lunes, 14 de febrero de 2022

PARTE 5. CAPITULO 1. JESUCRISTO ES ATACADO POR HABERSE DESCRITO A SI MISMO COMO “HIJO DE DIOS”. LO MAS IMPORTANTE EN LA BIBLIA ES LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”.

 

JESUCRISTO: EL HIJO UNIGÉNITO Y PRIMOGÉNITO DEL PADRE: LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”.

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Por Alexander Gell: estudiante de la biblia 2021-2022.



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JESUCRISTO ES ATACADO POR HABERSE DESCRITO A SI MISMO COMO “HIJO DE DIOS”.




Juan 5: 18: “Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.”

 

Incluso el mismo señor Jesucristo fue duramente atacado por simplemente declarar que ÉL era el “hijo de Dios”. Observen ahora como los mismos sacerdotes y fariseos atacaban a Jesús por este decir que era “EL HIJO DE DIOS”, vamos a leerlo

Mateo 26:63: “Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.”

Estos sacerdotes eran grandes estudiantes del antiguo testamento, y ellos sabían perfectamente que el mesías venidero era “UN HIJO ESPECIAL DE DIOS”, que ya previamente existía, pues ya en proverbios 30: 4 esos antiguos profetas andaban preguntando por el nombre de ese misterioso hijo, es por eso por lo que el sumo sacerdote le lanza esta pregunta al señor Jesucristo:

“Marcos 14:61: “Le volvió a preguntar el sumo sacerdote, diciéndole: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?”

Si Jesús hubiese estado predicando la trinidad, o diciendo que él es la supuesta “SEGUNDA PERSONA DEL DIOS TRINO ENCARNADO” en esos tres años que anduvo en medio del pueblo de Israel, los sacerdotes no le hubieran preguntado si él era el hijo de Dios; le hubieran preguntado ¿‘’tú eres Dios, la segunda persona de la trinidad?’’. O, por el contrario, si Jesús hubiera estado predicando el unicitarismo le hubieran preguntado: “¿ERES TU EL MISMO PADRE CELESTIAL DISFRAZADO DE HIJO”? Mas aún, si Jesús hubiera sido un TITIANO, le hubieran preguntado: ¿ERES TU EL SEGUNDO IEVE COETERNO CON SU PADRE Y QUE TIENE EL TITULO HIJO”? (“IEVE” es el sobrenombre que los titianos le tienen al Dios padre y a Jesucristo en su preexistencia).

Además, los sacerdotes sabían que para una persona poder ser literalmente “hijo de Dios” es porque había sido “engendrado” directamente por Dios mismo. Es por eso que los sacerdotes nunca le preguntaron a Jesús si era “hijo” de José y María, sinó que le preguntaron directamente si era “hijo” de Dios.

Los sacerdotes estaban bien al tanto de todo lo que predicaba Jesús y ellos sabían muy claramente que Jesús siempre afirmó que era EL HIJO DE DIOS. Por eso Jesús les responde de esta manera:

“Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso, y viniendo en las nubes del cielo’’. Marcos 14: 62.

Jesucristo no podía negar esta gran verdad; él es el hijo de Dios. Después de esta afirmación los sacerdotes lo condenaron a muerte acusándolo de BLASFEMIA. ¿Cuál era la blasfemia?  Los sacerdotes eran buenos conocedores de las escrituras del antiguo testamento y, por tanto, ellos sabían que Dios el padre tenía un hijo único el cual había sido engendrado por el padre celestial antes que toda otra creación (comparar con proverbios 8: 22-36) y ese hijo era el representante de Dios ante la creación y lo llamaban el ángel de Yahveh, por tanto, lo que entendieron muy correctamente esos sacerdotes es que Yahshua el mesías estaba tomando el lugar de ese hijo único de  Dios el padre, el cual, al ser una entidad divina, era igual a Dios, es decir; un ser poderoso o divino, pues esa ese es el significado etimológico de la palabra o el título Dios: ‘’PODEROSO’’.

