que también esto es una señal que va definiendo cuando el momento del fin se acerca. Tocan 5 trompetas, quizás ya dos años del gobierno de la bestia. Los dos testigos azotan a los impíos con grandes plagas. La bestia y sus secuaces redoblan los ataques en contra de los cristianos. La gran tribulación se agudiza, cual nunca antes en la tierra ha sucedido una tribulación igual. Con todo y eso los cristianos continúan predicando el evangelio hasta el fin.

Las naciones que no se unieron a la bestia ayudarán a algunos cristianos, dándoles pan y abrigo, es decir: asilo político. También los visitarán en las cárceles; mientras otras naciones se quedarán neutrales, no se unirán a la bestia, pero tampoco ayudaran a los santos, por lo cual Jesús, en aquel juicio ante su trono de gloria en Jerusalén, los pone a su izquierda para maldecirlos y destruirlos, para que se cumpla la profecía dictada por el señor Jesucristo en Mateo 25: 31-46.

Se inicia el derrame de las copas de la ira de Dios. La bestia y su reino están desesperado, no tienen paz ni descanso. Por un lado, Dios los aflige con grandes plagas enviadas desde el cielo, por otro lado, en la tierra los dos testigos continúan causando terror y destrucción a las naciones que pertenecen a la bestia, y además los mismos cristianos resisten valientemente en guerra los ataques de la bestia, aun sean vencidos o encarcelados. Con el derrame de la sexta copa de la ira todos los impíos comienzan a cruzar el cause seco del rio Éufrates, y trasladarse en ejércitos al valle de Megido o Armagedón, para ayudar a la bestia a matar a los dos testigos y para intentar derrotar al señor Jesucristo, cuando èste aparezca. De repente suena la sexta trompeta, y cae una plaga se seres espirituales sobre ese enorme ejército de la bestia, el cual es menguado en una tercera parte. Con todo y eso los malvados continúan en sus planes, no se rinden, aun marchan a apoyar a la bestia.

El tiempo transcurren, unos cuatro días antes de cumplirse el final de los 42 meses, la bestia usa nuevas estrategias de guerra en contra de los dos testigos; logra acorralarlos. Tres días y medio antes de cumplirse el plazo de 42 meses la bestia logra matar a los dos testigos. Todos los países del mundo gobernados por la bestia empiezan a celebrar, gritando ¡!PAZ Y SEGURIDAD!!. Los cristianos están en suspenso, están ansiosos observando el cielo, ellos saben perfectamente que justamente luego de tres días y medio de la muerte de los dos testigos el cielo debe de abrirse y dar paso al rey de reyes, ya que ellos conocen el libro de apocalipsis, entienden la revelación de apocalipsis capítulo 11. Pasa el primer día. Los cuerpos muertos de los dos testigos son exigidos en la plaza pública como trofeo de guerra, donde la bestia quiere dar a entender que ha vencido a Dios mismo, y ahora tiene el poder de destruir hasta al mismo señor Jesucristo. Pasa el segundo día. Los cristianos, aunque continúan siendo perseguidos y asesinados, tienen sus vistas puestas en el cielo, ellos saben que falta poco. Todos los impíos en todo el mundo se envían regalos unos a otros, celebrando la gran noticia sobre la muerte de los dos testigos. El ejército de la bestia con todos sus reyes continúa reuniéndose en Armagedón; están envalentonados, el diablo les ha hecho creer que son invencibles y que nadie puede luchar en contra de la bestia, tal y como se lee en apocalipsis 13: 3-4. Me imagino que en los países donde gobierna la bestia muchos cristianos son sacrificados en público para el regocijo de esos satánicos. Llega el tercer día; aun los impíos continúan celebrando, regocijándose, embriagados en un gozo satánico, mientras que los cristianos continúan mirando al cielo ansiosamente. Ha pasado el tercer día. Solo falta unas horas para que la profecía se cumpla. Los cristianos ya habían contado justamente 42 meses. También habían contado justamente tres días después de la muerte de los dos testigos. SOLO FALTA MEDIO DIA. En unas horas el cielo tiene que abrirse y aparecer la señal del hijo del hombre descendiendo del cielo con gran poder y gloria. Mientras tanto los impíos continúan festejando, no se dan por enterado de lo que les espera en breve.

Efectivamente, 42 meses después del gobierno de la bestia, justamente después de los últimos tres días y medio en el cual son asesinados los dos testigos; puntualmente el cielo se abre, suena la séptima trompeta, el sol y la luna se apagan, las estrellas caen del cielo, el firmamento o bóveda celeste se conmociona: entonces aparece el rey de reyes Jesucristo, junto a sus poderosos ángeles, envueltos en llamas de fuego descendiendo del cielo. Suena la voz de trompeta del señor Jesús; en la tierra los cristianos que estén vivos gritan de alegría y un gozo indescriptible: sus cuerpos son transformados en un abrir y cerrar de ojos de seres corruptibles a seres incorruptibles y gloriosos. Los muertos en cristo son resucitados, y todos los redimidos suben al cielo para recibir al señor en el aire. Jesucristo levita entre las nubes del cielo justo encima de Jerusalén, mientras sus ángeles, cuales relámpagos, recorren todos los puntos de la tierra cruzando el cielo envuelto en llamas de fuego rescatando a los escogidos desde los 4 ángulos de la tierra.

En la tierra, sobre todo en Jerusalén, hay terror; un gran terremoto azota todos los lugares, vamos a leer que dice apocalipsis 11: 13:

“En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo.”

Es aquí donde se cumple la visión del sexto sello de apocalipsis capítulo 6 versos 12 al 17, vamos a leerlo:

“Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”

Fíjense bien hermanos, como este texto sobre la profecía del sexto sello tiene un lenguaje muy parecido a las palabras pronunciadas por el señor Jesucristo en Mateo 24: 29-31. Aquí también se habla de un enorme terremoto mundial, hasta las islas van a desaparecer. Los criminales impíos verán el cielo enrollarse, verán descender al hijo de Dios, y les da tanto miedo que van a esconderse en las cuevas, entre las peñas de los montes. Seguramente se está haciendo referencia a los grandes búnkeres que han fabricado los grandes magnates para esconderse de cualquier cataclismo. Veamos ahora como en lucas 21 se narra este hecho:

“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Lucas 21: 25-28.

Fíjense que aquí se menciona que los impíos estarán muy confundidos por causa del bramido del mar y las olas. Seguro se refiere a enormes sunamis, ya que en apocalipsis 6: 12-17 se habla de un mega terremoto mundial. Al mismo tiempo el firmamento se apagará, solo se verá al señor Jesús y sus ángeles surcando el cielo como si fueran antorchas de fuego.

Ese es un día glorioso para la iglesia, es por eso que el señor Jesucristo aconseja lo siguiente:

“Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.”

Este también es el cumplimiento del derrame de la séptima copa de la ira, donde Dios envía a los impíos su última plaga, vamos a leerlo:

Apocalipsis 16: 17-21: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.”

Todo este desastre estará ocurriendo en la tierra sobre todos los impíos; mientras tanto, entre las nubes del cielo está el señor Jesucristo recibiendo a la iglesia redimida. Por fin el esposo se reúne con la novia. Las bodas del cordero, cuando la iglesia recibe al marido entre las nubes del cielo. La biblia no registra cuanto tiempo toma a Jesús y sus ángeles arrebatar a todos los miembros de la iglesia, tanto a los resucitados como también a aquellos cristianos que estaban vivos y fueron transformados en un abrir y cerrar de ojos. No sabemos cuánto tiempo ellos permanecen flotando entre las nubes del cielo; lo que si podemos entender es que todo ojo verá tal prodigio desde la tierra, ya que Jesús, sus ángeles y la iglesia resucitada, brillarán en todo el firmamento de manera impresionante, y las exclamaciones de júbilo emitidas desde el cielo se escucharán en todos los lugares de la tierra.

En el tercer cielo, donde habita el padre celestial y los seres espirituales, también hay mucha actividad y alegría; acciones de gracias al Dios todopoderoso, ya que el toque de la séptima trompeta anuncia el fin de la era mala, y todos los reinos de la tierra pasan a ser propiedad del señor Jesús. Vamos a leer, justamente en apocalipsis 11: 15-19, lo que sucede luego que los dos testigos suben al cielo a recibir al señor en el aire:

“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.”