Estando ya clavado en el madero de tormento los enemigos de Jesús se burlaban de él diciendo:

“Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.’’ Mateo 27:43.

Por tanto, la supuesta blasfemia que veían los sacerdotes era que Cristo estaba usurpando el lugar del ángel de Yahveh como el hijo único de Dios, lo cual hacía que Jesús fuera igual a Dios, es decir: un ser divino (en realidad Jesús no mintió, ya que, en su preexistencia, él era el mismo ángel de Yahveh, como vamos a demostrar detalladamente más adelante).

Juan 19:7: “Los judíos le respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según esa ley Él debe morir, porque pretendió ser el Hijo de Dios.”

Del mismo modo hasta satanás tentó a Jesús poniendo en duda su estado como “hijo de Dios”, vamos a leerlo:

“si eres hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” Mateo 4: 3.

 

Si el diablo hubiese visto a cristo del mismo modo que lo ven los trinitarios y los unicitarios seguro que le hubiera dicho a cristo lo siguiente:

 

“si eres el padre celestial encarnado en hijo: di que estas piedras se conviertan en pan” (doctrina unicitaria)

 

  o hubiera dicho:

 

“si tú eres una de las tres hipóstasis del dios trino, la segunda persona de la trinidad, di que estas piedras se conviertan en pan”. (doctrina trinitaria).

 

 Por tanto, la tentación consistía en que Jesús demostrara que era hijo de Dios. Esto sucede porque satanás sabe perfectamente que para una persona poder llevar literalmente el título “hijo de Dios” es porque esa persona ha sido engendrada por el mismo Dios padre, de su misma esencia, sustancia o poder (hebreos 1: 3), y, por tanto; esa persona era un ser divino, de ese modo ese hijo de Dios, como los ángeles del cielo, era una persona poderosa que podía ejercer poder sobre la materia. Por eso satanás le insistía a Jesús que mostrara que era realmente “hijo de Dios”, queriendo obligar a Jesús a que usara algún poder divino o sobrenatural. Pero evidentemente Jesús no fue enviado al mundo a mostrarle nada a satanás por exigencia de éste, sino que vino a hacer la voluntad del padre celestial, no la voluntad del diablo, ya que, si Jesús caía en la trampa de estar ejerciendo poder sobrenatural cada vez que al diablo se le antojara, podía entonces caer en una especie de soberbia, poniendo a satanás a la par de Dios mismo, sometiéndose a las órdenes de satanás continuamente.

 

El libro de Santiago testifica que Dios el padre “no puede ser tentado por el mal”, sin embargo, el señor Jesucristo si pudo ser tentado por Satanás.

 

“Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.” Hebreos 4: 15.

Esto demuestra que tanto Jesús como su padre celestial son dos personas distintas y separadas, pero al mismo tiempo unidas en un mismo espíritu y propósito.

Por eso Jesús pudo responderle a Satanás:

 

“Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían”. Mateo 4: 10-11. (note que en esta respuesta cristo se estaba refiriendo a su padre, ya que si se hubiera referido a si mismo tomando el lugar del padre hubiese dicho a Satanás: “a mí me adoraras y a mí me servirás”).

 

Hasta los demonios reconocen que el señor Yahshua el mesías es el “hijo de Dios”, leámoslo:

“los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero él les ordenó terminantemente que no dijeran quién era él” Marcos 3: 11, 12.

 

“Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para destruirnos antes de tiempo?”. Mateo 8: 29.

 

Esto quiere decir que hasta los demonios tienen más conocimiento doctrinal y hablan más verdad que los necios unicitarios, ya que los unicitarios niegan la existencia del hijo de Dios, ya que ellos dicen que Dios el padre mismo se disfrazó de “hijo”. (¡! Asombroso ¡!).

Fíjense ustedes las impresionantes palabras del demonio que comandaba a una legión de espíritus inmundos, registrado en Marcos 5: 7:

“Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Yahshúa, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por el Poderoso que no me atormentes”.

Literalmente ese demonio estaba declarando lo mismo que el apóstol Pedro, cuando Pedro reconoció a Jesucristo como “el hijo del Dios viviente”. Por lo cual ese demonio no estaba mintiendo, en realidad estaba haciendo una declaración solemne reconociendo a Jesús como “EL HIJO DEL DIOS ALTÍSIMO”.

Por lo tanto, Jesús fue atacado muchísimas veces por causa de su condición de “hijo de Dios”, y tengan ustedes seguro que hasta el día de hoy el mismo satanás y sus falsos ministros aún continúan poniendo dudas y falsas doctrinas en cuanto al título “hijo de Dios” que le corresponde al señor Jesucristo. Hasta nosotros, los que estamos firmes en la doctrina de “el padre y el hijo” somos también atacados cuando afirmamos que el señor Yahshua el mesías ha tenido un inicio de existencia antes de la creación, que es literalmente el “hijo del Dios altísimo”. Y por eso se nos calumnia, incluso nos acusan de arrianismo, cuando en realidad nosotros estamos en contra del arrianismo, como voy a demostrar más adelante. Esto ocurre porque en toda la cristiandad apostata iglesiera por siglos se ha distorsionado la posición de Jesús como “hijo del Dios viviente”. Los trinitarios no aceptan que Jesús haya tenido un inicio de existencia, ya que ellos ven a Jesús tal y como se la ha enseñado la apostasía trinitaria; como un ser coeterno junto a su propio padre, ambos fundidos eternamente en un solo dios trino, una especie de dios embutido; un dios siamés: tres personas eternamente fundidas en una: una aberración como se ve en las siguientes imágenes pintadas por artistas católicos romanos:



RECONOCER A JESÚS COMO “HIJO DE DIOS”; Y ACEPTAR LA DOCTRINA DE “EL PADRE Y EL HIJO”: ES LO MAS IMPORTANTE DEL EVANGELIO.

Muchísimas veces, en medio de sus predicaciones, Jesús siempre decía que el Dios supremo es literalmente su “padre”.

Juan 8: 54: “Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: Él es nuestro Dios”

Inmediatamente Jesús resucita de entre los muertos lo primero que hace es reconocer al Dios supremo como “SU PADRE Y SU DIOS”, leámoslo:

“Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” Juan 20: 17.

Mas aún, ya estando en el cielo, habiendo ya recuperado la forma glorificada y divina que había tenido antes de la creación del mundo, Jesús continúa reconociendo que el Dios supremo es “SU PADRE”, vamos a leerlo:

Apocalipsis 3: 21 “`Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono”.

Apocalipsis 2:18: Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: ``El Hijo de Dios, que tiene ojos como llama de fuego, y cuyos pies son semejantes al bronce bruñido, dice esto”.

Que el Dios supremo era el “Dios y padre” del señor Jesucristo era una enseñanza fundamentar de los apóstoles, vamos a leerlo:

“Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo…1 de Pedro 1: 3-5.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,’’ 2 Corintios 1:3

“El Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.’’ 2 Corintios 11:31.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha bendecido en Cristo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales.’’ Efesios 1:3.

Todo cristiano que se considere “bíblico” debe de aceptar como buena y valida esta recomendación del apóstol Pablo, cuando dijo:

“Así que, hermanos, estad firmes y conservad las doctrinas que os fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.” 2 Tesalonicenses 2:15.

Esto quiere decir sencillamente que CUALQUIER CREDO O DOCTRINA QUE SE QUIERA APLICAR A LA IGLESIA, DEBE CONTAR CON EL APOYO DOCTRINAL DE LOS ESCRITOS APOSTÓLICOS.