Fíjense que es justamente la séptima trompeta, la última, la que anuncia el descenso del señor Jesucristo; es ahí donde se confirma que los muertos son resucitados, vamos a leerlo:

1 corintios 15: 51-53: “He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”

No existe este tipo de toque de trompeta antes de una supuesta tribulación de 7 años como falsamente predican los necios pretribulacionistas, ya que la biblia nunca enseña esa patraña de que Jesús va a regresar antes de la tribulación de manera secreta y silenciosa. La séptima trompeta suena, justamente, al final del gobierno de la bestia, y es entonces que cristo aparece y los muertos en cristo son resucitados. Fíjense que mientras Jesús está entre las nubes del cielo con su iglesia, Dios continúa atacando a los impíos de la tierra, derramando sobre ellos la séptima copa de la ira, tal y como se lee en ese pasaje de apocalipsis 11: 15-19: “Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.”

Mientras en el firmamento hay jubilo y gozo por la unión de Jesús con su iglesia, veamos que hacen la bestia y sus aliados en la tierra. Cuando el gran terremoto de calma, y los granizos dejan de caer, al parecer hay un breve tiempo de tranquilidad. Todo queda en suspenso. La tierra esta semi destruida. Los ejércitos de la bestia salen de sus escondrijos y marchan a Meguido. Ellos, engañados por el diablo, la bestia y el falso profeta, todavía se imaginan que van a poder enfrentar al señor Jesús. Todos los impíos marcados con la marca de la bestia se dirigen apresurados al área de Megido. No falta ni uno: todos los que tienen la marca de la bestia están allí, expectantes.

El día es extraño, es como una película de terror para todos los impíos. No hay ni luz ni tinieblas, vamos a leerlo:

Zacarias 14: 6-7: “Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día, el cual es conocido por Yahveh, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.”

Al caer la tarde hay luz, dice esa profecía. No es la luz del sol ni de la luna: es el resplandor del señor Jesucristo, sus ángeles y todos los santos de la iglesia que empiezan a descender a la tierra a vista de sus enemigos. Hay terror en el ejército de la bestia, saben que en breve serán todos destruidos. Vamos a leer como se explica en apocalipsis 19: 11-21:

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.”

Jesús, el mismo que pisa el lagar de la ira de Dios, desciende a la tierra, como un poderoso guerrero invencible. Viene en nombre de su padre a ejecutar a muerte a todos los impíos. Aterriza y posa sus pies en el monte de los olivos, el cual se parte por la mitad formando un gran valle (Zacarias 14: 4), y allí el señor, con una espada aguda que le sale de la boca (el poder de su palabra), hace una matanza tan grande, que la sangre llega hasta el cuello de los caballos por una extensión de 320 kilómetros, vamos a leerlo:

“Y el lagar fué hollado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos por mil y seiscientos estadios.” Apocalipsis 14: 20.

También Dios el padre envía una terrible plaga sobre esos enemigos, los cuales se consumen a sí mismo, como si se derritieran, mientras otros pierden el juicio y se matan unos a otros, vamos a leerlo:

Zacarias 14: 12-13: “Y esta será la plaga con que herirá Yahveh a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca. Y acontecerá en aquel día que habrá entre ellos gran pánico enviado por Yahveh; y trabará cada uno de la mano de su compañero, y levantará su mano contra la mano de su compañero”.

También la bestia y el falso profeta son apresados y lanzados a un lago de fuego, donde son literalmente destruidos. De todos esos zombis que se pusieron la marca de la bestia no queda ni uno solo con vida en ninguna parte del mundo: todos esos malvados son enteramente eliminados para siempre: esas personas ni siquiera tendrán parte en la segunda resurrección, sinó que han muerto para siempre.

Al mismo tiempo un ángel poderoso desciende del cielo y atrapa a esa serpiente antigua, al diablo, lo encadena y lo somete en una prisión en el abismo por mil años, vamos a leerlo:

Apocalipsis 20: 1-3: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.”

Luego de tan grande triunfo, el señor Jesucristo y su iglesia se disponen a inicial el reinado de mil años, donde toda la tierra será restaurada, como en los días de Adán: volverá a ser un paraíso, y cristo gobernará a todas las naciones con vara de hierro, es decir: con rectitud y justicia.

 

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