Reconocer a Jesús como “el hijo de Dios” es lo que en realidad nos hace aceptos ante Dios para poder ser salvos, ya que Dios mismo es quien ha testificado desde el cielo que Jesús es su hijo (Mateo 3: 17), y quien niegue de forma voluntaria este testimonio divino (después de haber conocido esta gran verdad), simplemente no puede ser salvo, ya que hace de Dios un mentiroso, y todos los verdaderos cristianos sabemos que Dios NO PUEDE MENTIR, por lo tanto: la salvación no depende en creer la fábula trinitaria o unicitaria, sino que las escrituras enseñan que para poder ser aceptos ante Dios debemos de reconocer es a Jesús COMO EL HIJO DE DIOS, vamos a leerlo nuevamente desde la versión “lenguaje actual”:

1 Juan 5: 9-12: “Nosotros valoramos lo que dice la gente, pero valoramos más lo que Dios dice, porque nos habla acerca de su Hijo. Confiar en el Hijo de Dios es creer en lo que Dios ha dicho. Pero el que no cree en Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no ha creído lo que Dios mismo ha dicho acerca de su Hijo Jesucristo. Y lo que Dios ha dicho es que él nos ha dado vida eterna, y que tendremos esa vida si creemos en su Hijo. Si vivimos unidos al Hijo de Dios, tenemos vida eterna. Si no vivimos unidos al Hijo de Dios, no tenemos vida eterna.

Es por esta razón que el nuevo testamento fue inspirado por Dios, ya que Dios el padre (en primer lugar) quería que todo el mundo conozca a su hijo, vamos a leerlo:

Juan 20: 30-31: “Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que, al creer, tengáis vida en su nombre.”

Para el apóstol pablo, predicar a Jesucristo como “el hijo de Dios” es parte primordial del evangelio, vamos a leerlo:

Hechos 9: 20: “Y enseguida se puso a predicar a Jesús en las sinagogas, diciendo: Él es el Hijo de Dios.”

El apóstol juan por igual: 

1 Juan 4:14-15: “Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios”

Los que escuchaban el mensaje, se arrepentía de sus pecados, y con sólo confesar que Jesús es “el hijo de Dios” era suficiente para que fuesen bautizados en el nombre de Jesús.


hechos 8: 36-38: “Yendo por el camino, llegaron a un lugar donde había agua; y el eunuco dijo: Mira, agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado? Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carruaje; ambos descendieron al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó.”

Cuando escuchaban el evangelio, en cuyo mensaje se incluía a Jesús como “hijo de Dios”, y las personas se arrepentían, confesaban sus pecados y se bautizaban, entonces se convertían en “propiedad del señor Jesucristo”: somos “uno” con cristo:

Gálatas 3: 27-28: “Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.”

Esta es la forma con la cual los verdaderos cristianos se convierten en “uno” con el padre celestial y con el señor Jesucristo: aceptando que Jesús es “EL HIJO DE DIOS”, y si logramos ese conocimiento, y además obedecemos con amor las órdenes del señor, entonces Dios el padre nos premia poniendo en nosotros “EL ESPÍRITU DE SU HIJO”, por medio del cual podemos clamar “ABBAD PADRE”.

 

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AMÉN.

 

 

Desde el siguiente enlace pueden acceder a un excelente estudio por escrito titulado:

EL PADRE CELESTIAL ES EL DIOS “ÚNICO”; Y TAMBIÉN ES “EL DIOS DE DIOSES”: DOCTRINA HENOTEISTA. por Alexander Gell:

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Los hermanos:

José Yúnior, Jhon Wilian, José Javier, Rodolfo Bianchi, Luzma Suarez, Dayana Suarez, Elena Villamizar, Antonio-Antonio, Juan Gabriel Londoño, Betsy Civil, Daniel F.C, Gonzalez Carlos, Junior De León

También muy especialmente al hermano Rolando Cáceres, en Formosa Argentina, director de la estación de radio CBI (congregación bíblica internacional).

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